Dejan ir a 21 levantados en El Salitre, Arcelia; los hallan ministeriales en San Miguel Totolapan

Al comenzar este viernes, los hombres que fueron levantados el sábado pasado en El Salitre, Arcelia –al final fueron 21 y no 17– fueron dejados ir por sus captores y encontrados por policías ministeriales cerca de la comunidad de La Gavia, del vecino municipio de San Miguel Totolapan, en medio de la amplia operación de búsqueda desplegada por soldados del Ejército y corporaciones federales y estatales.
De acuerdo con reportes oficiales, a la 1 de la madrugada los policías ministeriales ubicaron a los 21 hombres en el cerro de Las Antenas, cerca de la comunidad de La Gavia, y los trasladaron a la Agencia del Ministerio Público en Arcelia.
Se trata de los hombres que fueron levantados la tarde del sábado cerca de la comunidad de El Salitre, cuando se dirigían a una boda en la comunidad de La Palma, a 35 minutos de la cabecera municipal, donde hombres armados vestidos con uniformes tipo policiaco los bajaron de sus vehículos, dejaron a mujeres y niños, y se llevaron a los hombres. Ahí ejecutaron a dos taxistas.
El domingo apareció un tercer cuerpo, y el martes fue encontrado el cuarto cadáver, de José Eutimio Tinoco, conocido en Arcelia como El Rey de la Tortilla.
En su edición del domingo, este diario informó que podrían ser 20 las personas levantadas. El lunes, la Fiscalía General del Estado dijo que sólo había siete denuncias, y el martes el gobernador, Héctor Astudillo precisó que el alcalde priista Adolfo Torales Catalán le entregó una lista con los nombres de 17 desaparecidos; ayer se conoció que fueron 21 los hombres privados de su libertad en ese hecho.
Las personas localizadas son las 16 que faltaban de la lista de 17 levantadas el sábado, luego del hallazgo del cuerpo de José Eutimio Tinoco, y cinco hombres más de los que no había registro porque los familiares decidieron no denunciar por temor a represalias.
Los liberados fueron encontrados en general bien de salud, con algunos golpes y lesiones en los pies y dos de ellos con crisis nerviosas. También se confirmó muy temprano que entre los 21 no estaban los cuatro maestros y una maestra que fueron secuestrados el lunes cuando hombres armados los sacaron de la secundaria técnica de Santana del Águila, municipio de Ajuchitlán, mientras desempeñaban sus labores.
Según el primer reporte, las investigaciones determinaron que los 21 hombres ya habían sido liberados por sus secuestradores cerca de La Gavia, y policías ministeriales iniciaron la búsqueda.
Al llegar a ese lugar, los agentes se dirigieron al cerro de las Antenas, y en las faldas del mismo hallaron a los 21 levantados. No hubo detenidos ni enfrentamiento con sus captores.
Al parecer, los hombres levantados fueron liberados cerca o en la parte alta del cerro, y estuvieron caminando durante una hora.

Las rutas de los secuestradores

La comunidad de El Salitre, donde ocurrieron los hechos, se ubica en la región de La Cañada, del municipio de Arcelia, en el camino que lleva a la mina de Campo Morado, distante unos 40 kilómetros de donde fueron ubicados, en el municipio de San Miguel Totolapan, y al otro lado del río Balsas.
Para llegar de un punto a otro hay dos rutas, evitando pasar por Arcelia, que se estima que pudieron ser las que usaron los delincuentes.
Primero, hay un camino rural que bordea cerros y que va de El Salitre al poblado El Guayabo; de ahí se toma otro camino que lleva a un brazo del río Balsas para cruzar a la comunidad de Valle Luz, y luego seguir por un camino rural que va a La Gavia, en un recorrido aproximado de 50 kilómetros, que se cubren en un lapso de tres a cuatro horas.
La primera ruta tiene el obstáculo del río Balsas, y no hay en esa zona embarcaciones con la capacidad para trasladar carros.
La segunda ruta viene de El Salitre a El Guayabo, y de ahí se tiene que tomar un camino que sale a Santana del Águila para salir la carretera estatal pavimentada y cruzar por el puente a San Miguel Totolapan, para atravesar toda la cabecera municipal y llegar a La Gavia.
Esta ruta pasa por la cabecera municipal y, forzosamente, por dos retenes militares. Esas son las únicas rutas posibles.

