La edil perredista Erica Marlén Arciniega Gómez, y su padre, el dirigente local perredista, José Clemente Arciniega, hostigan y han golpeado a la familia del empresario, con quien disputan la clientela de su negocio

 La regidora por el Partido de la Revolución Democrática, Erica Marlén Arciniega Gómez, y su padre, el dirigente local perredista, José Clemente Arciniega Reyna, protagonizaron una riña y amenazaron con pistola a una familia de restauranteros ubicados junto al domicilio de los perredistas, también propietarios de un restaurante.

La noche del viernes y, por segunda ocasión, el mediodía del sábado, ambos representantes perredistas se enfrentaron a golpes con la familia del restaurantero Jaime Arellano Ocampo y Martha Alarcón Gómez.

Además el dirigente perredista golpeó a los policías preventivos que acudieron esa noche a calmar la situación.

El viernes, Arciniega Reyna amenazó a los policías que intervinieron en la disputa: “Llévenme (a la cárcel) cabrones y los corro a todos”, sentenció prepotente, según comentaron vecinos que fueron testigos de los hechos.

Martha Alarcón Gómez, una de las agredidas, narró que “ya habíamos cerrado el restaurante cuando la regidora Erica Arciniega salió de su casa con su hermano Edgar. Ellos comenzaron a golpear a mi mamá y también tenían amenazado a mi hermano, menor de edad, con una pistola. No sabíamos ni cómo reaccionar, se nos vinieron encima para atacarnos junto con su familia. Llegó la policía y ni así pudieron controlarlos y hasta los golpearon. Ellos nunca hicieron ni dijeron nada, porque ella expresó que era la regidora. No se vale que siendo regidora nos haga eso. Son muchos los vecinos que siempre se han quejado y las autoridades nunca hacen nada, nadie ha podido ayudarnos, ni nos escuchan”.

Otra riña similar tuvo lugar el sábado, después del mediodía. Los perredistas participaron en un segundo enfrentamiento en plena vía pública afuera de su restaurante, contra varias mujeres y un hombre del negocio.

Minutos después, la regidora Erica Arciniega Gómez solicitó la presencia de la policía para detener al restaurantero Jaime Arellano. Allí, se constató la presencia de unos 30 agentes, quienes trataron de intimidarlo y finalmente lo dejaron en paz y se retiraron.

Al respecto, el agraviado expuso que las autoridades municipales no hacen su trabajo porque ambos funcionarios, escudados en el PRD, “abusan de su poder y no deberían poner el mal ejemplo a los ciudadanos, son unas personas conflictivas. Ellos viven ahí y tienen su restaurante, y uno está trabajando, pagamos renta de un local y estamos sobreviviendo”.

Agregó: “Siempre quieren pleito y buscan problemas con los que rentan aquí, les da coraje que uno trabaja bien. A mí me amenazaron de muerte y esas son palabras mayores, son golpeadores y tratan de aparentar lo que no son, son de lo peor y la autoridad no hace nada. Si han caído peces grandes ¿que no caigan estos malvivientes?, deben de poner un alto, por mí y por quien sea, los vecinos tienen miedo, pero deben sacarlos del puesto que tienen”.