Van en peregrinación a la Basílica y oran por las víctimas de Otis y la violencia

Cerca de mil feligreses pertenecientes a la Arquidiócesis de Acapulco llevaron acabo este miércoles la peregrinación anual a la Ciudad de México para acudir a la Basílica de Guadalupe y pidieron por las víctimas de Otis y de la violencia.
Fuentes confirmaron a El Sur que en el contingente participaron 30 sacerdotes, mismos que estaban acompañados por el arzobispo de la Arquidiócesis, Leopoldo González González.
Se detalló que los peregrinos eran provenientes de municipios de Costa Grande, Costa Chica y Acapulco, que conforman la Arquidiócesis. De igual forma, se indicó que cada parroquia que comprende la Arquidiócesis organizó el transporte para trasladarse a la Basílica.
En el servicio religioso hecho en el altar mayor de la Basílica de Guadalupe, en las peticiones generales se pidió tanto por las víctimas de la violencia en Guerrero como de quienes resultaron afectados por el impacto del huracán Otis. (Juan Luis Altamirano Uruñuela).

 

Prevé Rangel años “muy difíciles” por las elecciones y la polarización de la sociedad

Sacerdotes de Guerrero durante la misa que ofició el obispo emérito Salvador Rangel Mendoza en la basílica de Guadalupe en la Ciudad de México Foto: El Sur

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

El obispo emérito Salvador Rangel Mendoza, encabezó ayer la celebración Eucarística de la 61 Peregrinación Diocesana de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa en la Basílica de Guadalupe de la Ciudad de México, en donde los feligreses pidieron por la paz en el estado, por los desaparecidos, por la defensa de la vida y oraron por la salud del obispo José de Jesús González Hernández, quien ha estado convaleciente por el Covid.
En su homilía, que fue transmitida por Facebook, Rangel Mendoza, sin nombrar al presidente Andrés Manuel López Obrador, criticó la política económica, se quejó, asimismo, de que “nos quieren imponer una dictadura ideológica que no es la nuestra” y advirtió que el 2023 y el 2024 serán años “muy difíciles” por las elecciones y por la polarización de la sociedad.
Pero reconoció que después de “la experiencia negativa” de la pandemia del coronavirus, “el mundo se está levantando y también México”.
“Ya llevamos casi a los tres años de esta pandemia que nos ha perjudicado a muchos de nosotros; ha perjudicado, sobre todo la economía y la educación que ha sufrido un retraso como de 10 años”.
Dijo que el coronavirus, además, ha perjudicado a la política porque “muchas se han aprovechado de estas circunstancias”, sin precisar en qué sentido.
“Ha perjudicado, incluso, las relaciones en la iglesia, porque la celebración presencial de los sacramentos y de las misas es algo esencial, y como se estuvieron difundiendo las celebraciones a través de los medios de comunicación como que la gente se impuso a eso y ahora se resiste a estar de una manera presencial”, expresó.
Añadió que derivado de ello la economía de la iglesia “se vino abajo”, pues si no había gente, “no había a quien pedirle limosna”.
“El coronavirus nos afectó a muchos, en muchos sentidos”, y entonces habló del caso del obispo José de Jesús González Hernández quien “ya van tres veces que se contamina del coronavirus”.
Agregó que según cifras oficiales, en México más del 45 por ciento de la población quedó afectada y con consecuencias por el Covid.
Pero añadió que los peores efectos son la anarquía, la falta de interés, el aislamiento y la gente que se ha hecho más corajuda e irritable; “en una palabra, debemos ser conscientes de esta realidad y que somos un México distinto”.
Rangel Mendoza agregó que a los problemas que dejó el coronavirus se añade la situación económica pues “hay mucha gente sin trabajo, sin medicina, sin poder salir adelante, y ya es imposible comprar una casita o un carro”.
Expresó que sumado a ello ve la situación política en México “muy agitada y, desgraciadamente, por las elecciones que se avecinan, 2023 y sobre todo 2024 van a ser años duros, van a ser años muy difíciles”.
Agregó que serán difíciles, sobre todo, “por el fenómeno que se está viviendo en México al dividir a los mexicanos con la famosa polarización de unos contra otros”.
“Es pésimo lo que está sucediendo, es casi una dictadura ideológica lo que los políticos nos quieren imponer”.
Explicó que la noche anterior pensó sobre “esta ideología que nos quieren imponer”, y es “como un vestido que no nos queda, un pantalón que no es de nuestra medida, es una ideología que no es la nuestra pero a fuerzas nos las quieren imponer”.
Y criticó que para ello no piden opiniones, “aunque hay ciertas encuestas pero muy amañadas”.
Al final, pidió no perder la fe, la esperanza ni la confianza, “a pesar de los problemas tenemos que avanzar. Dios nos dio inteligencia para poder superar los problemas y las dificultades”.

