* Es muy caro y sólo valían la pena cinco obras: Federico López
*Inauguran en playa Tamarindos muestra del artista sanmarqueño Calixto Molina Navarrete
Xavier Rosado * El director general del DIF Acapulco, Federico López de los Reyes anunció que no se presentará este año el Concurso Municipal de Escultura en Arena y explicó que su costo de medio millón de pesos resultaba demasiado oneroso para el Ayuntamiento y además porque, de los 300 trabajos que se elaboraban en el certamen “solo cinco valían la pena”.
El concurso de escultura de arena, que llevaba más de 30 años de organizarse en las playas Hornos y Tamarindos, fue sustituido por la primera Gran Exposición de Escultura en Arena, presentada por el DIF Municipal en la playa Tamarindos frente al hotel Aca Bay en el que se exhibe la alegoría escultórica Duendes y hadas del artista sanmarqueño Calixto Molina Navarrete.
“La verdad es que al otro concurso venían las personas nada más por la gorrita y por la camiseta que les regalaban y no es que queramos sustituir una cosa con la otra, lo que pasa es que decidimos promover a uno de nuestros artistas de la región, al apoyarlo en sus viajes a otros países y con este tipo de muestras culturales”, expresó el funcionario.
Indicó que los gastos totales para la presentación de esta exhibición fueron de 100 mil pesos.
A la presentación de la obra de Calixto Molina, asistió la presidenta del Patronato del DIF Municipal, María Eugenia Díaz de López y representantes de la comunidad cultural acapulqueña como la pintora Areli Eunice, el coreógrafo Jorge Batani y el escultor Alberto Chessal Ramírez.
La escultura, rodeada por una valla de aproximadamente 10 metros de diámetro, representa una escena donde los duendes y hadas, juegan en el borde de un río, en un bosque lleno de flores.
El autor explicó que tomó el tema de las fiestas de la primavera a las que los niños van vestidos de flores, abejas, mariposas o árboles, en señal de que ha llegado la primavera.
El escultor guerrerense viajó a Bélgica en junio del año pasado invitado por los organizadores del Sand Festival de Blackenberge, Bruselas, en el que impuso un récord, junto con otros 50 escultores internacionales, en la escultura de arena más grande del mundo.
Calixto Molina ha viajado por diversas ciudades en Canadá, Estados Unidos, Europa y de México, participando desde hace ocho años en diversos festivales de este género de arte efímero.
A sus 25 años de edad, ha participado en 18 festivales de escultura de arena, desde que tenía seis, ganando en este lapso, ocho primeros lugares en el mismo concurso que ahora desaparece.
Calixto estudió en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado, La Esmeralda, del Instituto Nacional de Bellas Artes, sin embargo, para lograrlo, obtuvo una beca del DIF estatal de Guerrero y para subsistir en la ciudad, se hizo comerciante de frutas.
Anunció que el próximo verano viajará a Europa y promoverá en países como Francia, Holanda y Bélgica, el arte efímero que también se hace con nieve o hielo.
Acerca de lo efímero de su arte, comentó que eso es precisamente lo que le atrae, que su obra perdure más en el pensamiento de las personas, más que físicamente.
“El arte efímero tiene la magia de lo espontáneo y guarda su valor en qué tanto se quede grabado en la memoria de la gente. También quiero ayudar a crear un semillero de artistas en Acapulco, para pasar la estafeta del arte a los niños y jóvenes de esta ciudad”, expresó el joven escultor.
