Ramón Gracida Gómez
La sociedad civil debe tener un espacio permanente en los comités estatal y municipales de Acapulco y Coyuca de Benítez de protección civil, propusieron los representantes de asociaciones que asistieron ayer a la reunión convocada por la organización Guerrero es Primero para revisar la reconstrucción después del huracán Otis.
Al acto que se llevó a cabo en una sala de la Universidad Loyola del Pacífico, acudieron integrantes de distintas dependencias de gobierno estatal y municipal y agencias internacionales como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
En un comunicado, Guerrero es Primero y los participantes plantearon que “hoy estamos en un momento caracterizado por la necesidad de trabajo permanente y colaborativo, de previsión y prevención ante riesgos por posibles fenómenos naturales, y por la esperanza fundada de un nuevo Acapulco y Coyuca y sus sueños”.
“Pasar de la emergencia a proyectos y programas de desarrollo, pero no igual al de antes de Otis, sino que sigamos realizando acciones colaborativas para prevenir riesgos en Acapulco y Coyuca”, propusieron.
Indicaron que en la reunión de ayer “revisamos el trabajo realizado por todos y todas e identificamos qué y cómo estamos implementando acciones de reconstrucción, en especial las relacionadas a la gestión integral de riesgos y a la promoción de la organización de las comunidades”.
A partir de “una revisión autocrítica de las acciones de respuesta al huracán, ubicamos dónde las estamos en Acapulco y Coyuca y permitiendo a su vez la posibilidad de identificar a actores estratégicos o aliados clave para conjuntar esfuerzos, así como los mecanismos de articulación que podrán sostener la vinculación y la acción”.
En el comunicado se reconoce “las amplias formas de adaptación local frente a los impactos del cambio climático, como la decisión de las comunidades urbanas y rurales para organizarse en prevención y combate de incendios forestales; la actualización de actores locales en prácticas para la restauración de suelos y reforestación de zonas afectadas, el saneamiento de cuerpos de agua, y de la generación y análisis de datos del calentamiento del mar como alertas tempranas ante posibles fenómenos hidrometeorológicos”.
Asimismo, “el tener planes para saber qué hacer ante dichas alertas, y otras capacidades adquiridas para la gestión de riesgos; la importancia de atender la salud mental de las víctimas de desastres naturales, la seguridad alimentaria y la transición agroecológica en el campo, y la construcción de paz, cultura, memoria histórica, entre otras iniciativas”.
Los participantes invitaron “a las autoridades responsables de la recuperación y reconstrucción, así como a las instituciones públicas coadyuvantes a un diálogo permanente, constructivo y colaborativo, convocatorias, consejos, convenios y todo lo que sume a la construcción del andamiaje institucional necesario”.
“Proponemos que la sociedad civil tenga un espacio permanente en los Comités Municipal y Estatal de Protección Civil, y que construyamos modelos de escucha de la población para que se involucren en la planeación”.
El comunicado avisa que la próxima reunión será el próximo 25 de octubre de 2024, cuando se cumple el primer año del paso de Otis, “para analizar nuestras lecciones aprendidas y los resultados obtenidos; compartir nuestros aprendizajes por un Acapulco y Coyuca mejores y finalmente para consolidar la red permanente de colaboración social ante tiempos de cambio climático en México”.
Asistieron la secretaria de Fomento y Desarrollo Económico del estado, Teodora Ramírez Vega, y representantes de la Secretaría de Gobernación (Segob), la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural de Guerrero (Sagadegro), el director de Ecología municipal, Jesús Castillo Aguirre, y el coordinador del Programa de Apoyo a la Reducción de Riesgos de Desastres del PNUD en México, Xavier Moya García.
También el párroco de La Sabana, Jesús Mendoza Zaragoza; el biólogo marino Juan Barnard Ávila; el director del grupo teatral La Gruta, Manuel Maciel Campos y la universitaria Rosa María Gómez Saavedra, entre muchos otros.
Acudieron integrantes de Unesco México, de distintas escuelas de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi), la Fundación Sertull, Transparencia Mexicana, Cáritas, Red de Mujeres Agraristas, Plataforma Acapulco, Reforestamos México y Habla Bien de Aca.