Imparten a vecinos de La Sabana taller para la elaboración de abono orgánico

El taller que recibieron los vecinos de La Sabana en la preparatoria po-pular General Emiliano Zapata fue impartido por técnicas del programa federal Sembrando Vida e impulsado por la organización Guerrero es Primero Foto: Ramón Gracida Gómez

Ramón Gracida Gómez

Vecinos del poblado de La Sabana recibieron este sábado un último taller de elaboración de abono orgánico bokashi por parte de técnicos del programa federal Sembrando Vida, antes de la reforestación a orillas del río durante la presente temporada de lluvias.
En el último mes se impartieron talleres sobre la identificación de las plantas propicias para ser sembradas en el municipio y la elaboración de sustrato; en 15 días, los participantes se van a reunir para decidir qué puntos de la orilla del río van a ser reforestados y en qué lugar van a construir un vivero comunitario.
La técnica productiva Liliana Ramírez dio las instrucciones para elaborar el abono, usando de base el estiércol de caballo y luego poniendo encima un líquido de melaza, agua y levadura para darle “comida” a los organismos que están dentro del estiércol.
La segunda capa del abono consistió en dos costales de hojas reunidas en las amplias áreas verdes de la Preparatoria Popular General Emiliano Zapata, de la avenida Lázaro Cárdenas, frente al crucero de El Cayaco.
Después, un costal lleno de tierra y aserrín fue puesto encima de las hojas, y luego fueron colocados en el abono kilos de ceniza, que fueron filtrados a través de una malla puesta encima del producto orgánico para evitar que le cayeran piedras y basura.
Otro producto esparcido en el montón del bokashi fue la harina de maíz para acelerar el proceso de descomposición del estiércol, “las plantitas son como nosotros”, necesitan potasio, hierro, calcio, y la cantidad de elementos que necesitan depende de la especie que se vaya sembrar, dijo la técnica Liliana Ramírez.
Comentó que la quema del terreno para la siembra sí genera nutrientes, pero cuando son recurrentes, desaparecen estos nutrientes y el suelo se vuelve más delgado y en consecuencia infértil, y la situación empeora cuando los agricultores utilizan herbicidas, como el glifosato, y que causa que las plagas se vuelven más resistentes.
“Ahorita estamos produciendo a costa de todo”, lamentó la técnica productiva de Sembrando Vida y advirtió que esos productos son consumidos por los seres humanos y en un futuro van a ser sólo “plástico” de tanta contaminación que contienen, “tarde o temprano llegan a la familia”.
Impulsó a los 10 participantes del taller impartido en la mañana de este sábado a continuar con la elaboración de abono orgánico porque es un “granito de arena” para el mejoramiento del medio ambiente en el que habitan.
También los llamó a ser pacientes con los efectos positivos del abono orgánico porque son parte de un “proceso” y no son visibles inmediatamente, a diferencia de lo que ocurre con los agroquímicos; por eso, muchos campesinos no quieren participar en la agricultura orgánica porque quieren acelerar el proceso de producción, lamentó la técnica, y agregó que se recomienda elaborar el bokashi en los primeros meses del año y en temporada de calor.
La elaboración del bokashi continuó con la colocación de más hojas, ceniza, varios kilos de harina de maíz y el líquido mezclado de agua, melaza y levadura; al final, el fertilizante fue tapado con una lona.
El integrante de la asociación Guerrero es Primero, impulsora del taller, Fernando Terrazas Baños, comentó que la reforestación va a contar con el apoyo de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semaren), y el vivero comunitario va a albergar unas 3 mil plantas.
Los talleres impartidos por técnicos de Sembrando Vida empezaron en mayo y también participaron de Tres Palos y fueron replicados en el poblado del Kilómetro 30; se retoma así el proceso de reforestación que impulsaron el año pasado Guerrero es Primero y el párroco de La Sabana, Jesús Mendoza Zaragoza.