Insta Chavarría al ecologista Felipe Arriaga a formalizar su denuncia por los abusos de militares



El secretario general de Gobierno, Armando Chavarría Barrera, propuso ayer al campesino ecologista Felipe Arriaga Sánchez, que formalice la denuncia pública que hizo sobre abusos de militares en un retén de La Botella en la sierra de Petatlán, pues aseguró que de no ser así para el gobierno del estado eso “sólo queda en declaraciones políticas”.
Sobre la petición de justicia que hace el también ecologista Albertano Peñaloza Domínguez, a un año de la emboscada en que murieron sus hijos, Chavarría aceptó que desconoce cómo va el proceso, pues es la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) la que está “encargada” de investigar ese caso.
En declaraciones a El Sur el lunes, Felipe Arriaga denunció que fue víctima de abusos por parte de militares que están en un retén en la localidad de La Botella en la sierra de Petatlán. Por separado y a un año de la emboscada que sufrió Albertano Peñaloza, pidió justicia para su familia y demandó al procurador de Justicia, Eduardo Murueta Urrutia, que se investigue hasta dar con los responsables.
Al respecto, consultado por reporteros luego de inaugurar las oficinas del Consejo Interreligioso de Guerrero (CIG), Chavarría dijo que en este momento “realmente no sé cuál sea la situación jurídica” de ese caso.
Señaló: “voy a solicitar la información actualizada a la Procuraduría General de Justicia en el Estado; leí hoy (ayer) en la nota una expresión de Albertano Peñaloza y voy requerir la información para poder informar; no sé actualmente cómo va el desahogo jurídico de esta circunstancia”.
Chavarría sostuvo insistentemente que no sabe qué avances ha habido en la investigación “porque hay una dependencia encargada de eso, que es la Procuraduría que es la que seguramente sabe en detalle cómo va el proceso, voy a solicitar información”, dijo.
Respecto a los abusos de militares que sufrió Felipe Arriaga, Chavarría atajó: “que presente la denuncia, yo se los he comentado, si hay abusos, si hay intimidaciones, si hay amenazas, yo ya les he planteado infinidad de veces que acudan a las instancias legales que presenten su denuncia que con mucho gusto los vamos a atender”.
“Les he planteado de manera personal, como secretario de Gobierno que si consideran necesario algún apoyo de seguridad, yo con mucho gusto se los brindo; hasta este momento no lo han requerido, ya tiene meses que les hice el ofrecimiento, hoy se los reitero, si creen que es necesario, con mucho gusto contribuimos, a brindarle seguridad”, apuntó.
A pregunta expresa sobre si esas actitudes de los militares en contra de Arriaga no son de peso como para que el gobierno del estado proponga la desmilitarización en algunas zonas, el funcionario respondió: “son circunstancias que no nos constan, mientras no tengamos una denuncia, donde se nos señale que efectivamente militares, fulano de tal, zutano están incurriendo en esto, pues para nosotros sólo quedan en declaraciones políticas”.

Pide justicia Albertano, a un año de la emboscada en que murieron sus hijos

 

