Jacob Morales Antonio

Mientras los grandes establecimientos de las cadenas comerciales siguen abriendo de forma paulatina en la zona comercial de la avenida Cuauhtémoc, luego del saqueo y la rapiña tras el impacto del huracán Otis, los pequeños negocios locales han cerrado.
Desde la esquina de la avenida Costera con la avenida Cuauhtémoc, hasta la esquina de la calle Niños Héroes hay unos 30 locales comerciales cerrados y con letreros donde se lee “se renta”. En estos locales había tiendas de ropa, piezas para electrodomésticos, venta de colchas y sábanas, zapaterías, y accesorios para celulares.
Frente a la tienda Woolworth que está en proceso de reconstrucción luego de la destrucción de su fachada por los vientos de Otis, y los destrozos en el interior por la rapiña, está un edificio con unos cinco locales comerciales con las cortinas cerradas.
A unos metros de ahí, está el Centro Joyero, también hay locales vacíos y otros cerrados, en otros había letreros donde se informaba del cambio de lugar de los establecimientos a otros más pequeños en la misma zona.
Unos metros adelante, frente a la estación Melchor Ocampo del Acabús, hay cuatro locales comerciales cerrados y con la leyenda de renta, algunos eran papelerías y otros consultorios veterinarios y de venta de productos para mascotas.
Al avanzar hacia la estación del Acabús frente a la clínica 9 del IMSS, en el trayecto hay otros dos locales cerrados, uno de venta de artículos de belleza, y en otro estaba una farmacia. Las tiendas de conveniencia como 3B y Oxxo que están en el área siguen cerrados pero con trabajos de reconstrucción.
El local que ocupaba la tienda Coppel está desmantelado por completo. La tienda Elektra de esa avenida está en servicio, al igual que las tiendas de telas Parisina y Todo Mundo que han abierto, no así la tienda Modatelas y la juguetería de Woolworth.
En ese tramo hay varios locales comerciales cerrados en su mayoría vendían ropa para mujeres, niños y niñas, además de gorras y trastes de plástico, así como piezas para reparación.
Otra de las grandes tiendas departamentales que está por abrir es Sear que también fue saqueada en los días posteriores al impacto del huracán.
Por su parte los negocios de venta de materiales para construcción, pisos y azulejos que están sobre la avenida siguen cerrados, en la zona también está una ferretería que ya no abrió.
Las tiendas que están abiertas no se salvaron de los saqueos, y una de las comerciantes dijo que abrió debido a que en su bodega ubicada en otra parte tenía mercancía, con la que volvió a surtir su local, sin embargo no ha podido arreglar parte del techo que voló por la fuerza del viento y otra parte que colapsó.