14 junio,2023 4:54 am

Buzos “piratas” impiden los intentos que hacen marquesanos por repoblar de moluscos su bahía  

 

La Sociedad Cooperativa de Pescadores y Buceadores de Puerto Marqués levantó una denuncia en diciembre en la Procuraduría Federal de Protección Ambiental por actividades ilícitas de buzos de la Secretaría de Marina, pero no han tenido respuesta. Dicen que Protur, Semarnat y Profepa se culpan entre ellas del daño ecológico que provocan los desarrollos turísticos en la bahía

 

 

 

(Segunda parte)

 

Acapulco, Guerrero, 14 de junio de 2023. Los buzos y pescadores de Puerto Marqués intentan repoblar de moluscos la bahía para contrarrestar las devastaciones ocasionadas por los desarrollos turísticos, y así también respetar la veda de ciertas especies, pero denunciaron que buzos “piratas” saquean su esfuerzo y las autoridades no vigilan y mucho menos los detienen.

Al contrario, denunció el presidente de la asociación, Pedro Infante Cruz, la Secretaría de la Marina (Semar) no respetó en diciembre pasado la veda de callo margarita y buzos de esta institución se metieron al mar para sacar este molusco. Los pescadores marquesanos levantaron una denuncia en diciembre en la Procuraduría Federal de Protección Ambiental (Profepa), pero no han tenido respuesta.

Además de la muerte de miles de moluscos por los deslaves ocasionados por la construcción de edificios en Puerto Marqués, el desarrollo turístico también ha reducido el espacio de trabajo de los pescadores, porque no pueden bucear cerca de los condominios y hoteles ante el riesgo de que sean atropellados por los yates y por las motos acuáticas que rondan estos inmuebles.

La Sociedad Cooperativa de Pescadores y Buceadores de Puerto Marqués fue creada en 1984 y actualmente está conformada por 110 integrantes. Han participado en muchas protestas contra el desarrollo inmobiliario de su comunidad, sobre todo han salido a las calles contra la Marina Majahua, que empezó a construirse en 2011.

El 17 de mayo, El Sur acompañó en un recorrido en la lancha de los buzos de Puerto Marqués con el biólogo Juan Barnard Ávila, quien realizó en esa jornada una inspección subacuática cerca del barco de la Marina Majahua, que se hundió el 25 de marzo de 2019 y derramó aceite, y de otras partes cercanas a los petrograbados. En el día de la visita, el oleaje por el Mar de Fondo, que lleva semanas, no era tan alto.

Una de las primeras batallas contra el desarrollo turístico que recuerda Pedro Infante Cruz, de 63 años y 40 de buzo, fue contra el hotel Camino Real, donde había un banco de almejas “grandísimas”, y terminó de construirse en 1993. Fue la primera empresa que les pagó una reparación de daños, “pero fue muy poco” ante el avance posterior del desarrollo turístico con el condominio Bahlay, cuya edificación empezó en 2004 y terminó dos años después, y el Club B Pichilingue Members Deck, que inició a construirse en 2010. Todos estos conjuntos residenciales están ubicados debajo de la avenida Escénica.

Luego vino “esa devastación grande, de ese camino que abrieron desde el Revolcadero, allá toda la vialidad hasta Punta Diamante. Entonces esa arena bajó ahí, a Majahua, rellenó, bajó todo eso, todo, todo, y allí empezamos los pleitos con empresarios, con los gobiernos”.

Se refiere al bulevar Cabo Marqués que conduce al Banyan Tree, considerado el hotel más exclusivo de Acapulco y que empezó a ser construido en 2004 por el Grupo Mexicano de Desarrollo (GMD), e inversionistas de Singapur, y fue inaugurado en 2010. La película recientemente estrenada del director mexicano Michel Franco, Sundown, fue rodada ahí y muestra los contrastes del Acapulco privilegiado de esta zona con la popular de Caleta.

