Piden que las autoridades busquen a dos trabajadores de Media Luna

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

Los trabajadores de la minera Media Luna, filial de la empresa canadiense Torex Gold, ubicada en Nuevo Balsas, municipio de Cocula, Levi Estrada Peralta y Édgar Rivera Millán, y el albañil Víctor Manuel Barrera Escobar, cumplieron este jueves ocho días desaparecidos.
Familiares y compañeros exigieron al gobierno que continúe la búsqueda y su pronta localización.
Estrada Peralta, de 36 años de edad, Edgar Rivera, de quien no se proporcionó su edad, y el albañil Víctor Manuel Barrera, de 36 años, fueron levantados a las 6 y media de la tarde del 31 de agosto, en Piedras Negras, en la carretera Cocula-Nuevo Balsas, por unos 30 hombres armados vestidos tipo militar.
Un familiar de uno de los desaparecidos, contactado por teléfono informó que siguen sin conocer indicios de su paradero y pidió a las tres órdenes de gobierno que se continúe con la búsqueda hasta encontrarlos.
Informó que desde su desaparición, sólo una operación se ha realizado el 1 de septiembre, por agentes de la Fiscalía General del Estado (FGE), del Ejército, Guardia Nacional, Policía Estatal y una unidad canina, pero sin resultados.
Dijo que ese día recorrieron las comunidades de Las Mesas y San Nicolás, pero ya no han visto nuevas acciones para localizarlos.
Un trabajador de la mina denunció que en los pueblos vecinos a Nuevo Balasas han desaparecido al menos 17 personas en tres meses y que de ellos tampoco se sabe nada.
En esos pueblos desde principios de este año se enrentan los grupos delictivos La Familia Michoacana, que quiere entrar a controlar la zona, y Los Tlacos que actualmente defienden la plaza.
El compañero de los dos trabajadores desaparecidos dijo que existen versiones de que quienes se los llevaron fueron miembros de la Familia Michoacana y que se sabe que los mantienen con vida, por lo que pidió a las autoridades que no suspendan la búsqueda.

 

En especial los varones deben luchar para erradicar los feminicidios, plantea el arzobispo

El arzobispo de Acapulco Leopoldo González durante su conferencia, en la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe del fraccionamiento Mozimba Foto: Carlos Alberto Carbajal

El arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, expuso que para erradicar los feminicidios toda la sociedad debe luchar, pero en especial los varones; a las autoridades les dijo que se debe de investigar cada caso y no dejarlo en la impunidad.
De nuevo, reiteró su llamado a quienes delinquen a la conversión y compartió la tristeza e indignación de los familiares de quienes han muerto en hechos relacionados con la delincuencia organizada. “Vean los cientos de niños que han dejado huérfanos, los cientos de esposas que han dejado viudas, los cientos de mamás a las que han quitado el corazón al asesinar a su hijos, los cientos de familias a quienes les han robado la paz”.
En el comunicado dominical el prelado católico se refirió a la celebración del Día de la Madre y mandó un mensaje a los hijos, para que informen en todo momento de lo que hacen, considerando que es un deber que se tiene hacia los padres.
En conferencia de prensa en la oficina parroquial de la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, en la colonia Mozimba, a donde acudió el arzobispo a oficiar misa dominical y concluyó la visita a todas las parroquias de la arquidiócesis en Acapulco, desde su llegada en agosto.
En su comunicado, el arzobispo habló de la celebración del Día de las Madres, de lo que implica ser una, el atender a los hijos, de cómo muchas de ellas no tiene quien las ayude. Así como las que sufren por la ausencia de sus hijos, porque el crimen se los ha arrebatado o desaparecido, y son muchas las madres que sufren al intuir que sus hijos “andan en La Maña”, que tal vez sean de aquellos que a otras madres les arrebaten o desaparecen a sus hijos.
De esto último, dijo que el llamado es a los hijos a que sean conscientes de que tienen deberes con sus padres, que informen lo que hacen y donde están, porque tiene la obligación de respetar y obedecer a sus progenitores.
Consultado respecto a los casos donde son las madres las que han muerto, como en el caso de los feminicidios, el arzobispo expuso que toda la sociedad debe de trabajar para erradicar los asesinatos por el hecho de ser mujeres, “en especial de los varones”.
Recalcó que la vida humana debe de ser respetada, desde la fecundación hasta su muerte natural, que privar de la vida a una persona es una grave ofensa contra las víctimas, la humanidad y “el creador”.
A las autoridades, el prelado católico les recordó que tiene leyes para tipificar y castigar los feminicidios, por lo que convocó a que se investigue cada uno, hasta llegar a la verdad y se procese, para que se haga justicia y no queden impunes.
Convocó a que se continúe en el esfuerzo de que las mujeres y los hombres tengan igualdad de oportunidades en puestos de dirección, que reciban el mismo salario por igual trabajo y hacer público cualquier comportamiento o rasgo de violencia contra la mujer. “El feminicidio es un crimen al que conduce un camino de violencia ya vivido”.
Leopoldo González llamó a fortalecer las familias para que sean libres de violencia, que no parezca normal infringir cualquier tipo de ésta ya sea física, verbal, emocional, sexual o económica.
Invitó a los padres a asignar a los hijos el reparto equitativo de tareas domésticas, aprender a solucionar conflictos con el diálogo, y a las instituciones educativas a inculcar, proteger y fortalecer el respeto a la igual y dignidad del varón y la mujer.
Respecto a los hechos de violencia que han ocurrido en el estado, como los nueve ejecutados dejados en una camioneta en el libramiento de cuota a Tixtla, el arzobispo dirigió su mensaje de manera general: “Una palabra en torno al clima de violencia y actos tan dolorosos que han sucedido”.
Dijo a las familias de las víctimas que comparte su tristeza y su indignación, “esto no debiera ser así”, e invitó a quienes estén cerca que las visiten para orar con ellas.
Insistió, como cada domingo, en que es necesario conocer la razón de cada hecho para restablecer el orden de justicia “gravemente” quebrantado, y que el crimen no quede impune, así como ver a través de lo que sucedió para prevenir otros asesinatos.
Reiteró el llamado a los que perpetran los crímenes a su conversión y a la sociedad a reforzar la paz alrededor, “si ha sido la violencia así de ruda, también nuestro esfuerzo en reconstruir la paz sea muy grande”.
Respecto al robo de un bebé el pasado miércoles, el cual se recuperó el viernes, el arzobispo expresó que los menores son los que menos posibilidades tienen de cuidar de sí mismos, están al cuidado de todos nosotros lo mayores y de la institución pública para protegerlos. Convocó a todos a cuidar de los infantes.
Consultado en referencia al primer lugar que ocupa Guerrero en la migración de menores de edad que intentan pasar a los Estados Unidos y que son deportados, González González recordó que él conoce la situación por su estancia en la frontera de Chiapas con Guatemala, y enfatizó que la reunificación familiar es un derecho.