Despierta expectación entre vecinos y familiares la liberación de desaparecidos

Un grupo de agentes de la Policía Ministerial llegó a esta ciudad en las primeras horas de este viernes con los 21 hombres levantados, y un representante del Ministerio Público les tomó sus declaraciones y permitió que todos los liberados llamaran a sus familiares, que comenzaron a llegar poco a poco.
A las 3 de la madrugada llegó un médico enviado por el Ayuntamiento de Arcelia para atender y valorar el estado de salud de los 21. Se confirmó que llegaron deshidratados, bajos de peso y con algunas lesiones en los pies, pues varios estaban sin zapatos. Al menos dos de los hombres liberados estuvieron llorando y tuvieron crisis nerviosas, pero ninguno requirió hospitalización.

Discuten policías militares y ministeriales; niegan el paso a los soldados

A las 4 y media de la madrugada llegaron policías militares a interrogar a los liberados, o al menos a tomar datos. Pero los ministeriales les impidieron el paso. Dijeron que sería directamente la Fiscalía General del Estado la que informaría al Ejército de las diligencias.
Un teniente que encabezaba el grupo reportó vía telefónica que le impidieron el paso, en la misma línea donde estaban las familiares de los liberados. Se retiró y minutos después llegó un coronel, acompañado con 10 soldados, que se metieron sin pedir permiso, en medio de llamados de los ministeriales, quienes siguieron a los soldados hasta las instalaciones del Ministerio Público.
Recibieron a los militares prácticamente en la puerta y no les dieron oportunidad de dialogar ni ver a los liberados. Hubo discusión entre ellos, y los ministeriales les pidieron respeto.

Llegaron con lesiones, pero “nada grave”

Cerca de las 6 de la mañana llegó a la agencia del Ministerio Público el alcalde, Adolfo Torales Catalán. Le autorizaron el ingreso, y al salir dijo “qué bueno que ya están aquí”, dirigiéndose a los familiares que ya esperaban.
El alcalde dijo que “yo sí esperaba esta noticia favorable, porque desde el momento en el que llegaron los cuerpos de seguridad, yo vi el interés del gobernador (Héctor Astudillo Flores) porque realmente se liberara a estas personas. Es una satisfacción tener un gobernador que se preocupe por los guerrerenses”, declaró.
Torales dijo que no vio grave la situación de salud de los 21 liberados, “porque gracias a Dios están con vida, como lo manifestaron ellos: no importa lo que pasó, sino lo que viene, y seguir adelante”.
Confirmó que “algunos están golpeados, lastimados por el camino, con hambre, por eso mandamos un médico, para que los atendiera”.
“La alegría completa va a llegar cuando se resuelva completamente esta situación. Es decir, cuando aparezcan también los maestros”, dijo el alcalde en referencia a los cuatro profesores y el director de la secundaria técnica 114 de Santa del Águila, Ajuchitlán.
Los familiares de los liberados agradecieron a los policías ministeriales por su actuación en el problema que los aquejaba. Les llevaron café, pan, empanadas, botellas, de agua, y otros alimentos. “Estamos de verdad muy agradecidos con ellos, no sé cómo lo hicieron, ni qué hicieron, pero lo que me interesa aquí está, señor”, dijo Alejandra Durán, familiar de uno de los liberados.
Los familiares no quisieron hablar del secuestro ante los reporteros de diversos medios que vinieron a Arcelia. “Mientras esa gente esté libre no queremos problemas. Ahorita tenemos la dicha de que regresaron nuestras personas con vida. Eso no siempre ocurre, aquí hay gente que busca a otras personas levantadas, pero no aparecen y llevan años”, expresó uno de ellos.
El fiscal regional, Carlos Vinalay de la Rosa salió a las 7 de la mañana a hablar con los familiares, a quienes les pidió calma, y anunció que se organizarían para que todos pasaran a saludar a sus parientes y más tarde serían entregados, una vez que rindieran su declaración.
“Ya todos comieron, todos tomaron agua, y todos fueron al baño, quiero que estén tranquilos, y ahorita pasarán a verlos”, dijo.
Eran unas 80 personas a cada lado de la cuadra de la céntrica calle Berriozábal. Entraron desde las 7:30 en grupos de tres a ver a sus familiares. La gente salía del Ministerio Público llorando de alegría.
A las 10 de la mañana comenzó la entrega de los liberados. La Policía Ministerial permitió el ingreso de un carro de los familiares a la calle, donde les entregaba en la puerta de la agencia del Ministerio Público a su familiar, que salía tapado del rostro con su propia ropa. Casi a las 11 de la mañana salió el último liberado.
De ahí, al menos 18 de ellos fueron llevados a consulta médica a clínicas particulares, por las lesiones que presentaban, aunque ninguno requirió de hospitalización.
En la lista de los 21 levantados están los nombres de Benito Ezequiel Eutimio Consuelo, hijo de José Eutimio Tinoco, El Rey de la Tortilla, que apareció muerto el martes, y el de un enfermero del centro de salud de Arcelia.

