Permanecen las huellas del impacto de Otis en las colonias Carabalí y Cuauhtémoc

Cables telefónicos tirados en la avenida Diego Hurtado de Mendoza Foto: Argenis Salmerón

Argenis Salmerón

Cables tirados de teléfono, polvo, escombro en banquetas y baja señal de telefonía celular son los estragos que dejó el impacto del huracán Otis en las colonias Carabalí y Cuauhtémoc.
Los vecinos argumentaron que intensificaron la remodelación de sus casas, porque los “Servidores de la Nación” están verificando los avances de la reconstrucción.
En la avenida Diego Hurtado de Mendoza hay cables tirados de teléfono y de empresas de Internet, además de una polvareda.
En la calle Almendros hay cables de teléfono y escombros en la banqueta que sacan los vecinos que reconstruyen sus viviendas.
También hay polvareda y trozos de árboles que fueron colapsados por los fuertes vientos del huracán Otis.
Mientras que en las calles 10, 11, 12 y Santa Cruz hay escombros en las banquetas que obstruyen el paso de los peatones.
En la calle 10 hay montones de cascajo de construcción afuera de las casas y algunos montones de basura.
De igual manera en la calle 11 hay montones de escombro en diferentes puntos, además faltan lámparas en los postes de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
En la calle 12 se constató que también hay cables tirados inservibles de Telmex y de Izzi de más de 10 metros de distancia, así como montones de escombros.
Los vecinos se quejaron que todavía padecen los estragos del huracán Otis después de tres meses que azotó a Acapulco.
Coincidieron que recogen constantemente los desechos, sin embargo las personas siguen limpiando o reparando sus casas.
Indicaron que están redoblado esfuerzos para rehabilitar los daños de las casas, porque aseguraron que los “Servidores de la Nación” están supervisando los avances.
Manifestaron que es baja la señal de teléfono celulares de las diferentes compañías y cuando se va la energía eléctica se pierde la conexión.
Aseguraron que durante la rapiña después del huracán Otis, las personas se robaron los generadores de energía de las antenas que mandan la señal.

 

Persiste la basura en calles y colonias; las personas siguen tirando desechos sólidos

La calle Cristóbal Colón, que se encuentra entre la calle Wilfrido Massieu y la avenida Manuel Gómez Morin, a unas cuadras de la Costera, continúa con escombros y basura orgánica desde el paso del huracán Otis Foto: Jacob Morales

Jacob Morales Antonio

En las calles del fraccionamiento Magallanes, donde hay hoteles, restaurantes, un hospital privado, laboratorios clínicos, dos grandes universidades privadas, pastelerías y otros negocios, persisten los desechos sólidos.
El fraccionamiento está entre las avenidas Cuauhtémoc, Universidad y la Costera, y es una zona de comercios muy transitada; sin embargo, en una de sus principales calles hay basura y escombros que no ha sido retirados desde el impacto del huracán Otis, el pasado 25 de octubre.
En un recorrido epor la calle Cristobal Colón, ubicada justo atrás de la Universidad Americana de Acapulco, desde la esquina con la calle doctor Ignacio Chávez y hasta la avenida Manuel Gómez Morin, hay basura amontonada y escombros.
Los vecinos que rentan locales comerciales indicaron que la basura está desde el impacto del huracán y a pesar de que es una calle muy transitada, debido a los negocios que hay, las autoridades del municipio hacen poco para retirar la basura, que en algunos puntos apesta.
En el área está la Universidad Instituto de Desarrollo Salvador Allende Gossens (Indesag), también el hospital privado Magallanes, cuatro hoteles pequeños, dos laboratorios de análisis, tres restaurantes y fondas de antojitos y tacos, así como una panadería, una farmacia y otros negocios.
Pero no es la única zona con basura, en la avenida Rancho Acapulco, cerca del módulo de la CFE, y ante la falta de recolección de los residuos orgánicos en las colonias aledañas, como La Garita y 20 de Noviembre, la gente la deja amontonada y ya ocupa media calle.
En la esquina de esa vía con la avenida Carretera Federal México-Acapulco el contenedor estaba repleto de basura, los desechos ya eran tirados en la calle. En el punto antes de bajar al puente desnivel de la Y Griega, rumbo al centro, el contenedor desapareció entre el cerro de desechos orgánicos arrojados.
En esta área, algunos automovilistas avientan las bolsas desde sus automóviles, y otros tratan de bajar lo más rápido que pueden, para evitar ser detenidos por la Policía Municipal, ante la advertencia que ha hecho la alcaldesa Abelina López Rodríguez de que serán remitidos, multados y detenidos.
Otra zona donde los troncos, las ramas y hojas de dos árboles de mango continuan, así como basura orgánica, es en el acceso de la colonia Los Liros, en el sentido hacia Las Cruces, en la Carretera Federal México-Acapulco, frente a la estación de gasolina de la colonia Benito Juárez.
Mientras que en la Calle 3 de la colonia Emiliano Zapata, a espalda de la secundaria 6, la basura que es recolectada por las personas llamadas Pechugueros cubre la mitad de la calle, desde la esquina con la Calle 14 a la esquina con la Calle 10.

Avanza con lentitud la restauración de Caleta y Caletilla por falta de apoyo oficial

Sin yates de paseo de fondo de cristal se ve el islote que divide las playas Caleta y Caletilla; algunos quedaron destruidos y otros desparecidos durante el impacto del huracán Otis Foto: Jesús Trigo