 

Llaman los cuatro obispos a autoridades a actuar con firmeza contra la violencia

Llaman los cuatro obispos a autoridades
a actuar con firmeza contra la violencia

En un comunicado, advierten que la inseguridad en sus diócesis –Guerrero y parte de Michoacán y Edomex–, está provocando un empobrecimiento económico, cultural, ético, social y político. Les piden evitar la impunidad de grupos que buscan someter a pueblos enteros que “experimentan cansancio, frustración, desesperación y hacen cercano el impulso a huir o a defenderse por sí mismos”

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

Sacerdotes de Guerrero durante la misa que ofició el obispo emérito Salvador Rangel Mendoza en la basílica de Guadalupe en la Ciudad de México Foto: El Sur

Los obispos de la Provincia Eclesiástica de Acapulco manifestaron en un comunicado que la situación de inseguridad y violencia “que sigue imperando en los estados comprendidos por nuestra Provincia Eclesiástica, está provocando empobrecimiento económico, cultural, ético, social y político” en referencia a la situación en Guerrero y municipios de la Tierra Caliente de Michoacán y del sur del Estado de México.
Dijeron que tienen la impresión “de que se nos ha secuestrado colectivamente” e hicieron un llamado “doble”.
Por un lado a las autoridades civiles “para que no se dejen atrapar por la indiferencia o la intimidación y actúen con firmeza y en base a la ley para evitar la impunidad de quienes pretenden someter a su imperio individualista y destructor a pueblos enteros o porciones de la sociedad, los cuales al verse desprotegidos experimentan cansancio, frustración, desesperación y hacen cercano el impulso a huir o a defenderse por sí mismos”.
Por el otro lado, invitan a la ciudadanía “a reconocer y fortalecer el papel regulador de las autoridades civiles y militares”.
El documento es resultado del 32 Encuentro Provincial de Pastoral que se realizó del 6 al 8 de febrero en Acapulco y cuyo objetivo fue “animar el itinerario de nuestra provincia eclesiástica”.
Firman el documento el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández, el de Tlapa, Dagoberto Sosa Arriaga y el de Ciudad Altamirano, Joel Ocampo Gorostieta, cuya diócesis abarca los municipios michoacanos de Huetamo, San Lucas y Tiquicheo y los mexiquenses de Tlatlaya, Amatepec, Tejupilco y Luvianos.
“Abrazamos con afecto paternal, especialmente a los hermanos enfermos, sus familiares y personal médico que los atienden, con motivo de la Jornada Mundial del Enfermo que celebraremos el próximo 11 de febrero de 2023”, añade, además, el escrito publicado en la página de la Arquidiócesis de Acapulco.
Expresan que durante el 32 Encuentro Provincial de Pastoral, “hemos tenido la oportunidad de caminar juntos, de experimentar la fraternidad, la comunión y la corresponsabilidad en la tarea evangelizadora, reflexionando sobre la relación de la persona con la casa común, para asumir el plan de salvación y la riqueza de su redención y animar nuestra participación, con sentido sinodal, en el caminar de la Iglesia Latinoamericana y Universal”.
Po otra parte, expresan su preocupación por “abarcado por nuestra Provincia Eclesiástica, como fruto de la ambición, del desprecio y del descuido”.
Agregan que es su deseo impulsar la propuesta del Papa Francisco de aprender a contemplar agradecidamente el mundo y de cuidar la casa común como una obra de misericordia, “como podría ser no desperdiciar, evitar comprar lo que no necesitamos, así no destruimos ni llenamos de basura nuestra Casa Común”.
Además, proponen enriquecer y dinamizar la vida pastoral de las diócesis con los aportes surgidos del caminar sinodal, ahora en su fase continental, y con el documento “Hacia una Iglesia sinodal en salida a las periferias”.

Prevé Rangel años “muy difíciles” por las elecciones y la polarización de la sociedad

En una homilía en la Basílica de Guadalupe, el obispo emérito de Chilpancingo critica la política económica del gobierno federal y dice que “los políticos” “nos quieren imponer una dictadura ideológica”

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

El obispo emérito Salvador Rangel Mendoza, encabezó ayer la celebración Eucarística de la 61 Peregrinación Diocesana de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa en la Basílica de Guadalupe de la Ciudad de México, en donde los feligreses pidieron por la paz en el estado, por los desaparecidos, por la defensa de la vida y oraron por la salud del obispo José de Jesús González Hernández, quien ha estado convaleciente por el Covid.
En su homilía, que fue transmitida por Facebook, Rangel Mendoza, sin nombrar al presidente Andrés Manuel López Obrador, criticó la política económica, se quejó, asimismo, de que “nos quieren imponer una dictadura ideológica que no es la nuestra” y advirtió que el 2023 y el 2024 serán años “muy difíciles” por las elecciones y por la polarización de la sociedad.
Pero reconoció que después de “la experiencia negativa” de la pandemia del coronavirus, “el mundo se está levantando y también México”.
“Ya llevamos casi a los tres años de esta pandemia que nos ha perjudicado a muchos de nosotros; ha perjudicado, sobre todo la economía y la educación que ha sufrido un retraso como de 10 años”.
Dijo que el coronavirus, además, ha perjudicado a la política porque “muchas se han aprovechado de estas circunstancias”, sin precisar en qué sentido.
“Ha perjudicado, incluso, las relaciones en la iglesia, porque la celebración presencial de los sacramentos y de las misas es algo esencial, y como se estuvieron difundiendo las celebraciones a través de los medios de comunicación como que la gente se impuso a eso y ahora se resiste a estar de una manera presencial”, expresó.
Añadió que derivado de ello la economía de la iglesia “se vino abajo”, pues si no había gente, “no había a quien pedirle limosna”.
“El coronavirus nos afectó a muchos, en muchos sentidos”, y entonces habló del caso del obispo José de Jesús González Hernández quien “ya van tres veces que se contamina del coronavirus”.
Agregó que según cifras oficiales, en México más del 45 por ciento de la población quedó afectada y con consecuencias por el Covid.
Pero añadió que los peores efectos son la anarquía, la falta de interés, el aislamiento y la gente que se ha hecho más corajuda e irritable; “en una palabra, debemos ser conscientes de esta realidad y que somos un México distinto”.
Rangel Mendoza agregó que a los problemas que dejó el coronavirus se añade la situación económica pues “hay mucha gente sin trabajo, sin medicina, sin poder salir adelante, y ya es imposible comprar una casita o un carro”.
Expresó que sumado a ello ve la situación política en México “muy agitada y, desgraciadamente, por las elecciones que se avecinan, 2023 y sobre todo 2024 van a ser años duros, van a ser años muy difíciles”.
Agregó que serán difíciles, sobre todo, “por el fenómeno que se está viviendo en México al dividir a los mexicanos con la famosa polarización de unos contra otros”.
“Es pésimo lo que está sucediendo, es casi una dictadura ideológica lo que los políticos nos quieren imponer”.
Explicó que la noche anterior pensó sobre “esta ideología que nos quieren imponer”, y es “como un vestido que no nos queda, un pantalón que no es de nuestra medida, es una ideología que no es la nuestra pero a fuerzas nos las quieren imponer”.
Y criticó que para ello no piden opiniones, “aunque hay ciertas encuestas pero muy amañadas”.
Al final, pidió no perder la fe, la esperanza ni la confianza, “a pesar de los problemas tenemos que avanzar. Dios nos dio inteligencia para poder superar los problemas y las dificultades”.

