10 enero,2019 7:32 am

La Guardia Nacional, la única opción “al alcance”, dice Adela Román a diputados

En la audiencia, la alcaldesa advierte que la violencia se ha extendido al centro de Acapulco y a la zona turística y afecta a toda la población. Otros alcaldes, contra la militarización y por un mando civil.
Ciudad de México, 10 de enero de 2019. En el segundo día de las audiencias públicas en la Cámara de Diputados para debatir sobre la propuesta de una Guardia Nacional, la presidenta municipal de Acapulco, Adela Román Ocampo, se declaró a favor de este cuerpo de seguridad, consideró necesario “acelerar” su creación al ser lo único “que está al alcance” y declaró que el municipio ya “trabaja en ellos, con buenos resultados”.
En la mesa 4, llamada Los municipios ante la problemática de la inseguridad, y ante sus homólogos de otras partes del país, Román indicó: “Yo sí estoy de acuerdo con que haya Guardia Nacional. No es tema nuevo, el presidente (Andrés Manuel López Obrador) lo retoma. ¿Cuántas veces se planteó en foros que era necesaria en el país? Hoy, con esta reglamentación, qué bueno que todos los cuerpos de seguridad vayan de la mano para brindar seguridad”.
Román contó que días antes de asumir el cargo como presidenta, las Fuerzas Armadas habían tomado las funciones de la seguridad pública en Acapulco, “pues la policía municipal se había convertido en brazo armado de la delincuencia. Pero en Acapulco, con toda esta panorámica dramática, nos organizamos. Andrés Manuel citó a los comandantes de zonas militares y navales del país, a gobernadores, y se determinó que las Fuerzas Armadas navales se hicieran cargo de los centros turísticos. Es el caso de Acapulco”.
Eso no quiere decir, aclaró, “que como presidenta municipal no asuma mi responsabilidad. Es la primera vez que en Acapulco van de la mano las policías militar, naval, federal, del estado, municipal, gendarmería. Y en operativos que hemos implementado está derechos humanos. Trabajando de manera coordinada y se ha logrado una disminución de muertes dolosos violentas de una manera extraordinaria”.
Aunque reconoció que el pasado martes y el concluido periodo vacacional fueron “difíciles”, afirmó que de nueve muertes violentas en un día “hemos logrado que haya días en que no hay una sola muerte con violencia. Esto ha logrado que la gente perciba mayor seguridad”.
Román agradeció la oportunidad de participar en las audiencias sobre la Guardia Nacional y, al inicio de su intervención, dijo ser presidenta de uno de los municipios más violentos del país. “Hay municipios es el país, como es el caso de Acapulco, en los que la delincuencia organizada ha afectado severamente a la población en su conjunto y en particular a sectores productivos. A un gran número de pequeñas y medianas empresas, que son el sustento de miles de familias, que quedan en completo desamparo cuando esas empresas bajan sus cortinas”, indicó.
“Duele ver que pequeños emprendedores que con entusiasmo inician sus pequeños negocios, se ven obligados a desistir ante las amenazas, extorsiones y cobros de piso. Así encontramos a Acapulco: cierre de empresas, que ya suman miles” en el municipio, dijo, lo cual “ha afectado seriamente a la economía local”.
La inseguridad crece velozmente, alertó: “Antes, sólo las áreas periféricas de Acapulco eran presa de la delincuencia común y organizada, ahora esto llegó a las colonias del centro del puerto y se ha extendido a la zona turística. La costera Miguel Alemán, el corazón del turismo en Acapulco, se convirtió en un espacio no libre de actos delincuenciales”.
Román dijo que, al asumir su cargo, también encontró un “Acapulco con problemas de extorsiones a dueños de bares, discotecas, lo que provocó que la vida nocturna hubiera descendido. Es un círculo vicioso en el que, a mayor desempleo, se incrementa el ingreso de más personas a las filas de la delincuencia. Guerrero se ha convertido en botín de guerra de grupos delictivos, siembra de amapola, marihuana.
Al final, Román afirmó que prohíbe a la policía municipal operar sola, “porque en operativos que realizaba” se dedicaba a “extorsionar, secuestrar”. Luego dijo que los municipios como Acapulco “no pueden por sí solos eliminar la extendida delincuencia ni tampoco llevar paz y tranquilidad a sus demarcaciones.