Ramón Gracida Gómez

La recuperación de las populares playas de Caleta y Caletilla va lenta, las tradicionales embarcaciones de fondo de cristal aún no operan y las palapas de varios restaurantes todavía están en construcción a 41 días del paso del huracán Otis.
Trabajadores de los paseos a la isla de la Roqueta y restauranteros dicen que la razón es que las autoridades no los han apoyado con recursos económicos para echar andar estos servicios turísticos.
En un recorrido por esta zona de Acapulco es notoria la restauración paulatina de Caleta y Caletilla, después de que el meteoro golpeó fuertemente al municipio, afectando de manera especial a la zona costera y a este rincón de mar.
La entrada a esta popular playa estaba prácticamente vacía en la mañana de este lunes, un soldado resaltaba con el verde olivo de su vestimenta, varias camionetas Urvan pasaron en unos cuantos minutos y un camión urbano amarillo también transitó por la avenida Costera. Fue el único movimiento en la calle y algunos trabajadores de venta de ropa que ya abrieron sus negocios.
Un yate de lujo sigue encallado en la playa Caleta y ocupa una parte de la franja de arena. A unos metros estaban colocadas sillas y sombrillas para esperar a clientes, que no había a las 11 de la mañana, y más a la izquierda están algunos restaurantes abiertos.
El maltrecho puente de Caleta se ve aún más endeble después del meteoro, pero trabajadores y miembros de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) iban y venían constantemente para cruzar al pequeño islote, donde están las instalaciones olvidadas del Mágico Mundo Marino.
Son en estas ruinas que hombres y mujeres, trabajadores de las embarcaciones con fondo de cristal, limpiaban los escombros que dejó la lluvia y el viento intensos de las primeras horas del 25 de octubre.
Uno de ellos, adulto mayor, comentó brevemente que todos los trabajadores siguen igual desde el inicio de la catástrofe porque las lanchas en las que trabajaban y dan paseos hacia la isla de la Roqueta, están dañadas y muchas no han sido encontradas.
“Me piden luego que los lleve a ver la virgen del mar, pero cómo pues, si no tengo lancha”, lamentó el señor, que portaba una gorra para cubrirse un poquito del sol que poco a poco empezaba a calentar el ambiente. Comentó que sí han llegado algunos comensales durante los fines de semana.
Indicó que son 42 embarcaciones de fondo de cristal en Caleta, en las cuales trabajan dos personas en cada una, algunos de ellos presentes ayer, como él, que ante la falta de empleo la hace de todo, hasta de barrendero, indicó.
Lamentó que es el mismo panorama en la playa que trabaja desde el 25 de octubre, que incluso el yate encallado sigue ahí y “estorba”, dijo enojado el señor frente al panorama desolador.
Repitió que no se salvaron las lanchas de fondo de cristal y que por eso no trabajan en ello, sólo resistieron algunos cayucos que sí flotan en las playas de Caleta y Caletilla, y que no pasan de 10 en ambas.
Indicó que no han recibido ayuda de parte de las autoridades para reactivar el negocio de los paseos recreativos y ahora sólo se dedican a limpiar la zona, completó otra trabajadora que llegó al islote de esta zona de Acapulco.
En Caletilla se observó sólo una lancha de cristal, visiblemente dañada por el huracán Otis, y un par de personas nadaban casi a orilla de la arena. El único trajín es de los trabajadores que están construyendo las palapas de los restaurantes que están a orilla de playa, eran varios hombres cargando palos y acomodando las palmas.
Son 24 restaurantes en esta franja de arena, comentó un trabajador y resaltó que las autoridades no los han ayudado a levantar los negocios de comida, por lo que los dueños lo están haciendo por sí mismos.

 

En medio de la basura reabren en el Zócalo puestos y pequeños negocios

A 20 días del huracán, este lunes reabrieron joyerias en el centro de Acapulco Foto: jesus Trigo

Óscar Ricardo Muñoz Cano

De la mano de vendedores ambulantes y pequeños comerciantes, las actividades económicas del centro de Acapulco retornan cierta “normalidad”, a casi 20 días del impacto del huracán Otis.
Lo anterior, pese a que aún se mantiene la falta de recolección y las actividades se desarrollan en medio de escombros, basura, lodo y olores pestilentes.
En un recorrido este lunes desde la calle Benito Juárez hasta Mina y Velázquez de León, atravezando el zócalo, se observó que muchos de los comercios importantes se preparan ya para su reapertura, a la par que los vendedores ambulantes recuperaron la calle y ofrecen ya su mercancía.
Mientras, ya abrió la sucursal del centro de los restaurantes Amigo Miguel, en Benito Juárez, en contra esquina, la tienda Neto y su personal ya trabaja para la reapertura.
Ello, teniendo como escenario de fondo los restos de la otrora Casona de Juaréz, que terminó de destruirse con el paso del huracán.
Salones de belleza, misceláneas y tiendas de abarrotes, como Los Muchachos, y otros comercios ya están abiertos, incluyendo el café internet sobre la calle Hidalgo.
En la plancha del zócalo, en el restaurante La Casa de los Abuelos se instaló el módulo de atención de la Secretaría del Bienestar federal, y ahí ya es visible la presencia de vendedores ambulantes, principalmente de comida.
Más adelante, ya sobre la calle Cuauhtémoc, personal de la tienda Woolworth trabaja en su limpieza.
–¿Saben cuándo van a abrir la tienda o el restaurante? –se les preguntó.
“No, no temenos fecha, pero ya estamos trabajando. Estamos limpiando, a ver cuánto nos toma”, aseguró uno de los trabajadores, que acarreaba basura del interior del restaurante hacia la calle.
Mientras tanto, negocios como la sucursal de la zapatería Giovanna, en Roberto Posada, ya ofrece su mercancía a la gente desde hace un par de días y en contra esquina, la tienda Súper Che hace lo propio, con presencia de elementos de la Guardia Nacional.
Es visible la presencia de vendedores ambulantes sobre las aceras de avenida Cuauhtémoc, que van desde los que venden dulces y accesorios de celulares, hasta los que venden ropa y detalles de ferretería.
Más adelante, a la altura del Centro Joyero, ya abrieron algunos puestos colocados en su perifería, al igual que taquerías, tiendas de regalos y de manualidades, así como algunas ópticas.
Llegando hasta Francisco Javier Mina, esquina con Velázquez de León, el popular Café Wadi también se prepara para su reapertura.
“Venimos desde ayer (domingo) a limpiar. Temenos luz, pero no toda. Tenemos dos líneas, pero una aún no sirve”, dijo la encargada, señalando que tampoco tiene una fecha límite para dar servicio. “Si quiere darse una vuelta mañana (martes), quizás ya estemos en servicio”.
Cuestioanda sobre las afectaciones sufridas por el negocio tras el impacto de Otis, comentó que “aquí, gracias a Dios, no pasó nada, sólo fue lo de la basura”, señalando hacia la calle, donde se amontonan decenas de bolsas y escombro desde hace días.