 

Tras jaloneos, celebran misa por los 43 en la Basílica

Cierran policías de Cdmx el paso a la Basílica a padres de los 43, que tras jaloneos llegan a misa

Reportan golpeadas a tres madres de los estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos. En el templo guadalupano encabeza la homilía el obispo Raúl Vera. “Estamos hartos… es suficiente que a más de tres años siguen en la impunidad los hechos”, reprocha Melitón Ortega sobre la represión. “Lo que están haciendo los padres es por el bien de esta patria”, declara el religioso

Vania Pigeonutt y Agencia Proceso

Ciudad de México

La jornada de movilizaciones “43 Esperanzas de Verdad y Justicia” concluyó con una misa en la Basílica de Guadalupe, después de que policías intentaron cerrar el paso a padres de los desaparecidos, estudiantes y activistas, y se dio un intercambio de golpes y empujones.
En el atrio madres de dos de los 43 estudiantes desaparecidos denunciaron que “las autoridades nos han cerrado las puertas de la justicia, nos han engañado con conclusiones falsas como la ‘verdad histórica’” y pidieron que el Mecanismo Especial de Seguimiento sea un instrumento eficaz que obligue al gobierno a investigar a profundidad el paradero de los estudiantes.
Ante la falta de respuestas a 39 meses de la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa, integrantes del movimiento trasladaron sus actividades a la máxima sede de la Iglesia Católica en México, como en los últimos tres años.
A las 4 de la tarde en el santuario, el obispo de Saltillo, Coahuila, Raúl Vera López ofició una misa en la que aseguró que los familiares de los normalistas se han convertido en los “embajadores de Cristo” para evidenciar las injusticias en México.
“Lo que están haciendo los padres es por el bien de esta Patria, para que esas cosas no se permitan, (porque los gobernantes) no están ahí para cubrir infamias, no están ahí para presentar ‘verdades históricas’, están ahí para proteger la vida de los mexicanos”, dijo.
En su mensaje, Vera expuso que “están equivocadas” las personas que pretenden “ocultar” que hay gente matándose en este país. “A ustedes (la Virgen) María los quiere muchísimo, así cual Juan Diego son sus embajadores, los llevarán ante jueces, ante los gobernantes. No se preocupen, ustedes darán testimonio de vida y el espíritu de Dios está hablando por ustedes”.
Al terminar su homilía también pidió por los desaparecidos del país, suplicó por fortaleza y valentía para las familias de las víctimas y para que las autoridades impartan justicia.
Después en las puertas del recinto –donde una hora antes de la misa integrantes del movimiento se enfrentaron con policías de la Ciudad de México porque les impidieron ingresar al lugar con una camioneta que sería utilizada en un mitin político– el padre Vera López acompañó a la comitiva de padres de familia.
En ese lugar donde los manifestantes se quedaron un rato más para comer, el prelado expresó que si se quiere salvar al país se debe acompañar a los grupos sociales como el del caso Ayotzinapa.
“Estos hermanos están luchando por la justicia, ellos son los que tienen la fuerza, ellos sí saben cómo se debe gobernar, ellos sí saben cómo se debe administrar la economía nacional, ellos sí saben cuál es la responsabilidad ciudadana”, afirmó.
“El país se va a salvar por los pequeños como ellos, porque tienen la fuerza moral, porque tienen la sabiduría”, dijo.

