Debe el centro de espionaje de la Sedena dar información de la noche de Iguala: Vidulfo

Efectivos del Ejército a su paso por la calle Colón en el centro de Chilpancingo, como parte de los recorridos de seguridad que realizan en la capital del estado Foto: Jesús Eduardo Guerrero

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

El abogado del Centro de Derechos Humanos de la Montaña (Tlachinollan) y asesor de los padres de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa desaparecidos, Vidulfo Rosales Sierra, declaró por teléfono que los documentos de los hackers Guacamaya que señalan la existencia del Centro Regional de Fusión de Inteligencia (Cerfi) en el 27 Batallón de Iguala, confirman lo que han venido señalando los padres de los 43 estudiantes desaparecidos, de que en esas instalaciones hay información suficiente para esclarecer el caso.
“Definitivamente, esa información ya la teníamos nosotros. El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), encontró varios documentos relacionados con el caso Ayotzinapa que fueron obtenidos por el Cerfi con sede en Iguala”, declaró el abogado.
Añadió que, incluso, por eso los padres de los 43 estudiantes desaparecidos han estado pidiendo a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) que les abran los archivos de ese Centro, pero que el Ejército ha negado la existencia del Cerfi.
El abogado denunció que ha habido negativa de la Sedena para proporcionar la información que hay en ese Centro, “la poca información que ha salido es lo relacionado a una intervención telefónica que ellos (los del Cerfi), hicieron justamente el 26 de septiembre a las 10 de la noche, supuestamente al teléfono de Francisco Salgado Valladares (comandante de la Policía Municipal de Iguala) que este Centro intervino a las 10 de la noche.
Rosales Sierra agregó que por eso han estado pidiendo que los militares acudan al Ministerio Público para que se pueda “diligenciar” esta intervención telefónica y saber quién la llevó a cabo, cómo y por qué razones y todos los datos concernientes a ello, “pero el Ejército se ha negado, como ha negado la existencia de este centro”, reprochó el abogado.
El activista informó que tienen datos de que los militares estuvieron vigilando desde este Centro la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre.
Sin embargo dijo que todavía no han determinado si van a aportar estos documentos como elementos probatorios en contra del Ejército en el expediente del caso Iguala, “porque primero habríamos de ver de qué forma se aporta al proceso”.
Sin embargo, dijo el documento no es tan relevante para el proceso del caso Ayotzinapa porque los datos que ya tienen con respecto a la participación del Ejército son más importantes, “nosotros ya tenemos el dato preciso de qué es lo que intervino, y ahora lo único que se dice que ese Centro es uno de los cinco que existen en el país, digamos que esa es la novedad, pero nosotros lo que tenemos son datos concretos de qué hizo ese centro la noche del 26 el Ejército mexicano a través de ese Centro”.
Rosales Sierra agregó que cuentan con al menos dos o tres datos precisos de lo que habría hecho el Ejército esa noche a través de ese Centro, pero insistió que el problema es que se niega a aceptar que exista esta instancia dentro de esas instalaciones y de su estructura.
“Pero que bueno que ahora sale a la luz y se hace público para que la gente sepa que efectivamente existe este Centro de Fusión de Inteligencia y que el Ejército está obligado a proveer toda la información que se generó ahí y que nosotros ya sabemos de lo que se hizo y estamos seguros de que existe más información respecto a lo que ocurrió el 26 de septiembre del 2014”.
El abogado informó que lo que aporta ahora el grupo de activistas de hackers Guacamaya es que el Centro de Inteligencia es un complejo militar tecnológico con muchas capacidades para monitorear y hacer trabajo de inteligencia, razón de lo cual nos da cuenta que el 26 de septiembre no pudo escapar nada al control del Ejército.
“Es decir, que el 27 Batallón estuvo al tanto de todo lo que estuvo ocurriendo y que seguramente sabe lo que pasó con los estudiantes y tiene información sumamente relevante de ello y la exigencia es que se pueda aportar esa información, que es lo que nosotros venimos exigiendo para que se aclare el caso”.

 

En Iguala funciona un centro regional de espionaje del Ejército, revela el hackeo del grupo Guacamaya

Las instalaciones del 27 Batallón en Iguala con vallas de seguridad en previsión de protestas del movimiento de los padres de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa Foto: Alejandro Guerrero / archivo

