Se encuentra cerca otro ataque de La Familia Michoacana, advierten vecinos de El Durazno

Emiliano Tizapa Lucena

Chilpancingo

La comisaria municipal de El Durazno, en la sierra de Coyuca de Catalán, Azucena Rosas García, exigió al presidente Andrés Manuel López Obrador y la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) que combatan a La Familia Michoacana, porque dijo que presuntos integrantes de este grupo del crimen organizado se mantienen en la localidad de La Laguna, a una hora y media de camino y temen vecinos de varios ejidos ser atacados.
El pasado miércoles, Azucena Rosas García pidió la presencia de más militares para resguardar a El Durazno, porque argumentó que recibieron la alerta de los habitantes de la localidad de El Pescado, de que hombres armados integrantes del grupo delictivo la Familia Michoacana a bordo de 13 camionetas se dirigían hacia su comunidad, además de que otros más a bordo de 40 camionetas estaban en Las Mesas del Guayabo, otro asentamiento cercano.
Este domingo consultada al respecto vía telefónica, la comisaria informó que la población realiza sus actividades con miedo, ante los reportes de que los hombres armados se encuentran a una hora y media de distancia en vehículo o cuatrimoto.
Dijo que a pesar de que está en El Durazno una base mixta de seguridad, con militares y policías ministeriales de la Fiscalía General del Estado (FGE) la gente “piensa que en cualquier momento van a llegar (los hombres armados)”.
Sostuvo que las familias que tienen sus terrenos de cultivo dejaron de acudir para sus cuidados o cosechar, y sólo las mujeres salen de la localidad serrana a revisar sus sembradíos.
Mencionó que los vecinos de otros ejidos como San Antonio de la Tejas, Corrales, Carrizal, Río Frío y Guajes de Ayala temen que los integrantes de la Familia Michoacana entren “a los pueblos y pase lo mismo que en El Durazno”, el pasado 10 de diciembre cuando fueron asesinados siete pobladores, entre ellos un menor de 15 años.
Azucena Rosas García afirmó que una razón de la incursión de los integrantes del grupo delictivo –que tiene su bastión en la Tierra Caliente de Guerrero y Estado de México– es quedarse con su ejido que es rico en madera y agua, “no solamente en El Durazno, en el San Antonio de la Tejas y El Carrizal hay varios ejidos que tienen madera, toda la sierra está llena de madera de distintos tipos”.
Lo que más se vende legalmente es el pino, sobre todo el ayacahuite mencionó la comisaria, y aseveró que antes del ataque de diciembre pasado, a los pobladores de El Durazno este grupo delictivo les pedía cuotas, “la gente se negó a pagar las cuotas, entonces ahora quieren todo, que nos salgamos”.
Dijo que a pesar de las amenazas para que huyan del lugar, los pobladores se niegan a hacerlo, “si toda la vida de aquí somos, no conocemos otra vida, aquí hemos estado y aquí nos vamos a quedar, nos dicen (los vecinos) de que nos vayamos a morir a otro lado, mejor nos vamos a morir aquí”.
La comisaria mencionó que El Durazno, ubicado en el corazón de la sierra, tiene salida hacia la Costa Grande y Tierra Caliente de Guerrero, también tiene acceso a un camino olvidado y construido hace años que conecta a las comunidades ubicadas en lo más alto de la sierra, desde Vallecitos de Zaragoza, en Zihuatanejo, hasta Filo de Caballos, en el municipio de Leonardo Bravo (Chichihualco), zona estigmatizada históricamente por el estado como de alta producción de amapola.
Mencionó que antes del ataque en diciembre eran aproximadamente 250 habitantes en El Durazno, sin embargo, a pesar de que muchos comenzaron a abandonar la localidad, actualmente al saber que hay una base de militares “están regresando las familias que se habían salido, yo pienso que van a ir regresando, porque acá tienen sus terrenos y huertas de aguacate”.
Azucena Rosas exigió al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, y la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) combatir al grupo criminal La Familia Michoacana, porque “a ellos les pertenece enfrentar a la delincuencia organizada, y no nada más estamos nosotros expuestos, son varios ejidos a los que puede llegar esa gente a atacar”.
“El riesgo lo tenemos porque las camionetas ahí están, en un pueblito más arriba de El Pescado, donde antes había gente pero ahora está solo, se llama La Laguna, y ahí es donde están, cerca de El Durazno, como a una hora y media en cuatrimoto”.
A días de cumplirse dos meses del ataque, las autoridades estatales no han informado realmente qué ocurrió en El Durazno, el 16 de diciembre Azucena Rosas rechazó lo dicho por el secretario general de Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso Núñez, de que se trató de un enfrentamiento armado y no de un ataque o masacre como lo habían informado en un primer momento los pobladores.
Sin embargo, el pasado 30 de enero de este año, pobladores de San Rosa de Lima, municipio de Tecpan de Galeana, así como de las comunidades de Loma Baya, La Calera de Santa Lucía y El Manguito, de Petatlán, tuvieron enfrentamientos a balazos con presuntos integrantes del grupo delincuencial La Familia Michoacana.
Según los vecinos de estas localidades, el enfrentamiento se debió a que el sábado 28 de enero en un operativo de la Policía Estatal fueron asesinados tres miembros de la Familia Michoacana y dos policías del estado, en El Parotal, municipio de Petatlán, lo que revela un proceso de expansión de este grupo delictivo en la zona serrana y costa de Guerrero.