Forman un frente social para apoyar la candidatura de López Obrador en 2018

Jacob Morales Antonio

Este domingo fue conformado el Frente Progresista Guerrerense (FPG) para apoyar la candidatura de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia en 2018 y sus dirigentes lanzaron un llamado de unidad de los partidos de izquierda PRD, MC, PT y Morena para no permitir el regreso de quienes han vendido el país y evitar un posible fraude electoral.
En una asamblea realizada en el auditorio de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), donde asistieron unos 400 maestros, dirigentes sindicales, representantes de organizaciones sociales, activistas y simpatizantes del PRD, se manifestaron a favor de la defensa del patrimonio de la nación.
En su intervención, el luchador social y ex presidente estatal del PRD, Eloy Cisneros Guillén dijo que el nuevo agrupamiento busca formar una política social donde exista una verdadera democracia, que sea incluyente, tolerante y patriótica.
La mesa de los debates fue dirigida por Nemesio Soberanis, Uriel Real, Rafael Aréstegui, y María de los Ángeles Santiago Dionicio, quienes leyeron un posicionamiento donde se advierte de un posible fraude electoral para impedir que la izquierda llegue al gobierno.
“Hacemos el llamado al pueblo de México, para que en una sola mujer y un solo hombre impidamos que continúe el saqueo de la nación, la exclusión de los pueblos originarios y afrontar con la mayor desigualdad económica y social que vive nuestra patria”.
Además, señalaron que la clase política que gobierna ha llegado a “extremos intolerables”, lo que ha puesto al país en la indefensión ante psicópatas como el presidente de los Estados Unidos de Norte América, que pone en amenaza a los migrantes mexicanos que en el país no encontraron una oportunidad.
Reclamaron la inseguridad y la violencia que se vive bajo el cobijo de la impunidad, “los poderes fácticos del crimen organizado han penetrado a los distintos partidos y se disputan un territorio, que como parte del abandono del campo se ha convertido en el principal productor de amapola”, que está reclutando a miles de jóvenes sin oportunidades.
Urgieron que se implemente una política de cese al saqueo de los recursos naturales, donde se atiendan los problemas de los pueblos originarios, servicios públicos y caminos adecuados; apoyos para mejorar el campo, capacitación para la producción y no al asistencialismo que sólo usan los partidos en tiempos de elecciones.
“Hacemos un llamado a las fuerzas políticas, para que antepongan el interés de la patria y el pueblo, que se abandone la soberbia y el pragmatismo que sólo pretende conservar el registro de un sistema electoral extremadamente oneroso que no garantiza la democracia ni la participación ciudadana”, dice el documento.
Los integrantes del frente indicaron que debe ser por la vía pacífica el derrocamiento de los poderes fácticos y la oligarquía que gobierna el país e hicieron un llamado “al PRD, a Movimiento Ciudadano, al Partido del Trabajo y a Morena, para que depongan sus intereses de partido y pongan por delante los intereses del pueblo y apoyar al mejor posicionado” y respaldar la propuesta de un programa que haga posible la reconstrucción de la nación.
Exhortaron para que los candidatos que surjan provengan de la ciudadanía y no decisiones unipersonales o de corrientes que sólo buscan conservar o conquistar espacios y que defraudan al pueblo.
Al término del acto de protesta de los integrantes del frente, que no tendrá un comité central, los integrantes, Cisneros Guillén y el ex presidente del Consejo Nacional del PRD, Camilo Valenzuela, solicitaron al Congreso proceder contra el presidente de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, José Luis Gallegos Peralta, por la amenaza de muerte contra Javier Morlet.
Entre los integrantes del nuevo frente están el maestro Rodrigo Ramírez Justo, el integrante del CEAV, Javier Morlet; el ex rector de la UAG, Alberto Salgado; el dirigente sindical de maestros Robespiere Moreno; el opositor a La Parota, Felipe Flores; el maestro y dirigente de la organización Justicia y Gestión Popular, Adolfo Plancarte; el representante de maestros de educación media superior Pericles Ramírez. Al acto acudió el representante de Morena en el municipio, Juan Carlos Manrique García.

