Está fortalecida para enfrentar la vida y lograr su sueño de ser maestra, dice Aurelia después de salir de la cárcel

Lourdes Chávez

Chilpancingo

Con 23 años de edad, de los cuales tres años y dos meses pasó en prisión por un delito que no cometió, Aurelia García Cruceño, hablante del náhuatl y español, se dice fortalecida para enfrentar la vida en libertad y lograr su anhelo de ser maestra.
En entrevista telefónica sobre su nueva vida, tras la absolución que obtuvo del delito de homicidio en razón de parentesco, del que fue acusada después de un aborto en un parto fortuito el 2 de octubre de 2019, señaló que quiere trabajar y estudiar la preparatoria abierta.
No le teme al trabajo, pues desde pequeña ayudó a sus abuelos en las faenas de la casa y en el campo en Xochicalco, municipio de Chilapa.
Indicó que estudió hasta secundaria en Zizicazapa, a una hora caminando y media hora corriendo de Xochicalco; aunque intentó continuar la preparatoria en El Jagüey, su familia no tuvo dinero para cubrir el ingreso.
“Me quedé en mi pueblo, ayudando a mis abuelos, y a mis papás que también estaban ahí”, dijo
Fue en Xochicalco donde fue abusada sexualmente por una persona que debía cuidarla. Ahora y durante los siguientes años quiere olvidar la violencia que padeció entonces.
Ya se ha documentado que, al descubrirse embarazada, Aurelia huyó a casa de una tía a Iguala, donde tuvo un parto sin atención, que concluyó en un aborto.
Su tristeza aumentó cuando, de un cuarto de hospital la llevaron a prisión, sin entender la razón.
“En una celda estábamos cinco, los primeros días no podía salir, luego me dijeron que ya podía estar en el patio y ya podía hablar con mi familia (por teléfono). No podía creer que estaba en la cárcel” expresó.
Se adaptó para sobrevivir en el penal en donde conoció a otra mujer que fue acusada también por homicidio en razón de parentesco.
Explicó que antes de la defensa del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDHD), el poder Judicial cambió dos veces a sus abogados, “yo confiaba en ellos, pensé que estaban haciendo bien las cosas”, indicó.
El resultado fue una sentencia de 13 años de prisión en un juicio abreviado, anulados en un proceso de apelación.
En la audiencia de fallo de reposición del juicio, donde la jueza Mariela Alfaro Zapata presentó los argumentos de la sentencia, Aurelia García Crucena, reconoció que tuvo miedo de que la declararan culpable, pero en la medida que avanzaba la lectura que señalaba “como ocurrieron las cosas”, recuperó la esperanza.
Aunque habla con fluidez el español, no pudo explicar en terminos su libertad. “Me sentí emocionada, cuando dijo que ya no iba a estar en la cárcel” dijo.
Admitió que aún tiene miedo, pero recibió muchos ánimos de sus compañeras, de su familia y de las activistas que abanderaron su causa, “tengo que salir adelante, no quiero ver atrás”.

María Onofre, otro caso como el de Aurelia: organizaciones

En el seguimiento del caso de Aurelia, la Red Guerrerense por los Derechos de las Mujeres, el Observatorio de Violencias hacia las Mujeres, y el Observatorio Ciudadano Nacional de Feminicidio denunciaron que el gobierno del estado y el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) no ha atendido las medidas de la Alerta por Agravio Comparado, para resolver y atender casos como el de Aurelia.
Recordaron que el TSJ debe hacer la revisión de expedientes de delitos de aborto y homicidio en razón de parentesco, que hasta hoy sólo han sido visibles las organizaciones de mujeres.
Indicaron que en las mesas de trabajo con autoridades presentaron también el caso de María Onofre Gómez, recluida en el mismo penal que Aurelia, bajo la misma acusación: homicidio en razón de parentesco.
Recordaron que, aunque se consiguió la libertad de Aurelia, aún quedan muchos pendientes por resolver para ella y las mujeres recluidas por algún delito relacionado con el aborto.
Subrayaron que justamente una de las medidas incluidas en la actualización de la Alerta por Violencia de Género contra las mujeres de Guerrero por agravio comparado, es la reparación del daño a mujeres en prisión por causas relacionadas con abortos, y garantías de no repetición.
También mencionaron que dan puntual seguimiento y están a la expectativa de cuáles serán las acciones que las instituciones responsables, como la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas (CEAV), emprenderá para Aurelia, siendo paradójicamente una de las instituciones que la acusó.
Esto, porque abogados de la CEAV representaron la defensa del producto del embarazo, en el caso del Estado contra Aurelia.
Indicaron que son 13 medidas pendientes, relacionadas con la capacitación y profesionalización de servidores públicos en perspectiva de género, derechos humanos e interculturalidad, para dar un trato digno a las víctimas y a las defensoras, algo que carecen, como constataron en el juicio de Aurelia.
Urgieron al poder judicial a juzgar con perspectiva de género, y que abandonen “pensamientos misóginos” que criminalizan a las mujeres.
Finalmente, exigieron que se publique y se cumpla un plan de reparación del daño para Aurelia, y todas las mujeres que hayan perdido años de su vida, detenidas en prisiones por delitos que no cometieron.
Además, que no se criminalice a las defensoras, que, como en el caso de Aurelia, fueron obligadas a no hablar del caso en los medios, después de que fueron advertidas por la juez, que serían acusadas de obstrucción a la justicia.

