Tienen hasta 50 años de antigüedad algunos de los 12 hospitales grandes de la ciudad

El Hospital Vicente Guerrero del IMSS, en la avenida Ruiz Cortines en Acapulco, fue inaugurado en 1992 durante la gubernatura de José Francisco Ruiz Massieu Foto: Carlos Carbajal

Ramón Gracida Gómez

Acapulco

Algunos hospitales de Acapulco son antiguos, de 30 a 50 años, otros no pasan de más de 5 años de ser inaugurados y algunos fueron recientemente renovados. En total son 12 grandes nosocomios, seis públicos, entre ellos: IMSS, ISSSTE, Renacimiento, El Quemado, el Naval y el Militar, y seis los privados, éstos son los hospitales Farallón, Aqua, Pacífico, Magallanes, Papagayo y Santa Lucía.
Los nosocomios privados están ubicados en la zona del anfiteatro, uno de ellos en la avenida Costera y es el más nuevo, Aqua, y dos más están aledaños a la franja turística, éstos son los hospitales Santa Lucía y Magallanes. Además, se encuentra el Instituto Estatal de Cancerología y el de Oftalmología, en los que se cobra a los pacientes el servicio a un precio menor.
La discusión más reciente en el municipio, que tiene una población de 779 mil 566 personas, es por la ubicación del nuevo hospital del ISSSTE, el cual sería construido en el Centro de Convenciones por el gobierno federal. Gran parte de la clase empresarial se ha pronunciado en contra de este hospital porque consideran que este espacio de la avenida Costera no corresponde a un inmueble de este tipo y mejor debería rescatarse el terreno para eventos comerciales y culturales.

