31 agosto,2023 4:32 am

Marchan en la capital familiares de desaparecidos; exigen su búsqueda y presentación con vida  

 

Coinciden colectivos en el Día de las Víctimas de Desaparición Forzada que el problema ha hecho crisis y ha rebasado a las autoridades. Exigen a los diputados locales la aprobación de la ley en la materia que propusieron el año pasado. Insisten en la creación de un Centro de Identificación Humana y que destine el gobierno más recursos para buscar a las víctimas

  

Chilpancingo, Guerrero, 31 de agosto de 2023. En el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, familiares de víctimas de desaparecidos de distintos colectivos, marcharon ayer por separado y exigieron la búsqueda, localización y presentación de sus familiares. Coincidieron, también, que el problema de las desapariciones ha hecho crisis y ha rebasado a las autoridades.

Derivado de ello exigieron a los diputados locales la aprobación de la iniciativa de ley en la materia que propusieron al Congreso local el año pasado y que sigue congelada. Pidieron, además, la creación de un Centro de Identificación Humana, más recursos para las búsquedas, así como independencia y autonomía de la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas (CEEAV).

El medio día, integrantes del Colectivo Lupita Rodríguez y organizaciones sociales marcharon del antimonumento a los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos al Congreso local, donde realizaron un mitin y de ahí se fueron al Recinto de las Oficinas del Poder Ejecutivo del Estado donde realizaron otro mitin.

A las cuatro de la tarde, integrantes del Colectivo de Familiares en Búsqueda María Herrera y el Centro de Derechos de las Víctimas Minerva Bello (Centro Minerva Bello) marcharon de la Alameda Granados Maldonado al Zócalo de Chilpancingo y a las cinco de la tarde participaron en una misa en catedral de la Asunción de la Virgen María, que ofició el presbítero y director del Centro Minerva Bello, Filiberto Velázquez Florencio.

En tanto que miembros del Colectivo de Víctimas de Chilapa y del Centro Regional de Defensa de Derechos Humanos José María Morelos y Pavón (Centro Morelos), marcharon en esa ciudad, colocaron una ofrenda floral y una exposición de fotografías de sus familiares desaparecidos en el kiosco del Zócalo.

En Chilpancingo, en la marcha del Colectivo Lupita Rodríguez se unieron los dirigentes del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la presa La Parota (Cecop), Marco Antonio Suástegui Muñoz, estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, una comisión de integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) y la representante del Comité de Solidaridad con el Movimiento de 1960, Roberta Campos Adame, además, la viuda del presidente de la Comisión de Gobierno del Congreso del Estado, Martha Obezo Cázares.

En su recorrido corearon consignas como: “¡Señor, señora!, no sea indiferente, se llevan a sus hijos en la cara de la gente”, “¿Dónde están, dónde están, nuestros hijos dónde están?”, e “Hijo, escucha, tu madre está en la lucha”.

Al llegar a la entrada del Congreso, colocaron lonas con las fotografías de algunos desaparecidos, así como una hilera de pares de zapatos de las víctimas y luego prendieron fuego a dos llantas en la puerta del estacionamiento.

Se vieron lonas con las fotografías de José Molina Rodríguez, de 30 años de edad, desaparecido el 4 de julio del 2014 en Chilpancingo; de Antonio Rivera García, de 56 años, desaparecido el 1 de diciembre del 2017; de Román Gallardo García, de 42 años, desaparecido en la Feria de Navidad y Año Nuevo de Chilpancingo el 1 de enero del 2010; Marcelino García Cabrera, de 47 años, desaparecido el 25 de agosto del 2013 en Iguala; Alberto Fonseca Leyva, desaparecido el 18 de mayo del 2019 en Chilpancingo; Adán Trujillo Ávila, de 57 años, desaparecido el 10 de abril del 2010 en Chilapa.

También de Javier Benítez González, de 36 años, desaparecido el 3 de junio del 2018 en Chilpancingo; José Manuel Valle Artega, de 27 años, desaparecido el 8 de junio del 2016 en Chilpancingo; María Magdalena Alonso Martínez, de 25 años, desaparecida el 17 de agosto del 2019 en Chilpancingo; Silverio Rodríguez Maldonado, de 60 años de edad, desaparecido el 2 de diciembre del 2019 en Chilpancingo.

Familiares de otra desaparecida tendieron en el pavimento un pedazo de papel de estraza con el mensaje: “Soy Verónica Zúñiga Nava, tengo 42 años, mi familia no sabe de mí desde el 4 de enero, ayúdame a regresar a mi casa, merezco estar con mi familia”.

David Molina Rodríguez, representante del Colectivo Lupita Rodríguez, informó que la intención de marchar este día es hacer conciencia del grave problema de desapariciones que ya está haciendo crisis y que ha rebasado a las autoridades.

Declaró antes de la marcha que las cifras de desaparecidos van en aumento exponencialmente en todo el estado y que no hay una política clara de las autoridades para la prevención de este delito.

Reprochó que si no se ve voluntad del gobierno para resolver un caso tan relevante y de mucho impacto en la sociedad, como es el de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, mucho menos se van a resolver los casos en los que las autoridades tienen menos presión.

