Demolerán 32 viviendas de damnificados de El Mirador en Chilpancingo, informa la Sedatu

A dos años de que fueron reubicados las familias damnificadas por la tormenta tropical Manuel y el huracán Ingrid en el fraccionamiento El Mirador, en un recorrido se observó que el sismo de 5 grados del pasado 13 de febrero agravó las cuarteaduras y filtraciones en las viviendas.
El delegado de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) José Manuel Armenta Tello recorrió todas las viviendas del fraccionamiento, para constatar los reclamos de los vecinos, informó que 32 viviendas tendrán que demolerse y que otras 536 viviendas habitadas presentan daños menores.
La mañana de este miércoles, durante un recorrido en 12 viviendas del fraccionamiento, vecinos mostraron las fisuras y la humedad que guardan sus viviendas, desde que se las entregaron en 2015, y que hasta la fecha el problema se agravado.
Una vecina, Saraí Hernández mostró las condiciones de su vivienda con fachada rosa, contó que las fisuras se han agravado, y a pesar de que las resanan vuelven a agrietarse.
Durante el recorrido Saraí señaló una cuarteadura en el techo y afirmó que no se había dado cuenta que estaba, “apareció después del sismo” que estremeció su casa la madrugada del 13 de febrero.
Otra vecina, Olga Rosas manifestó su temor de que con otro sismo su vivienda se desplome, teme por sus hijos y otros niños que viven en las demás viviendas.
Agregó que desde que le entregaron su casa, las paredes tienen grietas, y que aunque las resanan vuelven a abrirse. La última vez que arregló su vivienda fue en julio del año pasado, y resanó las fisuras en su baño, la cocina y sus pequeños dos cuartos.
En el techo de una de las habitaciones mostró unas manchas negras que según las autoridades durante una visita era tierra, pero aseguró que no porque ha intentado limpiar y no se quita, dijo que se debe a la humedad que producen las filtraciones de agua en la temporada de lluvias.
Rocío Sánchez Leyva vive en un departamento de la planta baja de un edificio de dos, narró que cuando en la vivienda de arriba lavan el piso, el agua se filtra y hay goteras, además denunció que el piso se está desprendiendo.
La situación del resto de los vecinos es la misma o similar, sus viviendas tienen cuarteaduras y filtraciones, los vecinos temen que si las autoridades no resuelven el problema habrá severas consecuencias, sobre todo por los temblores que pueden provocar que se desplomen las viviendas.
Manifestaron que cuando hay nuevas fisuras las personas que van a arreglar se molestan porque resanan lo mismo, agregaron que el último sismo dejó más grietas en las paredes, techos y pisos, y necesitan que se resuelvan los problemas antes de la temporada de lluvias.

32 viviendas inevitablemente se tendrán que demoler, dice el delegado de la Sedatu

Más tarde, el delegado de la Sedatu, José Manuel Armenta Tello visitó el fraccionamiento para revisar algunas viviendas ante la demanda de nuevas fisuras, informó que 32 viviendas tendrán que demolerse y que otras 536 viviendas habitadas presentan daños menores.
Afirmó que espera para que Protección Civil estatal dictamine la demolición de las viviendas, agregó que desde mayo de 2016 ha observado la situación de las 32 viviendas, y que hay más de 10 centímetros de desplazamientos entre un edificio y otros.
-¿Qué va a pasar con el resto de las viviendas que tienen fisuras y filtraciones?
-Estamos esperando precisamente dentro de esta nota técnica, esperando que se dictamine que esto va a seguir pasando, es un comportamiento que están teniendo los elementos prefabricados, se están moviendo, con un sismo precisamente de manera diferencial entre un módulo y otro, lo cual provoca fisura en ellos.
Armenta Tello declaró que a las empresas encargadas de la obra Concreto MAZA, Casaflex y Morpheus le exigieron que den una solución definitiva, pero que no las ha encontrado y ve difícil que suceda.
“Las viviendas que ustedes encuentran en la parte central de esta batería fueron ejecutadas, fueron ejecutadas por una empresa distinta que la de los extremos, la empresa que ejecutó las acciones intermedias nos ha comunicado que su vivienda se ha deteriorado por el desplome de las viviendas que están en los lados”, explicó.
Aclaró que el fraccionamiento El Mirador no debió haberse construido en ese terreno, que “no era necesario, para empezar hacer las 598 (viviendas), las mil que se pretendían hacer en un sólo lugar… era posible haber encontrado varios predios fraccionados, seguramente con mucha mayor posibilidades de movilidad en sus ocupantes, porque hoy es uno de los grandes problemas que enfrenta la comunidad”.