 

Viven con miedo vecinos de Chacotla, Mochitlán, a pesar del resguardo policiaco

En medio de una aparente calma viven los habitantes de Chacotla del municipio de Mochitlán luego de que desde el sábado llegaron agentes de la Policía Federal (PF) y estatal para resguardar el pueblo luego de que siete personas –dos mujeres y cinco hombres– fueron levantadas la noche del lunes de la semana pasada, los cinco hombres fueron asesinados la mañana del miércoles, las mujeres fueron liberadas. El mismo día fue levantado y asesinado un joven de Mazatán, con los otros cinco.
Consultados por teléfono este domingo, habitantes de la comunidad informaron que el sábado llegaron policías federales y estatales quienes resguardan la comunidad, aunque no precisaron cuántos agentes llegaron de cada corporación pues desde la irrupción de los hombres armados los pobladores casi no salen de sus casas.
Un poblador contó que mientras los integrantes del grupo armado que masacraron a sus vecinos no sean detenidos no podrán estar seguros a pesar de la presencia de las corporaciones policiacas.
Sabemos porque nos dicen por teléfono y en las redes sociales que por allí andan en la carretera, por Palo Blanco, por Mazatlán, y los policías no van a estar aquí permanentemente, seguro cuando se vayan van a querer regresar, “lo nuestro ya no va a ser vida aquí”, dijo.
Reconoció que las amenazas directas han cesado, pero que la confusión se da en las redes sociales, “nos dicen que ya vienen, que ya están en el pueblo, que se escuchan balaceras en la entrada (de la población), que vienen por fulano o zutano y la verdad ya queremos que acabe todo esto”.
Dijo que en estas circunstancias la mayoría de los vecinos se sienten presos dentro de su mismo pueblo, e insistió que aún con la presencia policiaca no estarán seguros mientras no se detenga a los responsables de la masacre ocurrida la mañana del miércoles pasado.
En cambio, familiares de las víctimas evitaron contestar preguntas, “ya no queremos saber nada, no sirve de nada lo que decimos, por el contrario, nos ponemos y nos ponen (los medios de comunicación) en un mayor riesgo”, dijo un familiar de las víctimas y colgó.
El vecino que si aceptó platicar antes contó que los familiares de los jóvenes que fueron asesinados el miércoles sólo esperan que se termine el novenario de rezos para abandonar la comunidad, aunque dijo que no ha sido atendida su petición para el resguardo policiaco durante su salida del pueblo.
Narró que mientras tanto la calma que viven los habitantes es aparente, “porque por dentro tenemos miedo, no nos sentimos seguros”, lamentó.

Hallan ejecutados a seis de los vecinos levantados en Chacotla; las dos mujeres fueron liberadas

