6 noviembre,2019 12:18 pm

Le negaron asilo en EU y será deportado, dice ex líder de desplazados de Chichihualco

Crescencio Pacheco señala que perdió la esperanza de que las autoridades le hagan justicia y que, ahora descabezado el movimiento, los gobiernos estatal y federal esperan que los que quedan se cansen, se desesperen y se dispersen todos.
Chilpancingo, Guerrero, 6 de noviembre de 2019. El ex dirigente de desplazados de comunidades de Leonardo Bravo (Chichihualco), Crescencio Pacheco González dijo que perdió la esperanza de que las autoridades le hagan justicia, y ante amenazas en su contra que ponían en riesgo a su familia, huyó a Estados Unidos en donde pidió asilo político pero se lo negaron.
A punto de ser deportado y en la incertidumbre, expresó: “sólo confiamos en Dios, sabemos que abra justicia divina”.
En entrevista telefónica desde Texas, Estados Unidos, donde se encuentra con sus tres hijos y su esposa, a 6 días de que se cumpla un año del desplazamiento de más de mil 500 personas de 9 comunidades de Chichihualco por la irrupción de los policías comunitarios de Heliodoro Castillo (Tlacotepec), reprochó que las autoridades de los tres niveles de gobierno no hayan hecho su trabajo para garantizar seguridad y el retorno de las más de mil 500 personas que dejaron sus casas y comunidades a partir del 11 de noviembre del año pasado.
Salió de Chichihualco el 11 de julio por la seguridad de su familia. “Las cosas se habían puesto más tensas por mi liderazgo con las familias desplazadas, recibí amenazas directas y vía telefónica, creo que atrás está el gobierno porque me exigieron que me hiciera a un lado y que dejara el movimiento, que iba a ver dinero después de todo esto, pero que ya no siguiera lastimando al gobierno del estado”, denunció.
Pacheco González es vecino de Campo de Aviación, municipio de Leonardo Bravo. El 11 de noviembre del 2018 fue uno de los desplazados junto con más de mil 500 habitantes, la mayoría niños y mujeres que salieron de 9 comunidades de ese municipio y de Eduardo Neri, tras la incursión al corredor de Filo de Caballos a Xochipala de 3 mil policías comunitarios de Tlacotepec, del Frente Unido de Policías Comunitarios del Estado de Guerrero (FUPCEG).
Ahora migrante en Estados Unidos, Pacheco González fue desde los primeros días el vocero, representante y dirigente de los desplazados que se refugiaron en Chichihualco, lo que provocó las represalias en su contra.
“Sentí que ya no podía tener allí (en Chichihualco) a mi familia. No había condiciones, no había garantías de seguridad. Es algo triste, lamentable”, reprochó.
Dijo que creyó que con la llegada del nuevo gobierno federal del presidente Andrés Manuel López Obrador se iba a intervenir, “sabíamos que se iba a tardar unos meses para tomar el control, pero si se han dado cuenta ahora no sólo es Guerrero, en todo el país le está pegando muy fuerte la violencia”.
Dijo que cuando vio que de parte del gobierno federal no contaba con una estrategia para garantizar la seguridad y el retorno a sus comunidades, “y ante las condiciones de presión y amenazas hacia los dirigentes para impedirles que siguieran al frente del movimiento, consideré que no podía seguir poniendo en riesgo a su familia”.
Explicó que ahora, descabezado el movimiento de los desplazados, los gobiernos estatal y federal esperan que los que quedan en Chichihualco se cansen y se desesperen y comiencen a emigrar hasta que se dispersen todos.
Dijo que sabe que a las familias que se quedaron les están poniendo muchas trabas para renovarles el convenio para el pago de las rentas, y el apoyo para su alimentación, “con la finalidad de ya no seguir ayudando a las familias desplazadas”. Mencionó que el primer convenio de seis meses se venció en octubre.
Añadió que a casi un año del desplazamiento, ninguno de los tres niveles de gobierno quiere hacerse responsable del pago de daños que les provocaron los civiles armados a sus bienes y propiedades.