“Por eso se necesita la participación de las Fuerzas Armadas del más alto nivel. Hay mucho que hacer para fortalecer el trabajo de inteligencia de las corporaciones que tengan a su cargo realizarlo, con ello evitaríamos derramamiento de sangre innecesario y se obtendrían mejores resultados.
“Los trabajos de inteligencia permiten ubicar con exactitud los espacios donde se ocultan quienes encabezan las bandas de criminales para ser detenidos con menores riesgos de enfrentamientos. Considero necesario acelerar la creación de lo que será la Guardia Nacional. Se observa como la forma más realista de alcanzar mayores resultados en la eliminación de la delincuencia”.
La guardia, aseveró, “es lo único que tenemos a nuestro alcance, por lo pronto, para detener este mal que está destruyendo las estructuras institucionales”. No habrá ninguna estrategia de seguridad funcional, atenuó, “si se excluye la participación ciudadana. Sin inclusión social, cualquier estrategia está condenada al más estrepitoso fracaso, como quedó de manifiesto en los últimos tres gobiernos.
“Dentro de lo expuesto subyace un aspecto importante: la delincuencia y la inseguridad no se podrán eliminar si no se toman en cuenta la marginación, el olvido, las desigualdades sociales, la impunidad en la que hemos vivido. Me sumo al proyecto de la Guardia, Acapulco ya está trabajando en ello y estamos dando buenos resultados”, concluyó.
Otros alcaldes, contra la militarización y a favor de un mando civil
La moderación de la cuarta mesa de trabajo sobre la Guardia Nacional estuvo a cargo de la diputada morenista Miroslava Carrillo Martínez, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, y del diputado Marcos Aguilar Vega, del PAN.
En general, los presidentes municipales se inclinaron por el respeto al federalismo y la necesidad de garantizar el mando civil del cuerpo de seguridad nacional, como fue el caso de Luis Bernardo Nava Guerrero, alcalde de Querétaro, quien fue el primero en participar en el diálogo.
Nava dijo que “el mando civil es un principio inviolable. La militarización y el centralismo abren peligrosamente a la tentación autoritaria. Sí a una Guardia Nacional, pero no bajo el planteamiento que hace el gobierno federal”. Hace falta la colaboración de las Fuerzas Armadas, dijo, “pero por sí misma la Guardia Nacional no resuelve la crisis de inseguridad”, pues “no es un modelo de seguridad pública.
“La apuesta de corto, medio y largo plazo más sólida es la prevención. El modelo debe de basarse en el respeto a la Constitución y, por tanto, en la preeminencia de las autoridades y mandos civiles. Nada que esté fuera de este marco es aceptable”.
Por su parte, Sergio Arredondo Olvera, secretario general de la Federación Nacional de Municipios de México (Fenamm) y de la Conferencia Nacional de Municipios de México (Conam), expuso que, aunque la Guardia Nacional es necesaria, “la queremos hacer con diálogos. No queremos la militarización de la seguridad pública, menos la local.
“Es totalmente obsoleto el funcionamiento de nuestra seguridad, particularmente la local, pero no queremos regresar a etapas anteriores como la militarización. Pensamos nosotros en establecer un nuevo modelo basado en la prevención, en policía de proximidad que funcione, en programa sociales y culturales, como lo hizo Medellín, y fortalecer los cuerpos municipales de policías”.
También estuvo presente la presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera, quien comentó que, aunque respalda el proyecto de la Guardia Nacional, indicó que se debe precisar de qué institución dependerá administrativa, legal y jerárquicamente, pues en el proyecto de ley se entiende que dependerá tanto de las secretarías de Seguridad Pública y de la Defensa Nacional. También cuestionó sobre si la guardia operará en delitos federales o del fuero común.
Al final intervinieron Marco Antonio Sotomayor, Secretario de Seguridad Pública de Tijuana, en representación del alcalde de este municipio, Juan Manuel Gastélum, y Ricardo Realivázquez, su homólogo en Ciudad Juárez, quien habló en nombre del alcalde Armando Cabada.
El primero solicitó que se escuche a quienes forman parte de las corporaciones policiacas municipales, estatales y federales y, tras mencionar la inseguridad en Tijuana, dijo que el mando de la Guardia Nacional debe ser civil y que no se debe violentar la autonomía municipal.
El segundo, en su calidad de “policía de calle, con experiencia” concluyó diciendo que “sí a la Guardia Nacional, pero es importante que estamos de acuerdo con una coordinación, comunicación, más no con una subordinación” de la policía municipal.
Texto: Guillermo Rivera / Foto: Agencia Reforma