Rafael Aréstegui

 Ante la ofensiva panista, candidato interno

Un egresado de la maestría de Desarrollo Regional me envió un correo con algunas reflexiones que deseo compartir con quien lea estas líneas. Alfonso Montaño, chiapaneco de nacimiento, guerrerense por naturalización, hace un balance del saldo político que ha tenido en Chiapas el haber impulsado una candidatura externa para la gubernatura, su balance considera también los resultados de esta tendencia que privó en el partido en el periodo de Rosario Robles y que paulatinamente llevó al pragmatismo de crecer a como diera lugar y más específicamente ganar elecciones con candidatos externos, apostándole a que ello podría desgajar al PRI y eventualmente llegar a ser mayoría.

Los resultados en general, no han sido satisfactorios y en el mayor de los casos contraproducentes a la presencia política del PRD como partido, pero yo creo que la discusión debe superar los prejuicios y la influencia de la mercadotecnia, para arribar al plano del análisis concreto de la situación concreta, como se decía en el pasado, en el glorioso pasado.

La discusión no es de forma, pues en política la forma es fondo, como dijo Reyes Heroles, personaje de encontrados recuerdos para los universitarios guerrerenses, el pragmatismo fue propiciando que la política fuera desplazada por la mercadotecnia, y el luchador social, con años de lucha en su sector o en el partido de repente se vio desplazado por el empresario que con carisma, real o inventado por los medios, se convierte en el candidato mejor posicionado, encuesta dixit y ante ese argumento los altos mandos fueron cayendo en un verticalismo disfrazado de sabiduría moderna.

El complemento del pragmatismo fue la participación de Carlos Ahumada, personaje cuyas ligas con el salinismo y con el panismo hoy han quedado claras, y a un costo político que significó que los comediantes de la política Santiago Creel y Derbez, destrozaran en unos cuantos días la tradición de la política exterior mexicana, pero también quedó claro que la teoría del complot, que involucra a la cúpula panista y a personajes importantes del salinismo, era una realidad.

Si el lector hace memoria, después del movimiento popular estudiantil de 1968, el sistema político cerró aún más los espacios de participación política, el régimen presidencialista adquirió un rostro cada vez más represivo y las fuerzas de izquierda, en particular los sectores juveniles más radicalizados, se vieron obligados a adoptar la lucha armada.

La derecha de entonces calificó a las acciones de los jóvenes luchadores como actos de simples delincuentes, pero las organizaciones guerrilleras urbanas jugaron un papel determinante que obligó al sistema político a abrir espacios e iniciar limitadas reformas.

En nuestro estado de Guerrero, esta experiencia se vivía desde la década de los sesenta con las luchas de Genaro y Lucio, la tradición de lucha del pueblo de Guerrero es histórica y de tal magnitud, que ningún cambio de régimen de los que ha tenido el país, se puede explicar plenamente si no se toma en cuenta el papel que en dichos cambios han jugado los hombres del sur, así fue en la lucha de la Independencia, en la guerra de Reforma, en la Revolución y con el fin del régimen del presidencialismo autoritario y la llegada a la transición incierta, pues alternancia no ha significado cambio democrático ni tampoco vida republicana.

Por ello no fue gratuito que en 1988, nuestra entidad se convirtiera en el estado más perredista del país y por ello entiendo, no solamente el caudal de votos con los que ha contribuido en los diferentes procesos electorales, sino también por la magnitud de sus luchas en defensa del voto popular.

En el estado, el PRD nace sobre la base de los movimientos sociales que habían venido resistiendo al caciquismo figueroísta: colonos, campesinos, obreros, trabajadores del volante y la gesta de la universidad-pueblo; en la entidad, debido a lo represivo del caciquismo no existió un aporte numérico significativo de lo que se conoció como la Tendencia Democrática del PRI, sector que siguió a Cárdenas en su salida del PRI y su conformación primero con el FDN y después con la fundación del PRD.