Seis de los ocho vecinos que hombres armados levantaron la noche del lunes en Chacotla, Mochitlán, fueron hallados ejecutados la mañana de ayer en una carretera ubicada en los límites de Mazatlán, Chilpancingo, y Mochitlán.
Vecinos de la comunidad de Chacotla señalaron que antes de que asesinaran a los seis vecinos de esa localidad y Mazatlán, llegaron en la madrugada las dos mujeres levantadas caminando a su casa, y dijeron que sus compañeros aún estaban vivos cuando a ellas las liberaron.
En conferencia de prensa en Casa Guerrero, el vocero de Seguridad, Roberto Álvarez Heredia, y el titular de la Fiscalía General del Estado (FGE), Xavier Olea Peláez, confirmaron la ejecución de seis de los ocho vecinos y la liberación de las dos mujeres.
Olea Peláez dijo que la Policía Ciudadana de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), no permitía el acceso a la escena del crimen, por lo que hasta las 11:40 de la mañana los seis cuerpos permanecían en la carretera federal Mazatlán-El Salado, cerca del kilómetro 31.
Fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública estatal informaron que a las 6:19 de la mañana, recibieron un reporte al número de emergencia 911 del hallazgo de seis hombres asesinados en el camino Mazatlán-El Salado-Lagunillas, que conduce a dos poblados de Mochitlán. Las víctimas fueron encontradas a 3 kilómetros de Mazatlán.
Al lugar llegaron llorando familiares de las víctimas e intentaron entrar a la zona acordonada, para reconocerlos, sin embargo los peritos de la Fiscalía les impidieron pasar.
Los cuerpos de los cinco vecinos de Chacotla y uno de Mazatlán, entre ellos un menor de 14 años, fueron encontrados tendidos boca abajo en la carretera, tenían dos disparos en la cabeza y sólo uno llevaba zapatos. En el sitio se hallaron 12 casquillos percutidos.
Según un reporte policiaco, las víctimas son un joven que viste playera negra y pantalón de mezclilla, otro llevaba pantalón de mezclilla y suéter azul, un joven con pantalón amarillo, suéter negro, bóxer verde y playera rosa; otro joven vestía una bermuda café y tenis blancos con negro, llevaba desnudo el torso. Uno más sin playera y con pantalón de mezclilla y el sexto vestía pantalón de mezclilla y camisa café con rayas.
Al término de las diligencias de los peritos de la FGE, los familiares se llevaron los cuerpos en una camioneta a su lugar de origen para sepultarlos. La zona fue acordonada por militares, policías ministeriales y policías estatales.
Como se publicó en la edición de ayer de El Sur, un comando armado de 30 hombres irrumpió disparando la madrugada del martes a la comunidad de Chacotla, municipio de Mochitlán, se llevó a ocho vecinos de la localidad y saqueó viviendas.
Los delincuentes entraron a la comunidad, que está a 40 minutos de recorrido desde la ciudad de Chilpancingo, disparando y amedrentando a la gente que salió a esa hora de sus casas.
Ese día, entre lágrimas y llantos un familiar de unos de los levantados lamentó, “cómo le vamos a hacer, se llevaron dinero, se llevaron su arma de mi nieto que dejó guardado aquí, su cinturón bueno, mi nieto se estaba levantando cuando se lo llevaron”.
Otra vecina de la comunidad, quien se reservó su nombre, señaló que los civiles armados irrumpieron en su casa, le robaron dinero, oro, un teléfono celular, “se llevaron las sandalias nuevas que me había comprado, se llevaron tres hermanos, entre ellos un menor de 14 años y su mamá”.
Otro testigo detalló que el comando llegó en cuatro camionetas nuevas marca Chevrolet y Nissan, “llegaron y rafaguearon las viviendas”.
Vecinos envían mensajes en WhatsApp para denunciar amenazas de muerte; piden al Ejército

Vecinos de la comunidad de Chacotla hicieron circular mensajes en grupos de WhatsApp en los que se lee, “Queremos reportar que a los ciudadanos de Chacotla nos están amenazando por teléfono porque los que mataron llevaban números de amigos y familiares, y a todos nos están llamando y nos dicen que nos va cargar la verga si denunciamos lo que pasó en nuestro pueblo”.
Después sigue, “Nos hablan de un tal Celso Ortega y un tal Isaac Navarrete y nos están amenazando que van a entrar a matarnos con la comunitaria del señor Bruno. Pedimos al gobierno que nos ayude y nos mande el Ejército, porque tenemos mucho miedo, nos quieren matar por sólo ser amigos y familiares de los muchachos que mataron hoy en la mañana”.
“Le pedimos al gobernador Héctor Astudillo Flores que no nos deje solos con estos asesinos. Ayuda por favor”, concluye el mensaje.
Durante la conferencia, el vocero en materia de Seguridad, Álvarez Heredia justificó la falta de atención diciendo que hubo llamadas al 911 para “desviar la atención de los hechos ocurridos”. La Policía Estatal tardó en llegar a la comunidad 15 horas, después de que fueron levantados los vecinos.
En su descripción, el vocero no especifica la hora a la que llegaron los policías municipales enviados a resguardar la zona, y aseguró que se actuó de manera pronta.
“A la media noche del 30 de enero un grupo armado irrumpió a bordo de cuatro vehículos en la comunidad de Chacotla, derivado de este incidente hubo varios reportes al 911, específicamente de dos primeros que alertaban de un posible enfrentamiento armado en el pueblo de El Naranjo”, agregó.
Explicó que tras las primeras llamadas se decidió enviar a un grupo de cinco policías preventivos del municipio de Mochitlán para confirmar los hechos, pero estos no reportaron nada.
Después, sin especificar la hora, se decidió enviar a 30 policías estatales, tras obtener información sobre los hechos ocurridos en Chacotla, por lo que se inició un operativo de búsqueda.
“Inmediatamente la Policía Estatal desplegó un operativo para localizar a estas ocho personas y rescatarlos con vida; quiero señalar con responsabilidad, desde el primer instante el gobierno del estado recibió los reportes y hubo una respuesta inmediata; sin embargo, hay que reconocer que hubo intentos de desviar la atención, tal vez se actuó en algunos caso con dolo o en otros caso por un asunto que tiene que ver con el miedo, finalmente el día de hoy se localizaron seis personas de masculinos privados de la vida”, señaló.

La UPOEG no tiene nada que ver con el comando armado, responde el fiscal

Por su parte, el fiscal Olea Peláez dijo que iniciaron las investigaciones, pero puntualizó que tenían problemas para ingresar a la escena del crimen debido a que la Policía Comunitaria de la UPOEG, no les permitía levantar los cuerpos para trasladarlos al Servicio Médico Forense (Semefo).
“Tenemos problemas para acercarnos, la Policía Ministerial está pretendiendo entrar a estos poblados, para el efecto de seguir con las investigaciones”, agregó.
Dijo que a pesar de esto las investigaciones están avanzadas, pero no dio detalle, debido al “sigilo” de la averiguación.
También se le preguntó si los ejecutados tenían relación con la Policía Comunitaria de la UPOEG, a lo que respondió tajantemente que no. Ninguno de los dos funcionarios detalló el motivo de los hechos, ni dio nombres de presuntos responsables.

