Ciudad de México, 17 de enero de 2024. La titular de Cultura federal, Alejandra Frausto Guerrero, dijo que el escritor fue un “rebelde con causa, de afable desenfado y brillantez infinita. Extrañaremos tu extraordinaria pluma que alimentó todo: literatura, teatro, música, cine”.
La funcionaria indicó que se pondrán de acuerdo con los familiares y el INBAL definirán la realización de un homenaje póstumo al autor.
Por su parte, la directora general del INBAL, Lucina Jiménez López, afirmó que José Agustín vinculó mundos y lenguajes que antes no se reconocían, “se ha marchado, dejando un legado y un ejemplo de pasión y expresión literaria que marcó a varias generaciones. Por acuerdo con su familia, será velado en Morelos y habremos de hacer una ceremonia de despedida y agradecimiento en el Palacio de Bellas Artes”.
En redes sociales, miembros de la comunidad cultural nacional así como personajes de otros ámbitos mostraron sus condolencias.
De hecho, en la red social X al mediodía de ayer fue tendencia número 1 la muerte del escritor.
La gobernadora Evelyn Salgado Pineda escribió en sus redes: “envío mis sinceras condolencias a la familia y amigos de José Agustín Ramírez Gómez, quien fuera uno de los más prolíficos escritores mexicanos de raíces acapulqueñas.
“José Agustín fue reconocido nacional e internacionalmente como periodista, ensayista, narrador, traductor, dramaturgo, director y guionista de cine, que deja un legado imborrable en la historia de nuestro país. Descanse en paz”.
Mientras tanto, el escritor guerrerense Andrés Acosta relató en X: “en 1995 se realizó en Cuautla un encuentro de escritores jóvenes en homenaje a José Agustín. Tuvimos la oportunidad de convivir y charlar con él algunos días. Resultó un encontronazo de locura que a muchos escritores nos cambió la vida. Viva José Agustín, autor guerrerense”.
En Facebook, el también acapulqueño Julian Herbert escribió, presumiendo una dedicatoria de José Agustín del libro Mi vida con mi viuda: “gracias, jefísimo. Te vamos a extrañar”.
Asimismo, la escritora acapulqueña Brenda Ríos comentó en charla electrónica: “Nadie entendió la picaresca del truhán encantador como José Agustín. Su cinismo y su humor irreverente se echarán en falta en una literatura nacional que regresa a un conservadurismo aburrido y burgués”.
Mientras tanto, la Secretaría de Cultura de Guerrero colocó en sus redes: “La Secretaría de Cultura de Guerrero lamenta el sensible fallecimiento de José Agustín Ramírez Gómez, destacado escritor y guionista acapulqueño. Nuestras sinceras condolencias a familiares, amigos y comunidad artística y cultural”.
“La UNAM lamenta la muerte del escritor mexicano José Agustín, pionero del movimiento La Onda y quien también incursionó en el cine”, escribió la Universidad Nacional Autónoma de México también en X.
“Descanse en paz José Agustín”, dijo en X el Fondo de Cultura Económica, que dirige Paco Ignacio Taibo II.
José Agustín, dijo Juan Villoro en la misma red, “cierra su paso por el mundo material. El rey llegó a su templo. Empieza el desafío de vivir sin ese maestro inigualable”.
“Se ha muerto José Agustín, gran escritor, queridísimo y entrañable amigo. Desde aquí nuestro enorme pesar y un abrazo inmenso a Jesús y Andrés. Leerlo es nuestro compromiso y la mejor manera de recordarlo siempre”, escribió el escritor Benito Taibo.
El escritor hablaba de “jóvenes urbanos que buscaban el gozo de la vida”: Berman
Sabina Berman, dramaturga y novelista, dijo en X: “Por primera vez leímos en sus palabras las historias de jóvenes urbanos que buscaban el gozo de la vida sin disculparse con los sacerdotes y lo encontraban en el amor de los cuerpos y las flores y los hongos naturales”.
Mientras que la crítica Margo Glantz dijo en entrevista que “a José Agustín no le gustó que yo lo etiquetara como el ‘escritor de La Onda’. Pienso que fue importante, porque se le quedó el nombre, a pesar de que la gente que escribía siguiendo un poco los pasos de José Agustín, no estaba de acuerdo con mi clasificación.
“Es una etiqueta, y yo no estoy de acuerdo con las etiquetas, pero en ese momento era importante como una forma de definir la diferencia entre dos tipos de escritura que en ese momento se estaban dando: la de Salvador Elizondo, Sergio Pitol, José Emilio Pacheco, y la de los jóvenes como José Agustín, Sainz, o los que escribieron después que él”, argumentó Glantz.
Texto: Óscar Ricardo Muñoz Cano / Agencia Reforma