Las diferentes contiendas electorales del país fueron marcadas por una constante: el fraude electoral de un sistema inexistente de partidos y la defensa pírrica de los triunfos populares, ello devino en nuevas reformas hasta lograr la ciudadanización de los órganos electorales, pero también se presentó una constante: la izquierda puede ganar municipios, pero nunca una gubernatura y de nueva cuenta se dieron decisivas batallas para arribar a los gobiernos de los estados, pero si en 1988 el dictamen de los comicios presidenciales, además de la caída del sistema tuvo como ingrediente principal la presencia del ejército en los sótanos del Congreso de la Unión, para vigilar que el dictamen se apegara a lo decidido por el régimen.

Y cuando los diputados perredistas intentaron abrir los paquetes electorales, las tropas les cortaron cartucho y para evitar la tentación de conocer los resultados de esa elección los paquetes fueron quemados con todo y el edificio que los albergaba.

La ofensiva panista en contra de López Obrador es la versión moderna de la consigna neoliberal de que la izquierda no pasará en el camino a la presidencia, en 1988 el fraude descomunal cometido en contra de la voluntad popular, que había elegido a Cuauhtémoc Cárdenas como presidente de la república. La diferencia es que hoy no se caerá el sistema, se trata de inhabilitar la candidatura de Andrés Manuel López Obrador, de impedir a toda costa su registro. El PAN y el PRI hacen mancuerna para eliminar al rival más fuerte y de esa manera establecer un sistema bipartidista en el que la alternancia a la presidencia sea posible siempre y cuando no sea un candidato de izquierda el que pueda arribar a la silla, siempre y cuando el modelo neoliberal se siga cumpliendo al gusto de los vecinos del norte.

Es en este contexto en que hoy debe darse la discusión de quién debe ser el abanderado del PRD para llegar a ser gobierno, salta a la vista entonces que el pragmatismo derivado de la mercadotecnia debe ser superado, el PRD debe elegir un militante que asuma plenamente las posiciones políticas del partido, porque detrás de cada asunto que se debate en el Congreso o en el Senado está la disputa por la nación.

Cuando se debatió la miscelánea fiscal, quedó claro que los diputados perredistas entendieron cabalmente la necesidad de frenar la ofensiva neoliberal, expresada en un mayor castigo a la población al pretender gravar alimentos y medicinas; los diputados externos en cambio, coquetearon con la propuesta foxista, y la postura de Zeferino Torreblanca respecto al impuesto a libros, fue definitivamente reaccionaria.

Pero el deslinde de Torreblanca no ha parado ahí. Ante el conflicto de Fox con Cuba en la que los comediantes Creel y Derbez, exhibieron torpezas dignas de bufones de circo, la solidaridad de los diputados del PRD con Cuba se hizo manifiesta en un punto de acuerdo que Zeferino decidió no firmar, lo que evidencia que su proximidad es mayor con el PAN que con el PRD.

La discusión entonces nos remite a un asunto de la mayor importancia y que se expresa en una pregunta: ¿Quién es más confiable en la defensa de un proyecto de nación, un candidato de casa o un externo que simpatiza más con el modelo neoliberal que padecemos? Sobre este tema escribiré en mi próxima entrega.

PD: En el cuestionamiento que se hace al director de El Sur, nuestro diario, acerca de la pérdida de objetividad. Creo que esto es un hecho irreversible, lo cual no significa que el diario haya perdido objetividad respecto a otros asuntos. De mi parte he tomado una medida, cuando leo las cifras de El Sur, que dan cuenta de actos de Zeferino, hago una operación mental y divido las cifras entre tres, y cuando se habla de las cifras de los actos de Chavarría, mi mente matemática ya está programada para multiplicarlas por dos, lo cual me permite rescatar parcialmente la objetividad, por lo que le sugiero a los lectores la misma medida y se ahorrarán muchos corajes.

Ante la ofensiva panista, candidato interno

Rafael Aréstegui  

Un egresado de la maestría de Desarrollo Regional me envió un correo con algunas reflexiones que deseo compartir con quien lea estas líneas. Alfonso Montaño, chiapaneco de nacimiento, guerrerense por naturalización, hace un balance del saldo político que ha tenido en Chiapas el haber impulsado una candidatura externa para la gubernatura, su balance considera también los resultados de esta tendencia que privó en el partido en el periodo de Rosario Robles y que paulatinamente llevó al pragmatismo de crecer a como diera lugar y más específicamente ganar elecciones con candidatos externos, apostándole a que ello podría desgajar al PRI y eventualmente llegar a ser mayoría.

