1 octubre,2018 7:35 am

¿Inspiración o plagio? Conoce los casos más sonados de copias de ropa mexicana

Hace unas semanas una iniciativa en la Cámara de Diputados propuso modificar la Ley de Derecho de Autor para proteger los derechos colectivos de propiedad intelectual y conocimientos tradicionales de las comunidades indígenas

Texto: Staff / Agencia Reforma/ Foto: Especial
Ciudad de México, 1 de octubre de 2018. Hace unas semanas, una prenda del diseñador estadunidense Michael Kors revivió el debate sobre el plagio de los patrones indígenas en moda de alta costura. Por eso, te presentamos los casos más sonados.
Michael Kors
Una sudadera que el estadounidense Michael Kors presentó en su colección de primavera/verano 2019 causó revuelo en redes sociales por considerarlo una copia de una prenda mexicana conocida como “jerga” y que se vende en mercados a muy bajo costo, 200 pesos aproximadamente.
Isabel Marant
En 2015 la diseñadora francesa Isabel Marant replicó el bordado de los indígenas mixes de la comunidad Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca, en una de sus blusas para la colección Étoile PV15. Cada pieza costó alrededor de 290 dólares.
Zara
Otro caso es el de la marca española Zara, que en 2016 y por segunda ocasión copió un bordado tradicional de la comunidad de Aguacatenango, Chiapas, para una chamarra. El precio de una prenda artesanal apenas alcanza los 150 pesos mientras que una marca puede venderla hasta en 10 veces más.
Mango
También en 2016, la marca española Mango se adueñó de la iconografía otomí de la comunidad Tenango de Doria, Hidalgo, para usarla en diversas prendas que llegaron a costar hasta mil 500 pesos. En medio de la polémica, la diputada Paola Félix Díaz escribió una carta a la empresa, que aseguró retiraría la colección e incluso ofreció colaborar con las comunidades afectadas.
Rapsodia
La marca argentina Rapsodia tampoco se quedó fuera de la controversia, ya que en 2016 fue acusada de copiar la iconografía zapoteca de la comunidad de San Antonino Castillo Velasco, Oaxaca.
Intropia
A principios del 2017, la comunidad de San Juan Bautista Tlacoatzintepec, Oaxaca, denunció a la marca española Intropia por realizar una copia de un huipil originario de la región sin darles crédito alguno. El textil fue vendido en 198 euros.
Luchan por proteger sus diseños
Debido a que en México no existe ningún instrumento jurídico que proteja a las comunidades del plagio, estas son algunas de las iniciativas que han surgido para mitigar los casos que cada vez son más comunes:
Impacto, organización no gubernamental busca reconocer el trabajo de las comunidades indígenas. Por ello, impulsa proyectos entre artesanos e interesados en comprar o vender productos indígenas, con la condición de respetar la autoría del diseño.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) lanzó una plataforma para el Registro de Patrimonio Cultural y Mercado, cuya finalidad es mapear a los pueblos con diseños robados, conocer el modo en qué han sido afectados y saber quién se apropió de sus diseños.
Hace unas semanas una iniciativa en la Cámara de Diputados propuso modificar la Ley de Derecho de Autor para proteger los derechos colectivos de propiedad intelectual y conocimientos tradicionales de las comunidades indígenas.