Bajó la matrícula de las normales del estado de 12 mil 591 en 2000, a 3 mil 687 en 2015: estudio

Del ciclo escolar 2000-2001 al 2015-2016, la matrícula de las escuelas formadoras de docentes en el estado bajó de 12 mil 591 estudiantes a 3 mil 687, según el estudio La educación normal en México, Elementos para su análisis, que elaboró el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).
Los investigadores, Verónica Medrano Camacho, Eduardo Ángeles Méndez y Miguel Ángel Morales Hernández, hicieron el estudio cuyo objetivo es “generar conocimiento sobre los agentes, recursos, procesos, resultados y estructura de las instituciones de formación inicial de los docentes de educación básica, contribuyendo a una mejor comprensión del Sistema Educativo Nacional y proveyendo de un marco referencial para el desarrollo de un sistema de estadísticos e indicadores que apoyen a la evaluación de la calidad de la educación obligatoria”.
El estudio “parte de la premisa de que la calidad de la educación en México está directamente ligada a la calidad de la educación que se ofrece en las instituciones formadoras de sus docentes, responsabilidad históricamente depositada en las escuelas normales”; se presentó de manera oficial el jueves pasado en la Ciudad en México, y está disponible en la página oficial del INEE.
Las escuelas formadoras de docentes se consolidaron mediante el Acuerdo del 23 de marzo de 1984, en el que se estableció que la educación normal en su nivel inicial y en cualquiera de sus tipos y especialidades se elevara al grado académico de licenciatura; además, como instituciones de educación superior, debían encargarse de actividades de docencia, investigación educativa y de difusión cultural.
A lo largo de los años, los planes y programas de estudios que se imparten en las normales se transformaron, considerando como antecedente inmediato los estudios de bachillerato y las peculiaridades de algunas escuelas, entre otros aspectos.
La Secretaría de Educación Pública (SEP) conserva las atribuciones de construcción de planes de estudios oficiales para la formación de docentes de educación básica, con supervisión de la Dirección General de Educación Superior para Profesionales de la Educación (DGESPE), adscrita a la Subsecretaría de Educación Superior (SES); mientras que en el proceso de autorización de apertura de licenciaturas de formación docente al que se someten las instituciones públicas y privadas interesadas, cada estado debe proyectar las necesidades de formar maestros de educación básica, considerando para la toma de decisiones a los estudios diagnósticos y la planeación prospectiva.
En las normales se imparten las licenciaturas en Educación Preescolar, Educación Preescolar Intercultural Bilingüe, Educación Primaria, Educación Primaria Intercultural Bilingüe, Educación Secundaria, Educación Física y Educación Especial, cuyos planes de estudios fueron reformados en distintos aspectos desde 1984 hasta 2012; éstas son escolarizadas y constan de ocho semestres, luego de las modificaciones a los planes de estudios, en la actualidad se propone la “práctica intensiva” de los normalistas en una escuela.
Desde el ciclo escolar 2000-2001 existe el programa Apoyo a la Práctica Intensiva y al Servicio Social para Estudiantes de Séptimo y Octavo Semestres de Escuelas Normales Públicas del País, que en el 2016 fue de 840 pesos mensuales, excepto en abril y diciembre, pues por periodos vacacionales fue de 420 pesos.