A poco más de un año de que sufrió una emboscada con armas de grueso calibre en la comunidad de Banco Nuevo, y en la que fueron asesinados dos de sus hijos, el campesino ecologista de la sierra de Petatlán, Albertano Peñaloza Domínguez pidió ayer justicia para su familia y solicitó al procurador, Eduardo Murueta Urrutia, que se investigue hasta dar con los responsables, “porque no queremos hacer justicia por nuestras propias manos”.
Al enterarse de que el próximo sábado estará en Banco Nuevo el obispo Samuel Ruiz, y que celebrará una misa, invitado por la Organización de Campesinos Ecologistas de la Sierra de Petatlán y Coyuca de Catalán, Albertano Peñaloza demandó que el religioso pida por la justicia para su familia, “no queremos hacerlo por nuestras propias manos, por eso tenemos una ley y estamos a respaldo de ella”.
El 19 de mayo de 2005, cerca de las 10 de la noche, Albertano Peñaloza regresaba a su casa en la comunidad de Banco Nuevo, en la sierra de Petatlán, a bordo de su camioneta junto con cuatro de sus hijos; habían ido a la comunidad de El Mameyal a comprar la despensa y ya abrían el falsete del terreno que da a su casa, cuando empezaron a ser tiroteados.
Armando y Abatuel Peñaloza Mojica, de 21 y 11 años de edad, quedaron muertos en el interior de la camioneta; mientras que sus hermanos, Adalid, de 15 años e Isaac, de 18, resultaron heridos al igual que su papá, Albertano Peñaloza.
Luego de la balacera la esposa del campesino ecologista y madre de los jóvenes muertos y heridos, Reyna Mojica Pérez, se llevó a su hijo Isaac a una clínica particular en Zihuatanejo, pues resultó con un balazo en el brazo izquierdo que se le introdujo en el costado y afectó sus pulmones, así como otro balazo más en el pie del mismo lado.
La mujer no estuvo en el sepelio de sus hijos y sólo volvió a ver sus cadáveres cuando tres meses después, regresó a Banco Nuevo con la fiscal Ciria Alarcón Díaz, de la dirección de Averiguaciones Previas de la Procuraduría General de Justicia del estado (PGJE), de Chilpancingo, junto con el entonces agente del MP de Tecpan de Galeana, Esteban Maldonado Palacios, para hacer la exhumación de los cuerpos y hacerles la necropsia.
Desde el día de la agresión a la fecha, han pasado 376 días y la familia Peñaloza Mojica continúa esperando justicia, aunque a decir del campesino Albertano, ellos decidieron no presentarse a declarar más porque quien estuvo al frente de la exhumación de sus hijos fue Esteban Maldonado Palacios, “el mismo que le hizo todos los trabajos sucios a Bernardino (Bautista Valle, conocido por los campesinos como el cacique maderero de la región) y fue el que nos integró la averiguación por la que echaron a la cárcel a Felipe (Arriaga Sánchez)”.
La denuncia a la que se refiere Peñaloza Domínguez es la acusación contra 12 campesinos ecologistas, entre ellos él y Felipe Arriaga, de haber participado en una emboscada donde murió Abel Bautista Guillén, hijo de Bernardino Bautista Valle.
Por ese delito Arriaga estuvo preso de noviembre de 2004 a septiembre de 2005; es decir, 10 meses y 11 días en el penal de Zihuatanejo.
Albertano Peñaloza dijo: “tenemos desconfianza, vimos que ese Esteban Maldonado estuvo muy interesado en querer saber todo de nosotros, por eso Reyna (su esposa) ya no se presentó a declarar; sí queremos que se nos haga justicia, pero le pido al procurador que quite a esa persona que le hizo mucho daño a los campesinos”.
A pregunta expresa, comentó que el caso de la emboscada en su contra y el asesinato de sus hijos está olvidado, y lamentó que los abogados del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan no le estén dando seguimiento, “no sé hasta cuándo va a empezar de nuevo; yo creo que hasta que Reyna declare, quizá los (abogados) de Tlachinollan tienen temor de que la vayamos a regar porque Reyna tiene que declarar y yo les dije que si se podía pronto, pero ellos me dijeron que no, que todo tiene un proceso y por eso pienso que se va a alargar”.
Y abundó: “creo que esto va para largo y nosotros no podemos hacer nada; apenas hablé con Mario (Patrón Sánchez, abogado de Tlachinollan) para ver si nos juntábamos en Tlapa para eso del aniversario de su organización, pero no sé si voy a poder ir, estamos muy desgastados (económicamente)”.
Dijo que en el lugar donde se encuentra ahora con su familia, es completamente distinto a Banco Nuevo y el modo de ganarse la vida es más difícil, “porque allá en Banco Nuevo teníamos todo”.
Más adelante sostuvo que sí regresarían a Banco Nuevo, que incluso, quisieron hacerlo para recodar allá el primer aniversario de la muerte de sus hijos, pero que no lo hicieron por sus condiciones económicas y por temor, “acá nos llegan las noticias de que allá anda gente armada y tenemos temor de que nos vayan a hacer otra cosa”.
“A mí sí me dolería que me mataran a otro de mis hijos, para ellos (los caciques y explotadores del bosque) es normal, pero para mí no porque nosotros no le hemos hecho daño a nadie, lo único que hemos hecho fue decir basta a la tala y a los incendios del bosque”, indicó.
Añadió: “nuestro caso se lo pusimos a las autoridades y en ningún momento estamos pensando en planes de venganza, confiamos en la justicia y en las leyes, si no, quién sabe qué vaya a pasar”.
Luego, al exponerle que el próximo sábado estará en Banco Nuevo el arzobispo Samuel Ruiz, y que ofrecerá una misa, Albertano pidió que el religioso pida por la justicia para su familia, “no queremos hacerlo por nuestras propias manos, por eso tenemos una ley y estamos a respaldo de ella”.
E insistió en el llamado al procurador Eduardo Murueta, “nosotros sí estamos dispuestos a seguir con el caso, pero que se cambie al MP, ya no queremos que esté Esteban Maldonado porque ese fue el que le hacía todos los trabajos sucios a Bernardino Bautista, eso es lo que le pido y nosotros seguiremos con el caso”.