Sufrimos con Otis y ahora para recoger los enseres, reclama vecina de la colonia Morelos

Argenis Salmerón

“Perdí todas mis cosas y casi no la cuento, porque el huracán Otis voló mi techo de madera y láminas galvanizadas”, expresó la vecina de la colonia Morelos, Adolfina Gutiérrez Piña, luego de ir a recoger sus enseres a la Unidad Deportiva Acapulco (UDA), en la colonia Progreso.
“Fue una experiencia espantosa, el huracán Otis de milagro los acapulqueños estamos vivos, nunca había vivido algo así, ni en el Paulina”, manifestó.
La entrega de enseres domésticos se lleva a cabo en la UDA, en la calle Chiapas de la colonia Progreso.
Los vecinoss sacan los enseres domésticos a la calle Oaxaca, donde se ponen las camionetas de mudanza al servicio de los vecinos.
Gutiérrez Piña criticó que el costo de la mudanza oscila entre 300 y 400 pesos, “es algo injusto, pero se aprovecha de las circunstancias, les toca hacer su agosto”.
Reclamó que también cobran por sacar los enseres domésticos de la UDA a la calle Oaxaca, “son 250 pesos por paquete, en una distancia menor a 100 metros”.
Se quejó que 48 horas estuvo formada afuera de la UDA, “me quedé a dormir una noche en la calle, solamente me tapé con una sábana y un cartón para acostarme”.
“La verdad no son las condiciones ni la manera de recibir los enseres domésticos, de por sí sufrimos con el Otis y ahora aquí”, puntualizó.
Expresó: “fíjese no terminó con la limpieza de mi casa y ando en la calle para que reciba mis enseres, y lo hago por necesidad, porque perdí lo material de la casa”.
Afirmó que solamente le quedó la mesa de plástico y sus sillas, “el ropero de madera, el refrigerador, la televisión y la cama se mojaron, porque me quedé sin techo”.
“Mi techo que con tanto esfuerzo hicimos junto a mi esposo, en menos de media hora el Otis se lo llevó de una manera impresionante”, relató.
Contó que de manera provisional, “le puse una lona azul al techo, porque no hay material en Acapulco y si hay es caro”.
Declaró que “vamos a hacer el esfuerzo con mi familia –integrada por cuatro– para ponerle loza de concreto a dos cuartos y lo demás de lámina; el albañil nos cobra 40 mil, más el material”.
Aseguró: “yo y mi familia casi no la contamos, nos refugiamos abajo de la cama y le pusimos todo lo pesado para que no nos llevara el viento”.
Pidió que haya más organización de los efectivos del Ejército y abrir más lugares de entrega, y “así evitan que la gente se quede dormir en la calle”.