Promueven vecinos y comerciantes la reactivación en calles cerca de la Costera

Óscar Ricardo Muñoz Cano

Mientras los trabajos de limpieza sobre la avenida Costera van avanzando, en calles secundarias apenas a un lado, como la Cristóbal Colón, cerca de Galerías Acapulco, la situación es distinta: grandes montones de escombros y basura, así como el abandono, aún son la regla.
No obstante, y de la mano de los propios vecinos y comerciantes aledaños, en los últimos días la situación pretende mejorar.
Durante un recorrido este viernes al mediodía, se pudo observar que entre las calles Wilfrido Ruiz Massieu y Doctor Ignacio Chávez, la Cristóbal Colón luce con poca gente, con decenas de negocios cerrados y casas solas, pero con algunos atisbos de la búsqueda de la normalidad.
Así, desde la calle Ignacio Chávez, que hace esquina con avenida Universidad, a partir de la CFE, negocios como lavandería Speed Wash o una estética ya ofrecen sus servicios.
Más delante, pasados los escombros de lo que fue la cancha de futbol rápido de la Universidad Americana, empleados del afamado restaurante Buzo’s ya iniciaron la limpieza del lugar, asegurando que pretenden abrir lo más pronto posible.
“Estuvo cabrón lo que pasó”, dijo uno de ellos, “pero pues ya hay que trabajar, si no, no hay para comer”.
A continuación, hospederías como Suites Vicky ya limpiaron su frente, al igual que el hotel Tulipán, aunque continúan arrojando escombros a la calle.
En una esquina, mientras la tienda de impermeabilizantes ya trabaja, personal del súper Neto inició con los trabajos de limpieza y aunque rechazaron dar declaraciones, adelantaron que están a la espera de que les informen para cuándo van a abrir, indicando que en su caso no hubo tantos destrozos.
Una cerrajería, un negocio de copias fotostáticas, donde en ambos casos sus encargados celebraron que no hubo saqueos, y la popular lonchería La Tiendita ya están de regreso.
Ahí, media decena de comensales ya degustaban alimentos calientes tras el huracán.
A la par, en el edificio amarillo contiguo, en el que se encuentran despachos y consultorios, estaba sin actividad mientras que el edificio gris, enfrente, el laboratorio clínico y un consultorio de oftalmología ya estaban abiertos y ofreciendo servicio.
Un grupo de vecinos, de un negocio cercano señalaron, que la gente del antiguo Edificio Trébol, ya en esquina con Ruiz Massieu, y donde hay consultorios de médicos especializados, contrató un camión para que sacara su escombro, lamentando que el Ayuntamiento aún no haya podido traerles equipo para avanzar con la limpieza de las calles.
Mientras, la papelería La Crayola ya cambió de giro y ahora vende tacos de cochinita, y el auto lavado El Manguito ya abrió sus puertas para trabajar, negándose a comentar sobre cómo es que ya tiene agua.
En las calles cercanas, Segunda de Cristóbal Colón, Tercera de Cristóbal Colón y las demás, el movimiento es mayor, a pesar de los escombros y la insalubridad; prácticamente la actividad comercial ha regresado en medio de la basura que se acumula desde el impacto del huracán.
Ahí, desde la tortillería, la barbería, la ferretería y hasta el puesto de reparación celulares, que están en el callejón que dirige a la gente hasta la avenida Cuauhtémoc, están abiertos, al igual que el popular callejón del antojo, donde varios negocios ya abrieron y hasta están buscando meseras, cocineros y repartidores. Tal es el caso de La Sazón de Alina.
Más atrás, en otra de las cerradas, se encuentran los Laboratorios Medimagen que ya está en operación. Éste ya opera de 8 de la mañana a 2 y media de la tarde, ofreciendo promociones especiales debido al huracán.