De la impotencia e indignación debido al desplazamiento y el despojo de sus bienes pasó a la decepción de un gobierno en el que confiaba
Pacheco González dijo que de la impotencia e indignación por el desplazamiento y el despojo de sus bienes, pasó a la decepción de un gobierno en el que confiaba, y prefirió abandonar el país para pedir asilo político en Estados Unidos.
Sin embargo, declaró que le han respondido que no hay condiciones de que Estados Unidos le dé el asilo “porque México no califica”, por lo que informó que actualmente está en proceso de deportación hacia México, “porque no califico estar aquí, debido que asilos al país mexicano no le están dando”.
Ingresó a Estados Unidos el 28 de agosto. Antes, durante un mes y 15 días estuvo en la frontera de Nogales esperando ingresar y actualmente goza de libertad legal en ese país, pero venciendo el plazo que le dieron para la resolución de su solicitud correrá el riesgo de que lo deporten con toda su familia.
“Estoy en proceso de deportación, no sé cuándo ni en qué momento me llegue la notificación de que me tengo que regresar a México”, lamentó.
Contó que durante el tiempo que ha estado en ese país ha recibido el apoyo de un familiar radicado allá desde hace varios años, para la alimentación de su familia, y con lo poco que gana cuando consigue trabajos eventuales.
Emigró a Estados Unidos junto a su esposa y tres hijos, la mayor tiene 17 años y los menores son de 14 y 8 años.
Informó que de Guerrero salió solo con su familia, pero que allá se ha encontrado a otras 10 familias desplazadas censadas por la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV). Informó que algunas ya ingresaron a Estados Unidos y otras siguen esperando en la frontera.
Las 10, igual que él, solicitaron asilo, pero adelantó que por la respuesta que le dieron a él no hay posibilidad de que califiquen, “si alguien que fue líder y encabezó el movimiento que lo puso en riesgo se lo negaron, mucho menos van a calificar las otras familias”.
–¿Has pensado qué será de ti y tu familia cuando sean deportados?
–Pues, realmente esa incertidumbre me tensa, pero el problema lo están resintiendo, más que nada, mis hijos, los niños. Ellos son los que están a merced de todo. Uno, bien o mal, ve las cosas de una manera diferente, pero los hijos no tienen estabilidad emocional, física y espiritual. Ellos son los que están en riesgo cuando regresemos al país y en medio de la violencia.
“Lamentablemente aquí en Estados Unidos no hay sensibilidad, aunque vengas corriendo para que no te maten a ti y tu familia. Aquí al gobierno no le interesa ni le importa eso, ellos dicen que sólo respetan el tratado que hay entre México y Estado Unidos”.
Declaró que el futuro de su familia es incierto e impredecible. “regresar a Guerrero no me garantiza nada y no tengo los medios para vivir con mi familia en otro lugar del país”.
Pidió a los gobiernos federal y estatal por las familias que siguen refugiadas en Chchihualco: “que vean por las familias desplazadas que están en Chichihualco, que les den garantías de seguridad, y, principalmente, que revisen caso por caso los daños con los que fueron afectados”, demandó.
Reclamó: “que les ayuden, que valga la pena lo que me pasó para que me viniera a Estados Unidos. Sé que el gobierno del estado está atrás de todo esto, él está moviendo los hilos con los grupos delincuenciales para desvirtuar el movimiento de los desplazados”.
Asimismo, este lunes Pacheco González escribió en su página de Facebook:
“Hola amigos, andamos todavía, gracias a Dios estamos al pendiente a 7 días para cumplir un año del desplazamiento forzado interno, y el gobierno federal ni el estatal, mucho menos el municipal, no han hecho su trabajo de garantizar el retorno de las familias desplazadas a sus hogares. Sólo confiamos en Dios y sabemos que habrá justicia divina. Dios protege a estas familias. No las desampares tú tienes la última palabra. Ánimo familias desplazadas”.
Texto: Zacarías Cervantes / Foto: Jesús Eduardo Guerrero-Archivo