Prevé Rangel años “muy difíciles” por las elecciones y la polarización de la sociedad

Sacerdotes de Guerrero durante la misa que ofició el obispo emérito Salvador Rangel Mendoza en la basílica de Guadalupe en la Ciudad de México Foto: El Sur

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

El obispo emérito Salvador Rangel Mendoza, encabezó ayer la celebración Eucarística de la 61 Peregrinación Diocesana de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa en la Basílica de Guadalupe de la Ciudad de México, en donde los feligreses pidieron por la paz en el estado, por los desaparecidos, por la defensa de la vida y oraron por la salud del obispo José de Jesús González Hernández, quien ha estado convaleciente por el Covid.
En su homilía, que fue transmitida por Facebook, Rangel Mendoza, sin nombrar al presidente Andrés Manuel López Obrador, criticó la política económica, se quejó, asimismo, de que “nos quieren imponer una dictadura ideológica que no es la nuestra” y advirtió que el 2023 y el 2024 serán años “muy difíciles” por las elecciones y por la polarización de la sociedad.
Pero reconoció que después de “la experiencia negativa” de la pandemia del coronavirus, “el mundo se está levantando y también México”.
“Ya llevamos casi a los tres años de esta pandemia que nos ha perjudicado a muchos de nosotros; ha perjudicado, sobre todo la economía y la educación que ha sufrido un retraso como de 10 años”.
Dijo que el coronavirus, además, ha perjudicado a la política porque “muchas se han aprovechado de estas circunstancias”, sin precisar en qué sentido.
“Ha perjudicado, incluso, las relaciones en la iglesia, porque la celebración presencial de los sacramentos y de las misas es algo esencial, y como se estuvieron difundiendo las celebraciones a través de los medios de comunicación como que la gente se impuso a eso y ahora se resiste a estar de una manera presencial”, expresó.
Añadió que derivado de ello la economía de la iglesia “se vino abajo”, pues si no había gente, “no había a quien pedirle limosna”.
“El coronavirus nos afectó a muchos, en muchos sentidos”, y entonces habló del caso del obispo José de Jesús González Hernández quien “ya van tres veces que se contamina del coronavirus”.
Agregó que según cifras oficiales, en México más del 45 por ciento de la población quedó afectada y con consecuencias por el Covid.
Pero añadió que los peores efectos son la anarquía, la falta de interés, el aislamiento y la gente que se ha hecho más corajuda e irritable; “en una palabra, debemos ser conscientes de esta realidad y que somos un México distinto”.
Rangel Mendoza agregó que a los problemas que dejó el coronavirus se añade la situación económica pues “hay mucha gente sin trabajo, sin medicina, sin poder salir adelante, y ya es imposible comprar una casita o un carro”.
Expresó que sumado a ello ve la situación política en México “muy agitada y, desgraciadamente, por las elecciones que se avecinan, 2023 y sobre todo 2024 van a ser años duros, van a ser años muy difíciles”.
Agregó que serán difíciles, sobre todo, “por el fenómeno que se está viviendo en México al dividir a los mexicanos con la famosa polarización de unos contra otros”.
“Es pésimo lo que está sucediendo, es casi una dictadura ideológica lo que los políticos nos quieren imponer”.
Explicó que la noche anterior pensó sobre “esta ideología que nos quieren imponer”, y es “como un vestido que no nos queda, un pantalón que no es de nuestra medida, es una ideología que no es la nuestra pero a fuerzas nos las quieren imponer”.
Y criticó que para ello no piden opiniones, “aunque hay ciertas encuestas pero muy amañadas”.
Al final, pidió no perder la fe, la esperanza ni la confianza, “a pesar de los problemas tenemos que avanzar. Dios nos dio inteligencia para poder superar los problemas y las dificultades”.

 

Llaman los cuatro obispos a autoridades a actuar con firmeza contra la violencia

Llaman los cuatro obispos a autoridades
a actuar con firmeza contra la violencia

En un comunicado, advierten que la inseguridad en sus diócesis –Guerrero y parte de Michoacán y Edomex–, está provocando un empobrecimiento económico, cultural, ético, social y político. Les piden evitar la impunidad de grupos que buscan someter a pueblos enteros que “experimentan cansancio, frustración, desesperación y hacen cercano el impulso a huir o a defenderse por sí mismos”

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

Sacerdotes de Guerrero durante la misa que ofició el obispo emérito Salvador Rangel Mendoza en la basílica de Guadalupe en la Ciudad de México Foto: El Sur

