28 noviembre,2020 5:03 am

¿Para qué anaranjar la calle?

Amerizaje

Ana Cecilia Terrazas

 

Este 2020, en un lugar de Iztacalco de cuyo nombre siempre nos querremos acordar, la organización sin fines de lucro Cultura DH transmitió el curso internacional Derechos humanos, género y acción ciudadana contra la violencia hacia mujeres y niñas. Por calles libres de violencia.

Mujeres como una y como todas, de diversas edades, singulares, ya fueran amas de casa, jubiladas o estudiantes; con discapacidad; adultas mayores; indígenas; mujeres que no habían recibido taller alguno sobre el tema, pensaron y ejercieron por primera vez acciones ciudadanas después de tomar 36 horas en línea sobre lo más básico de ese tema.

La única condición para estar becadas, dijo la directora de Cultura DH, Rosy Laura Castellanos Mariano, “era comprometerse al final con una acción en favor de la eliminación de la violencia contra la mujer en el marco del respeto de los derechos humanos, ahí mismo, en la inmediatez de su calle, sin invertir ni un peso y sin arriesgarse ni un ápice”.

El curso lo promovió Martha Albores, titular de Desarrollo Social de la alcaldía, y se inscribieron más de 40 personas aunque terminaron el curso solamente 20 (ningún hombre, por cierto).

Con el apoyo de nueve expositoras y expositores, las alumnas recorrieron con lenguaje claro y sencillo, sin demasiadas pretensiones retóricas, quiénes fueron las dominicanas hermanas Mirabal (en cuyo honor se hace efeméride internacional el 25 de noviembre); qué se recuerda este día; en dónde se explicitan los derechos humanos en nuestra Constitución; la importancia de las reformas en 2011 al artículo primero de ésta; el Objetivo 5 de la Agenda 2030 y todo en torno a la igualdad de género.

También aprendieron las maneras normalizadas del machismo, las masculinidades tóxicas, la lucha feminista, la perspectiva de género y, en suma, en qué consiste, de qué está hecha, tanto en la teoría como en la realidad más próxima, en la calle, aquí afuerita o adentro de la casa, la violencia contra la mujer.

Respondieron así en un video que circuló el pasado 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, a la pregunta: ¿por qué queremos calles libres de violencia? *

-Para erradicar el maltrato hacia la mujer y erradicar a la masculinidad tóxica.

-Para ver un nuevo amanecer.

-Porque tenemos derecho a expresar nuestro amor independientemente de nuestra orientación sexual o nuestra identidad de género.

-Porque queremos disfrutar caminatas largas a la luz de la luna.

-Calles libres de violencia con leyes justas.

-Los pueblos merecemos una vida mejor con respeto y paz.

-Para las mujeres y las niñas.

-Porque nada quede impune.

-Porque sin machismo hay diálogo.

-Por el respeto a mis derechos.

-Ya que todas las mujeres somos valiosas y aunque seamos diferentes merecemos respeto, no permitamos un maltrato más.

-Para una convivencia en armonía y seguras.

-Por una sana convivencia por ti, por mí, por todos.

-Para un futuro mejor para todos nuestros niños.

-Para más cafés al aire libre.

-Transformar las calles y liberar la espiral de violencia en la que vivimos es tarea de todas y todos.

Apalabraron sus aspiraciones y deseos para salir a su calle Alejandra, Jovita, Gabriela, Yuli, Viviana, Rocío, María Inés, María Magdalena, Esperanza, Maribel, Isabel, Araceli, María del Rocío, Fanny, Georgina, Yuriria, Betzabé, Luisa, Hylda y Leticia.

La convocatoria tenía como objetivo inmediato acercar información sobre igualdad de género y el cómo poner fin a las formas de discriminación y violencia contra mujeres y niñas, haciéndole notar a las mujeres que esto es crucial para el desarrollo de todo el planeta y los seres vivos en su conjunto.

Por lo anterior, por ser una experiencia sostenible, aparentemente pequeña aunque grande en su mira, esta columna decidió amerizar la efeméride novembrina no tanto en las grandes fracturas ni grietas existentes, no en las cifras espeluznantes de feminicidios en México que urgen ser erradicadas.

Quisimos colaborar con visibilizar lo acontecido en una calle; apuntamos la mirada, una a una, a las frases producto de un saber y un querer; a las acciones concretas y accesibles de un puñado de mujeres. Hoy volteamos a ver el tejido inmediato del espacio público que permita cero tolerancia a la violencia –ni macro ni media ni micro– contra la mujer.

*https://drive.google.com/file/d/1rgv54xFG0tLk2j572av8q6xoqE50IGJW/view

@anterrazas