Infante Cruz dijo que por esa parte de la bahía pasaba un arroyo “grande”, al igual que arriba de la Marina Majahua, y “allá se partió la carretera, la vialidad esa; se partió, trozó el cerro y todo ese tierral llenó ahí, hizo playa”.

Le reclamaron al finado gobernador priista René Juárez Cisneros, quien les contestó, según Infante Cruz, “pinche buzo cara neja, cómo crees que te voy a pagar 250 millones”, cifra que provino de un cálculo de daños que realizó el Centro Regional de Investigación Pesquera (CRIP) de Salina Cruz.

Al final sí les dieron una compensación económica con la cual algunos buzos compraron una sinfonola para rentarla, “muchos compraron su terrenito, hicieron su casita. Lo aprovechamos, muchos a la vez tienen su lanchita”. Infante Cruz adquirió una huerta de más de una hectárea, pero su esposa se enfermó del corazón, “ahí me acabé todo, pero tan siquiera tuve solvencia para decir, le ayudé a salir adelante, no lo logré. Pero si me hubiera agarrado torcido sin nada. Y me quedé igual, pero no tan igual porque, gracias a Dios, trabajo y me volví a levantar”.

La lucha contra la Marina Majahua, que forma parte del conglomerado turístico construido por GMD, también resultó en una compensación económica, pero los agarró “muy torcidos”, dijo el presidente de la asociación de buzos. Denunció que el convenio estaba amañado por el entonces alcalde de Acapulco Luis Walton Aburto, quien todavía no fallecía, cuando Infante Cruz habló con El Sur.

Existe aún el proyecto oficial para rellenar con arena la parte de los restaurantes, pero Infante Cruz dijo que de nueva cuenta serán afectados porque el Mar de Fondo, como el de las últimas semanas, sube la marea y “no hay playa cuando se enoja el mar. Y si usted me trae arena de otro lado y no le toma la debida precaución de que esa arena se le haga un estudio y esa arena, cuando se esté lavando, se va a lavar y me va a matar todo el marisco con la contaminación que traiga”.

El presidente de la asociación de buzos y pescadores de Puerto Marqués aseguró que Protur, Semarnat y Profepa se culpan entre ellas del daño ecológico que provocan los desarrollos turísticos en la bahía. “¿Por qué el empresario no toma las debidas precauciones para que toda esa tierra no baje? Tenemos cuatro meses que sacamos una cita con Protur y hasta la vez no nos la dan. ¿Qué quiere el gobierno?… ¿Que nosotros hagamos plantones?”.

Infante Cruz contó que los hoteles y los condominios no les niegan acercarse a bucear, “no me dicen nada, pero prácticamente qué voy a sacar si me va agarrar una propela de un barco, me va a matar andando abajo. Pasa otra lancha, ir sacando y metiendo turismo de ahí del hotel porque tienen sus lanchas para atravesar con el turismo para Pichilingue, pa’ Marqués. Hay lanchas y uno anda abajo buceando, pues no te dejan, no se puede trabajar”.

Ante el avance del desarrollo inmobiliario y su daño ecológico, la asociación de buzos y pescadores de Puerto Marqués decidió repoblar la bahía de moluscos. “Pero ¿qué pasa? Nos ganan los piratas. Semarnat o Profepa o la autoridad competente no nos ayuda con la vigilancia. No tenemos vigilancia para frenar todo ese saqueo de la gente que no está en la cooperativa, gente civiles”.

Continuó: “Yo me pregunto qué pasa con la autoridad, como ahora la Marina. La Marina mandó a su gente a bucear, algún cabrón quería comer callo, lo mandó a bucear de noche con tanque. ¡Diez buzos de la Marina!”. Era diciembre de 2022 y los marinos bucearon atrás de la bahía de Puerto Marqués para recoger callo margarita, en veda, en un lugar que conocen como el Mejillón, con tanque de oxígeno, el cual te permite estar una hora sumergido. “Y nosotros no trabajamos con esos tanques. ¿Por qué? Porque si trabajamos con tanques ya no tuviéramos, ni en fotografías los conociéramos. Ya lo hubiéramos acabado todito” el marisco.