Hospitales públicos

El hospital del ISSSTE se encuentra en la avenida Ruiz Cortines, a un costado del que era el hospital general, y por el otro flanco, se encuentra cerca el hospital del IMSS Vicente Guerrero, los cuales conforman la conocida zona de hospitales de Acapulco.
En los últimos años han persistido las denuncias por las deficiencias del hospital, muchas veces se ha caído el plafón del techo, hay goteras y el aire acondicionado no sirven. Médicos especialistas comenzaron un paro de actividades el 9 de agosto ante la deficiente infraestructura y falta de equipo. Duró más de un mes, y después, el entonces subdelegado administrativo del ISSSTE en Guerrero y ex diputado local morenista, Zeferino Gómez Valdovinos, informó que para reparar los desperfectos más urgentes se necesitan alrededor de 45 millones de pesos.
A la par ya se hablaba de la construcción de la nueva sede del ISSSTE en Acapulco, se mencionaron varios terrenos, entre ellos en Tunzingo, Quemado, El Pedregoso, e incluso el municipio de San Marcos, como parte del proyecto turístico que se está promoviendo ahí. El director general del ISSSTE, Pedro Zenteno Santaella, informó este lunes que el nuevo hospital que estará en el predio del Centro de Convenciones será de tercer nivel con 36 especialidades y que el antiguo tiene casi 50 años de ser construido.
El hospital del IMSS Vicente Guerrero fue inaugurado en 1992, en el gobierno priista de José Francisco Ruiz Massieu. Durante la pandemia, este hospital recibió tal cantidad de pacientes que por semanas varios niveles fueron destinados exclusivamente para atender a los infectados por el Covid-19.
El Vicente Guerrero está considerado un hospital de segundo nivel de atención con 39 consultorios de especialidad, 12 quirófanos, radiodiagnóstico, laboratorio de análisis clínicos, de anatomía patológica, hospitalización, diálisis peritoneal, hemodiálisis intramuros, acciones de vacunación, epidemiología y cuenta con una plantilla de 2 mil trabajadores de base y confianza, de acuerdo con la información propia del hospital.
El IMSS en Acapulco también tiene dos clínicas, la número 2 y que también está en la avenida Ruiz Cortines. La clínica número 9 está en la avenida Cuauhtémoc, casi esquina con la calle Hurtado Mendoza. En este inmueble también se encuentran las oficinas administrativas del IMSS.
A un costado de la clínica del IMSS número 2 se encuentra el Hospital Militar de Acapulco. Durante la pandemia, este nosocomio también recibió pacientes externos al sector militar y que estaban contagiados de Covid-19.
Otro hospital reconvertido por la pandemia fue el Hospital Naval, que se encuentra dentro de las instalaciones de la Base Naval en la avenida Costera, antes del inicio de la avenida Escénica.
Dentro de la zona de hospitales se ubicaba el hospital general de Acapulco, pero éste fue sustituido por el hospital de El Quemado, que fue inaugurado el 30 de enero de 2018, lo que dejó al viejo nosocomio sin uso de atención médica y ahora son las oficinas de la Jurisdicción Sanitaria número 7.
El nuevo nosocomio es de segundo nivel de atención, pero mostró graves deficiencias en la infraestructura casi desde el inicio de su inauguración. Al igual que el aún hospital del ISSSTE, el aire acondicionado no ha servido por periodos y los plafones se caen.
Apenas este 21 de junio se realizó un operativo en el hospital que supuso la desarticulación de una red de contrabando de fármacos, de acuerdo con la información proporcionada por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Ese mismo día fueron retirados los 35 puestos que se habían postrado en el estacionamiento, de los cuales eran 11 farmacias que vendían los medicamentos a los familiares de los pacientes a petición de los médicos y las enfermeras, y que Cofepris las declaró “clandestinas”.
También fue detenido un médico por transportar medicinas de uso exclusivo del sector Salud, pero la secretaria general de la sección 36 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud (Sntsa), Beatriz Vélez Nuñez, aseguró que le “sembraron” los medicamentos. El trabajador fue liberado dos días después, pero su proceso sigue.
Otra unidad médica que se encuentra en la avenida Ruiz Cortines es el Instituto Estatal de Cancerología, que fue inaugurado en 1989, también en el gobierno del finado Ruiz Massieu. En su página de Internet destaca que también atienden a pacientes de Oaxaca y Michoacán y tienen convenios de subrogación con el ISSSTE y el hospital general.
La estructura del Instituto cambió, pues fue construida una torre, la cual no ha sido terminada. En una entrevista con El Sur publicada el 27 de junio, la secretaria de Salud estatal, Aidé Ibarez Castro, dijo que el retrato más claro de cómo la administración morenista encontró el sistema de salud es Cancerología, en donde “toda una torre quedó abandonada, el material se caducó y nunca se terminó y en este momento es uno de los proyectos que viene para los seis meses que hacen falta”.
El hospital de Renacimiento es la insignia de la llegada del programa federal IMSS-Bienestar a Guerrero tras la inauguración en noviembre pasado de la Unidad de Hemodiálisis, al igual que la remodelación del propio hospital ubicado en la avenida Juan R. Escudero.
Ibarez Castro anunció en la misma entrevista citada que probablemente también se construiría en este hospital una clínica de hemodinamia para atender pacientes que sufran un paro cardiaco porque en este momento se tiene que acudir hasta Cuernavaca, ha afirmado el presidente Andrés Manuel López Obrador.
A un costado se encuentra el Instituto Estatal de Oftalmología, que fue inaugurado en 1992 por Ruiz Massieu, y cobra por sus servicios, pero también hay descuentos para personas de escasos recursos.
Trabajan en total 59 empleados, entre ellos 6 oftalmólogos y 3 subespecialistas. En junio trabajadores protestaron por la falta de personal médico, destacaron que la llegada de dos médicos cubanos no resolvió el problema y hay un rezago de 20 mil cirugías.
Además de estos hospitales, Acapulco cuenta con 96 centros de salud, de acuerdo con un listado del IMSS de las unidades médicas por municipio y estado.