Dejan los cuerpos desmembrados de los tres herreros levantados en Totoltepec, Teloloapan

 

 
Los tres herreros que fueron levantados el 4 de noviembre en Totoltepec, municipio de Teloloapan, fueron encontrados desmembrados y depositados en cinco bolsas negras en la carretera federal Teloloapan–Arcelia.
A lado de los restos humanos estaban dos narcomensajes.
Fuentes de la Fiscalía General del Estado (FGE) informaron que a las 4 de la tarde de ayer recibieron el reporte de que en el crucero La Unión ubicada en la carretera federal Teloloapan-Arcelia había cinco bolsas de plástico a la orilla de la vía.
En los dos mensajes en cartulina se leía: “Mil disculpas señores comunitarios por no habérselos entregados las 24 horas por qué andaba ocupadillo, eso va para todos los comunitarios y a los qué los apoyan. Putos Guerreros Unidos. Att. Comandante Flaco y mi Compa Pelayo”.
“Esto va para el gobierno 1000 disculpas, a poco no ven que son Guerreros Unidos les pido de favor que nos dejen solos el problema no es con ustedes.  Att. Comandante Flaco y mi compa Pelayo. Arriba la FM”.
Al lugar acudieron policías federales, estatales y ministeriales que acordonaron la zona y peritos de la Fiscalía realizaron las diligencias de ley.
Los cuerpos de los tres hombres fueron traslasado al Servicio Médico Forense (Semefo) en Iguala para la necropsia de ley.
El viernes 4 de noviembre, hombres armados, presuntos miembros de la organización delictiva La Familia Michoacana, levantaron la a tres herreros en la comunidad de Totoltepec, municipio de Teloloapan.
El lunes 7, unas cien personas, que se presentaron como vecinos de la comunidad de Palos Altos, municipio de Arcelia, bloquearon la carretera federal Altamirano-Iguala, que comunica la zona Norte con Tierra Caliente.
Fuentes de seguridad pública informaron que el bloqueo se realizó porque desde el fin de semana había un rumor de que la Policía Comunitaria Tecampanera de Teloloapan tomaría el Ayuntamiento de Arcelia para presionar a los presuntos integrantes del grupo delincuencial La Familia Michoacana que levantaron a tres herreros en Totoltepec.
Ese día, 10 policías comunitarios de la Tecampanera resultaron heridos en una emboscada cuando iban de Teloloapan al Zócalo de Arcelia, para protestar y exigir la presentación con vida de loa tres herreros levantados, pero antes de llegar al punto del bloqueo en la carretera, un grupo armado los atacó cerca de Almoloya.
Ante estos hechos, el 10 de noviembre, más de 3 mil policías comunitarios de la Tecampanera, del Movimiento Apaxtlense Adrián Castrejón (MAAC), de la autodefensa de Cuetzala, comerciantes, transportistas, amas de casa y niños marcharon en esta cabecera municipal, hicieron un mitin en el Zócalo y paralizaron la ciudad con dos bloqueos en la carretera federal en las salidas hacia Iguala y Arcelia.
Los bloqueos permanecieron 30 horas, hasta el sábado 12, cuando policías comunitarios de la Tecampanera de Teloloapan liberaron la carretera federal de Iguala a Ciudad Altamirano y el Palacio Municipal de Teloloapan, tras acordar con autoridades del gobierno del estado la instalación de bases de la Policía del Estado en las comunidades Totoltepec y Alahuixtlán, buscar a los tres herreros secuestrados, investigar al alcalde de Arcelia el priista Adolfo Torales Catalán y buscar y detener a los líderes del grupo criminal La Familia Michoacana.
Anoche, el vocero de Seguridad del gobierno del estado, Roberto Álvarez Heredia, confirmó oficialmente que fueron encontrados los cuerpos de tres personas que el 4 de noviembre fueron privadas de su libertad por un grupo de hombres armados en Totoltepec, municipio de Teloloapan.
Informó que fueron identificados como Antonio “N”, de 38 años de edad; Eduardo “N”, de 65, y Juan Gregorio, de 30.
Dijo que la Fiscalía General del Estado (FGE) recibió el reporte del hallazgo de cinco bolsas de plástico en el crucero cercano al poblado La Unión, en cuyo interior se encontraban los tres cuerpos.
Álvarez Heredia indicó que la FGE realizará las investigaciones necesarias para identificar, detener y llevar ante las autoridades judiciales a los responsables del triple homicidio.

Instala la Policía Tecampanera retenes para buscar a los responsables

El presidente municipal de Teloloapan Robell Urióstegui Patiño lamentó que los tres herreros que fueron levantados en Totoltepec hayan sido asesinados y exigió a los tres niveles de gobierno esclarecer este crimen y dar con los resposables.
Consultado por teléfono, el edil perredista dijo que tras el hallazgo de los tres herreros desmembrados en la carretera federal Teloloapan-Arcelia, los policías comunitarios tecampaneros de Teloloapan instalararon filtros de revisión en las entradas y salidas de la cabecera municipal para detener a los presuntos responsables.
Comentó que cuando la Fiscalía General del Estado (FGE) realizó el peritaje de los tres cuerpos se paralizó la circulación vial de la carretera federal Teloloapan-Arcelia, ” pero no hubo ningún bloqueo por parte de los comunitarios”, precisó.
“Es una situación lamentable en Teloloapan y en el estado porque continúan los hechos de violencia y pido a los tres niveles de gobierno esclarecer y dar con los responsables de este triple homicidio”, declaró.

