Permanecen las huellas del impacto de Otis en las colonias Carabalí y Cuauhtémoc

Cables telefónicos tirados en la avenida Diego Hurtado de Mendoza Foto: Argenis Salmerón

Argenis Salmerón

Cables tirados de teléfono, polvo, escombro en banquetas y baja señal de telefonía celular son los estragos que dejó el impacto del huracán Otis en las colonias Carabalí y Cuauhtémoc.
Los vecinos argumentaron que intensificaron la remodelación de sus casas, porque los “Servidores de la Nación” están verificando los avances de la reconstrucción.
En la avenida Diego Hurtado de Mendoza hay cables tirados de teléfono y de empresas de Internet, además de una polvareda.
En la calle Almendros hay cables de teléfono y escombros en la banqueta que sacan los vecinos que reconstruyen sus viviendas.
También hay polvareda y trozos de árboles que fueron colapsados por los fuertes vientos del huracán Otis.
Mientras que en las calles 10, 11, 12 y Santa Cruz hay escombros en las banquetas que obstruyen el paso de los peatones.
En la calle 10 hay montones de cascajo de construcción afuera de las casas y algunos montones de basura.
De igual manera en la calle 11 hay montones de escombro en diferentes puntos, además faltan lámparas en los postes de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
En la calle 12 se constató que también hay cables tirados inservibles de Telmex y de Izzi de más de 10 metros de distancia, así como montones de escombros.
Los vecinos se quejaron que todavía padecen los estragos del huracán Otis después de tres meses que azotó a Acapulco.
Coincidieron que recogen constantemente los desechos, sin embargo las personas siguen limpiando o reparando sus casas.
Indicaron que están redoblado esfuerzos para rehabilitar los daños de las casas, porque aseguraron que los “Servidores de la Nación” están supervisando los avances.
Manifestaron que es baja la señal de teléfono celulares de las diferentes compañías y cuando se va la energía eléctica se pierde la conexión.
Aseguraron que durante la rapiña después del huracán Otis, las personas se robaron los generadores de energía de las antenas que mandan la señal.

 

Aún hay daños a la vista producidos por el huracán Otis en la colonia Bellavista

Escombros y una barda colapsada desde el impacto del huracán Otis en calle 1 de la colonia Bellavista Foto: Aurora Harrison

Aurora Harrison

En la calle 1, 2 y 3 de la colonia Bellavista todavía hay muestras de los daños que causó el huracán Otis en la ciudad, el pasado 25 de octubre, hay polvo, cables de luz y de telefonía tirados, personas que se cambian de compañía porque no tienen Internet.
En la avenida Costera, hay negocios que siguen cerrados y otros están rehabilitándose a más de dos meses del huracán, escombros en esa zona son muy pocos; uno de los puntos donde todavía hay ramas tiradas de árboles es cerca de la estatua de Tin Tan, en el fraccionamiento Las Playas.
Uno de los restaurantes que en próximos días abrirá sus puertas es el de comida rápida que se encuentra frente a la plaza Galerías Acapulco, porque ayer había empleados haciendo labores de limpieza, las ventanas ya se pusieron nuevas y se pintó.
Hay embarcaciones que todavía están encalladas por playa Manzanillo y el Club de Yates.
La mañana de ayer en un recorrido por la colonia Bellavista, ubicada en parte media de la colonia Centro, por avenida Ejido, las calles 1, 2 y 3 hay árboles tirados, bardas colapsadas, cables de luz y de telefonía tirados sobre las banquetas.
En la calle una barda y pedazos de árboles que se cayeron con los fuertes vientos obstruyen un tramo de la banqueta, lo que provoca que las personas que caminen por esa calle, la cual no es muy transitada, tengan que caminar por el arroyo vehicular.
Por la calle 2, de la colonia mencionada y cerca de un templo hay cables que están tirados en la banqueta y otros que cuelgan pegados al poste, por esa calle había un pequeño acumulamiento de residuos sólidos, era menor a los primeros días que las calles estaban reducidas por la gran cantidad de bolsas de plástico.
En esa colonia el gobierno municipal e incluso algunos vecinos colocaron letreros de que no se permite dejar tirada la basura en algunos lugares, sin embargo, se hace caso omiso y hay personas que sí dejan las bolsas sobre la vía pública.
Los vecinos dijeron que el agua es tandeada, pero que también hay varias fugas que las reportan a las autoridades, e inclusive una está cerca de la Casa del Trabajador de CAPAMA, pero no la han atendido y sigue escurriendo el agua por la calle.
En el compactador que se encuentra en Hogar Moderno, por la planta tratadora de Aguas Blancas había una patrulla de la Policía Municipal cuidando que camionetas particulares no depositen de manera irregular su basura.
Por la colonia Centro, aunque el camión recolector ya está haciendo el campaneo en colonias ayer había algunos acumulamientos de basura por la calle 5 de Mayo, uno de ellos a unos metros de la Dirección de Registro Civil.
En esa zona los ciudadanos se quejan de que todavía hay polvo en las calles, porque hace falta que se haga un barrido fino, también se quejan de que algunos postes del alumbrado público las luminarias no funcionan y está oscuro.