El linchamiento y los dos homicidios que lo antecedieron podrían tener fondo político, dice el fiscal regional

 

El linchamiento de un indígena, después de que mató a dos de sus vecinos, en la
comisaría municipal de San Miguel Tejalpan, del municipio amuzgo de Xochistlahuaca este
lunes, podría tener un fondo político, informó el fiscal regional de la Procuraduría General
de Justicia del Estado (PGJE) en Costa Chica, Juan Rivera Altamirano.
Entrevistado en sus oficinas, el funcionario indicó que en el poblado, de unas 20 casas,
una calle principal, a seis horas de camino de Ometepec, rumbo a La Montaña, se
encuentra dividido por motivos políticos entre simpatizantes del PRI y PRD.
Según las primeras versiones, el 1º de enero un vecino de la población mató a dos
pobladores y la madrugada del siguiente día fue linchado, presumiblemente por los
familiares de los asesinados.
El fiscal señaló que versiones indican que la discusión del linchado Anselmo Ramírez con
Aurelio y Juan Martínez (los ejecutados) fue porque constantemente le reclamaban que no
cooperó con la reparación de un tramo de camino, en el que no participó por el
antagonismo político.
De acuerdo con los datos proporcionados por el comisario Eugenio Ramírez Sánchez, el
fiscal de Costa Chica informó que entre el primer homicidio y el linchamiento del
responsable, pasaron más de 12 horas, de las 3:30 de la tarde del lunes 1º a las 4 o 5 del
martes 2, momentos antes de la llegada de la Policía Investigadora Ministerial y el agente
del Ministero Público.
Juan Rivera relató que el 1º de diciembre llegó a las instalaciones de la Procuraduría
General de Justicia en Ometepec el vecino de San Miguel Tejalpan, Santa Cruz Ramírez
Sánchez, a informar del homicidio de Aurelio Martínez Santos de 28 años de edad, muerto
de un balazo de escopeta por Anselmo Ramírez Mendoza, cuando fue a una miscelánea a
comprar una cerveza.
Según las primeras declaraciones, el comisario convocó a las 10 horas del primer día del
año a una asamblea mediante una bocina (según los usos y costumbres de los pueblos la
región), para informar del homicidio a los vecinos.
Mientras estaba la reunión, frente a la comisaría, uno de los presentes dijo que Anselmo
Mendoza, quien había huido, regresó a su casa y ahí se atrincheró con su esposa
Concepción Ramírez y su hijo de 5 años Moisés Ramírez. La casa de Anselmo se ubica a
un lado de la comisaría municipal y tenía ahí una miscelánea.
Añadió que según las declaraciones, el papá del fallecido, Juan Ramírez Luis, se colocó
frente a una de las ventanas de la casa y exhortó a Anselmo a entregarse, pero tras alegar
le respondió con otro disparo de escopeta y lo mató.
Según testigos, Anselmo comenzó a tirar en todas direcciones contra los que estaban
frente a la comisaría. Se presume que en ese momento hubo un intercambio de balazos de
Anselmo desde el interior de la casa y algunos vecinos.
Luego los vecinos comenzaron a tirar gasolina y prender fuego a la casa de Anselmo para
obligarlo a salir. El reporte de la PIM indica que en la miscelánea se consumió todo lo que
había dentro.
Asimismo, los vecinos lanzaron fuego adentro de la casa de concreto. La esposa de
Anselmo resultó herida con una quemadura en el hombro, de alrededor de 15 centímetros,
detalló el fiscal, y el menor sólo se quemó el pelo.
El 1º de enero, el fiscal añadió que llegó a la población el papá de Anselmo, Pedro Ramírez
