Montiel mandó construir la puerta negra, un lugar de tortura en la cárcel de Acapulco

 

 Testimonios de los ex presos políticos Eloy Cisneros Guillén, Arturo Gallegos Nájera, Juan García Costilla y Rosa María Gómez Saavedra

 Los ex presos políticos Eloy Cisneros Guillén, Arturo Gallegos Nájera, Juan García Costilla y Rosa María Gómez Saavedra, señalaron al ex director de reclusorios en Guerrero, Agustín Montiel López, como responsable de haber torturado y desaparecido a luchadores sociales durante la época conocida como la guerra sucia.

Agustín Montiel –quien fue subdirector de Seguridad Pública con José Francisco Ruiz Massieu, además de ser el responsable de los reclusorios en Guerrero de 1987 a 1993– fue señalado por los ex presos de la entidad de orquestar desapariciones y torturas a quienes participaban en luchas sociales.

El martes, Montiel López –que actualmente ocupaba la Dirección de la Policía Ministerial de Morelos– fue detenido por la PGR y puesto a disposición de un juez federal.

Eloy Cisneros –quien asegura haber sido torturado directamente por Agustín Montiel en el Cereso de Acapulco– informó que la Asociación Nacional de Luchadores Sociales ya puso una querella en la Procuraduría General de la República, además de que buscarán entrevistarse con el fiscal especial para los Movimientos del Pasado, Ignacio Carrillo Prieto, a quien le solicitarán se amplíe la investigación sobre los delitos que Agustín Montiel cometió en Guerrero.

“Desde que lo iban a nombrar jefe de la policía en Morelos, algunos guerrerenses les dijimos que era un delincuente, que no podía estar en ese puesto, que tenía que estar encarcelado”.

Recordó que Agustín Montiel fue parte importante en la represión del 16 de marzo de 1990 ocurrida en Ometepec, tras las elecciones municipales de un año antes. “Ahí hubo desaparecidos, varios detenidos. Aquí también está ligado al narcotráfico”.

Eloy Cisneros comentó que en ese desalojo fue golpeado y traslado en una camioneta, “debajo de una llanta de refacción y con un custodio encima de mí. Cuando llegué al Cereso fui recibido por Agustín Montiel. Ahí me suturaron la cabeza sin anestesia, sin atención médica y el comandante Oscar Cruz Anguiano me siguió golpeando”.

Añadió que entre los desaparecidos en ese hecho están Andrés de la Cruz Zacapala y Daniel López Alvarez, además de la muerte de Román de la Cruz Zacapala, la que atribuye al propio Montiel.

Por su parte, Arturo Gallegos señaló que conoció a Agustín Montiel por 1989 cuando era director de la cárcel regional en Acapulco. Dijo que en ese entonces acudía como parte del PRT a ver a dos presos políticos. Uno de ellos, Jesús Real Dimas, quien acusó a Montiel de corrupción, además de ser homosexual, lo que ocasionó que lo llevaran a “la puerta negra” –un lugar que aún existe en el reclusorio, debajo de los puentes–.

“Será importante que se remitan a su historial negro en Guerrero”. dijo.

Acerca de Montiel, Juan García Costilla –actual diputado federal por el PRD- confirmó que tuvo “mucho que ver” en la represión en Ometepec, entre varios otros delitos como narcotráfico y desapariciones, por lo que cuando fue diputado local informaron a sus homólogos de Morelos sobre el historial de Agustín Montiel.

“A él le exigimos la presentación de los hermanos De la Cruz Zacapala de Ometepec. También ordenó la detención de Adolfo Plancarte –hoy presidente del Consejo Estatal del PRD-”.

En tanto, Rosa María Gómez Saavedra –actual coordinadora de Servicios Públicos Municipales– comentó que estuvo dentro del primer grupo de presos políticos en el penal de Las Cruces, ocho meses después de que fue inaugurado, en marzo de 1983.

“El tenía un doble discurso. Por un lado nos hablaba que era una persona democrática, que reconocía nuestros derechos como universitarios. Pero por otro lado hacía labor en contra de nosotros, nos confrontaba con los demás reclusos”.

Señaló que a las mujeres las quería recluir en el área de hospital. “Nos quería aislar. Inclusive mandamos una carta a Amnistía Internacional y a los hombres sí los tuvo aislados los nueve meses que estuvimos en el penal”.

Mencionó que el periodo en que Montiel estuvo en el reclusorio de Las Cruces mandó a construir el cuarto de tortura conocida como “puerta negra”. “Ese lugar lo hizo para castigar a quienes meses antes intentaron fugarse, porque él se ufanaba de que era la cárcel más segura”, concluyó.