Llevarán los cuerpos de los militares a la Ciudad de México; la PGR atraería el caso, trasciende

 

Los cuerpos de los dos militares levantados el sábado por la tarde en el Mercado Central y hallados muertos el domingo por la noche en la Vía Rápida, fueron trasladados a la Ciudad de México luego de permanecer el lunes en el Servicio Médico Forense (Semefo), informaron fuentes militares.
Ayer el vocero de seguridad del gobierno del estado, el vocero Roberto Álvarez Heredia, escribió en su cuenta de Twitter: “el Grupo de Coordinación expresa sus condolencias a @SEDENAmx por los dos militares fallecidos y de actuar contra el crimen con tenacidad”.
Fuentes ministeriales adelantaron que el caso de los homicidios de los efectivos del Ejército podría atraerlo la Procuraduría General de la República (PGR).
De acuerdo con el Código Nacional de Procedimientos Penales, en el artículo 20 en las competencias establecidas, y por tratarse de efectivos del Ejército, la PGR podría encargarse de continuar la investigación de los crímenes.
Ayer afuera de la Fiscalía Regional de Acapulco, donde se ubica el Semefo, ya no hubo resguardo del Ejército, como ocurrió el lunes cuando se encontraban allí los cuerpos de los militares.
Trascendió que los cadáveres fueron trasladados al Edificio Inteligente, donde opera el C4 controlado por el Ejército. Por la secrecía del caso en los asuntos castrenses, no se informó ni el nombre ni el lugar de origen de las víctimas.
Atrás del Edificio Inteligente, en la calle Vasco Núñez de Balboa, se observó un fuerte despliegue de militares. Asimismo había efectivos con una mochila puesta en la espalda, perteneciente a la brigada del grupo de paracaidistas.
También dos camionetas blancas, similares a las de las funerarias, donde supuestamente trasladaría los cuerpos a la Ciudad de México, a la Unidad de la Fuerza Aérea.
Mientras que las autoridades policiacas manejaron el caso de los militares con mucho hermetismo. Incluso en Semefo tiene prohibido dar más datos de los cuerpos estudiados.
Los dos efectivos del Ejército formaban parte de un grupo de paracaidistas que entrena en la Base Aérea Militar número 7, ubicada en Pie de la Cuesta, y fueron reportados como levantados el sábado por la tarde y hallados muertos el domingo por la noche.
Ese día las víctimas compraban artículos personales en el Mercado Central, luego de permitírselos el mando a su cargo tras el curso de capacitación.
El lunes, Álvarez Heredia confirmó que sí eran militares los dos hombres levantados el sábado afuera del Mercado Central, y que los dos cuerpos hallados el domingo en la noche debajo del puente de la Vía Rápida eran ellos.
Añadió que las víctimas se encontraban en su tiempo libre y que iban vestidos de civil, además de que no formaban parte de algún dispositivo de seguridad para Acapulco ni se encontraban realizando actividades de coadyuvancia con las autoridades civiles.
El sábado, hombres armados levantaron a los dos militares en el Tianguis Campesino, en las inmediaciones del Mercado Central, cerca del Centro de Operaciones Estratégicas (COE) que coordina la PGR.
El reporte policiaco de ese día afirma que un cabo del Ejército contactó a la Gendarmería para reportar el hecho, y solicitó apoyo porque dos “personal de la Sedena” fueron levantados por personas desconocidas.
El 25 de noviembre, en la colonia Progreso, donde se ubica el Mercado Central se instaló una Base de Operaciones Mixtas (BOM) y se colocaron mantas con números telefónicos para denunciar delitos, principalmente el de extorsión.
Ese mismo día el alcalde Evodio Velázquez; el comandante de la 27 Zona Militar, Adelfo Castillo, y el coordinador de la Gendarmería, Gustavo Reyes, entregaron volantes a los locatarios del mercado de la Progreso y del Tianguis Campesino para promover la denuncia contra las extorsiones de la delincuencia organizada.

Buscan policías, militares y el grupo Paz y Justicia en Tlaltempanapa a la familia desaparecida

