Dice el ex secretario de Economía estatal, Enrique Castro, que por el exhorto de las autoridades a los ciudadanos de no acudir a sitios concurridos, los restaurantes y los hoteles son los más afectados, “y ya después otros sectores tendrán que asumir costos”
Acapulco, Guerrero, 28 de marzo de 2020. Al menos seis restaurantes ubicados en el centro comercial La Isla de la zona Diamante cerraron sus puertas por las bajas ventas registradas en la última semana, debido al exhorto de las autoridades a los ciudadanos de evitar acudir lugares concurridos.
Pero no solos los restaurantes de La Isla han cerrado, pues de acuerdo con trabajadores, los restaurantes del hotel Princess también cerraron, los trabajadores que no son sindicalizados fueron dados de baja, y los basificados están siendo turnados, como consecuencia de la baja ocupación hotelera.
En declaraciones telefónicas, el ex secretario de Desarrollo Económico estatal y empresario restaurantero, Enrique Castro Soto, informó que las ventas han caído hasta un 90 por ciento, lo que ha obligado a muchos negocios a cerrar.
Entre ellos están La Chilanguita, La Vicenta, Carlos’n Charlie’s, Harry’s. Su negocio, Casa Cupreata, sigue operando pero con pérdidas, porque en los últimos días apenas alcanza a vender unos mil pesos y cuando mínimo, para no salir en números rojos, necesita vender 6 mil.
Señaló que para los empresarios locales la situación es difícil “y que no habíamos visto”.
Añadió que como secretario de Economía operó programas para siniestros y algunos para emergencia sanitaria, pero “ninguno con este impacto o está parálisis que está provocando; francamente los restaurantes y los hoteles son los más afectados y ya después otros sectores tendrán que asumir costos”.
Indicó que entre los restauranteros de negocios en en el centro comercial La Isla informan que sus ventas han bajado un 80 o 90 por ciento “y las mías andan en ese número”. Señaló que aunque no ha habido una restricción del gobierno para seguir operando “no es factible y muchos han optado por cerrar”.
Añadió que aunque es un tema de responsabilidad social también de costos de operación porque los restaurantes con esas ventas no pueden mantener renta, luz, gastos de insumo y nómina.
Otra situación es todavía lo que viene, pues el escenario que se prevé es complicado porque se habla de que hay hoteles que podrían cerrar de manera temporal, como muchos restaurantes lo están haciendo.
“Si es un escenario preocupante porque los restauranteros estábamos esperando la Semana Santa para reponernos. Llegamos a la Semana Santa con deudas y con la expectativa de financiarnos en una temporada que no se dio. La Semana Santa es el segundo periodo más importante para los acapulqueños y el impacto va a ser en esa medida para la economía”.
Añadió que para muchos la decisión de cerrar es la opción más viable en estos momentos, pero lo difícil será abrir nuevamente, “que puedas tener el capital, la energía para levantar las cortinas, que no se desfonden los empresarios”.
Comentó que un grupo de empresarios locales se han estado reuniendo para coordinarse, difundir los productos “y consumir entre nosotros, un tanto como solidaridad”.
Pero también para hacer planteamientos al gobierno de apoyos, no solo económicos, sino de condonación de pagos en servicios como luz, porque después de la renta y la nómina es el gasto más fuerte.
Indicó que las autoridades tienen que ir alineados en los apoyos que van a dar a los empresarios, porque “no solo es un riesgo económico sino también un riesgo social, el que que los trabajadores se queden sin empleo con el que llevan el sustento a su hogar; es un riesgo que el gobierno tiene que prever”.
Texto: Karina Contreras / Foto: Carlos Alberto Carbajal
