El campesino ecologista Felipe Arriaga Sánchez denunció que ayer fue víctima de abusos por parte de efectivos del Ejército que están en un retén de revisión en la comunidad de La Botella, en la sierra de Petatlán.
Por vía telefónica, el ambientalista denunció que el hostigamiento de los militares en su contra sigue, a pesar de que está invitado el lunes 5 de junio a la entrega del Premio al Mérito Ecológico, que hará el presidente Vicente Fox en Chihuahua, donde recibirá un reconocimiento, según le informó la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Felipe Arriaga, que fue declarado preso de conciencia por Amnistía Internacional cuando permaneció en la cárcel de Zihuatanejo de noviembre de 2004 a septiembre de 2005, acusado de un delito que más tarde sus abogados demostraron que fue fabricado, contó que este lunes los soldados abusaron de su fuerza, y le destruyeron un abono orgánico que llevaba a su comunidad.
Arriaga dijo que uno de sus proyectos es ayudar a los campesinos del ejido de La Botella –en la zona de influencia de la Organización de Mujeres Ecologistas de la Sierra de Petatlán, que dirige su esposa Celsa Valdovinos Ríos–, y especialmente a los de El Zapotillal, para que cambien el uso del fertilizante químico por el abono orgánico, “que es el que no daña el suelo, ni el subsuelo ni los mantos freáticos, al contrario, sirve mucho”.
Indicó que con este afán, se ha dedicado en los últimos días a la lombricultura, con el propósito de tener suficiente abono orgánico que ayer lunes compartiría con los campesinos de El Zapotillal y para lo que contrató una camioneta doble rodada en la que llevaba 100 kilos de tierra con lombrices.
Arriaga dijo que del entronque que da a la comunidad de El Cuajinicuilar “hasta toda la brecha al Zapotillal”, se encontró con retenes de militares que le revisaron de manera minuciosa su carga y tras explicarles para qué quería ese abono orgánico, le permitieron seguir su camino.
Sin embargo, en el poblado de La Botella, Arriaga y el conductor de la camioneta, José Rangel Arriaga, se encontraron por cuarta ocasión un retén y que un soldado se subió a la camioneta para revisarla, “les dije quién soy yo, les dije que me dedico a proteger los bosques y el agua y que apenas me felicitaron porque voy a recibir una medalla por parte del gobierno federal y que esas lombrices las quería para hacer abono orgánico”.
“Pero el soldado no me hizo caso y entonces las empezó a pisar y a pisar, por lo que busqué al oficial que venía a cargo y no hizo nada, sólo se quedó viendo como estando de acuerdo con lo que el otro estaba haciendo y entonces me enojé y les dije que no me hicieran eso, que los iba a denunciar y el soldado que estaba pisando las lombrices me contestó, ‘¡pues denúncienos, a ver si así nos bajan!’”, contó.
Felipe Arriaga expresó su impotencia: “son chingaderas, me dolió que me hayan matado mis lombrices; de qué sirve tanto trabajo si todo el tiempo he sido perseguido y hostigado por el Ejército, siempre el gobierno federal ha querido pisotear mi dignidad como defensor de los bosques”.
“Yo para qué quiero premios si el gobierno no me deja trabajar, nadie me ha dado un peso por la lucha del medio ambiente, lo que hago lo hago de corazón y con mis propios recursos; de verdad le digo que estoy cansado de tanta persecución en mi contra como si fuera el peor de los delincuentes; así ya ni ganas me dan de ir a recoger ese premio, ¿para qué, si los militares se siguen ensañando conmigo?”, cuestionó.
El año pasado, Felipe Arriaga fue propuesto para el Premio al Mérito Ecológico de 2006, por organizaciones no gubernamentales ambientalistas y defensoras de derechos humanos de esta región de la Costa Grande y otras del estado, como Mundo Nuevo de Petatlán, la Organización de Mujeres Ecologistas de la Sierra de Petatlán, SOS Bahía de Zihuatanejo, el Colectivo Costa Libre y el Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollan.
Qué es una lombricomposta
Se denomina Humus de Lombriz (Lombricomposta) al producto resultante de la digestión de cierto tipo de lombrices de tierra, alimentadas con materia orgánica, criadas en cautiverio sistemáticamente. Esta actividad se denomina lombricultura.
El completo metabolismo que sufren los residuos orgánicos ingeridos, permite obtener un producto con elevada carga de microorganismos que en perfecto balance con otros elementos orgánicos inyectados durante la digestión, dan al humus de lombriz estabilidad física, química y biológica. (Fuente: Sagarpa).