 

Queman basura en las calles; 40% de usuarios, sin agua

Pese a que hay más camiones en la recolección, continúan grandes acumulamientos de desechos en la ciudad y en algunos lugares vecinos les prenden fuego como en la avenida Durango de la colonia Progreso (imagen). La secretaria de Salud Aidé Ibarez dijo que se aplica “un cerco sanitario fuerte”. Ayer la CAPAMA informó que tras las reparaciones a tanques, se mantiene el mismo déficit que dio a conocer la alcaldesa Abelina López hace una semana. Siguieron las fallas en Internet y familiares de marineros desaparecidos siguen buscándolos Foto: Jesús Trigo

 

Sigue amontonada la basura en las calles pese a que hay más camiones recogiéndola

Aurora Harrison

Aunque hay más camiones recogiendo los desechos sólidos, siguen montones de basura en las calles, como en la mayoría de la colonia Progreso, en la avenida Ruiz Cortines, frente a La Laja, en la Alianza Popular y avenida Costera, por la zona del fraccionamiento Las Playas.
En varios puntos los montones ya tienen cal o los vecinos la están quemando, como fue en el caso de la Costera por playa Dominguillo.
Del servicio de agua, sigue habiendo colonias que no tienen el suministro. Hay zonas donde no hay luz, ya hay carburadoras que están dando servicio de venta de gas LP y también hay purificadoras que venden garrafones con agua.
Sigue habiendo problemas en el servicio de internet, y como el lunes por la tarde-noche todo este martes en la colonia Centro no hubo servicio. En la Costera por la Diana tampoco hubo.
Durante un recorrido en la mañana, por la Costera, en la zona del fraccionamiento Las Playas, había acumulamiento de basura, como en el condominio Los Cocos y la Marina Acapulco. También por la zona de playa Manzanillo.
Había varias brigadas de los gobiernos municipal, estatal y de la Universidad Autónoma de Guerrero, en la Costera recogiendo escombros, por lo que ya se ve más limpia la vialidad en algunos tramos como frente al parque Papagayo, en La Diana y en Condesa.
En la colonia Progreso en las calles Durango, Michoacán y en la principal, Niños Héroes, hay montones de basura, lámina y residuos de árboles.
Lo mismo sucede en la colonia Módulo Social Fovissste, que su avenida principal tiene varios puntos con desechos sólidos.
El director de Ecología, Jesús Castillo Aguirre, dijo que para evitar focos de infección en la ciudad, junto con autoridades de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), ponen cal en puntos de basura de colonias y avenidas.
Dijo que han ido a la unidad deportiva Los Fantasmas, ubicada en la colonia Las Cruces, y la Unidad Deportiva Acapulco, de la colonia Progreso.
En Ciudad Renacimiento, Emiliano Zapata, La Cima y Lirios también se puso cal, pero ya las recorren camiones para recoger la basura.
En un comunicado, el Ayuntamiento dijo que en Cumbres de Llano Largo e Icacos se han recolectado más de 55 toneladas de basura.
Del servicio de agua potable, vecinos de las calles Draga, Velero, del Módulo Social Fovissste, no tienen agua, así como tampoco en la calle Monterrey, de la colonia Progreso, en El Coloso y en la Francisco Villa; las colonias Morelos, Palma Sola y Santa Cruz.
Las autoridades municipales aseguran que el abasto de agua está al 60 por ciento y que hay zonas que no tienen servicio.
Del servicio de luz, en la colonia Francisco Villa los vecinos dijeron que la Comisión Federal de Electricidad no ha podido entrar a arreglar los postes, porque hay montones de basura y árboles que obstruyen la vialidad.
Otra zona donde no tienen luz es en la colonia La Poza, zona Diamante, y hay calles de la colonia Emiliano Zapata donde no cuentan con el servicio.
El servicio de transporte sigue cobrando por arriba de su precio normal. Durante la mañana hay más afluencia de transporte público, en la tarde noche es más escaso y hay personas que esperan por varios minutos para tomar un colectivo.
Sobre la venta de gas LP, en carburadora de la avenida Rancho Acapulco y en la colonia Garita ya están vendiendo, al igual que en la avenida Ruiz Cortines, por la subida de la colonia Santa Cruz.
Siguen instalados los módulos de atención médica en la ciudad, por parte de la Secretaría de Salud y por las farmacias particulares.

Siguen sin servicio 40% de usuarios, reconoce el director de la CAPAMA

Una semana después de que la alcaldesa Abelina López informó que el 40 por ciento de los usuarios no tenían el servicio, ayer la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco (CAPAMA) confirmó que sigue el problema en la misma proporción luego de los trabajos de reparación de los tanques de almacenamiento dañados por el huracán Otis a los que se refirió entonces la presidenta municipal.
El director de la CAPAMA, Hugo Lozano Hernández, informó en un boletín de prensa que hasta este martes en la tarde se tenía un caudal de 2 mil 585 litros por segundo, los cuales son enviados desde las captaciones Papagayo I, Papagayo II, Lomas de Chapultepec, Real Hacienda, así como el sistema El Quemado.
Aseguró que desde el 12 de noviembre, las colonias de la zona urbana que cuentan con el servicio son la parte baja del fraccionamiento Las Playas, Manzanillo, zona Centro, Fraccionamiento Hornos, Condesa (parte baja), Club Deportivo, la parte baja de Costa Azul, avenida Cuauhtémoc, Hogar Moderno, Las Brisas, Brisas Guitarrón, Joyas de Brisamar, Nuevo Centro de Población, Marina Brisas, Icacos (parte alta) y Alianza Popular.
En la zona conurbada, las colonias que cuentan con el servicio son la Emiliano Zapata, Postal tercera y quinta, Industrial, CNOP, Narciso Mendoza, Leyes de Reforma, Roberto Esperón parte baja, Ampliación La Mica, Porvenir en sus dos secciones, 2 de Febrero, Nabor Ojeda, Batalla Cardenista, Nopalitos, Coral, Las Parotas, Reclusorio, la parte baja de 5 de Mayo, Héroes de Guerrero. Ciudad Renacimiento, sector 1, está al 80 por ciento y sector 2 al 20 por ciento.
También informó que falta un 10 por ciento en el arreglo de la fuga registrada en el acueducto Papagayo II, que abastece a más del 50 por ciento de la población, y que se estima que se concluyan los trabajos en dos días. (Redacción).

