Van en peregrinación a la Basílica y oran por las víctimas de Otis y la violencia

Cerca de mil feligreses pertenecientes a la Arquidiócesis de Acapulco llevaron acabo este miércoles la peregrinación anual a la Ciudad de México para acudir a la Basílica de Guadalupe y pidieron por las víctimas de Otis y de la violencia.
Fuentes confirmaron a El Sur que en el contingente participaron 30 sacerdotes, mismos que estaban acompañados por el arzobispo de la Arquidiócesis, Leopoldo González González.
Se detalló que los peregrinos eran provenientes de municipios de Costa Grande, Costa Chica y Acapulco, que conforman la Arquidiócesis. De igual forma, se indicó que cada parroquia que comprende la Arquidiócesis organizó el transporte para trasladarse a la Basílica.
En el servicio religioso hecho en el altar mayor de la Basílica de Guadalupe, en las peticiones generales se pidió tanto por las víctimas de la violencia en Guerrero como de quienes resultaron afectados por el impacto del huracán Otis. (Juan Luis Altamirano Uruñuela).

 

Organizan vecinos una peregrinación por la virgen para pedir por las víctimas de Otis

Pocos vecinos de la colonia Centro en la avenida Costera en una de las pocas peregrinaciones por la Virgen de Guadalupe este año, otro de los efectos del huracán Otis Foto: Argenis Salmerón

Este lunes se llevó a cabo una peregrinación en la avenida Costera, en honor a la virgen de Guadalupe, para pedir por las víctimas del huracán Otis.
Unos 50 feligreses de la colonia Centro, de la iglesia la Divina Providencia, caminaron por la Costera después de las 5 de la tarde.
Al frente del contigente iba una efigie de la Virgen de Guadalupe, que fue cargada por cuatro hombres.
Mientras que otros entonaron cánticos y además lanzaron cohetes al aire. Atrás venían los automóviles de los feligreses.
Los feligreses ocuparon un carrill de la Costera, en el sentido del Asta Bandera al zócalo y no iban acompañados por policías viales.
En declaraciones a El Sur, el vecino Salomón Hernández dijo que la peregrinación estaba dedicada a las víctimas del huracán.
Afirmó que cada año, a excepción de cuando estuvo presente el coronavirus, han realizado la peregrinación a la Virgen de Guadalupe con diferentes peticiones.
“Esto es una fiesta para la virgen. Esta vez pedimos por las víctimas del huracán Otis y que nos perdone nuestros pecados”, acotó.
Pidió a la Virgen de Guadalupe que interceda ante Dios, para que cuide y protega a los habitantes de Acapulco, que ya no azote la naturaleza al puerto.
Por último, recomendó a los acapulqueños hacer oración constante, pedir perdón por sus pecados y acercarnos a Dios. (Argenis Salmerón).

 

Piden paz en El Ocotito con una peregrinación nocturna de penitentes; cargan espinos y se azotan

Por primera vez en El Ocotito hubo una peregrinación nocturna de penitencia similar a la famosa en Taxco, para exigir paz y seguridad en el valle y en el estado, luego de la violencia que golpea constantemente la zona en disputa por grupos criminales.
En la procesión de San Nicolás de Tolentino por la celebración de la Semana Santa participaron Los Cargadores, hombres cargando ramas de espino en los hombros, Los Agachados que caminan encogidos con los pies encadenados y vestidos con mantas negras, y Los Flagelados que con lazos se azotan la espalda.
A las 8 de la noche unas 200 vecinos y participantes se congregaron en la parroquia de la Santa Cruz, partieron en procesión en la que dieron un recorrido en las principales calles de El Ocotito y la carretera federal Chilpancingo-Acapulco para regresar a la iglesia.
En la procesión participaron seis cargadores que vestían pantalón negro y mantas negras que cubrían sus rostros y cabeza, llevaban en sus hombros varas de espino y caminaban lentamente.
En la caminata había cuatro hombres agachados, vestían mantas negras y los pies los llevaban encadenados, en las manos portaba una charola con una tela blanca con la figura de una cruz, y tres flagelados vestían pantalones de manta y máscaras negras, sin playera se azotaban con un mecate blanco la espalda y debido a los golpes les brotaba sangre que les escurría sobre la piel.
En la peregrinación participaron mujeres que vestían de negro, otras con falda negra y blusa blanca rezaban durante la actividad.
Los vecinos asombrados salieron de sus casas al ver la procesión.
Consultado durante la peregrinación el sacerdote Margarito Salgado Calderón comentó que esta procesión es la primera ocasión que se realiza en esta comunidad por la celebración de la Semana Santa, y que fue para exigir paz en el mundo y especialmente en el estado y en el valle de El Ocotito.
“Esta peregrinación es para pedir paz y tranquilidad, evidentemente en todo el mundo y especialmente en el estado y en el valle de El Ocotito, todo lo que estamos ofreciendo es por la paz anegada”, declaró.
Uno de los participantes, Guadalupe Iván Ramírez Reyes comentó que esta representación en la procesión de Los Cargadores, Los Agachados y Los Flagelados es para pedir tranquilidad y seguridad para que pare la violencia en el estado y en el valle que provoca miedo y zozobra entre la población.
En el valle de El Ocotito hombres armados han intentado irrumpir y controlar la zona para el trasiego de droga, según fuentes de la Policía Ciudadana de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), que ahí tiene presencia.
El 4 de marzo, según fuentes de la UPOEG, presuntos integrantes del grupo criminal Los Ardillos atacaron con granadas y armas de alto poder la base de la Policía Ciudadana en Buenavista de la Salud, con un saldo de dos heridos. Por este hecho se suspendieron las clases todos los niveles educativos en El Ocotito, Mohoneras, Dos Caminos, Buenavista de la Salud, Cajelitos y Rincón de la Vía.
El 8 de febrero tres integrantes de la organización fueron heridos a balazos en dos emboscadas, y el 21 de febrero un policía ciudadano resultó herido en otro ataque con armas de grueso calibre.
El 29 de enero, según la UPOEG, Los Ardillos intentaron irrumpir en Buenavista de la Salud y asesinaron y calcinaron a un comandante, un consejero y a dos peones luego de que los emboscaron en los límites de Chilpancingo y Mochitlán.
El 27 de noviembre del año pasado, se suscitó una balacera entre civiles armados y agentes de la Policía Estatal en Buenavista de la Salud, donde resultó un civil muerto y dos agentes de la Policía Estatal heridos, además se decomisó armamento, equipo táctico y vehículos.