Los resultados en general, no han sido satisfactorios y en el mayor de los casos contraproducentes a la presencia política del PRD como partido, pero yo creo que la discusión debe superar los prejuicios y la influencia de la mercadotecnia, para arribar al plano del análisis concreto de la situación concreta, como se decía en el pasado, en el glorioso pasado.

La discusión no es de forma, pues en política la forma es fondo, como dijo Reyes Heroles, personaje de encontrados recuerdos para los universitarios guerrerenses, el pragmatismo fue propiciando que la política fuera desplazada por la mercadotecnia, y el luchador social, con años de lucha en su sector o en el partido de repente se vio desplazado por el empresario que con carisma, real o inventado por los medios, se convierte en el candidato mejor posicionado, encuesta dixit y ante ese argumento los altos mandos fueron cayendo en un verticalismo disfrazado de sabiduría moderna.

El complemento del pragmatismo fue la participación de Carlos Ahumada, personaje cuyas ligas con el salinismo y con el panismo hoy han quedado claras, y a un costo político que significó que los comediantes de la política Santiago Creel y Derbez, destrozaran en unos cuantos días la tradición de la política exterior mexicana, pero también quedó claro que la teoría del complot, que involucra a la cúpula panista y a personajes importantes del salinismo, era una realidad.

Si el lector hace memoria, después del movimiento popular estudiantil de 1968, el sistema político cerró aún más los espacios de participación política, el régimen presidencialista adquirió un rostro cada vez más represivo y las fuerzas de izquierda, en particular los sectores juveniles más radicalizados, se vieron obligados a adoptar la lucha armada.

La derecha de entonces calificó a las acciones de los jóvenes luchadores como actos de simples delincuentes, pero las organizaciones guerrilleras urbanas jugaron un papel determinante que obligó al sistema político a abrir espacios e iniciar limitadas reformas.

En nuestro estado de Guerrero, esta experiencia se vivía desde la década de los sesenta con las luchas de Genaro y Lucio, la tradición de lucha del pueblo de Guerrero es histórica y de tal magnitud, que ningún cambio de régimen de los que ha tenido el país, se puede explicar plenamente si no se toma en cuenta el papel que en dichos cambios han jugado los hombres del sur, así fue en la lucha de la Independencia, en la guerra de Reforma, en la Revolución y con el fin del régimen del presidencialismo autoritario y la llegada a la transición incierta, pues alternancia no ha significado cambio democrático ni tampoco vida republicana.

Por ello no fue gratuito que en 1988, nuestra entidad se convirtiera en el estado más perredista del país y por ello entiendo, no solamente el caudal de votos con los que ha contribuido en los diferentes procesos electorales, sino también por la magnitud de sus luchas en defensa del voto popular.

En el estado, el PRD nace sobre la base de los movimientos sociales que habían venido resistiendo al caciquismo figueroísta: colonos, campesinos, obreros, trabajadores del volante y la gesta de la universidad-pueblo; en la entidad, debido a lo represivo del caciquismo no existió un aporte numérico significativo de lo que se conoció como la Tendencia Democrática del PRI, sector que siguió a Cárdenas en su salida del PRI y su conformación primero con el FDN y después con la fundación del PRD.

Las diferentes contiendas electorales del país fueron marcadas por una constante: el fraude electoral de un sistema inexistente de partidos y la defensa pírrica de los triunfos populares, ello devino en nuevas reformas hasta lograr la ciudadanización de los órganos electorales, pero también se presentó una constante: la izquierda puede ganar municipios, pero nunca una gubernatura y de nueva cuenta se dieron decisivas batallas para arribar a los gobiernos de los estados, pero si en 1988 el dictamen de los comicios presidenciales, además de la caída del sistema tuvo como ingrediente principal la presencia del ejército en los sótanos del Congreso de la Unión, para vigilar que el dictamen se apegara a lo decidido por el régimen.