Hospitales privados

El hospital Santa Lucía se encuentra en la calle Vasco Núñez de Balboa, del fraccionamiento Hornos, a un lado, pasando el canal del río del Camarón, está la tienda Aurrerá de la avenida Costera.
Inició sus operaciones en 2002 y atiende diversas especialidades como cardiología, dermatología, ginecología, neumología, entre otras. Por un tiempo también realizó el servicio de subrogación para atender a pacientes renales del IMSS.
El hospital Magallanes se ubica en la avenida Wilfrido Ruiz Massieu y cuenta con el servicio de especialidades de consulta externa en cardiología, cirugía, gastroenterología, pediatría, traumatología, entre otras.
El hospital del Pacífico consiste en una torre médica y se localiza en la calle La Não, colonia Lomas de Magallanes. En su página de internet presume que cuenta con todas las especialidades de la medicina.
El hospital Papagayo se encuentra a un costado del parque del mismo nombre y fue inaugurado en 2005. También cuenta con una amplia oferta de especialidades, además de estudios de laboratorio.
El hospital Farallón es uno de los nosocomios más nuevos de Acapulco, inició sus operaciones el 19 de octubre de 2012 y dentro de sus servicios destacan las más de 50 especialidades que son atendidas en este edificio ubicado entre la avenida de su mismo nombre y la Rancho Acapulco.
El hospital Aqua, que antes era el hospital del Prado y también se encontraba en la avenida Costera, frente al hotel Calinda, ahora está en la Condesa, a un costado del hotel Tortuga. La infraestructura forma parte de la plaza con el mismo nombre y fue inaugurado el 23 de abril de 2021, en plena pandemia de Covid-19.

Se reúne organización de pueblos serranos con Evelyn; gestionará caminos artesanales

Integrantes de la UEFA con la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, a quien pidieron caminos en la Costa Grande y la Sierra para el desarrollo de sus comunidades Foto: El Sur

Lenin Ocampo Torres

Chilpancingo

Integrantes de la Unión de Ejidos Forestarles y Agropecuarios Hermenegildo Galeana (UEFA) se reunieron con la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, a quien pidieron la construcción de caminos en la Costa Grande y Sierra que durante años han demandado para el desarrollo de sus comunidades.
Ayer, los miembros de la UEFA fueron recibidos en Casa Guerrero donde abordaron principalmente la gestión de caminos para los pueblos de la sierra de Ajuchitlán del Progreso, Atoyac de Álvarez, Coyuca de Catalán, San Miguel Totolapan y Tecpan de Galeana que forman parte de la organización.
La reunión comenzó a las 10 de la mañana y estuvieron presentes el secretario General de Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso; de la Comisión de Infraestructura Carretera y Aeroportuaria del Estado (CICAEG), Martín Vega González y el diputado federal, Edgardo Palacios Díaz.
El dirigente de la UEFA, Antonio Arreola Beltrán informó vía telefónica que la gobernadora “se vio interesada en apoyar a los pueblos de la Sierra, en especial en el tema de caminos, pavimentaciones y en su compromiso de ayudar a buscar recursos con el gobierno federal para gestionar los caminos artesanales”.
Arreola Beltrán comentó que “quedó en agendar una próxima visita a la Sierra y que ellos tienen como propuesta la comunidad de Fresnos de Puerto Rico (municipio de Ajuchitlán del Progreso)”.
En la reunión acordaron también darles seguimiento a los temas de educación y revisar la situación de los centros de salud de las comunidades.
“La verdad nos fue muy bien en la reunión, se avanzaron en varios temas que nos tenían preocupados, regresamos motivados, espero que sea la primera reunión de muchas y se mostró muy interesada en la forma en la que estamos organizados” expresó el dirigente de la UEFA.
Otro de los compromisos fue la construcción de dos telebachilleratos en las comunidades de Bajos de Balsamar y Cordón Grande en Tecpan de Galeana.
La reunión duró más de una hora y sólo quedó pendiente la confirmación de la visita de Evelyn Salgado a la Sierra.
Desde hace varios meses las comunidades que conforman la UEFA buscaron un encuentro con la gobernadora, para tratar principalmente su petición de caminos, falta de maestros y medicamentos en las comunidades.
Entre las rutas que demandan se construyan están: Técpan-El Balcón, San Luis San Predo-Rancho Nuevo, Técpan-Piedras Grandes, Atoyac-Pie de la Cuesta, La Galera-Comedor del Filo y Comedor del Filo-San Antonio de las Tejas.
Actualmente la UEFA la conforman las comunidades de Fresnos de Puerto Rico, La Trinidad, Cuatro Cruces, Coacoyul, Pitzotla, municipio de Ajuchitlán del Progreso; Bajos de Balsamar, Cordón Grande, Bajitos de la Laguna, Santa Lucía, Las Humedades, Platanillo, El Moreno, Los Pitos y Letrados del municipio de Tecpan de Galeana; San Antonio de la Texas de Coyuca de Catalán; Piedras Grandes de Atoyac de Álvarez y Ciénega de Puerto Alegre en San Miguel Totolapan.