Indicó que no hay políticas públicas enfocadas para resolver el “grave problema” de las desapariciones, ni el de la violencia e inseguridad que es el que las origina.

Dijo que por ello va cada día va creciendo la cifra de desaparecidos y que sólo en el Colectivo Lupita Rodríguez llegaron la semana pasada cuatro casos nuevos.

“El problema es que esta situación está generalizando el miedo y los familiares ya no presentan denuncia, esa es la realidad, el miedo se ha convertido en el común denominador, el terrorismo que provocan los grupos criminales les ha dado resultado”.

De acuerdo al activista, el objetivo principal de una desaparición es infundir miedo en la sociedad, “porque no sabes qué está pasando, aparte de que pasan por encima de un sin número de derechos, como el derecho a la vida, a la libertad, a no ser sometido a tortura crueles, por eso el terror ya es generalizado”, insistió.

Después del mitin afuera del Congreso local partieron al Recinto del Ejecutivo donde realizaron otro mitin en las escalinatas de la entrada principal; ahí también colocaron en el piso las fotografías de los desaparecidos.

 

Falta compromiso del gobierno para buscar a las víctimas

A las cuatro de la tarde, también en Chilpancingo, marcharon de la Alameda Granados Maldonado al zócalo, integrantes del Colectivo de Familiares en Búsqueda María Herrera y el Centro Minerva Bello, así como un grupo de estudiantes de la Normal de Ayotzinapa.

La mayoría mujeres y niños vestidos de blanco y con globos rojos, portaban pancartas con sus demandas y consignas. Una niña de unos cinco años de edad portaba una que decía: “Guerrero, un estado con perritos felices pero con ciudadanos tristes por la violencia. ¡Basta ya!”. Otra mujer mostraba otra en la que se leyó: “Las familias pedimos la aprobación de la Ley Estatal en materia de desaparición en Guerrero”. En otra se leyó: “Quiero gritar tu nombre ante un Congreso de sordos y mostrar tu fotografía a todos los ciegos que encuentre”.

El director del Centro Minerva Bello, Filiberto Velázquez Florencio declaró a los medios de comunicación al llegar al Zócalo que las autoridades fueron rebasadas por el problema de desaparecidos desde hace muchos años y que las cifras de las víctimas se han venido acumulando.

Los marchistas participaron después, a las cinco de la tarde, en una misa que ofició el propio Filiberto Velázquez en la catedral de la Asunción de la Virgen María, ahí el clérigo y activista reprochó en su homilía “la falta de compromiso” de las autoridades y de la sociedad con los familiares de los desaparecidos.

“Es triste ver la falta de compromiso en los trabajos de justicia y de paz en una sociedad polarizada, egoísta, y que ha perdido los valores  de la solidaridad y que solamente piensa en sus placeres, en sus egoísmos, poderes, en aquello que le pueda traer simplemente un bienestar”.

El sacerdote cuestionó: “¿qué sociedad hemos hecho como políticos, que sociedad hemos hecho como iglesia o como familias?.

Después reprochó que cual es el límite en Guerrero “donde pagas impuestos para que los policías te cuiden, pagas impuestos para que tengan salarios los políticos, los presidentes municipales, los gobernadores y diputados, pero el propio Ejército y la policía participan en desapariciones masivas, como el caso Ayotzinapa”, dijo.

“Cuál es el límite de Guerrero donde hay pueblos desplazados, sufriendo el estrés postraumático, niños sin clases, sin maestros, sin médicos y católicos sin misas por la violencia”. Contó que ayer el obispo José de Jesús González Hernández iría a oficiar misa a Atenango del Río a hacer unas bodas comunitarias y no pudo llegar por la violencia.

Preguntó: “¿Quién se atreve a ir a lugares en donde el sinsentido y el vacío del Estado se hace presente? y donde la ley de la impunidad, de la violencia y del más fuerte es la que se impone”.

Añadió que la sociedad y los familiares de las víctimas de desapariciones están en medio de la grave situación de violencia que se vive en la entidad; “cada uno de ustedes ha vivido lo que estoy hablando desde el día en que se enteraron que su ser querido se los arrebataron de sus manos”.

También por la mañana se manifestaron integrantes del Colectivo de Víctimas de Chilapa; participaron 35 esposas, madres e hijas de desaparecidos, informó el Centro Morelos en un boletín de prensa, organismo que les dio acompañamiento en su actividad.

Los familiares colocaron una ofrenda floral y montaron una exposición de fotografías de sus familiares ausentes en el Zócalo, “como muestra de que siguen presentes y con la esperanza de poder encontrarlos vivos o muertos para tener el consuelo de saber qué pasó con ellos”.

Con la protesta exigieron la búsqueda y localización de sus familiares desaparecidos; la aprobación de la Ley en Materia de Desaparición de Personas. También, autonomía y recursos económicos, humanos y materiales propios y suficientes para la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas (CEBP). Además, la creación de un Centro de Identificación Humana con recursos económicos humanos y materiales propios.

 

 

Texto: Zacarías Cervantes / Foto: Jessica Torres Barrera