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Militares, policías ministeriales y estatales entraron este lunes a Tlaltempanapa, municipio de Zitlala, en busca de los seis integrantes de la familia García Feliciano que desaparecieron el 18 de octubre cuando regresaban de Tlalcozotitlán, municipio de Copalillo, a Ixcatla, en Zitlala, de donde son originarios.
Tlaltempanapa es una comunidad nahua de unos mil habitantes ubicada a unos 20 minutos al norte de Zitlala, la cabecera municipal, que se encuentra bajo el resguardo de civiles armados del grupo autollamado Paz y Justicia, cuyos integrantes irrumpieron del 9 al 14 de mayo del 2015 a Chilapa, cuando según el colectivo de familiares de desaparecidos Siempre Vivos fueron levantados 16 vecinos en esa cabecera municipal, y a quienes relacionan con el grupo criminal Los Ardillos.
La búsqueda fue acompañada por el asesor de la Secretaría de Gobierno Jorge Miranda Huesca, el visitador de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Hipólito Lugo Cortés, y el visitador de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos de Guerrero (Codehum), Adelaido Memije.
El grupo de civiles armados que opera en esta comunidad puso como condición para permitir la búsqueda en el pueblo y alrededores, que no asistiera el presidente de la asociación de familiares de desaparecidos Siempre Vivos, José Díaz Navarro, quien aguardó en Zitlala hasta que terminó la búsqueda, sin resultados.
Marino García Capistrán y su esposa María Feliciano Diego, así como la madre del primero, Florencia Capistrán Tecolapa y los hermanos Félix, Santa y Marco Antonio García Feliciano, hijos de la pareja, desaparecieron el 18 de octubre cuando regresaban de Tlalcozotitlán a su pueblo Ixcatla.
Díaz Navarro ha insistido en que la familia fue levantada en una zona cercana a Tlaltempanapa, y que la deben de tener en un lugar cercano a esta localidad.
Debido a las acusaciones directas las autoridades locales del pueblo se opusieron a que Díaz Navarro formara parte de la búsqueda, en la que sólo participaron el grupo de la Policía Ministerial que se encarga de las investigaciones, la Policía Estatal así como los visitadores de la CNDH y de la Codehum. El equipo fue resguardado por soldados que se desplazaron en seis unidades.
El convoy entró a la comunidad aproximadamente a las 11 de la mañana cuando cientos de vecinos se encontraban concentrados en la cancha techada del centro.
Los responsables de la operación se reunieron en la Comisaría con una comisión de autoridades del pueblo encabezadas por el comisario municipal, Luciano Colotzin Tlalcomatlán y el comandante de la autollamada policía comunitaria, Felipe Dámaso.
El asesor de la Secretaría de Gobierno, Miranda Huesca explicó los motivos de la acción y dijo que era una búsqueda en todos los pueblos para localizar a los seis integrantes de la familia desaparecida.
El comandante del grupo civil armado del pueblo, un joven que siempre mantuvo su supremacía con relación al comisario, que era de mayor edad, dijo a los visitantes que también ellos “están preocupados por estas personas desaparecidas, porque los han ido a culpar a su propio pueblo de su desaparición cuando no es así”, dijo.
Agregó que aquí la policía que se encarga de la seguridad del pueblo, “estamos trabajando bien no para robar ni secuestrar a alguien” y agregó que se organizaron para integrar su propia policía para defenderse de los delincuentes “y porque eran los mismos militares y policías federales los que venían a molestarnos, por aquí en las orillas a cualquiera le daban su chinga”.
Felipe Dámaso ofreció la colaboración de la Policía Comunitaria del pueblo para buscar a los desaparecidos y con el comandante de la Policía Ministerial a cargo de las investigaciones, acordaron las rutas de búsqueda. Primero recorrieron el pueblo y posteriormente se trasladaron a la comunidad de Tezayuca, a unos 5 kilómetros al poniente de Tlatempanapa. Se trata de una localidad fantasma, de casas abandonadas, versiones policiacas señalan que fue un campamento de un grupo del crimen organizado por donde tenían salida a pie para llegar a La Esperanza, municipio de Mártir de Cuilapan.
Posteriormente anduvieron por la carretera que comunica con Tlalcozotitlán hasta el puente de Tlapehualapa, en donde hay un tramo de la carretera accidentado y acudieron para confirmar si la familia desaparecida no tuvo algún percance automovilístico en esa zona. Los miembros de la caravana caminaron por las márgenes de una barranca ante la posibilidad de que la camioneta donde viajaba la familia hubiera volcado.
Al finalizar sin éxito la jornada de búsqueda, el visitador de la CNDH, Hipólito Lugo Cortés declaró que para el organismo nacional es preocupante que se den casos como éste en donde hay toda una familia desaparecida, y agregó que la intervención de la Comisión Nacional obedece a la petición de los familiares y la asociación civil Siempre Vivos de Chilapa.
Dijo que se abriga la esperanza de que los seis integrantes de la familia estén con vida a pesar de que llevan dos semanas desaparecidos.
Agregó que ojalá las instituciones cumplan sus funciones de investigar y localizar a los seis.
Subrayó que existe una carpeta de investigación en la Fiscalía General del Estado (FGE) y una orden girada a la Policía Ministerial, “en este caso corresponde a ellos realizar las investigaciones de manera eficiente, oportuna e imparcial, pero sobre todo con resultados lo más pronto posible, tomando en cuenta que entre más tiempo pase se corre el riesgo de que se atente contra la vida y la integridad de estas personas”.
Mientras tanto el presidente de la asociación Siempre Vivos, Díaz Navarro se mostró insatisfecho porque no se le permitió entrar al pueblo y participar en le búsqueda para proponer los lugares y sitios a los que se debería de dar prioridad.
Insistió en que el grupo civil armado que opera en este pueblo debe saber dónde están los integrantes de la familia que desapareció en este punto de la carretera Tlalcozotitlán-Zitlala, esa tarde del 18 de octubre.
Denunció que cerca de la comunidad de Tlaltempanapa hay un cerro que se llama Tepechpan en donde hay rumores de la existencia de fosas clandestinas, y no descartó que allí se encuentren algunos de los 30 cuerpos de desaparecidos que tiene registrados esa asociación de enero a octubre de este año.
El activista advirtió que de su parte no va a cesar en la búsqueda ni dejar de acompañar a los familiares de los desaparecidos en todas las acciones para encontrar a las seis personas, “tienen que aparecer, no pueden desaparecer así nomás”.

Levantan hombres armados a dos hermanos y a una mujer joven en diferentes hechos en Iguala

 

La tarde de este domingo hombres armados levantaron a dos hermanos y una joven en diferentes hechos al norte de la ciudad de Iguala. En ambos casos las víctimas fueron subidas a una camioneta.
Según fuentes policiacas de Seguridad Pública del estado, minutos después de las 12 de la tarde cuatro hombres fuertemente armados llegaron en una camioneta cerrada y subieron por la fuerza a un joven que lavaba su motocicleta afuera de su casa en la colonia PPG, cerca de las instalaciones de la Universidad Tecnológica de la Región Norte de Guerrero (UTRNG).
Luego irrumpieron en la casa del joven y se llevaron a su hermano que es menor de edad, frente al resto de sus familiares que fueron amenazados para que no hicieran nada, en seguida los delincuentes huyeron del lugar hacia el periférico.
En otro hecho a las 4 de la tarde hombres fuertemente armados levantaron a una joven de 18 años en la colonia irregular Francisco López Liborio, al norte de la ciudad y frente a la colonia PPG, donde horas antes fueron levantados los dos hermanos.
Subieron por la fuerza a la joven a una camioneta con vidrios polarizados y se la llevaron.
Según testigos, antes de que la joven fuera privada de la libertad dos hombres a bordo de una motocicleta blanca rondaron la zona, y después llegó la camioneta con los hombres armados que levantaron a la joven.
En ambos casos los familiares presentaron ayer la denuncia por desaparición ante la agencia del Ministerio Público (MP) y hasta la noche de ayer se desconocía el paradero de las tres víctimas.