Y cuando los diputados perredistas intentaron abrir los paquetes electorales, las tropas les cortaron cartucho y para evitar la tentación de conocer los resultados de esa elección los paquetes fueron quemados con todo y el edificio que los albergaba.

La ofensiva panista en contra de López Obrador es la versión moderna de la consigna neoliberal de que la izquierda no pasará en el camino a la presidencia, en 1988 el fraude descomunal cometido en contra de la voluntad popular, que había elegido a Cuauhtémoc Cárdenas como presidente de la república. La diferencia es que hoy no se caerá el sistema, se trata de inhabilitar la candidatura de Andrés Manuel López Obrador, de impedir a toda costa su registro. El PAN y el PRI hacen mancuerna para eliminar al rival más fuerte y de esa manera establecer un sistema bipartidista en el que la alternancia a la presidencia sea posible siempre y cuando no sea un candidato de izquierda el que pueda arribar a la silla, siempre y cuando el modelo neoliberal se siga cumpliendo al gusto de los vecinos del norte.

Es en este contexto en que hoy debe darse la discusión de quién debe ser el abanderado del PRD para llegar a ser gobierno, salta a la vista entonces que el pragmatismo derivado de la mercadotecnia debe ser superado, el PRD debe elegir un militante que asuma plenamente las posiciones políticas del partido, porque detrás de cada asunto que se debate en el Congreso o en el Senado está la disputa por la nación.

Cuando se debatió la miscelánea fiscal, quedó claro que los diputados perredistas entendieron cabalmente la necesidad de frenar la ofensiva neoliberal, expresada en un mayor castigo a la población al pretender gravar alimentos y medicinas; los diputados externos en cambio, coquetearon con la propuesta foxista, y la postura de Zeferino Torreblanca respecto al impuesto a libros, fue definitivamente reaccionaria.

Pero el deslinde de Torreblanca no ha parado ahí. Ante el conflicto de Fox con Cuba en la que los comediantes Creel y Derbez, exhibieron torpezas dignas de bufones de circo, la solidaridad de los diputados del PRD con Cuba se hizo manifiesta en un punto de acuerdo que Zeferino decidió no firmar, lo que evidencia que su proximidad es mayor con el PAN que con el PRD.

La discusión entonces nos remite a un asunto de la mayor importancia y que se expresa en una pregunta: ¿Quién es más confiable en la defensa de un proyecto de nación, un candidato de casa o un externo que simpatiza más con el modelo neoliberal que padecemos? Sobre este tema escribiré en mi próxima entrega.

 

PD: En el cuestionamiento que se hace al director de El Sur, nuestro diario, acerca de la pérdida de objetividad. Creo que esto es un hecho irreversible, lo cual no significa que el diario haya perdido objetividad respecto a otros asuntos. De mi parte he tomado una medida, cuando leo las cifras de El Sur, que dan cuenta de actos de Zeferino, hago una operación mental y divido las cifras entre tres, y cuando se habla de las cifras de los actos de Chavarría, mi mente matemática ya está programada para multiplicarlas por dos, lo cual me permite rescatar parcialmente la objetividad, por lo que le sugiero a los lectores la misma medida y se ahorrarán muchos corajes.

Campañas de baja intensidad

Rafael Aréstegui

No se puede negar, al menos nadie que juzgue objetivamente las cosas, que la actual disputa por los distritos de Acapulco es una campaña de baja intensidad. Todo indica que los estrategas del PRI, dieron por perdidos los distritos de Acapulco y decidieron enviar cuadros cuya derrota no menguara la moral de la militancia guerrerense del PRI, ya de por sí reblandecida con los adversos resultados de los comicios municipales anteriores, el escándalo del Pemexgate y finalmente la exclusión de sus aspirantes de las listas plurinominales.

Por otra parte, el PRD a pesar de las declaraciones de Sosamontes, en el sentido de que las inconformidades, producto de la imposición en los distritos de Acapulco, son cosa del pasado, sus campañas no entusiasman y las ausencias de Irma Figueroa en los debates confirman que la carencia de discurso de la candidata, así como su desapego de la trayectoria de lucha social, la hacen una candidata débil a la que ni el refuerzo de las personalidades nacionales del PRD puede reposicionar.

