En el último día de visitas para preguntar sobre los desaparecidos, estuvieron en este lugar que se consideró un de los bastiones del grupo delictivo Guerreros Unidos
Carrizalillo, Guerrero, 24 de mayo de 2021. Padres y madres de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa llegaron este domingo al que fue uno de los bastiones del grupo delictivo Guerreros Unidos, Carrizalillo, municipio de Eduardo Neri, para seguir buscando datos del destino de sus hijos.
En el último de cinco días de búsqueda de información sobre sus hijos, los padres y madres arribaron a las 11 de la mañana acompañados de estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, enviados de la Secretaría de Gobernación (Segob), integrantes de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Guardia Nacional (GN), Ejército Mexicano y Policía Estatal, con los que realizaron un recorrido por las calles de la comunidad.
En la plaza central fueron recibidos por el comisario municipal, Aaron Hernández, que lamentó “las condiciones que los trajeron a visitar la comunidad, ojalá las cosas hubieran sido diferentes, desgraciadamente las cosas están así”, expuso ante la mirada los familiares de los 43.
El comisario les garantizó su estadía y el apoyo de los pobladores para que “sí alguno supiera que pasó con los estudiantes les informaran con toda la confianza”.
Los padres se dividieron en seis grupos que fueron formados con estudiantes y acompañados por la Segob y la CNDH. Caminaron durante dos horas en las calles del pueblo donde fueron aceptos por los habitantes a los que les entregaron un volante con un correo y número telefónico para que se comunicaran en el caso de tener información de los muchachos.
“Es la segunda vez que vengo a este pueblo”, reveló Emiliano Navarrete, padre de José Ángel Navarrete González. “La primera vez vine durante un operativo de la PFP (Policía Federal Preventiva en octubre de 2014) luego de que habían denunciado que en este lugar habían traído a los normalistas”.
Don Emiliano cuenta la anécdota luego de pasar caminando en una de las calles que después de la desaparición de los 43 estudiantes quedó solitaria. En este punto vivían varias familias que salieron desplazadas por la violencia que se dio entre Guerreros Unidos y Los Rojos. También hay versiones de los pobladores de que en una de esas casas llegaron a esconderse el ex alcalde de Iguala José Luis Abarca Velázquez y su esposa María de los Ángeles Pineda Villa, presos por otros delitos menos la desaparición de los normalistas.
Un mes después de la desaparición, cientos de elementos de la PFP llegaron por aire y tierra a Carrizalillo, el operativo fue videograbado y difundido por varias televisoras nacionales. Desde ese año se han realizado búsquedas y esta es la primera vez que los familiares de los 43 y estudiantes de Ayotzinapa realizan una visita conjunta y acompañados por medios.
En la caminata los padres fueron atendidos por los pobladores que abrieron sus puertas para escuchar el mensaje y tomar los volantes que repartieron. Los estudiantes pegaron carteles en los postes y paredes de la localidad. Durante el recorrido los habitantes ofrecieron agua y alimentos a los familiares de los 43 desaparecidos y a los normalistas.
“En todos los lugares que recorrimos la gente nos recibió bien (Iguala, Huitzuco, Tepecoacuilco y Cocula), los padres interactuaron con la gente, las madres lloraron en algunas ocasiones cuando les daban el mensaje que buscaban a sus hijos, el miedo fue diferente que el de hace seis años, como que vimos más disposición”, comentó Melitón Ortega, uno de los voceros de los 43 mientras caminaba acompañando a la sexta brigada.
A la una de la tarde los padres y madres terminaron su caminata en Carrizalillo. Se reunieron en la plaza central del pueblo donde agradecieron a las autoridades la estadía y las autoridades les dieron un mensaje para “que no dejaran la lucha y siguieran buscando justicia”.
“Me da tristeza que el gobierno no solucione los problemas que hay en los pueblos, pero aquí en mi pueblo pueden venir las veces que quieran, siempre serán bien recibidos, no bajen la moral y hay que echarle ganas hasta el final”, dijo entre sollozos Anselmo Rodríguez Celso, adulto mayor que desde hace 15 años ha estado en las luchas que el pueblo ha hecho contra las mineras por mejores condiciones laborales.
También habló el presidente del comisariado ejidal, Serafín González, quien recalcó que son “un pueblo de lucha y lo hemos demostrado a nivel nacional e internacional”. “A las cosas que han pasado no les ha dado solución el gobierno, nosotros vamos a llevar su mensaje no sólo aquí, lo vamos a llevar a otras comunidades, si alguien tiene información se las haremos saber”.
Cristina Bautista, madre del estudiante desaparecido Benjamín Ascencio Bautista, expresó que “no pudieron venir al principio cuando pasaron los hechos, porque el gobierno de (Enrique) Peña Nieto no nos dejaba, a ellos se les hizo fácil decir que fue la delincuencia (los que desaparecieron a los estudiantes), pero nosotros nos dimos cuenta de que fue el Estado, ellos los desaparecieron de manera coordinada, han pasado seis años que no sabemos de ellos, nosotros sólo buscamos información. No queremos llegar a otro año más sin llegar a tener resultados, queremos saber que pasó con ellos y queremos que se castigue a los culpables”.
Finalmente el vocero Melitón Ortega recordó que hace tres días “fueron asesinadas dos estudiantes (de la Normal Rural de Teteles, Puebla) y en Mactumactzá (Chiapas) están encarcelados decenas de estudiantes, no podemos vivir así compañeros, no podemos vivir en armonía si siguen pasando esas cosas, por eso los padres se están organizando en la Ciudad de México para acudir en apoyo a los normalistas de Teteles y Mactumactzá, y que sepa el presidente (Andrés Manuel López Obrador) que aún le falta mucho para resolver el problema de los 43”.
A las 2 de la tarde los padres abandonaron Carrizalillo con la esperanza de que la búsqueda de información dé resultados y esperando que la gente aporte nuevas pistas para dar con el paradero de sus 43 hijos.
Texto y foto: Lenin Ocampo Torres