Lenin Ocampo Torres

Chilpancingo

El 27 Batallón de Infantería implicado en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa es uno de los cinco Centros Regionales de Fusión de Inteligencia (Cerfi) que existen en el país y se dedica al espionaje en los estados de Guerrero, Morelos, Estado de México, Ciudad de México, Puebla, Querétaro, Tlaxcala e Hidalgo, según correos electrónicos filtrados por los hackers Guacamaya.
Aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador ha negado constantemente que en su gobierno existan labores de espionaje, los documentos filtrados en los correos revelan otros datos.
Un escrito fechado en agosto de 2022 y enviado por el Cerfi “Centro” (Iguala, Guerrero) al comandante de la IX Región Militar (Ricardo Flores González) que muestra la negativa para que el personal Cerfi se integre al Grupo de Respuesta Interinstitucional (GRI), deja al descubierto su forma de operación para el seguimiento de inteligencia del 27 Batallón de infantería (BI).
El documento revela las capacidades tecnológicas con las que cuentan, que van desde el monitoreo técnico de audios, intercepción de llamadas (CDR), geolocalizaciones, plataforma integral de inteligencia, análisis de vínculos, reconocimiento facial, acceso a redes sociales, reconocimientos de placas automotrices y recuperación de datos (forensia digital).
“Actualmente cuenta con un efectivo de 14 analistas, cuya tarea fundamental es el monitoreo técnico derivado de intervención de Comunicaciones Privadas (ICP), conectados a una plataforma tecnológica que permite acceder a los registros de llamadas, geolocalizaciones y de esta forma integrar paquetes de inteligencia operables”.
Según el documento, el Cerfi Centro actualmente “tiene 179 líneas en seguimiento bajo su responsabilidad”.
“La fortaleza de los Cerfi se encuentra en sus propias instalaciones, lugar donde se recibe, analiza, valora y en su caso se comparte para explotación, la información que se genere”.
Otro documento en diapositivas de Power Point revela la ubicación de los cinco Cerfis en el país y la forma de operación que tienen con otras corporaciones de seguridad.
El Cerfi en Guerrero según el documento tiene su centro de operatividad en las instalaciones del 27 Batallón de Infantería, en Iguala de la Independencia.
Después de la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, los padres y madres de los normalistas; las organizaciones sociales, estudiantiles y de derechos humanos; los integrantes del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) y el mismo subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaria de Gobernación, Alejandro Encinas Rodríguez, han señalado el seguimiento a los alumnos de Ayotzinapa y la participación del 27 Batallón la noche del 26 de septiembre del 2014.
El pasado 18 de agosto, Encinas Rodríguez reveló durante el informe del Caso Ayotzinapa, que uno de los 43 estudiantes desaparecidos, Julio César López Patolzin, era integrante del Ejército y estaba bajo el mando del teniente de Infantería, Marcos Macías Barbosa, del 27BI.
En noviembre del año pasado fue detenido el capitán José Martínez Crespo, por delincuencia organizada y presuntamente por su participación en la desaparición de los 43 estudiantes.
El capitán también pertenece al 27 Batallón y fue acusado por algunos normalistas sobrevivientes de intimidarlos y amenazarlos cuando ellos se encontraban refugiados en el Hospital Cristina de Iguala.
El pasado 27 de septiembre, en el octavo aniversario de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, reporteros denunciaron que las transmisiones en vivo que realizaron del discurso de los padres y del vocero, Vidulfo Rosales Sierra, fueron bajados u ocultados de sus redes sociales.
Una semana después, al menos cinco líneas telefónicas de celulares de corresponsales de medios estatales y nacionales que estuvieron en las protestas en la ciudad de Iguala fueron hackeadas.
La información filtrada en los correos por Guacamaya y a la cual tuvo acceso El Sur, deja al descubierto que el Cerfi del 27 Batallón de Infantería tiene la capacidad de intervención de comunicaciones y el acceso a las redes sociales por la plataforma tecnológica con la que cuentan.

Capacidades Tecnológicas de los Cerfi

Dentro de sus capacidades tecnológicas, los Centros Regionales de Fusión de Inteligencia (Cerfi), cuentan con siete aeronaves no tripuladas que pueden recorrer distancias de mil kilómetros y con capacidad infrarroja que identifica blancos por sus características térmicas.
Además, tiene sistemas de comunicación celular, SkyEye (cámara de fotos georreferenciadas) y 16 cámaras de alta definición en tiempo real.
El documento de Power Point de 10 diapositivas, menciona que los objetivos principales de estas aeronaves son los grupos de la delincuencia, los grupos armados (en referencia a las guerrillas y autodefensas), el monitoreo del Popocatépetl y vigilancia a ductos de Pemex.
Cuentan con una plataforma integral de inteligencia que procesa miles de millones de datos con la ayuda de un módulo Osint (Open Source INTelligence), traducido como Inteligencia de Fuentes Abiertas, que se encarga de recolectar información y datos de las diferentes plataformas de redes sociales.
También tienen la capacidad de comparar fotos de rostro de los principales blancos de interés y el reconocimiento de placas vehiculares para su geolocalización.
Los otros cuatro Cerfis son: Noroeste, en la III Región Militar de Mazatlán, Sinaloa; Noreste, Séptima Zona Militar de Apodaca Nuevo León; Occidente, VI Región Naval de Manzanillo Colima y Sureste, Tercera Zona Naval de Coatzacoalcos, Veracruz.