El PAN, por su lado, está consciente que su candidatura no convocará a nadie que no sea el voto duro del partido, que en Acapulco no es mucho y sólo aspira a levantar un poco su votación para contribuir con su cuota a la cosecha de plurinominales en espera de subir el número de curules en el Congreso de la Unión y poder contar con una correlación más favorable para apuntalar la estrategia privatizadora de Fox.

Luis Walton, por su parte, se apunta como el beneficiario del descontento al seno del PRD. Algunos núcleos se han ido a su campaña y Polo Calderón, de larga trayectoria en la lucha social y con una estructura política y de propaganda envidiable por cualquier partido, se ha incorporado a Convergencia.

Los partidos más pequeños desarrollan su propaganda, unos en el ánimo de conservar su registro, otros en el afán de conseguirlo y para ello proponen agendas parlamentarias novedosas e interesantes pero que escasa relación guardan con los problemas fundamentales del país. El debate hasta ahora ha sido poco atractivo y no se ha tocado con innovación el asunto de la reforma del Estado y el rumbo de la política económica y el de la soberanía nacional; asuntos tan deteriorados como resultado de la hegemonía militar y económica de los vecinos del norte.

Es de llamar la atención que en medio de estas campañas, todavía dará frutos el efecto Zeferino, en las giras del candidato plurinominal, que bien podría estar sentado esperando la segurísima diputación, se nota una alta capacidad de convocatoria, mayor incluso que el propio PRD, con lo cual el posicionamiento que adquirió para la gubernatura se ha incrementado.

Sin embargo, es un posicionamiento que poco ha tocado los grandes problemas de Guerrero; el día viernes se presentó en el auditorio de Rectoría, lugar considerado espacio clave de otro de los aspirantes, Armando Chavarría y los comentarios de los asistentes son muy favorables, como dice un refrán: Zeferino clavó una pica en Flandes.

Si bien falta mucho para la definición de la candidatura, sería favorable para el pueblo de Guerrero asistir no a un posicionamiento de personas sino de propuestas, los temas de educación, de salud, de desarrollo económico no dependiente sólo del turismo, de la dignidad indígena, del desarrollo del campo guerrerense, que no hay que olvidar que ¡No aguanta más!, abordar el problema de la seguridad pública, de la necesaria paz con dignidad con el EPR y el ERPI y con otros grupos guerrilleros, la amnistía a los presos políticos que el actual gobierno no ha tenido voluntad para resolver, la transparencia en la información, etc., deberían ser los puntos abordados no sólo por los aspirantes sino por los actores políticos y sociales del estado: los sindicatos, las organizaciones sociales y los académicos, así como los comunicadores y los intelectuales. Deben comenzar esa discusión y no dejarla para los grupos cercanos al futuro gobernante.

Por lo pronto los estrategas de los candidatos y de los partidos deben revisar sus estrategias, particularmente los del PRD, todo indica que existía más entusiasmo en la precampaña interna del PRD que en la verdadera disputa por los distritos. Si las campañas no remontan el actual ostracismo en que se encuentran, habremos de encontrarnos con un proceso electoral en que el abstencionismo será la figura principal; una sociedad débil se caracteriza por altos índices de abstencionismo y lo público se convierte en un asunto de las clases políticas de los partidos, esa tendencia en nuestro país es una de las caras del autoritarismo de derecha al que tanto le apuestan los herederos del régimen anterior y solamente se podrá remontar con una sociedad más informada y vigilante de la cosa pública.

PD.–Libertad para J. Concepción Ramírez. Conocí a este viejo luchador social en la gesta del 88. Incansable, humilde y solidario me ofreció muchas veces su casa; defensor de su pueblo y de los bienes del mismo, se enfrentó una y otra vez contra los caciques. Ahora ha sido señalado por “un informante protegido” como miembro de un grupo guerrillero, nada más burdo y falso, lo grave es que regresen esos tiempos de la guerra sucia que cualquier soplón podía señalar a un ciudadano para que al margen de la legalidad y atropellando los derechos humanos se encierren a los luchadores sociales.