 

Por segundo día consecutivo no hay servicio de Internet en varias partes de la ciudad

Siguen familiares la búsqueda de los marineros desaparecidos por Otis

Aurora Harrison

Familiares de capitanes y marineros siguen con sus brigadas de búsqueda. Unos se concentran en el malecón y otros pegaron fichas con las fotografías y características de los desaparecidos en postes del zócalo.
Este martes, en una visita a la Marina de Acapulco, ubicada en avenida Costera, en el fraccionamiento Las Playas, trabajadores dijeron que son nueve los compañeros que están desaparecidos, aunque no proporcionaron los nombres.
“Son varios los que están desaparecidos”, dijo el trabajador y mencionó que esos datos lo manejan “los jefes”, que a ellos no le dan esa información, pero entre los mismos compañeros el comentario es que “son varios”.
En el malecón están las tías, primos y conocidos del capitán del yate privado Vida, el joven Mauricio Adrián Bibiano Ochoa, que lleva 21 días desaparecido.
María Azucena Ochoa Santiago es tía del muchacho y dijo que a su sobrino lo siguen buscando, porque las autoridades de la Secretaría de Marina “no hacen nada, ninguno hace nada”.
“Nosotros, por nuestra cuenta, estamos buscando desde el otro día del huracán”, dijo la tía, quien mencionó que las autoridades de la Fiscalía General del Estado (FGE) los han citado, pero nada más para hacerles preguntas y no les dicen nada de la búsqueda.
Agregó que a los compañeros de su sobrino sí los encontraron con vida y que uno de ellos les platicó que cuando fue el huracán, Mauricio estaba al mando de la embarcación y después lo perdieron de vista, que ya no supieron de él.

Los desaparecidos del Lito

En los postes del malecón y el Zócalo están las fotografías de tres tripulantes de la embarcación Lito, que también están desaparecidos. Entre ellos, una joven de nombre Abigail Andrade Rodríguez, que trabajaba como hostess.
En las fotografías de búsqueda de Ulises Díaz Salgado, capitán del yate Litos, y de Fernando Parra, quien también trabajaba en la misma embarcación, se menciona que sus familiares no saben nada de su paradero y siguen buscándolos.
Aunque no hay fotografía, pero también están desaparecidos los tres tripulantes de la embarcación Tourbillón. Se trata del capitán Leonardo Leiro, los marineros Marco Antonio Cipriano y Alex David.
El lunes los familiares se manifestaron en el malecón, para exigir a las autoridades que sigan buscándolos.

 

En medio de la basura reabren en el
Zócalo puestos y pequeños negocios

Óscar Ricardo Muñoz Cano

A 20 días del huracán, este lunes reabrieron joyerias en el centro de Acapulco Foto: jesus Trigo

De la mano de vendedores ambulantes y pequeños comerciantes, las actividades económicas del centro de Acapulco retornan cierta “normalidad”, a casi 20 días del impacto del huracán Otis.
Lo anterior, pese a que aún se mantiene la falta de recolección y las actividades se desarrollan en medio de escombros, basura, lodo y olores pestilentes.
En un recorrido este lunes desde la calle Benito Juárez hasta Mina y Velázquez de León, atravezando el zócalo, se observó que muchos de los comercios importantes se preparan ya para su reapertura, a la par que los vendedores ambulantes recuperaron la calle y ofrecen ya su mercancía.
Mientras, ya abrió la sucursal del centro de los restaurantes Amigo Miguel, en Benito Juárez, en contra esquina, la tienda Neto y su personal ya trabaja para la reapertura.
Ello, teniendo como escenario de fondo los restos de la otrora Casona de Juaréz, que terminó de destruirse con el paso del huracán.
Salones de belleza, misceláneas y tiendas de abarrotes, como Los Muchachos, y otros comercios ya están abiertos, incluyendo el café internet sobre la calle Hidalgo.
En la plancha del zócalo, en el restaurante La Casa de los Abuelos se instaló el módulo de atención de la Secretaría del Bienestar federal, y ahí ya es visible la presencia de vendedores ambulantes, principalmente de comida.
Más adelante, ya sobre la calle Cuauhtémoc, personal de la tienda Woolworth trabaja en su limpieza.
–¿Saben cuándo van a abrir la tienda o el restaurante? –se les preguntó.
“No, no temenos fecha, pero ya estamos trabajando. Estamos limpiando, a ver cuánto nos toma”, aseguró uno de los trabajadores, que acarreaba basura del interior del restaurante hacia la calle.
Mientras tanto, negocios como la sucursal de la zapatería Giovanna, en Roberto Posada, ya ofrece su mercancía a la gente desde hace un par de días y en contra esquina, la tienda Súper Che hace lo propio, con presencia de elementos de la Guardia Nacional.
Es visible la presencia de vendedores ambulantes sobre las aceras de avenida Cuauhtémoc, que van desde los que venden dulces y accesorios de celulares, hasta los que venden ropa y detalles de ferretería.
Más adelante, a la altura del Centro Joyero, ya abrieron algunos puestos colocados en su perifería, al igual que taquerías, tiendas de regalos y de manualidades, así como algunas ópticas.
Llegando hasta Francisco Javier Mina, esquina con Velázquez de León, el popular Café Wadi también se prepara para su reapertura.
“Venimos desde ayer (domingo) a limpiar. Temenos luz, pero no toda. Tenemos dos líneas, pero una aún no sirve”, dijo la encargada, señalando que tampoco tiene una fecha límite para dar servicio. “Si quiere darse una vuelta mañana (martes), quizás ya estemos en servicio”.
Cuestioanda sobre las afectaciones sufridas por el negocio tras el impacto de Otis, comentó que “aquí, gracias a Dios, no pasó nada, sólo fue lo de la basura”, señalando hacia la calle, donde se amontonan decenas de bolsas y escombro desde hace días.