La marcha

Luego de partir en una marcha-procesión en la que además de las pancartas con la exigencia de la presentación con vida de los jóvenes, algunas madres portaron flores para regalarle a la Virgen de Guadalupe.
Metros antes de llegar a la villa policías mujeres de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México les impidieron el paso.
Fue el sexto día de actividades a 3 años y 3 meses de la desaparición forzada en Iguala. La semana pasada hubo cuatro posadas, una marcha con antorchas y una jornada político-cívico-cultural para exigir verdad y justicia de los ataques en los que también fueron asesinados tres ciudadanos que no eran de la escuela y tres normalistas, hubo al menos 20 heridos, uno de ellos el estudiante Aldo Gutiérrez quien está en coma desde entonces.
Casi a la 1 de la tarde de la glorieta de Peralvillo iniciaron la última marcha de esta etapa, con un recorrido en la avenida de Los Misterios.
Integrantes de la Brigada Marabunta, como en cada movilización, resguardaron el contingente de los padres apoyados por estudiantes de primer grado de Ayotzinapa.
A las 2:30 de la tarde cuando los contingentes de organizaciones y padres y madres del movimiento llegaban a la entrada de la Basílica por la calzada de Guadalupe, policías mujeres en valla evitaron el paso a los manifestantes, que les aseguraron harían un mitin político antes de ingresar al recinto, a la misa que ofició el obispo Raúl Vera López, quien dirige la Red Solidaria Década contra la Impunidad.
Mario González, padre del estudiante desaparecido César Manuel González, junto al abogado del Centro de Derechos de la Montaña, Tlachinollan, Vidulfo Rosales Sierra y el vocero del movimiento Felipe de la Cruz, dijeron a los agentes de Gobernación que les decían que no podían pasar con la camioneta de sonido a la entrada del recinto religioso que sólo harían un mitin, después ingresarían a la misa y se retirarían respetuosamente.
Después de varios jaloneos y empujones, varias madres pasaron juntas, apoyadas por los normalistas que les formaron una valla vertical contraria a la horizontal que mantuvieron por casi 10 minutos las policías. Una vez que ingresaron las madres, las policías se replegaron y el carro de sonido pasó y fue colocado frente a la entrada principal de la Basílica.
En la confrontación resultaron golpeadas al menos tres madres de Ayotzinapa, y el representante de los padres, Melitón Ortega, reprochó, “estamos hartos de que estas autoridades estén impidiendo el trabajo de protesta de los padres de familia… es suficiente que a más de tres años siguen en la impunidad los hechos”.
A las 2:44 comenzó el mitin con Cristina Bautista Salvador, madre del estudiante desaparecido Benjamín Ascencio Bautista, “queremos decirle al gobierno mexicano que desde 2014 que se llevó a nuestros hijos aquí estamos en pie de lucha, seguimos exigiendo que los presente con vida… y todavía hoy nos cierran el paso, nos mandan tránsitos, mujeres, me quitaron mi ramo de flores que le llevaba a la virgen, me arrancaron mi arete con el número 4 que como madre siempre cargo que nos faltan los 43”.
Dijo que desde hace tres años esperan avances, “tenemos pruebas científicas con los dos informes: de los peritos argentinos y del GIEI (Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes) de que lo normalistas fueron monitoreados por el Ejército, no fueron calcinados en Cocula como quiso decir en la falsa verdad histórica el ex procurador Jesús Murillo Karam”.
Denunció que siguen pendientes las líneas de investigación propuestas por el GIEI de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH): indagar al Ejército, las detenciones de policías de Huitzuco que se llevaron a al menos 25 de los 43, el trasiego de droga de Iguala a Chicago y el informe pormenorizado de las llamadas salientes y entrantes durante las horas en las que ocurrieron los hechos y después, cuando varios celulares de los jóvenes siguieron activos.

“La clase política se burla de nosotros. Los que están siendo investigados, sin rubor alguno, hoy se postulan para ocupar nuevos cargos, mientras que los poderosos se unen al silencio cómplice y criminal”, señaló.
También hablaron Emiliano Navarrete, Concepción Tlatempa, Melitón Ortega y Mario González.
Entre las pancartas había unas contra la Ley de Seguridad Interior, contra los feminicidos, exigiendo la presentación con vida de miles de desaparecidos en el país. Otras con las fotografías del ex guerrillero Genaro Vázquez y muchos mensajes contra actos autoritarios, sobre todo de este gobierno: “México huele a muerte, huele a Ley de Seguridad Interior, Ayotzinapa, nos faltan 43”.
Vera quien ha oficiado en Guerrero misas y apoyado varias causas sociales abiertamente, como la de exigencia de justicia a las víctimas la masacre de El Charco en Ayutla, dijo que los padres son un ejemplo de lucha y por eso estaba allí, en la máxima casa de la Virgen, e invitó a dos madres a pasar a leer un mensaje.
Hilda Hernández, madre de César Manuel González Hernández junto a Hilda Legideño, madre de Jorge Tizapa Legideño expresaron  su mensaje de exigencia de la presentación con vida de sus hijos.
“Venimos con la esperanza de que nuestro rezo sea escuchado y que nuestro clamor de justicia sea atendido. Nuestra fe en el Dios de la vida nos da la certeza de que nuestra lucha no será en vano. Que la madre de Jesús, que en este 24 de diciembre celebramos su nacimiento, nos ayudará, para dar con el paradero de nuestros hijos”.
Denunciaron a nombre del movimiento: “se niegan a indagar otras líneas de investigación. Privilegian sus intereses políticos electorales y pisotean nuestros anhelos de justicia  alargando el proceso de investigación con lo que hace más dolorosa nuestra incertidumbre. Instituciones poderosas como el Ejército Mexicano cuyos elementos participaron en la agresión a nuestros hijos lejos de acatar la Ley y castigar a quienes atentaron contra la libertad y vida de estudiantes pobres, encubre a sus miembros y lanza sus prepotentes amenazas contra nosotros”.
Los presentes aplaudieron a las madres y el movimiento adelantó que seguirá con su exigencia pese a la cerrazón gubernamental, y que este año que viene son elecciones ven que el gobierno pretende invisibilizar su exigencia de justicia.

