Pide especialista que se asignen intérpretes para censar a damnificados con sordera

El profesor e intérprete de lenguaje de señas, Fidel Montemayor Zetina, en conferencia de prensa en Chilpancingo Foto: Jesús Eduardo Guerrero

El profesor e intérprete de lenguaje de señas, Fidel Montemayor Zetina recomendó ayer una atención especial para las personas sordas que resultaron damnificadas por el huracán Otis en Acapulco.
En conferencia de prensa el mediodía de ayer, Montemayor Zetina informó que por lo menos 70 sordos están viviendo un momento “mucho más difícil” por la que están pasando las personas que están en una “situación normal”.
Recomendó que dentro del plan de ayuda del gobierno federal haya para los damnificados intérpretes a fin de que puedan censarlos y conocer cuáles son sus necesidades reales.
Indicó que este sector de la población necesita la ayuda de todos, pues “en estos momentos, y hasta ahora, a 15 días del desastre, sólo hemos recibido apoyo de agrupaciones civiles, particulares y de la Universidad Autónoma de Guerrero”, denunció.
Informó que dentro de la comunidad de personas sordas existen grupos y que en Acapulco hay una agrupación de 60 a 70 miembros y que la mayoría vive en Ciudad Renacimiento, otros en la colonia Zapata y algunos más en la colonia Coloso, que es una de las colonias más afectadas por el huracán Otis.
Cuestionó que si en una situación normal, es difícil vivir para las familias, mucho más es sobrevivir para quienes tienen una lengua distintiva.
“Y si para los que viven en una situación normal es difícil, pónganse a pensar en la situación que están viviendo ellos, los sordos; llega el huracán, no hay luz ni internet y lo oídos de los sordos “son cegados porque la oscuridad no les permite ver, peor es su situación”.
El profesor dijo que el gobierno está excluyendo a las personas sordas, a pesar de que esta comunidad necesita de la ayuda de todos.
Informó que su agrupación ha buscado el apoyo con los intérpretes de los sordos y ciegos.
Agregó que hasta ayer a las familias y los damnificados con sordera, así como algunas organizaciones, les han llevado algún apoyo personas particulares y de la UAG.
Sin embargo, dijo que el gran problema para la mayoría de las familias de personas con discapacidad auditiva, es que los techos de sus casas se vinieron abajo y ahora para la reconstrucción les faltan láminas, madera, muebles y material para reconstruirlas y reponer el mobiliario, además de “colchones y todo”. (Zacarías Cervantes / Chilpancingo).