 

La atención para su hemodiálisis es inadecuada, se quejan pacientes renales

Derechohabientes con enfermedades renales del IMSS, se quejaron de la inadecuada atención que reciben en la clínica privada de hemodiálisis Santa Lucía, subrogada por el instituto, donde tienen que esperar en la calle, entre el polvo y la basura que hay.
La clínica, ubicada en la esquina de la calle Vasco Núñez de Balboa y Sebastián Vizcaíno, tuvo fuertes afectaciones en su fachada, de donde se rompieron los vidrios de las ventanas y desde la calle se aprecian los consultorios. Se observó a trabajadores retirando escombros.
En la calle, unas 40 personas, entre familiares y pacientes que necesitan una hemodiálisis, esperan entre el polvo, la basura y los escombros que dejó el impacto del huracán Otis.
La señora Azalia de la Rosa de los Santos, procedente de la colonia Generación 2000, llevó a su esposo a recibir el tratamiento a la clínica privada Karin, ubicada en la avenida Santa Cruz, que quedó destrozada y sin poder dar el servicio.
Dijo que luego del impacto del huracán y los daños que provocó en la ciudad, durante una semana su esposo no recibió el tratamiento que le corresponde, debido a que en el hospital Vicente Guerrero el servicio está saturado.
Pero dijo que en la clínica privada la demanda es bastante, que la gente llega desde las 2 de la madrugada para pasar primero al nosocomio, que cuenta con 28 aparatos, “está oscuro aquí (en la calle), porque no hay energía eléctrica”.
La mujer denunció que a pesar de estar formada, a la clínica llega gente no está en la fila y entra para recibir el tratamiento, sin respetar su turno, pues llegaron antes y esperan su pase.
Además, dijo que sólo le están dando dos horas de tratamiento a los pacientes subrogados, cuando el tratamiento habitual es de tres horas.
Comentó que en otras clínicas, como Papagayo, el servicio pasó de costar mil 200 a 2 mil 500 pesos, lo que se le hace injusto, porque la necesidad es bastante y más por la actual emergencia. (Jacob Morales Antonio).

 

Sigue el abandono y deterioro luego de ocho meses en las oficinas centrales de la SEG

A ocho meses de la liberación de las oficinas centrales de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), ubicadas en la avenida Ruffo Figueroa en la capital, las instalaciones no han sido rehabilitadas y sigue su deterioro ante la falta de mantenimiento.
En un recorrido por las oficinas centrales, que El Sur hizo en compañía del secretario general de la delegación sindical D-III-(16)-02, Jorge Antonio Cisneros Salinas, se observó que las instalaciones no han sido limpiadas ni rehabilitadas, como se comprometió la SEG en febrero pasado.
Son cuatro los edificios que alojan las oficinas centrales de la SEG, que forman 12 áreas de la administración, hay documentos oficiales regados en el piso, sillas, computadoras, escritorios y almacenes cubiertos por una capa de polvo. Es lo primero que salta a la vista al ingresar a las instalaciones que fueron tomadas por la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) el 15 de abril de 2015, como apoyo a los padres de familia de los 43 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa desaparecidos.
Desde esa fecha, las oficinas no han recibido el mantenimiento correspondiente, aunque en distintas áreas hay lámparas que iluminan parte de la penumbra en las instalaciones, lo que significa que por lo menos este servicio no ha sido suspendido, contrario al del agua, por problemas en las tuberías.
El aire se vuelve denso conforme se avanza entre los pasillos de las instalaciones hasta llegar al sótano, donde debido a inundaciones la humedad dificulta la respiración y es evidente el moho en el piso, mientras que en la explanada y las áreas verdes de las instalaciones, creció maleza, otro signo del abandono en el que se encuentran.
De acuerdo con Cisneros Salinas, la SEG no ha hecho nada por rehabilitar las oficinas centrales, pese que tiene un convenio con la empresa Seguridad y Limpieza (Selim). Aunque hay guardias de seguridad de manera permanente en las instalaciones, ningún trabajador ha sido enviado para comenzar con los trabajos de limpieza que fueron prometidos como primer paso.
Señaló que en lugar de comenzar con las acciones de mantenimiento, trabajadores de la Unidad de Asuntos Jurídicos, la Dirección General de Administración de Personal, la Subdirección de Pagos y la Subsecretaría de Planeación, acudieron para extraer documentos oficiales y mobiliario en buen estado, que fueron enviados a las oficinas alternas de las áreas ubicadas en distintos edificios y casas particulares en las colonias Tribuna Nacional, 20 de noviembre, Infonavit y la avenida Miguel Alemán, en la capital.
Las oficinas centrales de la SEG fueron liberadas por trabajadores de base el 13 de octubre de 2016, ese día el director general de Recursos Materiales, Jaime Camp Ramírez, dijo que era necesario limpiar las instalaciones y fumigar las áreas verdes, debido al deterioro causado por la falta de mantenimiento, acciones que se llevarían a cabo en un mes y medio, pero no ocurrieron.
El 3 de febrero pasado, el coordinador de Investigación y Estudios de Postgrado de la Unidad Académica de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), Roberto Arroyo Matus, presentó ante los trabajadores de las oficinas un proyecto que le fue comisionado por la SEG, al respecto de la rehabilitación de las instalaciones.
De acuerdo con Arroyo Matus, las oficinas centrales fueron construidas antes de 1985, por lo que ya no cumplen con las normas vigentes de la estructura de los edificios y recomendó demoler uno de ellos, que tiene daños que podrían poner en riesgo a los trabajadores, pero a la fecha la SEG no ha hecho ninguna acción para rehabilitar las instalaciones y tampoco siguió las recomendaciones hechas por el universitario.