 

Liberan a la joven nahua Aurelia tras 3 años presa en Iguala acusada de aborto

La indígena Aurelia García Cruceño, al centro, acompañada de sus padres, Alberto García Palazin y Agustina Cruceño Naranjas, y de las abogadas del Instituto Mexicano de Derechos Humanos, Ximena Ugarte y Verónica Garzón al salir del Palacio de Justicia en Iguala Foto: Tomada de Facebook

Lourdes Chávez

Chilpancingo

Aurelia García Cruceño, la joven nahua acusada por homicidio en razón de parentesco por aborto, en un parto fortuito, obtuvo su libertad ayer, después de 3 años en prisión, tras la reposición del proceso penal, resultado de una apelación que resolvió la magistrada, Indalecia Pacheco León, desde el 18 de enero de 2022.
Anoche, la jueza Mariela Alfaro Zapata determinó que no había elementos suficientes para acreditar “más allá de lo razonable” que Aurelia hubiera cometido el delito que se le imputó, informó la abogada, Ximena Duarte del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDHD), en consulta telefónica.
La joven acompañada de sus abogadas y sus padres, escuchó la sentencia absolutoria, en la audiencia del fallo que se realizó en el Palacio de Justicia de Iguala, programada a las 7 de la noche. Dos horas después de la cita inicial que era a las 5 de la tarde.
No se conocieron los detalles técnicos del caso, por la restricción que estableció la jueza en la penúltima sesión del juicio oral, donde activistas denunciaron que el Poder Judicial de Guerrero pretendía señalar a las abogadas de violentar la presunción de inocencia de su defendida, además de imputarles el delito contra la administración de la justicia y lo que resulte.
Afuera del Palacio de justicia, ya la esperaban activistas feministas de la Red Guerrerense por los Derechos de las Mujeres, que antes realizaron pintas en las paredes y llevaron una lona de apoyo con la leyenda: nuestra lucha no se calla silenciando defensoras #libertad para Aurelia. No más criminalización a la defensa de Aurelia.
El juicio oral se distribuyó en 6 fechas distintas, entre noviembre y diciembre, como resultado de una apelación que promovió el IMDHD contra la sentencia de 13 años 4 meses que se dictó en un juicio abreviado, que no tuvo el consentimiento previo, libre e informado de Aurelia, detalla el organismo de derechos humanos en su página oficial.
El 18 de enero de este año, la magistrada Indalecia Pacheco León, que juzgó con perspectiva de género e interculturalidad, revocó la condena, y en consecuencia se repuso el procedimiento.
Desde las 7 de la noche, feministas de la Red Guerrerense por los Derechos de las Mujeres se manifestaron con consignas afuera del edificio del poder judicial por la libertad de Aurelia.
“Aquí nadie se rinde, aquí si se hace lucha”, “abogada asesora jurídica, también es agresora; la fiscalía, también es agresora. Mariela Alfaro zapata, sienta un precedente de libertad a las mujeres. Los hombres ya no pueden disponer de nuestros cuerpos”, “la policía no me cuida, me cuidan mis amigas”.
Además de las activistas, los padres de Aurelia también estuvieron con ella, Alberto García Palazín y Agustina Cruceño Naranja así como sus abogadas, Ximena Ugarte y Verónica García.
En una breve declaración en redes sociales, Aurelia aseguró que hay más mujeres indígenas como ella presas en el penal de Iguala, que ojalá reciban ayuda de organizaciones para obtener su libertad. Confió en que pronto buscará estudiar para ser maestra.

AMLO esperaba que la jueza resolviera con justicia

En la conferencia desde Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador, indicó que se iba a revisar el juicio de Aurelia con el Poder Judicial de Guerrero para resolver el caso con justicia.
“Tenemos buena relación con el Poder Judicial. Cuando hay estos temas, escucha nuestro planteamiento, se reúnen expertos, mujeres, que trabajan sobre estos temas, y por lo general se resuelven bien, con justicia. Yo les ofrezco que mañana ya vamos a tener información sobre este caso”, dijo.