De trámite, el acto por los 501 años del descubrimiento de la bahía de Santa Lucía

El 501 aniversario del descubrimiento de la bahía de Acapulco, llamada Santa Lucía, fue sólo una actividad de trámite en la que fue evidente el desinterés de las autoridades municipales.
La Iglesia católica ofició una misa en el parque de la Reina, que tuvo como fondo la bahía, pero para el acto cívico no hubo ninguna actividad, ni siquiera llegó la alcaldesa Abelina López Rodríguez.
El párroco Juan Carlos Flores Rivas ofreció disculpas, por no contar con un programa de actividades, e invitó a los asistentes a declamar alguna poesía o cantar alguna canción, pero no hubo voluntarios.
Abundó que esa actividad no cuenta con recursos para su realización, que las flores son donadas por visitantes de Villa Guerrero, que el municipio aporta templete, sillas y sonido.
En un mensaje después de la misa, Flores Rivas llamó los acapulqueños a valorar y cuidar la bahía, la cual dijo es el líquido amniótico que genera la vida en el puerto, pues la economía del municipio está ligada al turismo que es posible por la belleza de ésta.
En representación de la alcaldesa acudió el subsecretario Marcelino Miranda Añorve, quien destacó la inversión de “mas de 150 millones de pesos” para el saneamiento de la bahía, que comenzará con el río La Sabana, la laguma de Tres Palos y la laguna de Puerto Marqués.
Estudiantes de gastronomía de la Universidad Hipocrates ofrecieron bocadillos a los asistentes.
Por la noche, clubes de motoclistas realizaron un recorrido con la imagen de la virgen de los mares, que tenía previsto salir del parque de la Reina, recorrer la Costera hasta la Base Naval, después regresar y llegar a La Quebrada, para finalizar en Pie de la Cuesta. (Redacción).

 