–¿Y cómo saben que era de la Marina?

–Porque la lancha tenía el nombre de la Marina.

“Era como la que pasó ahorita, era una de ésas”, señaló Carlos, uno de los buzos más jóvenes de la asociación, y quien conducía la lancha en esa jornada de recorrido con su playlist de rock clásico. La lancha que se vio era color gris e iban dos personas arriba de ella.

Carlos, quien presumió sus manos callosas por cazar un pez vela durante cinco horas y ganar un concurso recientemente, aseguró que él vio el saqueo aquella vez: “yo llevaba una bolsita como de unos cinco kilos, ellos llevaban la lancha llena, pura langosta para ellos, de este tamaño. Y nosotros respetando vedas y eso es lo que me sacó de onda ese día. Fue acá arriba. Son partes bajitas que no hay necesidad que lleves tanque, son partes de 8, 9 metros, no hay necesidad. Y ellos se llevaron… como es gobierno pues”.

Los buzos de Puerto Marqués interpusieron una denuncia ante Profepa, pero casi medio año después no han tenido respuesta. Barnard Ávila comentó que funcionarios de esta institución les dijeron “que no deberíamos haber ido con ellos, mejor ir a la Fiscalía. Se lavan las manos todos”.

Infante Cruz relató que la reciente desaparición de dos pescadores de Puerto Marqués, uno de ellos papá de un integrante de la cooperativa que preside, ha provocado que muchos buzos ya no quieran ir a pescar, que de por sí ya había migración por falta de empleo, y también responsabilizó a la Semar porque tienen el deber de resguardar las aguas.

La veda que más les preocupa es precisamente la de callo margarita o almeja burra, que está estipulada en la Norma Sanitaria 059, que fue publicada en el Diario Oficial de la Federación en 2010. Sin embargo, los marquesanos se enteraron de esta norma apenas hace dos años y “no nos notificaron, nada más nos cayeron los operativos. No se puede sacar callo y el que saque me lo llevo preso”, les dijeron los marinos.

El callo margarita les ayudaba cuando empieza la veda de ostión el primero de junio, y luego la veda de la langosta al mes siguiente. “Entonces el callo margarita que nosotros lo sacábamos para solventar esas vedas, de ahí sobrevivíamos. ¡Sobrevivir! No para que tengamos en abundancia. Y la Madre Perla. Las dos especies las pusieron en la norma, y al ostión y la langosta. Cuatro especies que capturábamos, vedadas. ¿De qué vamos a vivir?”, se preguntó Infante Cruz.

Los buzos marquesanos han buscado a la Semarnat para hablar de la veda del callo margarita, pero nadie los recibe. El senador y aspirante presidencial, Ricardo Monreal, les prometió apoyarlos durante su visita el 21 de abril a la bahía y les dijo que estaba en contacto “con todas las cooperativas del norte para ver por qué se puso la norma sin hacer una consulta pública, para ver de qué magnitud iba a ser afectada toda la pesquería”.

Infante Cruz dijo que los marquesanos no tienen la culpa de que en el norte del país se acabaran este molusco, “aquí nosotros tenemos en abundancia porque respetamos las reglas. Ésa es nuestra inconformidad. ¿Por qué allá pusieron la norma?”.

Las autoridades tampoco han realizado los estudios, cada tres años como estipula la ley para actualizar la veda y mucho menos una consulta pública en la que participaran los buzos de Acapulco.

Los pescadores de Puerto Marqués no quisieran pedir dinero, sólo requieren trabajo y que “no se dañen nuestras áreas de trabajo y no le vamos a pedir ni un solo peso. No queremos migajas del gobierno, queremos trabajo y les estamos demostrando que estamos trabajando porque estamos repoblando la bahía y si nosotros repoblamos la bahía, tenemos de dónde trabajar, de dónde sacar, de dónde subsistir”.

 

 

 

 

 

Texto: Ramón Gracida Gómez/ Foto: Carlos Carbajal

 

 

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