Cambio de estrategia

En entrevista para Apro el abogado de los padres de los normalistas, Vidulfo Rosales adelantó que en los primeros meses de 2018 el grupo analizará su nueva forma de proceder para exigir justicia. Mencionó que emplazaron a las autoridades para que en febrero ya estén detenidos los policías federales y municipales de Huitzuco que participaron en la desaparición de los normalistas.
Denunció que las autoridades no avanzaron durante este año sobre las líneas de investigación que propuso el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, “no se investigó a los soldados del 27 Batallón de Infantería, no hubo detención de policías federales, municipales y ministeriales que llevaron a los estudiantes a Huitzuco, no se tomaron en cuenta los resultados del análisis de geolocalización y contenido de las conversaciones en los celulares de los desaparecidos y (tampoco) se investigó el trasiego de la droga de Iguala a Chicago, como móvil de la agresión.
“(El gobierno) nos queda a deber una investigación profesional, exhaustiva e imparcial. No hay sanción a los responsables y, lo que es peor, no se sabe dónde están los estudiantes”, agregó.
Consideró que se ha consolidado el movimiento para localizar a los normalistas, pese a que sus mítines ya no son multitudinarios, “el movimiento ha creado comités en favor de los 43 en 15 estados”.
Agregó que para el próximo año insistirán en un nuevo encuentro con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, para revisar la situación de caso.

Cierran policías de Cdmx el paso a la Basílica a padres de los 43, que tras jaloneos llegan a misa

La jornada de movilizaciones “43 Esperanzas de Verdad y Justicia” concluyó con una misa en la Basílica de Guadalupe, después de que policías intentaron cerrar el paso a padres de los desaparecidos, estudiantes y activistas, y se dio un intercambio de golpes y empujones.
En el atrio madres de dos de los 43 estudiantes desaparecidos denunciaron que “las autoridades nos han cerrado las puertas de la justicia, nos han engañado con conclusiones falsas como la ‘verdad histórica’” y pidieron que el Mecanismo Especial de Seguimiento sea un instrumento eficaz que obligue al gobierno a investigar a profundidad el paradero de los estudiantes.
Ante la falta de respuestas a 39 meses de la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa, integrantes del movimiento trasladaron sus actividades a la máxima sede de la Iglesia Católica en México, como en los últimos tres años.
A las 4 de la tarde en el santuario, el obispo de Saltillo, Coahuila, Raúl Vera López ofició una misa en la que aseguró que los familiares de los normalistas se han convertido en los “embajadores de Cristo” para evidenciar las injusticias en México.
“Lo que están haciendo los padres es por el bien de esta Patria, para que esas cosas no se permitan, (porque los gobernantes) no están ahí para cubrir infamias, no están ahí para presentar ‘verdades históricas’, están ahí para proteger la vida de los mexicanos”, dijo.
En su mensaje, Vera expuso que “están equivocadas” las personas que pretenden “ocultar” que hay gente matándose en este país. “A ustedes (la Virgen) María los quiere muchísimo, así cual Juan Diego son sus embajadores, los llevarán ante jueces, ante los gobernantes. No se preocupen, ustedes darán testimonio de vida y el espíritu de Dios está hablando por ustedes”.
Al terminar su homilía también pidió por los desaparecidos del país, suplicó por fortaleza y valentía para las familias de las víctimas y para que las autoridades impartan justicia.
Después en las puertas del recinto –donde una hora antes de la misa integrantes del movimiento se enfrentaron con policías de la Ciudad de México porque les impidieron ingresar al lugar con una camioneta que sería utilizada en un mitin político– el padre Vera López acompañó a la comitiva de padres de familia.
En ese lugar donde los manifestantes se quedaron un rato más para comer, el prelado expresó que si se quiere salvar al país se debe acompañar a los grupos sociales como el del caso Ayotzinapa.
“Estos hermanos están luchando por la justicia, ellos son los que tienen la fuerza, ellos sí saben cómo se debe gobernar, ellos sí saben cómo se debe administrar la economía nacional, ellos sí saben cuál es la responsabilidad ciudadana”, afirmó.
“El país se va a salvar por los pequeños como ellos, porque tienen la fuerza moral, porque tienen la sabiduría”, dijo.

