El presidente de la asociación de Restauranteros Unidos de Acapulco (RUA), Javier Reynada Carbajal, expuso que por la poca afluencia de visitantes al municipio los empresarios han optado trabajar sólo los fines de semana.
Reconoció que se han cerrado negocios y lo atribuyó a la escasa derrama económica que dejó el turismo en los últimos meses, e informó que las ventas bajaron hasta el 10 por ciento en octubre.
“La inseguridad a todo mundo afecta y mientras las autoridades no vean esa situación, vamos a seguir así”, expresó el también ex presidente de la Cámara Nacional de Comercio en Acapulco, quien dijo que el fin de semana fue un “respiro” para los restauranteros porque la ocupación hotelera tuvo un ligero repunte.
Manifestó que en la semana observó un despliegue de la Gendarmería en la Costera, pero no de otro cuerpo policiaco.
Reynada Carbajal reconoció que sí se han cerrado negocios de comida en Acapulco y lo atribuyó a la poca afluencia turística, aunque también dijo que la inseguridad les afecta, “hay muchos cerrados, pero también digo que nos ha perjudicado la inseguridad, pero principalmente las bajas ocupaciones que tenemos, el turismo ha llegado a cuentagotas”.
De acuerdo con reportes de los restaurantes afiliados a la RUA ,“sus ventas son muy bajas, de menos del 10 por ciento, unos hasta un refresco venden, si caminas por la Costera parece desierto porque no alcanzan a pagar la renta”, sostuvo Reynada Carbajal.
Explicó que el cierre de negocios se extiende a otro tipo de giros comerciales.
De mediados de septiembre a lo que va del mes, se observó que quienes se niegan a bajar las cortinas de sus restaurantes han cambiado los horarios de servicio, “algunos compañeros están trabajando, cierran tres días su negocio y trabajan: jueves, viernes, sábado y domingo”.
Después de la balacera del fin de semana pasado en La Condesa, a unos metros de un restaurante donde cenaba el gobernador electo Héctor Astudillo Flores y de la que resultó muerto un trabajador del condominio La Torre de Acapulco, el empresario restaurantero manifestó que ellos continúan trabajando, “nos encomendamos a Dios que no pase nada y todos los negocios de la asociación están trabajando normal, no tienen seguridad”.
De la posibilidad de contratar seguridad privada, manifestó que no era posible, porque su economía no se los permite, “entre pagar nómina, renta e impuestos, pues no nos alcanza”.
De los casi 180 negocios restauranteros, aseguró que los integrantes de la RUA no le han reportado robos en lo que va de los últimos dos meses.