 

Esperan 10 horas las despensas de la Marina 800 personas de ocho colonias pero no llegan

Los vecinos se congregan en la calle del Rastro, en La Sabana, porque hace una semana los marinos anunciaron que regresarían este martes a la segund segunda entrega. Llevan sombrillas, bancos y sillones

Daniel Velázquez

Unas 800 personas se congregaron en la Calle del Rastro, en La Sabana, para esperar la segunda entrega de la canasta básica de la Marina, y estuvieron ahí 10 horas, desde la 9 de la mañana hasta las 7 de la tarde.
La fila de personas de congregó desde la tienda Oxxo, que está en la entrada de la Calle del Rastro, hasta la calle Amín Zarur, frente a la tienda Novedades Nahomi.
Las personas formadas venían de las colonias El Rastro, Manantiales, 5 de Mayo, Canuto Nogueda, Mártires de Cuilapa, La Sabana, Rufo Figueroa y La Máquina.
Los vecinos llevaron sombrillas, bancos y sillones para esperar la despensa, pero nunca llegó el camión de la Marina.
De acuerdo con testimonios de los vecinos formados, el martes de la semana pasada los marinos hicieron la primera entrega de despensas en ese lugar y no anduvieron casa por casa. Ahí, las personas se formaron y les dieron una papeleta color guinda, con los logotipos del gobierno federal y la Secretaría de Marina, la cual tiene 12 recuadros, cada uno correspondiente a una semana y les dijeron que volverían y deberían llevar esa papeleta, para entregarles otra vez una despensa.
La mecánica de entrega de las despensas en esta parte del municipio fue diferente a como ocurrió en la colonia Nueva Generación, también de La Sabana, donde con un megáfono los marinos pedían que un integrante de cada familia estuviera en la puerta de su casa para recibir la despensa y se entregaban sólo a quienes ya habían sido censados por los “servidores de la nación”.
En El Rastro, los vecinos se quejaron de que la semana pasada, cuando vino la Marina por primera vez, no todos se enteraron y por esa razón no todos tienen la papeleta color guinda, que estaban en la fila porque las despensas son ayuda humanitaria y no pueden estar condicionadas a tener o no un papel, porque todos los vecinos de Acapulco son damnificados, porque no hay alimentos en las tiendas y lo que hay está más caro.
Una vecina formada en la fila contó que la semana pasada, los marinos llegaron a la 1:15 de la tarde y empezaron a repartir a la 1:40 de la tarde, que les dijeron que esta semana volverían entre 3 y 4 de la tarde a realizar la segunda entrega.
La mayoría de los vecinos contaron que llegaron desde las 9 de la mañana a formarse, sólo una persona dijo que llegó desde las 6 de la mañana y otro que desde las 7, por lo que estuvieron 8, 9 y hasta 10 horas de pie, formados bajo el sol en espera de los marinos, que nunca llegaron.
A las 2 de la tarde había unas 800 personas formadas y a las 5 de la tarde la fila disminuyó a unas 150 personas. A las 6 de la tarde sólo quedaron 21 vecinos.
Las personas informaron que el lunes por la noche, un camión del Ejército subió a la colonia El Rastro y entregó despensas casa por casa, que entregaron una papeleta color verde, pero el problema fue que no entraron a los andadores, sino que fueron por la avenida principal y por eso no todos alcanzaron, que en la parte alta, en Los Manantiales, tampoco alcanzaron despensas porque a los militares se les acabaron las despensas y las papeletas.
Al lugar llegaron integrantes de la asociación civil Anarcho Acapulco, a preguntar qué esperaban, los vecinos dijeron que a la Marina que quedó de entregar despensas y los integrantes de la asociación contaron que en la Sinaí estaba también una fila de gente esperando despensas, que ellos sólo tomarían nota de que hacía falta entregar ayuda en esa colonia, luego, un vecino intervino y empezó a decir que sí hay ayuda del gobierno federal y que eso que hacían era amarillisno. Los vecinos lo callaron, le dijeron que pedían despensas y que la Marina no llegaba.
A las 4:09 de la tarde, sobre la avenida Lázaro Cárdenas pasó un camión tortón de la Marina y los vecinos les hicieron señas. Uno de los marinos hizo un gesto con sus manos de que no había nada.
También, a esa misma hora, llegó una camioneta estaquitas con comida preparada y se puso a repartir a los vecinos que estaban en espera de las despensas. Era caldo de pollo con arroz y tortillas. Uno de los encargados dijo que son originarios de Ayutla de los Libres, que fue iniciativa de ellos venir a ayudar a Acapulco con comida preparada, agua embotellada y agua de sabor, calzado y ropa usada, que todo fue producto de donaciones de sus vecinos y de familiares que están en Estados Unidos. Este martes repartieron alimentos en La Sabana.
Los vecinos de Ayutla que se organizaron son de las colonias Reforma, San José y La Hacienda, para el reparto en Acapulco les prestaron la camioneta y se organizaron Ezequiel, Alina, Celsa, Segio, Guadalupe, Marcial, Abad y Sergio, el grupo de ayuda no tiene nombre, pero pidieron que se les identificara como “ayutlecos con causa”, porque son muchas las personas que hicieron donaciones para que pudierna venir a entregar comida preparada.
Algunos de los vecinos formados tenían diablitos y carritos de las tiendas de autoservicio que fueron saqueadas después del huracán, del 25 al 28 de octubre.

 

Arrasó Otis con árboles y se llevó las casas, recuerdan vecinos de Infonavit Alta Progreso