y le pidió que se entregara antes de que lo mataran. Alrededor de las 19 horas de ese día,
accedió a entregarse.
El 2 de enero, a las 6:30 de la tarde llegó la policía y el MP y encontró el cadáver de
Anselmo ahorcado, atado del cuello con un mecate grueso, tirado en el suelo de la
comisaría. No estaba sujeto a ninguna viga.
El médico legista que acompañó la diligencia informó que el ahorcamiento ocurrió dos o
tres horas antes de la llegada de las autoridades competentes, pues el cuerpo todavía
estaba blando.
En el lugar, según informes de la Policía Investigadora Ministerial (PIM) se encontró una
gran cantidad de cascajos percutidos de distintos calibres. El fiscal Rivera Altamirano se
negó a dar información del número de casquillos “para no caer en imprecisiones”. Recordó
que la noche de año nuevo es costumbre tirar al aire “y en un pueblo pequeño la gente se
reúne a celebrar en la plaza”. Añadió que la camioneta de Anselmo también tenía muchos
impactos de bala.
Del retraso de la llegada de la policía al lugar de los hechos, el fiscal señaló que luego de
que recibieron la notificación se requería de su confirmación y solicitó a un vecino del
poblado de La Soledad, de Xochistlahuaca, que subiera a San Miguel Tejalpan, a dos
horas de camino.
Tras la confirmación dijo que también llegó la llamada del síndico del municipio de
Xochistlahuca, para exigir al MP que fuera a San Miguel a hacerse cargo de la situación.
El fiscal añadió que en ese momento se solicitó apoyo de la Policía Preventiva municipal,
pero el funcionario respondió que “por instrucciones de la alcaldesa Aceadeth Rocha
Ramírez, la policía del municipio no los acompañaría, pues los lugareños son gente
agresiva”.
Añadió que se supo que la alcaldesa estaba pensando pedir la intervención del Ejército.
De la diligencia, Rivera Altamirano informó que a las 12 de la noche del 1º de diciembre
salieron de Ometepec a San Miguel Tejalpan cinco representantes del Ministerio Público,
entre ellos un perito forense y uno de lengua amuzga, que llevaron de La Soledad.
Añadió que la población estaba enojada contra la familia del linchado, por el homicidio de
los hombres y exigían a las autoridades gestionar el pago de los gastos funerarios; sin
embargo, dijo Rivera Altarmirano, “qué podíamos hacer nosotros si quien les podía pagar
ya estaba muerto”.
En tanto, fuentes de la Policía Investigadora Ministerial informaron que se recogieron seis
armas: una carabina 30-M1 con un cargador de 30 cartuchos, vacío; un rifle calibre 22 con
un cargador con capacidad de cinco cartuchos, también vacío; un fusil de asalto AK-47; una
escopeta calibre 16 de un solo tiro y una pistola calibre 9 milímetros, presuntamente del
ejecutado. Las armas están relacionadas a las investigación Abas/SC/05/002/2007, por
homicidio, en agravio de los tres fallecidos.
El fiscal estimó que 99 por ciento de la población de San Miguel Tejalpan no hablan
español “o no quisieron colaborar”, porque el perito de La Soledad fue quien se hizo cargo
de la traducción de todas las declaraciones que se hicieron en lengua amuzga.
Señaló que el comisario hablaba con dificultad el español. Destacó que San Miguel
Tajalpan se encuentra prácticamente aislado, no tienen Policía Comunitaria y la Policía
Preventiva, encargada de la seguridad de la zona, no sube a la localidad, y el camino,
rumbo a la Montaña, subiendo por Xochistlahuaca, es un territorio abruto, de difícil acceso.