La marcha

Luego de partir en una marcha-procesión en la que además de las pancartas con la exigencia de la presentación con vida de los jóvenes, algunas madres portaron flores para regalarle a la Virgen de Guadalupe.
Metros antes de llegar a la villa policías mujeres de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México les impidieron el paso.
Fue el sexto día de actividades a 3 años y 3 meses de la desaparición forzada en Iguala. La semana pasada hubo cuatro posadas, una marcha con antorchas y una jornada político-cívico-cultural para exigir verdad y justicia de los ataques en los que también fueron asesinados tres ciudadanos que no eran de la escuela y tres normalistas, hubo al menos 20 heridos, uno de ellos el estudiante Aldo Gutiérrez quien está en coma desde entonces.
Casi a la 1 de la tarde de la glorieta de Peralvillo iniciaron la última marcha de esta etapa, con un recorrido en la avenida de Los Misterios.
Integrantes de la Brigada Marabunta, como en cada movilización, resguardaron el contingente de los padres apoyados por estudiantes de primer grado de Ayotzinapa.
A las 2:30 de la tarde cuando los contingentes de organizaciones y padres y madres del movimiento llegaban a la entrada de la Basílica por la calzada de Guadalupe, policías mujeres en valla evitaron el paso a los manifestantes, que les aseguraron harían un mitin político antes de ingresar al recinto, a la misa que ofició el obispo Raúl Vera López, quien dirige la Red Solidaria Década contra la Impunidad.
Mario González, padre del estudiante desaparecido César Manuel González, junto al abogado del Centro de Derechos de la Montaña, Tlachinollan, Vidulfo Rosales Sierra y el vocero del movimiento Felipe de la Cruz, dijeron a los agentes de Gobernación que les decían que no podían pasar con la camioneta de sonido a la entrada del recinto religioso que sólo harían un mitin, después ingresarían a la misa y se retirarían respetuosamente.
Después de varios jaloneos y empujones, varias madres pasaron juntas, apoyadas por los normalistas que les formaron una valla vertical contraria a la horizontal que mantuvieron por casi 10 minutos las policías. Una vez que ingresaron las madres, las policías se replegaron y el carro de sonido pasó y fue colocado frente a la entrada principal de la Basílica.
En la confrontación resultaron golpeadas al menos tres madres de Ayotzinapa, y el representante de los padres, Melitón Ortega, reprochó, “estamos hartos de que estas autoridades estén impidiendo el trabajo de protesta de los padres de familia… es suficiente que a más de tres años siguen en la impunidad los hechos”.
A las 2:44 comenzó el mitin con Cristina Bautista Salvador, madre del estudiante desaparecido Benjamín Ascencio Bautista, “queremos decirle al gobierno mexicano que desde 2014 que se llevó a nuestros hijos aquí estamos en pie de lucha, seguimos exigiendo que los presente con vida… y todavía hoy nos cierran el paso, nos mandan tránsitos, mujeres, me quitaron mi ramo de flores que le llevaba a la virgen, me arrancaron mi arete con el número 4 que como madre siempre cargo que nos faltan los 43”.
Dijo que desde hace tres años esperan avances, “tenemos pruebas científicas con los dos informes: de los peritos argentinos y del GIEI (Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes) de que lo normalistas fueron monitoreados por el Ejército, no fueron calcinados en Cocula como quiso decir en la falsa verdad histórica el ex procurador Jesús Murillo Karam”.
Denunció que siguen pendientes las líneas de investigación propuestas por el GIEI de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH): indagar al Ejército, las detenciones de policías de Huitzuco que se llevaron a al menos 25 de los 43, el trasiego de droga de Iguala a Chicago y el informe pormenorizado de las llamadas salientes y entrantes durante las horas en las que ocurrieron los hechos y después, cuando varios celulares de los jóvenes siguieron activos.

“La clase política se burla de nosotros. Los que están siendo investigados, sin rubor alguno, hoy se postulan para ocupar nuevos cargos, mientras que los poderosos se unen al silencio cómplice y criminal”, señaló.
También hablaron Emiliano Navarrete, Concepción Tlatempa, Melitón Ortega y Mario González.
Entre las pancartas había unas contra la Ley de Seguridad Interior, contra los feminicidos, exigiendo la presentación con vida de miles de desaparecidos en el país. Otras con las fotografías del ex guerrillero Genaro Vázquez y muchos mensajes contra actos autoritarios, sobre todo de este gobierno: “México huele a muerte, huele a Ley de Seguridad Interior, Ayotzinapa, nos faltan 43”.
Vera quien ha oficiado en Guerrero misas y apoyado varias causas sociales abiertamente, como la de exigencia de justicia a las víctimas la masacre de El Charco en Ayutla, dijo que los padres son un ejemplo de lucha y por eso estaba allí, en la máxima casa de la Virgen, e invitó a dos madres a pasar a leer un mensaje.
Hilda Hernández, madre de César Manuel González Hernández junto a Hilda Legideño, madre de Jorge Tizapa Legideño expresaron  su mensaje de exigencia de la presentación con vida de sus hijos.
“Venimos con la esperanza de que nuestro rezo sea escuchado y que nuestro clamor de justicia sea atendido. Nuestra fe en el Dios de la vida nos da la certeza de que nuestra lucha no será en vano. Que la madre de Jesús, que en este 24 de diciembre celebramos su nacimiento, nos ayudará, para dar con el paradero de nuestros hijos”.
Denunciaron a nombre del movimiento: “se niegan a indagar otras líneas de investigación. Privilegian sus intereses políticos electorales y pisotean nuestros anhelos de justicia  alargando el proceso de investigación con lo que hace más dolorosa nuestra incertidumbre. Instituciones poderosas como el Ejército Mexicano cuyos elementos participaron en la agresión a nuestros hijos lejos de acatar la Ley y castigar a quienes atentaron contra la libertad y vida de estudiantes pobres, encubre a sus miembros y lanza sus prepotentes amenazas contra nosotros”.
Los presentes aplaudieron a las madres y el movimiento adelantó que seguirá con su exigencia pese a la cerrazón gubernamental, y que este año que viene son elecciones ven que el gobierno pretende invisibilizar su exigencia de justicia.