Aurora Harrison

Vecinos de la colonia Infonavit Alta Progreso y de la Panorámica, dijeron que el huracán Otis se sintió como un “remolino”, que además de arrasar con los árboles, se llevó los techos de lámina y casas.
En las calles principales de ambas colonias se vieron este lunes montones de basura, láminas y árboles que reducen la circulación; aunque varios ya fueron podados por autoridades estatales y del municipio, muchos aún están en la calle.
“Estuvo muy feo. Nosotros estuvimos mirando por medio de las ventanas de la casa y hacía como un remolino el aire, de la vecina venía toda la madera de su casa y caía en mi casa”, dijo este lunes pasado la señora Ruth, de la colonia Panorámica.
Agregó que “nunca pensó que iba a pasar esto. Pensé que iba a ser más calmado, pero no, creo que fue peor que Paulina, porque hubo más daño en las casas”.
“Todas las casa quedaron sin techo porque se voló la lámina y hay unas que se ve que no quedaron casas”, platicó la señora, que mencionó que ella, como a las 2 de la madrugada se salió de su casa y se refugió en la de la vecina, que es de concreto.
Dijo que tiene 62 años viviendo en Acapulco y no había pasado un huracán categoria 5, mencionó que con Paulina fue mucha lluvia “pero éste fue poca agua y mucho viento, era un remolino”.
“Hubo mucho grito, llanto. Como ya estaba todo oscuro, se oía el murmullo de personas que clamaban a Dios. Muchos nos pusimos orar que el viento se llevará donde no había personas”, dijo.
En la Alta Progreso, segunda etapa en el edificio 2 A, también se cimbró el edificio, además de que rompió vidrios y despejó la herrería de los departamentos.
“Fue muy feo. Personas que viven en la parte de abajo decían que el edificio se estaba moviendo como si se fueran a caer, pero yo estaba debajo de una mesa y otros vecinos decían que estaban en el baño, con el temor de que alguna lámina nos degollara”, platicó César Salazar.
Agregó que en la mayoría de los departamentos las ventanas están rotas, “como estamos frente al mar fue más fuerte, fue un viento que nunca lo había sentido de esa manera, fue demasiado duro y otras personas estuvieron en la histeria. Creo que aquí habrá más enfermedades de presión alta y del corazón”.
Vecinos piden a las autoridades que vayan a recoger los residuos sólidos, porque llevan 20 días, y además del mal olor pueden causar enfermedades en los niños y los adultos mayores que viven en esa colonia.

Comenzó su parto horas después de Otis, relata vecina de la Ampliación 5 de Mayo

Daniel Velázquez

Sarahí Lizbeth Godínez Hernández parió el 26 de octubre, a la 1 de la tarde, los dolores de parto le comenzaron a las 10 de la noche del miercoles 25 de octubre, unas horas después del paso del huracán Otis.
Vive en la calle Profesor Juan Matías, de la colonia Ampliación 5 de Mayo, la parte alta, por lo que salir de su casa después del paso del huracán fue difícil, porque tuvo que hacerlo caminando, pues no había transporte. Fueron dos horas a pie, hasta llegar a la avenida Lázaro Cárdenas, la avenida principal, acompañada de su mamá y su hermana. Estuvieron hasta la medianoche esperando transporte, sin éxito, por lo que pidieron ayuda a una patrulla, no saben si era de la Policía Municipal, Ejército, Marina o Guardia Nacional.
La patrulla las llevó al hospital Donato G Alarcón, donde no las quisieron recibir. Un guardia que estaba en la puerta les dijo que se fueran, que ahí no había nadie, “estaba todo oscuro”. La misma patrulla las llevó al hospital El Quemado y allá “tampoco había luz, ni doctores, sólo estaban dos pasantes” y les dijeron que se fueran que no las podían atender, pero después de insistir, recibieron a Sarahí Lizbeth Godínez.
Fue hasta la 1 de la tarde del 26 de octubre que nació su hija, y a las 5 de la tarde de ese mismo día, la dieron de alta, “no querían tener a nadie en el hospital, no tenían luz ni agua”, contó su mamá Agustina Hernández Romero.
El regreso a su casa fue más complicado, la dieron de alta recién parida y no había transporte. Tardó siete horas en llegar, al salir del hospital de El Quemado, caminó un poco con su hermana pero luego pidieron aventón, pero debido al intenso tráfico que había en la zona sólo avanzaron un tramo y después volvieron a caminar.
Después las auxilió una patrulla, que las acercó hasta el bulevar Vicente Guerrero, y ahí encontraron un taxi que las trajo hasta el monumento a Lázaro Cárdenas y a partir de ahí todo el trayecto fue a pie, “veníamos despacio, pues ella acaba de dar a luz y no podía caminar recio”.
Llegaron a su casa a medianoche. Sarahí Lizbeth Hernández no ha decidido qué nombre ponerle a su hija. Ella permanece dentro de un pabellón, donde amamanta a la bebé.
La casa de doña Agustina Hernández también fue afectada por el huracán Otis, pues el viento se llevó las láminas de su casa. Lo que hicieron fue recuperar láminas de las que arrastró el aire, para reutilizarlas y contar con sombra para refugiarse del sol. Fueron dos días buscando láminas y dos días para colocarlas.

 

Luego de 20 días de Otis, falta agua, siguen la basura y escombros y falla el Internet

Redacción

A 20 días del impacto del huracán Otis, todavía no se restablece el servicio el agua potable en la ciudad y siguen los montones de basura y escombros en avenidas y calles de la ciudad, aunque ya se ve menos en la avenida Costera.
Todavía hay algunas colonias o calles sin energía eléctrica, pero cada vez más zonas de la ciudad ya cuentan con el servicio, aunque durante todo el día la señal de Internet fue intermitente en varias zonas de la ciudad y por la noche de plano se interrumpió, como ocurrió en el centro de Acapulco.
Este lunes, antes de las 9 de la mañana, había cinco camionetas de la CFE en la calzada de la carretera México-Acapulco, en dirección a Las Cruces, frente a la gasolinería.
Alrededor de las 11 de la mañana, varias camionetas de la CFE estaban detenidas en la avenida Cuauhtémoc, por El Roble, y otras dos frente al parque Papagayo, reparando algunos postes.
A las 2 de la tarde, dos camiones estaban cerca de la Plaza de la Tecnología, y a las 7 de la noche había unas cinco camionetas de la CFE en la calzada de la carretera México- Acapulco, antes de llegar a la colonia Los Lirios, y a las 9 de la noche se restableció la luz en calles cercanas a La Cima, contaron vecinos.
Desde Las Cruces a La Cima toda la carretera estaba oscuras este lunes por la noche, no hay alumbrado público y algunos montones de basura y tierra, en el sentido hacia el Centro, que representan un riesgo para los automovilistas. Sólo se vio una lámpara con luz en la gasolinería Los Lirios, otra por la colonia Vicente Guerrero y algunas casas con luz cercanas a esa zona de la vía.
En la colonia Jardín, en sus tres secciones, todavía no había luz este lunes por la noche, ni tampoco agua potable.
En la calzada Carretera Federal México- Acapulco, en el sentido hacia la Y Griega, había este lunes montones de basura y ramas. También en la Cuauhtémoc, frente a la Firestone, había tierra y escombros, así como en Farmacias Similares, la guarderia del Colegio Español y la entrada a la calle Plan de Ayala.
El gobierno municipal informó que hubo brigadas de limpieza de las distintas áreas operativas, que hicieron labores de barrido fino y recolección de desechos en franja turística.

