Exigen trabajadores más seguridad en el edificio Álvarez para que no sea tomado en las protestas

Personas en el edificio Juan Álvarez esperan para realizar diversos tramites, luego de que trabajadores de recaudación y del Registro Civil estatal pararan parcialmente labores Foto: Jesús Eduardo Guerrero

María Avilez Rodríguez

Chilpancingo

Trabajadores basificados de las oficinas de Finanzas y del Registro Civil estatal, ubicadas en el edificio Juan N Álvarez, pararon parcialmente labores para demandar mayor seguridad en el inmueble y evitar que vuelvan a dañarlo.
El pasado viernes, normalistas del Frente Unido de Normales Públicas del Estado de Guerrero ingresaron al edificio y causaron destrozos.
La mañana de este miércoles, algunos trabajadores no ingresaron a sus áreas de trabajo y dijeron que piden a las autoridades estatales que refuercen la seguridad en el edificio, para evitar que las organizaciones sociales cada vez los estén encerrado cuando protestan en el lugar.
El delegado sindical del área de Administración Fiscal, Bruno Molina Cruz, dijo que suspendieron labores como protesta porque las autoridades estatales no han cumplido con las peticiones de seguridad que exigen para el edificio.
Informó que cuando los manifestantes ingresan al edificio y causan destrozos, en ocasiones los trabajadores sufren algunas agresiones físicas, pero también psicológicas, “uno queda espantado”.
Detalló que en el edificio laboran adultos mayores, por lo que ese tipo de actos los ponen en riesgo, “la última ocasión fue el puro susto y pérdidas materiales, pero tenemos la zozobra de qué va a pasar el día de mañana”.
Manifestó que los trabajadores “decidimos” alzar la voz y pedirle al gobierno estatal seguridad para todos, porque hay documentos importantes que alberga el edificio.
“Pedimos que se blinde el edificio, que no sea un inmueble vulnerable, porque acuden muchas personas y nosotros tenemos que pagar las consecuencias, porque estamos secuestrados todo el tiempo”, enfatizó Bruno Molina.
Los manifestantes sostuvieron que ya han hablado con las autoridades estatales para que solucionen el problema y les garanticen seguridad, incluso dijeron que hubo el compromiso de colocar un arco para detectar armas y enviar más seguridad, porque son insuficientes los que están, pero no cumplieron.
El edificio Álvarez es uno de los más concurridos, donde atienden a unas 600 personas al día, detallaron los inconformes.