Cambio de estrategia

En entrevista para Apro el abogado de los padres de los normalistas, Vidulfo Rosales adelantó que en los primeros meses de 2018 el grupo analizará su nueva forma de proceder para exigir justicia. Mencionó que emplazaron a las autoridades para que en febrero ya estén detenidos los policías federales y municipales de Huitzuco que participaron en la desaparición de los normalistas.
Denunció que las autoridades no avanzaron durante este año sobre las líneas de investigación que propuso el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, “no se investigó a los soldados del 27 Batallón de Infantería, no hubo detención de policías federales, municipales y ministeriales que llevaron a los estudiantes a Huitzuco, no se tomaron en cuenta los resultados del análisis de geolocalización y contenido de las conversaciones en los celulares de los desaparecidos y (tampoco) se investigó el trasiego de la droga de Iguala a Chicago, como móvil de la agresión.
“(El gobierno) nos queda a deber una investigación profesional, exhaustiva e imparcial. No hay sanción a los responsables y, lo que es peor, no se sabe dónde están los estudiantes”, agregó.
Consideró que se ha consolidado el movimiento para localizar a los normalistas, pese a que sus mítines ya no son multitudinarios, “el movimiento ha creado comités en favor de los 43 en 15 estados”.
Agregó que para el próximo año insistirán en un nuevo encuentro con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, para revisar la situación de caso.

Limitan a padres de Ayotzinapa en la Basílica a una misa privada, vigilados por policías federales

El obispo de Saltillo, Raúl Vera, y el arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, recibieron en la entrada de la Villa a los padres de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, y los condujeron a una capilla alta en la Basílica de Guadalupe, para oficiar una misa privada.
Aún aislada, la ceremonia litúrgica estuvo vigilada por dos policías federales uniformados, además de civiles armados, denunciaron los padres de familia al salir del encuentro con los religiosos, y responsabilizaron de la excesiva vigilancia a las autoridades del templo.
Aunque agradecieron el mensaje y el compromiso que les manifestaron los sacerdotes, las condiciones de lugar tampoco eran adecuadas para escucharlos. Algunos padres señalaron que la habitación se llenaba de los cantos religiosos y la misa que se celebraba en la planta baja.
El señor Epifanio Álvarez, papá del estudiante desaparecido Jorge Álvarez, indicó que ya en la parte alta, los policías le negaron el acceso a tres religiosos que los acompañaron en la marcha peregrinación, anterior a la misa, y toda la situación los hizo sentirse discriminados.
Incluso, denunciaron que los policías les prohibieron hacer grabaciones de video en la celebración, a pesar de que ellos sí estaban grabando con sus celulares la actividad y a los padres.
En un breve mitin político afuera del santuario de la Guadalupana, el abogado de los padres, Vidulfo Rosales Sierra, informó de la presencia de los policías federales en la misa “de ese tamaño es el trato que nos han brindado autoridades de la Basílica, que nos han dado un trato con la punta de los pies, que nos han cerrado las puertas como lo han hecho las instituciones del gobierno, y no nos vamos a rendir, porque sabemos quiénes son ellos”, dijo sobre el clero ligado al poder.
La marcha-peregrinación a la Basílica de Guadalupe y la misa que se esperaba abierta, fue para conmemorar la 27 acción global por Ayotzinapa, que se realiza el 26 de cada mes.
Comenzó a las 10:30 de la mañana en la glorieta de Peralvillo, con unos mil activistas y defensores, que cantaron consignas por la presentación de los 43 estudiantes, 2 kilómetros de la calzada de Guadalupe. Con ellos tres sacerdotes de diferentes congregaciones.
La caminata se hizo de prisa, para no llegar tarde a la cita. Aguardaron 15 minutos en las escalinatas de la entrada principal, mientras los activistas gritaba “fue el Estado”. Ahí llegaron los obispos rodeados de medios de comunicación nacionales para dar cobertura del acto tan anunciado.
El vocero de los padres, Felipe de la Cruz, fue interrogado sobre la misa privada que se realizaría en la Villa, y aclaró que los padres no estaban enterados hasta ese momento de la condición, al contrario, explicó que lo ideal sería que toda la actividad se hiciera abierta y pública.
Decenas de reporteros avanzaron en el atrio entre los padres y los sacerdotes hacia una puerta lateral, fue necesario abrir una valla para el acceso de los padres y algunos estudiantes, porque sólo había espacio para 70 personas, en el lugar de por sí lleno de feligreses.
A puerta cerrada, los padres y familiares se encontraron con la vigilancia policiaca, comenzada la misa, algunos, molestos, preguntaron a los policías en las puertas laterales, si permanecerían en la celebración.
En el mitin de cierre, el señor Mario González declaró que “fue muy triste que en la propia casa de Dios seamos reprimidos, venimos a orar a la virgen de Guadalupe, desgraciadamente nos encontramos con esta situación, no pudimos oír completa la misa, tuvo que parase el obispo Vera, dijo sobre la celebración, para poder escucharlos.
Recriminó que los hayan aislado de los activistas que los acompañaron y estuvieron con ellos en la Caravana por la Memoria y la Esperanza.
“¿Por qué nos apartan?, los que manejan esta casa nos ponen guaruras, nos ponen policía federal, no somos delincuentes. Desgraciadamente nos damos cuenta que están en complicidad, desgraciadamente están lucrando con mucha gente que les tiene fe, y no saben la realidad de lo que pasa con la Iglesia”.
Mujeres en la calzada de Guadalupe, peregrinas y simpatizantes de los padres, opinaron entre sí, que no fue la Iglesia, sino la autoridades las que hicieron el desaire a los padres de familia “porque no les conviene”.
El señor Epifanio Álvarez, también señaló que los apartaron “¿qué no somos mexicanos, nos da rabia, coraje, con todo esto, este dolor y este sufrimiento por encontrar a nuestros hijos, ¡tenemos 27 meses de escuchar mentira tras mentiras!”
Advirtió al presidente Enrique Peña Nieto que no van a claudicar jamás, no importa que les manden policías federales, los que atacaron a los estudiantes en Iguala”.