Los obispos de la Provincia Eclesiástica de Acapulco manifestaron en un comunicado que la situación de inseguridad y violencia “que sigue imperando en los estados comprendidos por nuestra Provincia Eclesiástica, está provocando empobrecimiento económico, cultural, ético, social y político” en referencia a la situación en Guerrero y municipios de la Tierra Caliente de Michoacán y del sur del Estado de México.
Dijeron que tienen la impresión “de que se nos ha secuestrado colectivamente” e hicieron un llamado “doble”.
Por un lado a las autoridades civiles “para que no se dejen atrapar por la indiferencia o la intimidación y actúen con firmeza y en base a la ley para evitar la impunidad de quienes pretenden someter a su imperio individualista y destructor a pueblos enteros o porciones de la sociedad, los cuales al verse desprotegidos experimentan cansancio, frustración, desesperación y hacen cercano el impulso a huir o a defenderse por sí mismos”.
Por el otro lado, invitan a la ciudadanía “a reconocer y fortalecer el papel regulador de las autoridades civiles y militares”.
El documento es resultado del 32 Encuentro Provincial de Pastoral que se realizó del 6 al 8 de febrero en Acapulco y cuyo objetivo fue “animar el itinerario de nuestra provincia eclesiástica”.
Firman el documento el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández, el de Tlapa, Dagoberto Sosa Arriaga y el de Ciudad Altamirano, Joel Ocampo Gorostieta, cuya diócesis abarca los municipios michoacanos de Huetamo, San Lucas y Tiquicheo y los mexiquenses de Tlatlaya, Amatepec, Tejupilco y Luvianos.
“Abrazamos con afecto paternal, especialmente a los hermanos enfermos, sus familiares y personal médico que los atienden, con motivo de la Jornada Mundial del Enfermo que celebraremos el próximo 11 de febrero de 2023”, añade, además, el escrito publicado en la página de la Arquidiócesis de Acapulco.
Expresan que durante el 32 Encuentro Provincial de Pastoral, “hemos tenido la oportunidad de caminar juntos, de experimentar la fraternidad, la comunión y la corresponsabilidad en la tarea evangelizadora, reflexionando sobre la relación de la persona con la casa común, para asumir el plan de salvación y la riqueza de su redención y animar nuestra participación, con sentido sinodal, en el caminar de la Iglesia Latinoamericana y Universal”.
Po otra parte, expresan su preocupación por “abarcado por nuestra Provincia Eclesiástica, como fruto de la ambición, del desprecio y del descuido”.
Agregan que es su deseo impulsar la propuesta del Papa Francisco de aprender a contemplar agradecidamente el mundo y de cuidar la casa común como una obra de misericordia, “como podría ser no desperdiciar, evitar comprar lo que no necesitamos, así no destruimos ni llenamos de basura nuestra Casa Común”.
Además, proponen enriquecer y dinamizar la vida pastoral de las diócesis con los aportes surgidos del caminar sinodal, ahora en su fase continental, y con el documento “Hacia una Iglesia sinodal en salida a las periferias”.

Prevé Rangel años “muy difíciles” por las elecciones y la polarización de la sociedad

En una homilía en la Basílica de Guadalupe, el obispo emérito de Chilpancingo critica la política económica del gobierno federal y dice que “los políticos” “nos quieren imponer una dictadura ideológica”

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

El obispo emérito Salvador Rangel Mendoza, encabezó ayer la celebración Eucarística de la 61 Peregrinación Diocesana de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa en la Basílica de Guadalupe de la Ciudad de México, en donde los feligreses pidieron por la paz en el estado, por los desaparecidos, por la defensa de la vida y oraron por la salud del obispo José de Jesús González Hernández, quien ha estado convaleciente por el Covid.
En su homilía, que fue transmitida por Facebook, Rangel Mendoza, sin nombrar al presidente Andrés Manuel López Obrador, criticó la política económica, se quejó, asimismo, de que “nos quieren imponer una dictadura ideológica que no es la nuestra” y advirtió que el 2023 y el 2024 serán años “muy difíciles” por las elecciones y por la polarización de la sociedad.
Pero reconoció que después de “la experiencia negativa” de la pandemia del coronavirus, “el mundo se está levantando y también México”.
“Ya llevamos casi a los tres años de esta pandemia que nos ha perjudicado a muchos de nosotros; ha perjudicado, sobre todo la economía y la educación que ha sufrido un retraso como de 10 años”.
Dijo que el coronavirus, además, ha perjudicado a la política porque “muchas se han aprovechado de estas circunstancias”, sin precisar en qué sentido.
“Ha perjudicado, incluso, las relaciones en la iglesia, porque la celebración presencial de los sacramentos y de las misas es algo esencial, y como se estuvieron difundiendo las celebraciones a través de los medios de comunicación como que la gente se impuso a eso y ahora se resiste a estar de una manera presencial”, expresó.
Añadió que derivado de ello la economía de la iglesia “se vino abajo”, pues si no había gente, “no había a quien pedirle limosna”.
“El coronavirus nos afectó a muchos, en muchos sentidos”, y entonces habló del caso del obispo José de Jesús González Hernández quien “ya van tres veces que se contamina del coronavirus”.
Agregó que según cifras oficiales, en México más del 45 por ciento de la población quedó afectada y con consecuencias por el Covid.
Pero añadió que los peores efectos son la anarquía, la falta de interés, el aislamiento y la gente que se ha hecho más corajuda e irritable; “en una palabra, debemos ser conscientes de esta realidad y que somos un México distinto”.
Rangel Mendoza agregó que a los problemas que dejó el coronavirus se añade la situación económica pues “hay mucha gente sin trabajo, sin medicina, sin poder salir adelante, y ya es imposible comprar una casita o un carro”.
Expresó que sumado a ello ve la situación política en México “muy agitada y, desgraciadamente, por las elecciones que se avecinan, 2023 y sobre todo 2024 van a ser años duros, van a ser años muy difíciles”.
Agregó que serán difíciles, sobre todo, “por el fenómeno que se está viviendo en México al dividir a los mexicanos con la famosa polarización de unos contra otros”.
“Es pésimo lo que está sucediendo, es casi una dictadura ideológica lo que los políticos nos quieren imponer”.
Explicó que la noche anterior pensó sobre “esta ideología que nos quieren imponer”, y es “como un vestido que no nos queda, un pantalón que no es de nuestra medida, es una ideología que no es la nuestra pero a fuerzas nos las quieren imponer”.
Y criticó que para ello no piden opiniones, “aunque hay ciertas encuestas pero muy amañadas”.
Al final, pidió no perder la fe, la esperanza ni la confianza, “a pesar de los problemas tenemos que avanzar. Dios nos dio inteligencia para poder superar los problemas y las dificultades”.