Padre de ex funcionario estatal asesinado dice que al gobierno lo superó el crimen

Redacción

Chilpancingo

A diez días del asesinato de su hijo Enrique Hinterholzer Rodríguez, el ex delegado de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), Fernando Hinterholzer Diestel, opinó en un artículo publicado en la edición de ayer de El Sol de Chilpancingo que “está comprobado que el gobierno de Guerrero no puede con el paquete de la inseguridad como muchos en el país”.
Hinterholzer Rodríguez, ex responsable del Centro de Atención Integral Guerrero, de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas en Guerrero (CEAV), fue asesinado en el bar Valhalla la madrugada del 23 de septiembre.
“En qué clase de país nos hemos convertido en menos de dos décadas, en uno donde la muerte es cotidiana, impera la corrupción y la impunidad, y el gobierno y sus instituciones son un fracaso rotundo o cómplices del crimen organizado”, escribió Hinterholzer Diestel, padre del joven.
Agregó que en México, hoy en día, no hay población con mayor riesgo, que los jóvenes menores de 30 años. Cada día asesinan y desaparecen a jóvenes de este rango de edad ante el completo desdén de las autoridades, y solamente cuando el caso se vuelve mediático, es cuando el gobierno presta atención al asunto”.
Escribió de las cifras de la violencia en lo que va del Gobierno de la 4T; “han fallecido 50 mil 449 jóvenes víctimas de la violencia y de la omisión gubernamental. Esta cifra, por desgracia, se incrementa diariamente con 26 nuevos casos, de acuerdo a cifras del Observatorio de Seguridad Pública”.
Criticó que la violencia extrema “se ha vuelto algo muy normal en nuestro país. Mientras el gobierno federal nos trata de engañar con sus chafas estadísticas que, interpretadas muy a su modo, les permiten crear una escenario triunfalista, la realidad los desmiente día a día”.
Dijo que existen una diversidad muy amplia de audiovisuales que dan muestra que la barbarie y la muerte nos envuelven cada vez más, “que nuestro Guerrero apeste a muerte”, que acecha a quienes van ir a trabajar, o disfrutar de sus familias en casa o de quienes sólo querían divertirse, en un restaurante o un bar.
Cuestionó: “Cuándo actuaremos como una sociedad civil responsable, dejemos de aceptar las mamarrachadas de culpar a los gobiernos anteriores. Hagamos mejor el esfuerzo de culpar y responsabilizar a las burocracia dorada de la 4T por todos los hechos acaecidos en las últimas semanas”.
Recordó que el obispo de Chilpancingo (Salvador Rangel Mendoza) ha denunciado varias veces la protección que el gobierno de Guerrero brinda a Los Tlacos, y achacó a la relación de funcionarios de muy alto nivel con este grupo criminal, lo que genero la reacción violenta de Los Ardillos, con la toma de Chilpancingo, hecho inédito a nivel nacional, que ha derivado en la crisis de inseguridad que se vive actualmente en Chilpancingo”.
Destacó que por la pugna entre el Cártel de los Ardillos y los Tlacos, la de los Tlacos contra la Familia Michoacana de los hermanos Olascoaga en Tierra Caliente, mueren más periodistas y hay más asesinados en Guerrero.
“Hace unas semanas, ejecutan al Delegado de la Fiscalía General de la República, Fernando García, y al teniente coronel del Ejército, Víctor Manuel Salas Cuadras, quien era fiscal regional en Tierra Caliente; en Chilpancingo, la narco-alcaldesa de Chilpancingo, hace cuentas después de haber vendido la plaza a Los Ardillos, mientras continúan ejecutando a choferes de taxis y urbans; encuentran fosa clandestina en el cerro del Veladero en Acapulco; cuerpos desmembrados en las principales arterias de la capital; asesinan al ex comisionado estatal de atención a víctimas, también en un bar de Chilpancingo, Enrique Hinterholzer Rodríguez”.
El ex funcionario federal en el gobierno de Enrique Peña Nieto, cuestionó que si acaso “lo que estamos viviendo no debería calificarse como un Estado fallido”.
“Con la violencia brutal e indiscriminada está comprobado que el gobierno de Guerrero no puede con el paquete de la inseguridad como muchos en el país”, y exigió que si no pueden con el paquete que renuncien.