El cardenal Rivera oficiará una misa en la basílica de Guadalupe por los 43 de Ayotzinapa

 

El cardenal Norberto Rivera oficiará el próximo 26 de diciembre una misa en la basílica de Guadalupe por los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, afirmaron padres de los jóvenes.
Para los 27 meses de los hechos ocurridos en Iguala, los padres de los estudiantes de la Normal Raúl Isidro Burgos iniciarán una caravana el 20 de diciembre de Iguala a Taxco y después a Cuernavaca, Morelos.
El plan es cruzar la caseta de Tlalpan hacia la Ciudad de México el 25 de diciembre a las 4 de la tarde.
Al día siguiente el 26, los padres harán una procesión a las 10 de la mañana rumbo a la Basílica, aunque aún no está especificado desde qué punto partirán.
Según Mario González, padre de uno de los estudiantes desaparecidos, Norberto Rivera oficiará la misa junto al arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos.

 

Instalan pinos padres de los 43 con retratos de sus hijos en México, Tixtla y Chilpancingo

Aún el 24 de diciembre, comisiones de padres de los 43 alumnos desaparecidos de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa protestaron en Tixtla, Chilpancingo y en la Ciudad de México, colocando pinos navideños en plazas y espacios públicos, decorados con las imágenes de sus hijos y leyendas alusivas a su lucha y a la demanda de presentación con vida.
En el Zócalo de Chilpancingo no se colocó el pino que la empresa Coca Cola, pese a un intento del Ayuntamiento para que el plantón del Movimiento Popular Guerrense (MPG) no interviniera en la instalación ni alterara la imagen de la empresa, revelaron los activistas. El espacio donde se instalaba un pino monumental quedó vacío, como el año pasado.
Alrededor del asta bandera de la plaza Primer Congreso de Anáhuac, como símbolo de luto y sangre, activistas formaron un pino con mantas de colores negro y rojo, y colgaron las fotografías de los estudiantes, y de tortugas, emblema de la Normal Rural. En lo alto, en lugar de una estrella, ondeó una bandera de México con siglas MPG y CETEG, y en el centro un número 43.
Luego de colocar viñetas adicionales, los padres, en pleno sol de las 3 de la tarde, hicieron un acto político para invitar a la población a no dejar sola esta lucha y para ratificar que en 2016 seguirán con más fuerza.
A las 11 de la mañana en Tixtla, junto al monumento a Vicente Guerrero, en el parque central, colocaron un pino de plástico verde de unos dos metros de alto sobre una base metálica para sostenerlo en la intemperie.
En la Ciudad de México, una comisión de padres acompañó a un grupo de activistas a la avenida Reforma, junto a un monumento alusivo a los 43, a lado de la escultura El Caballito, para instalar el pino.
En Chilpancingo, el representante de los padres de los desaparecidos, Melitón Ortega aclaró que no tendrían necesidad de salir a las calles si las autoridades hubieran hecho una investigación sincera y responsable de los crímenes del 26 y 27 de septiembre de 2014 en Iguala. Al contrario, denunció que montaron una mentira sobre el paradero de los estudiantes, sometiendo a los implicados para que avalaran su tesis y protegieron a los responsables.
Sin embargo, los padres de los desaparecidos, con el respaldo de la población y la intervención del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) que auspicia la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), lograron tirar la versión oficial de la Procuraduría General de la República (PGR).
Tras muchas protestas y largas negociaciones con el organismo internacional, el gobierno mexicano creó una nueva unidad de investigación. Expresó la confianza en el nuevo equipo de la PGR, dependiente de la Subprocuraduría de Derechos Humanos, por el acompañamiento y la buena coordinación que tienen con el GIEI.
No obstante, informó que continuarán las manifestaciones los días 26 de cada mes, y las intermedias. Este sábado en la Ciudad de México, convocaron a una marcha que partirá a las 4 de la tarde del Zócalo de la ciudad de México a la Basílica de Guadalupe, con antorchas y velas. En la ruta más corta, se estimó que la distancia de la protesta será de 8.6 kilómetros.
En el día de Nochebuena, previo a la Navidad, también se convocó a las organizaciones a colocar pinos navideños alusivos a la lucha por la presentación de los 43.