Me canso ganso

En su discurso en la plaza pública el sábado, el presidente Andrés Manuel López Obrador fue muy enfático sobre dónde se construirá el nuevo aeropuerto. No hubo cambio de señal. En Santa Lucía, como determinó tras una consulta ciudadana, se construirían dos pistas, y Texcoco, donde originalmente estaría, será un cementerio de cemento y fierro. El domingo, en el primer Consejo de Administración del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, bajo una nueva administración, se acordó mantener las obras mientras se hace una nueva reevaluación. Lo que hará el nuevo gobierno es ganar tiempo y maniobrar para salirse con su cometido sin afectación financiera.
La clave se encuentra en la segunda página del borrador de la minuta que trascendió el domingo por la mañana –la definitiva tiene matices–, donde señala que este mismo lunes emitirá en Nueva York una oferta de compra por mil 800 millones de dólares. Es decir, no significa que el aeropuerto en Texcoco será terminado, sino que seguirán la obra hasta que logren eliminar la contingencia de una demanda colectiva –denominada Class Action– de los tenedores de bonos que fueron ofertados y adquiridos a través de la Bolsa de Valores en Nueva York.
Se desconoce cuántos y cuáles fondos extranjeros estarían involucrados en la demanda colectiva. Algunos de estos fondos han hecho pública su participación en el aeropuerto de Texcoco. Por ejemplo Paul Hastings LLP, un despacho de abogados global, anunció en 2016 y 2017 dos ofertas por un total de 6 millones de dólares para financiar la construcción del aeropuerto en Texcoco, en representación de Citigroup Global Markets, HSBC Securities y J.P Morgan Securities, cuya cancelación podría acelerar el pago del bono y el interés. Varios manejadores de fondos viajaron a la Ciudad de México tras la cancelación de la obra en Texcoco para saber cómo resolvería el nuevo gobierno las pérdidas por incumplimiento del contrato, pero no hubo quién atendiera sus preocupaciones.
Tras las frustradas gestiones se empezó a preparar una demanda colectiva que se presentaría tan pronto como oficialmente el gobierno del presidente López Obrador cancelara la obra en Texcoco. La decisión de continuar las obras fue un primer paso para evitar una acción legal. Ir a comprar los bonos en poder de los fondos, es una acción estratégica. De otra forma, lo que podría enfrentar el nuevo gobierno es una situación similar a la que vivió Argentina cuando en 2011 incumplió pagos por 132 mil millones de dólares en empréstitos, en medio de una crisis económica que provocó disturbios y violencia en las calles que produjeron la muerte de 39 personas. El gobierno argentino reestructuró la deuda y el 93% de los tenedores de bonos aceptaron los términos de la negociación.
Ese 7% de los tenedores de los bonos demandaron al gobierno argentino en un largo litigio en la corte en Nueva York donde en octubre de 2012 el juez determinó que Argentina debía pagar el 100% de la deuda. El gobierno de Cristina Fernández apeló, no pagó y se fue dos años más a litigio, que finalmente perdió en un caso que se llamó “los fondos buitre”, luego que en el proceso llegaron a embargarle activos en el extranjero. Los tenedores de bonos recibieron casi cinco mil millones de dólares, y en cuando menos un caso, se estima que su retorno fue de mil 500 por ciento sobre la inversión original, profundizando la crisis económica con la que recibió el gobierno Mauricio Macri. Este precedente es el contexto de la decisión adoptada por el gobierno de López Obrador y evitar un juicio colectivo en Nueva York, donde residiría ese litigio porque el sistema de la Bolsa de Valores le otorga esa competencia.
La decisión, por esta razón, es estratégica. La nueva administración del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, bajo la dirección de Gerardo Ferrando, mantendrá activa la obra y los contratos mientras que el gobierno va recomprando bonos en poder de los fondos internacionales. Mil 800 millones de dólares no serán suficientes, por lo que se esperarían mayores ofertas de compra. El problema es que por más lento que avance la obra, seguirán concluyéndose etapas y los costos de la cancelación se incrementarán. Esto, sin embargo, no parece importarle al presidente López Obrador, cuando menos por ahora.
La apuesta tendrá que ser por la Fibra E y las afores, para seguir financiando las obras del aeropuerto “Benito Juárez” y la construcción en Santa Lucía, que en el borrador del presupuesto para 2019 no tiene asignado recursos. Las afores Pensionissste, Inbursa y XXI Banorte participaron en la emisión de la Fibra E con una inversión de 30 mil millones de pesos, que también congregó a fondos institucionales y privados, bancos y aseguradoras. No será algo sencillo de lograr, por la pérdida de valor que tendrán que absorber al cambiar la escala del proyecto, pero al ser empresas mexicanas que tienen un alto número de contratos con el gobierno, garantiza que no habrá demandas ni litigios.
El aplazamiento de la cancelación de la obra en Texcoco y la oferta de compra de bonos, tampoco es un camino sencillo y tiene que explicarse bien en México. La percepción de que el presidente López Obrador reculó es amplia. La comunicación tiene que ser precisa, sin márgenes a la confusión, y dirigida a dos mercados simultáneos: el doméstico, particularmente quienes se opusieron a Texcoco, que ratifique que la cancelación es definitiva; y a los mercados, que antes de parar la obra, pagarán lo que se invirtió. Las dos conviven y no son excluyentes, no hay que olvidar.

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