Fue autosecuestro el de los dos estudiantes del CBTA de Ajuchitlán; ya están detenidos

 

Investigaciones ministeriales determinaron que los dos jóvenes estudiantes del Centro de Bachillerato Técnico Agropecuario (CBTA) 289 de Corral Falso municipio de Ajuchitlán del Progreso, que presuntamente fueron plagiados el lunes en Changata, planearon su autosecuestro, y ya fueron detenidos.
Este miércoles, la Policía Federal y la Ministerial detuvieron a tres adolescentes que, al ser interrogados, dijeron que se trataba de un autosecuestro planeado por los dos estudiantes.
Este jueves fueron detenidos en sus casas por la Policía Ministerial en la comunidad de Changata, Ajuchitlán, los dos estudiantes Arturo Rentería y Jesús Pantaleón, como autores intelectuales de su propio secuestro.
Los tres detenidos, Marco Flavio Castro Cabrera de 17 años, Elmer Ramírez Castro de 16 años y Ricardo Fuentes Galindez El Kike de 18 años, llevaban cerca de 30 mil pesos que serían repartidos entre los cuatro participantes del presunto secuestro.
Según la versión oficial, los tres detenidos coincidieron en señalar que los dos jóvenes que reportaron como secuestrados fueron quienes planearon la acción.
Supuestamente, Jesús Pantaleón le pidió dinero a su mamá para una moto y no se lo dio, lo que motivó el autosecuestro en el que participaron compañeros de la misma escuela.
Según se reportó, los familiares pagaron 80 mil pesos por el rescate de los dos estudiantes. Primero liberaron a Arturo y después a Jesús. El dinero lo recogió el chofer de una combi del servicio público de la ruta Corral Falso-Ajuchitlán, que también está siendo investigadeo, pero se dio a la fuga.
El chofer había entregado a los tres involucrados una parte que sería repartida entre ellos como pago; fue entonces que los detuvo la Policía Federal.
Este jueves por la mañana, fueron detenidos los dos estudiantes que el lunes fueron reportados como levantados por hombres armados que se los llevaron después de bajarlos de una combi del transporte público, al parecer la misma en la que se cobró el rescate.
Los cinco detenidos fueron puestos a disposición del Ministerio Público del fuero común, y se esperaba que en las siguientes horas sean entregados al juez del Distrito de Mina.

Dejan ir a 21 levantados en El Salitre, Arcelia; los hallan ministeriales en San Miguel Totolapan

Al comenzar este viernes, los hombres que fueron levantados el sábado pasado en El Salitre, Arcelia –al final fueron 21 y no 17– fueron dejados ir por sus captores y encontrados por policías ministeriales cerca de la comunidad de La Gavia, del vecino municipio de San Miguel Totolapan, en medio de la amplia operación de búsqueda desplegada por soldados del Ejército y corporaciones federales y estatales.
De acuerdo con reportes oficiales, a la 1 de la madrugada los policías ministeriales ubicaron a los 21 hombres en el cerro de Las Antenas, cerca de la comunidad de La Gavia, y los trasladaron a la Agencia del Ministerio Público en Arcelia.
Se trata de los hombres que fueron levantados la tarde del sábado cerca de la comunidad de El Salitre, cuando se dirigían a una boda en la comunidad de La Palma, a 35 minutos de la cabecera municipal, donde hombres armados vestidos con uniformes tipo policiaco los bajaron de sus vehículos, dejaron a mujeres y niños, y se llevaron a los hombres. Ahí ejecutaron a dos taxistas.
El domingo apareció un tercer cuerpo, y el martes fue encontrado el cuarto cadáver, de José Eutimio Tinoco, conocido en Arcelia como El Rey de la Tortilla.
En su edición del domingo, este diario informó que podrían ser 20 las personas levantadas. El lunes, la Fiscalía General del Estado dijo que sólo había siete denuncias, y el martes el gobernador, Héctor Astudillo precisó que el alcalde priista Adolfo Torales Catalán le entregó una lista con los nombres de 17 desaparecidos; ayer se conoció que fueron 21 los hombres privados de su libertad en ese hecho.
Las personas localizadas son las 16 que faltaban de la lista de 17 levantadas el sábado, luego del hallazgo del cuerpo de José Eutimio Tinoco, y cinco hombres más de los que no había registro porque los familiares decidieron no denunciar por temor a represalias.
Los liberados fueron encontrados en general bien de salud, con algunos golpes y lesiones en los pies y dos de ellos con crisis nerviosas. También se confirmó muy temprano que entre los 21 no estaban los cuatro maestros y una maestra que fueron secuestrados el lunes cuando hombres armados los sacaron de la secundaria técnica de Santana del Águila, municipio de Ajuchitlán, mientras desempeñaban sus labores.
Según el primer reporte, las investigaciones determinaron que los 21 hombres ya habían sido liberados por sus secuestradores cerca de La Gavia, y policías ministeriales iniciaron la búsqueda.
Al llegar a ese lugar, los agentes se dirigieron al cerro de las Antenas, y en las faldas del mismo hallaron a los 21 levantados. No hubo detenidos ni enfrentamiento con sus captores.
Al parecer, los hombres levantados fueron liberados cerca o en la parte alta del cerro, y estuvieron caminando durante una hora.