 

La atención para su hemodiálisis es inadecuada, se quejan pacientes renales

Derechohabientes con enfermedades renales del IMSS, se quejaron de la inadecuada atención que reciben en la clínica privada de hemodiálisis Santa Lucía, subrogada por el instituto, donde tienen que esperar en la calle, entre el polvo y la basura que hay.
La clínica, ubicada en la esquina de la calle Vasco Núñez de Balboa y Sebastián Vizcaíno, tuvo fuertes afectaciones en su fachada, de donde se rompieron los vidrios de las ventanas y desde la calle se aprecian los consultorios. Se observó a trabajadores retirando escombros.
En la calle, unas 40 personas, entre familiares y pacientes que necesitan una hemodiálisis, esperan entre el polvo, la basura y los escombros que dejó el impacto del huracán Otis.
La señora Azalia de la Rosa de los Santos, procedente de la colonia Generación 2000, llevó a su esposo a recibir el tratamiento a la clínica privada Karin, ubicada en la avenida Santa Cruz, que quedó destrozada y sin poder dar el servicio.
Dijo que luego del impacto del huracán y los daños que provocó en la ciudad, durante una semana su esposo no recibió el tratamiento que le corresponde, debido a que en el hospital Vicente Guerrero el servicio está saturado.
Pero dijo que en la clínica privada la demanda es bastante, que la gente llega desde las 2 de la madrugada para pasar primero al nosocomio, que cuenta con 28 aparatos, “está oscuro aquí (en la calle), porque no hay energía eléctrica”.
La mujer denunció que a pesar de estar formada, a la clínica llega gente no está en la fila y entra para recibir el tratamiento, sin respetar su turno, pues llegaron antes y esperan su pase.
Además, dijo que sólo le están dando dos horas de tratamiento a los pacientes subrogados, cuando el tratamiento habitual es de tres horas.
Comentó que en otras clínicas, como Papagayo, el servicio pasó de costar mil 200 a 2 mil 500 pesos, lo que se le hace injusto, porque la necesidad es bastante y más por la actual emergencia. (Jacob Morales Antonio).

 

Promueven vecinos y comerciantes la reactivación en calles cerca de la Costera

Óscar Ricardo Muñoz Cano

Mientras los trabajos de limpieza sobre la avenida Costera van avanzando, en calles secundarias apenas a un lado, como la Cristóbal Colón, cerca de Galerías Acapulco, la situación es distinta: grandes montones de escombros y basura, así como el abandono, aún son la regla.
No obstante, y de la mano de los propios vecinos y comerciantes aledaños, en los últimos días la situación pretende mejorar.
Durante un recorrido este viernes al mediodía, se pudo observar que entre las calles Wilfrido Ruiz Massieu y Doctor Ignacio Chávez, la Cristóbal Colón luce con poca gente, con decenas de negocios cerrados y casas solas, pero con algunos atisbos de la búsqueda de la normalidad.
Así, desde la calle Ignacio Chávez, que hace esquina con avenida Universidad, a partir de la CFE, negocios como lavandería Speed Wash o una estética ya ofrecen sus servicios.
Más delante, pasados los escombros de lo que fue la cancha de futbol rápido de la Universidad Americana, empleados del afamado restaurante Buzo’s ya iniciaron la limpieza del lugar, asegurando que pretenden abrir lo más pronto posible.
“Estuvo cabrón lo que pasó”, dijo uno de ellos, “pero pues ya hay que trabajar, si no, no hay para comer”.
A continuación, hospederías como Suites Vicky ya limpiaron su frente, al igual que el hotel Tulipán, aunque continúan arrojando escombros a la calle.
En una esquina, mientras la tienda de impermeabilizantes ya trabaja, personal del súper Neto inició con los trabajos de limpieza y aunque rechazaron dar declaraciones, adelantaron que están a la espera de que les informen para cuándo van a abrir, indicando que en su caso no hubo tantos destrozos.
Una cerrajería, un negocio de copias fotostáticas, donde en ambos casos sus encargados celebraron que no hubo saqueos, y la popular lonchería La Tiendita ya están de regreso.
Ahí, media decena de comensales ya degustaban alimentos calientes tras el huracán.
A la par, en el edificio amarillo contiguo, en el que se encuentran despachos y consultorios, estaba sin actividad mientras que el edificio gris, enfrente, el laboratorio clínico y un consultorio de oftalmología ya estaban abiertos y ofreciendo servicio.
Un grupo de vecinos, de un negocio cercano señalaron, que la gente del antiguo Edificio Trébol, ya en esquina con Ruiz Massieu, y donde hay consultorios de médicos especializados, contrató un camión para que sacara su escombro, lamentando que el Ayuntamiento aún no haya podido traerles equipo para avanzar con la limpieza de las calles.
Mientras, la papelería La Crayola ya cambió de giro y ahora vende tacos de cochinita, y el auto lavado El Manguito ya abrió sus puertas para trabajar, negándose a comentar sobre cómo es que ya tiene agua.
En las calles cercanas, Segunda de Cristóbal Colón, Tercera de Cristóbal Colón y las demás, el movimiento es mayor, a pesar de los escombros y la insalubridad; prácticamente la actividad comercial ha regresado en medio de la basura que se acumula desde el impacto del huracán.
Ahí, desde la tortillería, la barbería, la ferretería y hasta el puesto de reparación celulares, que están en el callejón que dirige a la gente hasta la avenida Cuauhtémoc, están abiertos, al igual que el popular callejón del antojo, donde varios negocios ya abrieron y hasta están buscando meseras, cocineros y repartidores. Tal es el caso de La Sazón de Alina.
Más atrás, en otra de las cerradas, se encuentran los Laboratorios Medimagen que ya está en operación. Éste ya opera de 8 de la mañana a 2 y media de la tarde, ofreciendo promociones especiales debido al huracán.

