Alejandro Guerrero
Iguala
El taxista asesinado a balazos la mañana del sábado en la colonia El Capire, al sur de esta ciudad, homicidio que se adjudicó el grupo delictivo Federación Guerrerense, era sobreviviente de uno de los ataques cometido en la Noche de Iguala contra estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa y otros ciudadanos, el 26 de septiembre de 2014.
Ese día Aureliano García resultó herido en la emboscada en el crucero de la comunidad de Santa Teresa, donde conducía un taxi con dos pasajeras que salieron ilesas.
Cerca de las 7 de la mañana del sábado pasado, Aureliano García Cerón de 44 años, fue hallado asesinado a balazos, amordazado y con las manos atadas con un cable en la calle de terracería en la entrada a la colonia El Capire, al sur de la ciudad.
Fuentes policiacas informaron que junto a él fueron localizados cuatro casquillos percutidos de arma corta, y una cartulina con un mensaje escrito firmado por el grupo delictivo Federación Guerrerense: “Se les dijo que el cristal está prohibido en Iguala. Ustedes no se cansan de vender y yo no me canso de partirles su madre. Seguimos limpiando de ratas y cristaleros”, se leía.
Según una fuente que ha dado seguimiento y acompañamiento a las madres y a los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desde hace más de nueve años, el taxista era de los sobrevivientes de uno de los ataques perpetrados la noche del 26 de septiembre de 2014 por policías de Iguala, Tepecoacuilco y Huitzuco, así como civiles armados en la carretera federal México-Acapulco en la salida a Chilpancingo, en el crucero de la comunidad de Santa Teresa.
Fuentes policiacas informaron que el chofer del taxi había sido levantado desde el jueves pasado en la colonia Vicente Guerrero, cerca del Periférico Sur, lugar donde fue hallado abandonado el automóvil en el que trabajaba.
Ayer se confirmó por fuentes policiacas que el taxista asesinado era Aureliano García, quien fue uno de los civiles que resultó herido y sobrevivió en el ataque en la entrada a Santa Teresa, donde también atacaron a balazos con fusiles de asalto un autobús de la empresa Castro Tours, en el que viajaba el equipo de futbol Los Avispones de Chilpancingo, así como un segundo taxi y otros vehículos que pasaron por la carretera alrededor de las 11 de la noche del 26 de septiembre.
Esa noche Aureliano recibió dos disparos
De acuerdo con información de notas periodísticas publicadas en El Sur, esa noche Aureliano recibió dos disparos: uno en la espinilla izquierda que le fracturó la tibia y el peroné, y otro en el tobillo derecho, mientras que sus dos pasajeras lograron salir ilesas.
Según información publicada en medios nacionales, a Aureliano se le había ofrecido por el gobierno federal una indemnización por los daños que tuvo, una casa, becas para sus hijos, apoyo para emprender un negocio, una concesión de taxi y una pensión vitalicia de 15 mil pesos, pero se incumplió, pues la pensión se la dieron sólo tres meses, y se la redujeron a 5 mil pesos.
Antes de su homicidio no se sabía nada de Aureliano, como tampoco se sabe de la mayoría de los sobrevivientes de los distintos ataques que hubo entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014. No se conocía si García Cerón contaba con alguna medida cautelar como testigo de los hechos.
En los primeros años, según las investigaciones de la Fiscalía General de la República, varios testigos y piezas clave de los ataques a los estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, fueron eliminados, entre los que figuran el ex comandante de la Policía Ministerial, Humberto Velázquez Delgado, policías municipales, el reportero de nota roja Pablo Morrugares y miembros de extinto grupo delictivo Guerreros Unidos.