Las rutas de los secuestradores

La comunidad de El Salitre, donde ocurrieron los hechos, se ubica en la región de La Cañada, del municipio de Arcelia, en el camino que lleva a la mina de Campo Morado, distante unos 40 kilómetros de donde fueron ubicados, en el municipio de San Miguel Totolapan, y al otro lado del río Balsas.
Para llegar de un punto a otro hay dos rutas, evitando pasar por Arcelia, que se estima que pudieron ser las que usaron los delincuentes.
Primero, hay un camino rural que bordea cerros y que va de El Salitre al poblado El Guayabo; de ahí se toma otro camino que lleva a un brazo del río Balsas para cruzar a la comunidad de Valle Luz, y luego seguir por un camino rural que va a La Gavia, en un recorrido aproximado de 50 kilómetros, que se cubren en un lapso de tres a cuatro horas.
La primera ruta tiene el obstáculo del río Balsas, y no hay en esa zona embarcaciones con la capacidad para trasladar carros.
La segunda ruta viene de El Salitre a El Guayabo, y de ahí se tiene que tomar un camino que sale a Santana del Águila para salir la carretera estatal pavimentada y cruzar por el puente a San Miguel Totolapan, para atravesar toda la cabecera municipal y llegar a La Gavia.
Esta ruta pasa por la cabecera municipal y, forzosamente, por dos retenes militares. Esas son las únicas rutas posibles.

Despierta expectación entre vecinos y familiares la liberación de desaparecidos

Un grupo de agentes de la Policía Ministerial llegó a esta ciudad en las primeras horas de este viernes con los 21 hombres levantados, y un representante del Ministerio Público les tomó sus declaraciones y permitió que todos los liberados llamaran a sus familiares, que comenzaron a llegar poco a poco.
A las 3 de la madrugada llegó un médico enviado por el Ayuntamiento de Arcelia para atender y valorar el estado de salud de los 21. Se confirmó que llegaron deshidratados, bajos de peso y con algunas lesiones en los pies, pues varios estaban sin zapatos. Al menos dos de los hombres liberados estuvieron llorando y tuvieron crisis nerviosas, pero ninguno requirió hospitalización.

Discuten policías militares y ministeriales; niegan el paso a los soldados

A las 4 y media de la madrugada llegaron policías militares a interrogar a los liberados, o al menos a tomar datos. Pero los ministeriales les impidieron el paso. Dijeron que sería directamente la Fiscalía General del Estado la que informaría al Ejército de las diligencias.
Un teniente que encabezaba el grupo reportó vía telefónica que le impidieron el paso, en la misma línea donde estaban las familiares de los liberados. Se retiró y minutos después llegó un coronel, acompañado con 10 soldados, que se metieron sin pedir permiso, en medio de llamados de los ministeriales, quienes siguieron a los soldados hasta las instalaciones del Ministerio Público.
Recibieron a los militares prácticamente en la puerta y no les dieron oportunidad de dialogar ni ver a los liberados. Hubo discusión entre ellos, y los ministeriales les pidieron respeto.

Llegaron con lesiones, pero “nada grave”

Cerca de las 6 de la mañana llegó a la agencia del Ministerio Público el alcalde, Adolfo Torales Catalán. Le autorizaron el ingreso, y al salir dijo “qué bueno que ya están aquí”, dirigiéndose a los familiares que ya esperaban.
El alcalde dijo que “yo sí esperaba esta noticia favorable, porque desde el momento en el que llegaron los cuerpos de seguridad, yo vi el interés del gobernador (Héctor Astudillo Flores) porque realmente se liberara a estas personas. Es una satisfacción tener un gobernador que se preocupe por los guerrerenses”, declaró.
Torales dijo que no vio grave la situación de salud de los 21 liberados, “porque gracias a Dios están con vida, como lo manifestaron ellos: no importa lo que pasó, sino lo que viene, y seguir adelante”.
Confirmó que “algunos están golpeados, lastimados por el camino, con hambre, por eso mandamos un médico, para que los atendiera”.
“La alegría completa va a llegar cuando se resuelva completamente esta situación. Es decir, cuando aparezcan también los maestros”, dijo el alcalde en referencia a los cuatro profesores y el director de la secundaria técnica 114 de Santa del Águila, Ajuchitlán.
Los familiares de los liberados agradecieron a los policías ministeriales por su actuación en el problema que los aquejaba. Les llevaron café, pan, empanadas, botellas, de agua, y otros alimentos. “Estamos de verdad muy agradecidos con ellos, no sé cómo lo hicieron, ni qué hicieron, pero lo que me interesa aquí está, señor”, dijo Alejandra Durán, familiar de uno de los liberados.
Los familiares no quisieron hablar del secuestro ante los reporteros de diversos medios que vinieron a Arcelia. “Mientras esa gente esté libre no queremos problemas. Ahorita tenemos la dicha de que regresaron nuestras personas con vida. Eso no siempre ocurre, aquí hay gente que busca a otras personas levantadas, pero no aparecen y llevan años”, expresó uno de ellos.
El fiscal regional, Carlos Vinalay de la Rosa salió a las 7 de la mañana a hablar con los familiares, a quienes les pidió calma, y anunció que se organizarían para que todos pasaran a saludar a sus parientes y más tarde serían entregados, una vez que rindieran su declaración.
“Ya todos comieron, todos tomaron agua, y todos fueron al baño, quiero que estén tranquilos, y ahorita pasarán a verlos”, dijo.
Eran unas 80 personas a cada lado de la cuadra de la céntrica calle Berriozábal. Entraron desde las 7:30 en grupos de tres a ver a sus familiares. La gente salía del Ministerio Público llorando de alegría.
A las 10 de la mañana comenzó la entrega de los liberados. La Policía Ministerial permitió el ingreso de un carro de los familiares a la calle, donde les entregaba en la puerta de la agencia del Ministerio Público a su familiar, que salía tapado del rostro con su propia ropa. Casi a las 11 de la mañana salió el último liberado.
De ahí, al menos 18 de ellos fueron llevados a consulta médica a clínicas particulares, por las lesiones que presentaban, aunque ninguno requirió de hospitalización.
En la lista de los 21 levantados están los nombres de Benito Ezequiel Eutimio Consuelo, hijo de José Eutimio Tinoco, El Rey de la Tortilla, que apareció muerto el martes, y el de un enfermero del centro de salud de Arcelia.