 

El parque Papagayo está devastado en sus casi 220 mil metros cuadrados luego de Otis

Afectaciones que dejó dentro del parque Papagayo el paso del huracán Otis Foto: Carlos Carbajal

Óscar Ricardo Muñoz Cano

Debido al impacto del huracán Otis sobre el puerto de Acapulco, el parque Papagayo quedó devastado, a tal grado que es posible mirar de extremo a extremo el lugar y sus casi 220 mil metros cuadrados de superficie.
Este jueves por la tardem y en un breve recorrido, se observó que cientos de árboles, palmeras y arbustos fueron arrancados del suelo por la violencia del huracán, dejando una superficie totalmente llana, plagada de escombros y basura.
Aun así, se puede ver desde la avenida Costera a la avenida Cuauhtémoc, el otro extremo, donde La Piñata continúa milagrosamente en pie.
Del mismo modo, es posible ver los restos del galeón sobre el ahora fangoso lago, así como el cerro que albergó al restaurante El Nido, desaparecido por la fuerza del huracán y, a su alrededor, todavía es posible ver algunas iguanas y hasta aves buscando comida entre los escombros.
Adiós a los árboles frondosos, las flores coloridas y los animales que el parque tuvo. Adiós al otrora llamado “pulmón verde” de Acapulco.
Además, a esta destrucción se suman las toneladas de escombro que se depositan en sus calles aledañas, Juan Sebastián El Cano y Manuel Gómez Morín, donde están sus oficinas y que sí está abierta a la circulación.
De hecho, es por esta calle por donde se entra y sale gente para laborar en las tareas de limpieza del parque, ya que el resto de los accesos al parque están cerrados.
De manera aislada se pudieron ver algunas cuadrillas de trabajadores, unos limpiando del lado de Cuauhtémoc y los más del lado precisamente de Gómez Morín.
Antes, por la mañana y hasta la tarde, se pudo observar cómo una grúa retiraba escombros metálicos de donde estuvo el roller, sobre la avenida Costera.
No obstante, el gobierno estatal a través de diversos comunicados informó que desde hace algunos días se trabaja en la limpieza del lugar.
No fue posible hablar con su director, Abel Luvio Villanueva, quien a decir del guardia de la entrada en Gómez Morín, no se encontraba en el lugar, pero aseguró que las oficinas del parque están funcionado, al igual que las oficinas del ISSSPEG, cuyo personal, añadió, no acudió este jueves a trabajar pero que montará guardias más adelante.
También fue posible observar a algunos concesionarios que ya iniciaron la limpieza de sus restaurantes, ubicados sobre ese mismo lado del lugar.
El parque, cuyo nombre oficial es Ignacio Manuel Altamirano, recién fue objeto de una millonaria remodelación.
Fue en 2019 que el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la remodelación del parque en el que, finalmente, se invertirían 460 millones de pesos, 40 por ciento gobierno del estado y 60 por ciento gobierno federal.
En octubre de 2021 el presidente entregó la obra.

Los escombros y desechos sólidos siguen en las avenidas y el alumbrado público no sirve

Acumulación de basura en el camellón de la avenida Costera frente al condominio Los Cocos Foto: Jesús Trigo

Jacob Morales Antonio

En la Costera, avenida Cuauhtémoc, Farallón, viaducto México-Acapulco y el bulevar Vicente Guerrero, hay decenas de escombros, y desechos sólidos que no han sido retirados como en el acceso de la colonia Benito Juárez.
A pesar de que el servicio eléctrico se restableció en las principales avenidas de la zona, el alumbrado público no sirve en algunas partes.
En un recorrido por la Costera, desde el fraccionamiento Las Playas hasta La Diana, y la avenida Farallón, se observó en las banquetas y en partes de las avenidas la acumulación de escombros, que incluyen anuncios de aluminio, plásticos, vidrios, cancelería de aluminio de ventanas y hasta tinacos aplastados.
En montones aún se pueden ver los escombros y tierra, y en algunas partes de estas avenidas hay desechos sólidos, que todavía no despiden olores nauseabundos, mismos que, al parecer, fueron tirados recientemente, porque desde el lunes se observó una intensa jornada de limpieza de trabajadores, que con apoyo de camiones pesados retiraron la basura que apestaba.
Sin embargo en la avenida Cuauhtémoc, desde el centro de la Ciudad y su continuación como viaducto México-Acapulco, además de los escombros que hay en frente de los locales y negocios, hay basura que huele feo, como la montaña que se ha formado en la lateral de la avenida, saliendo del Maxitúnel, en dirección a las Cruces; así como en la intersección con la avenida Farallón, donde prácticamente la basura ocupa un carril en el sentido al centro.
Un poco más adelante, en la esquina con la avenida Rancho Acapulco, se observa la misma imagen y solo en la entrada de la colonia 20 de Noviembre la montaña de basura fue retirada. Ahí, se observó a personal de la Comisión Federal de Electricidad realizando trabajos de reconexión de los cables.
Al bajar de La Cima hacia las Cruces, unos metros antes de llegar a la entrada de la colonia Benito Juárez, hay una gran fuga de aguas negras, que ha generado que en el pavimento se formen baches. En esa área también hay escombros y basura amontonada.
En la entrada de esa colonia, un carril y medio del viaducto, en el sentido hacia el centro, está ocupado por desechos sólidos. Al pasar, el olor nauseabundo es insoportable.
Bajo el puente del trébol de las Cruces se observó que la basura acumulada estaba siendo retirada por trabajadores, con la ayuda de un camión de volteo.
A lo largo del bulevar Vicente Guerrero también se pueden observar zonas donde la gente sigue amontonando la basura, y el lodo continúa, en las laterales, en el sentido hacia el centro, frente a la Unidad Médica del IMSS de la Zapata y al Hotel Quatros, en la esquina con la calle 14 de la Zapata, al igual que en la esquina de la avenida El Quemado, entrenado a la Central de Abasto.
Por las noches, a pesar de que en todas las avenidas el servicio se ha restablecido, porque hay casas y negocios con focos prendidos durante la noche, las lámparas de los camellones, que son parte del alumbrado público, no funcionan y lo que ayuda por momento a las personas es la luz de los automóviles que transitan.