El gobierno promueve la educación privada y ataca la pública, advierten

Foro por el 78 aniversario de la normal rural de Ayotzinapa

Los planteles de paga crecen “sin sustento académico”, cuestiona Erika Zamora. Proponen que se promueva la enseñanza del náhuatl, mixteco, tlapaneco y amuzgo

Ex presos políticos y egresados de la Normal Rural de Ayotzinapa Isidro Burgos, cuestionaron la política del gobierno federal en favor de la apertura y crecimiento de planteles de educación privada, para responder a los programas de organismos financieros internacionales como el Banco Mundial. También exigieron que la SEG promueva la enseñanza de las cuatro lenguas indígenas –amuzgo, mixteco, náhuatl y tlapaneco–, además del castellano.

Cerca de las 11 de la mañana y ante unos 100 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, así como integrantes de organizaciones sociales, el jueves el egresado de esa normal, ahora maestro de primaria en Cuetzala del Progreso, Esteban Godínez Flores, expuso en el foro Educación superior, su crisis y perspectivas, que el objetivo de las normales rurales es “atender la educación de los campesinos”.

Dijo que con las normales rurales se busca que los hijos de los campesinos estuvieran concientes y fueran capaces de transformar “nuestra población rural” y tan sólo de 1930 a 1940 se crearon 27 normales rurales; 16 de las cuales desaparecieron en 1968 con Gustavo Díaz Ordaz.

Uno de los grandes problemas de las normales rurales, dijo Godínez Flores, es que actualmente sus egresados “pierden su identidad y ya no quieren regresar a las comunidades a impartir clases, a muchos les da pena su origen”.

Asimismo destacó que hoy la Secretaría de Educación en Guerrero está creando normales privadas “al vapor”, con miras a privatizar la educación superior. Además consideró que “es falso que las normales rurales hayan cumplido con su papel, y la vida de estas escuela depende de sus estudiantes”.

En su intervención, la ex presa política Erika Zamora Pardo –detenida el 7 de junio en la comunidad de El Charco de Ayutla de los Libres, acusada de pertenecer al ERPI– expuso que actualmente las políticas educativas responden a las políticas del Banco Mundial (BM) en favor del mercado, una de las cuales es otorgar “incentivos a las instituciones públicas para que diversifiquen sus fuentes de financiamiento”, entre ellas establecer cuotas y aranceles.

Zamora Pardo afirmó que a la fecha las instituciones privadas continúan creciendo, pero “con poco sustento académico”, en este sentido dijo que existe una discusión sobre seguir las políticas de organismos financieros internacionales en materia de educación, los cuales “argumentan que la educación superior debe ser privatizada para ser de buena calidad”.

Zamora Pardo insistió en que la política neoliberal del gobierno federal no considera “el impulso de las normales rurales, sino que ha desatado una embestida contra ellas en los medios de comunicación y en la sociedad para impulsar su desaparición, y así quitarse el obstáculo que no le permite implantar su proyecto privatizador”.

El también ex preso político, Efrén Cortés Chávez –detenido en el mismo lugar que Erika Zamora– comentó que las normales rurales enfrentan grandes problemas que tienen que ver con la existencia de una planta docente “acrítica y que se acomoda a las políticas oficiales”.

Cortés Chávez mencionó que también las normales rurales enfrentan un problema pluriétnico y propuso que tengan como una materia la enseñanza de las cuatro lenguas que se hablan en la entidad además del castellano: el náhuatl, mixteco, tlapaneco y amuzgo.

Luego expresó el ex preso político que el nuevo plan educativo debe “contraponer el problema de la pedagogía y de vocación para impulsar la educación popular, ya que estamos en un proceso de deseducación”.

Después de ser presentadas las ponencias, algunos estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa hicieron algunas aportaciones, entre ellas una crítica al Plan Educativo de 1997, el cual “nos obliga a recibir la enseñanza dentro de las aulas, sin embargo la tarea de un maestro no se centra en la aulas, sino a transformar a la sociedad”.

Más adelante y tras las participaciones tanto de los ponentes como de algunos alumnos asistentes al foro por el 78 aniversario de fundación de la escuela, se propuso exigir a la Secretaría de Educación en Guerrero la enseñanza de las cinco lenguas que se hablan en el estado de Guerrero: el amuzgo, náhuatl, mixteco, tlapaneco y castellano, para “no tener cualquier docente” en las comunidades rurales.

También acordaron buscar una relación con la Universidad Autónoma de Chapingo, para reactivar la producción de conocimientos en la normal rural. Asimismo pidieron publicar el transfondo político del Plan Educativo de 1997 a través de distintos medios y finalmente propusieron que las prácticas de los docentes se deben llevar a cabo en en el medio rural.

Al foro asistieron la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos (Afadem), el Frente de Organizaciones Democráticas de Guerrero, así como normalistas de Teteles Puebla.

Más tarde el vocero de la normal Rural de Ayotzinapa, Francisco Aguilar, denunció que de los fondos entregados por el secretario de Educación, Daniel Pano Cruz a las normales públicas del estado, a esa normal “no le entregaron nada y se supone que ahí venía inmerso el recurso para el festejo del 78 aniversario”.