Los casos de Guerrero

En Guerrero las normales son la Centenaria Escuela Normal del Estado Ignacio Manuel Altamirano (CENEIMA), el Centro de Actualización del Magisterio (CAM) que cuenta con instalaciones en Chilpancingo, Acapulco e Iguala; el Centro Regional de Educación Normal Adolfo López Mateos, la Escuela Normal Preescolar Adolfo Viguri Viguri, la Escuela Normal Regional de la Montaña José Vasconcelos, la Escuela Normal Regional de Tierra Caliente, la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, la Escuela Normal Superior de Educación Física, la Escuela Normal Urbana Federal (ENUF) Rafael Ramírez y la Escuela Normal Vicente Guerrero.
La SES regula el ingreso y la selección de los estudiantes de las normales, mientras que la DGESPE se encarga de difundir los lineamientos correspondientes, y estos pueden ser modificados por las autoridades estatales.
En el ciclo escolar 2005-2006, se emitieron medidas para reducir la matrícula de las escuelas con excedentes y diversificar las licenciaturas. Una de ellas fue el lanzamiento de una convocatoria única para el ingreso a las instituciones públicas y privadas; se propuso que el examen se llevara a cabo en la misma fecha que otras instituciones de educación superior; para los estudios de secundaria en modalidad mixta, se acordó convocar e inscribir sólo a profesores frente a grupo; en general, se recomendó señalar en las convocatorias que no se garantiza la entrega de plazas a los egresados y se estableció el promedio mínimo de 8 para ingresar a las escuelas, aunque éste pueden modificarlo las autoridades estatales.
De acuerdo con el estudio, en el ciclo escolar 2015-2016 en el país 108 mil 555 estudiantes estaban inscritos en alguna normal y eran atendidos por 15 mil 602 maestros en 460 escuelas. La DGESPE y la SEP establecieron que los egresados de las normales cuentan con seis meses para concluir su proceso de titulación, Guerrero es uno de los estados que contribuye con el mayor número de normalistas titulados, siendo mil 341 en el ciclo escolar 2015-2016, que es el último en el marco referencial de los investigadores.
Según las cifras, en el ciclo escolar 2000-2001 la matrícula de las normales en Guerrero fue de 12 mil 591 estudiantes, 2 mil 83 egresados y mil 613 titulados; para el ciclo escolar 2006-2007 la matrícula fue de 8 mil 836 estudiantes, 2 mil 923 egresados y 2 mil 844 egresados; en el ciclo escolar 2012-2013 la matrícula fue de 5 mil 946 estudiantes, mil 394 egresados y mil 360 titulados. En el ciclo escolar 2015-2016 la matrícula fue de 3 mil 864 estudiantes, mil 398 egresados y mil 322 egresados.

Son mujeres el 72.1% de estudiantes que eligen la docencia en educación básica

El perfil típico de los estudiantes inscritos en las escuelas normales muestra que, en general, las carreras de docencia en educación básica son elegidas en su mayoría por mujeres; en el ciclo escolar 2015-2016, 72.1 por ciento de sus estudiantes era de sexo femenino, “situación que se ha mantenido históricamente”.
La mayor proporción de los estudiantes tiene edades entre los 18 y 21 años, 77.2 por ciento de los que asistían a normales públicas de la modalidad escolarizada pertenecían a este grupo de edad y 69.6 por ciento de los de las normales privadas de esta misma modalidad. Otra variable del ciclo escolar 2015-2016 es que sólo el 2.2 por ciento de los estudiantes era hablante de lenguas originarias, el porcentaje aumentó en comparación con el ciclo 2012-2013 en el que se registró el 1.5 por ciento. El estudio también contiene información sobre la edad y antigüedad laboral de los maestros de las normales.
Según los investigadores, el desarrollo de la educación normal en México da cuenta de que las instituciones fueron creadas para resolver los problemas de su época, “podría señalarse que hasta antes de 1984 las escuelas normales se distinguían entre sí por su visión y misión respecto a la atención que brindaban a través de ellas”.
Hay dos grandes modelos representados por dos escuelas normales, cuyo prestigio ha perdurado hasta la actualidad, el de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana Enrique Rébsamen y el de la escuela, inicialmente fundada como Escuela Normal para Profesores de Instrucción Primaria, con la colaboración de Ignacio Manuel Altamirano, que luego se convirtió en la Escuela Nacional de Maestros, tras la intervención de Lauro Aguirre, impulsor de la escuela activa.
Mientras que las normales rurales fueron creadas en 1926 ante la necesidad de brindar educación a todo el país, estas tenían la tarea de formar maestros que tendrían que llevar educación a las zonas más apartadas, y cuyos planes de estudios consideraban la capacitación agropecuaria.
Años después se intentó sustituirlas con la creación de los Centros Regionales de Educación Normal en 1960 debido a la politización de sus estudiantes, entre los que se distinguen en la historia nacional el líder social Lucio Cabañas, egresados de la Normal Rural de Ayotzinapa, y el líder del sindicato magisterial Carlos Jonguitud Barrios, egresado de la Normal Rural de Ozuluama.
Los investigadores del INEE proponen que las normales se aglutinen en grupos 1, 2, 3 y normales rurales, de acuerdo con su matrícula y características particulares, con el fin de “distinguirlas entre sí mostrando sus condiciones estructurales actuales y evidenciando sus necesidades”.