Intentaron hombres armados secuestrar a la síndica de Cocula Enriqueta García

 

La tarde de este martes, hombres armados y encapuchados a bordo de una camioneta roja intentaron privar de su libertad a la síndica y encargada de la alcaldía de Cocula, Enriqueta García Pérez, cuando iba para su casa en la comunidad de Apipilulco.
De acuerdo con fuentes policiacas de seguridad pública federal, a las 4:30 de la tarde de ayer la misma síndica reportó a los números de emergencia 066 que varios hombres armados a bordo de un vehículo rojo “la quisieron privar de su libertad”.
Ante esta situación, la síndica perredista Enriqueta García, que quedó encargada de la presidencia municipal de Cocula tras la detención del alcalde Erik Ulises Ramírez Crespo el 9 de febrero, pidió la presencia inmediata de efectivos de la Policía Federal.
Fuentes consultadas en Cocula confirmaron que la síndica fue perseguida por unos hombres encapuchados y armados después de que García Pérez había salido de la sede del Ayuntamiento acompañada de uno de sus hijos, que trabaja con ella en la sindicatura, y se dirigían a su casa ubicada en la comunidad de Apipilulco, ubicada a unos 10 minutos de la cabecera municipal en la carretera Cocula-Nuevo Balsas.
Hasta después de las 10 de la noche de ayer no se dio a conocer mayor información del caso y sólo se supo que la funcionaria ya tenía el resguardo de efectivos federales.

En la campaña recibió amenazas el alcalde de Copalillo, dice Freddy García

 

El dirigente estatal del Partido del Trabajo (PT), el diputado Freddy García Guevara, dio a conocer que el alcalde de Copalillo, Getulio Ramírez Chino, recibió amenazas durante la campaña electoral de 2015 y tras recibir su constancia de mayoría como presidente municipal electo.
Consultado ayer al mediodía en su oficina del Congreso, García Guevara indicó que ya había intentado comunicarse con el alcalde petista, sin embargo dijo que a esa hora aún no lograba contactarse con él.
Dijo que no podía confirmar si Ramírez Chino sufrió un atentado, porque aún no hablaba con él y la única información que conocía era la que se publicó ayer en los periódicos.
Comentó que un hijo del al-calde le informó que si la llamada no entraba era porque el edil se encontraba en una comunidad de donde era originario uno de los dos policías que perdió la vida y ahí no había cobertura para teléfono celular.
Se le preguntó si conocía de alguna amenaza o presión por parte de la delincuencia organizada contra el presidente municipal, pero respondió que desde que Ramírez asumió el cargo había trabajado sin complicaciones.
Sin embargo recordó que cuando éste era candidato recibió amenazas por teléfono de personas desconocidas que le exigían dejar la campaña, y cuando le entregaron su constancia de mayoría, otra vez fue amenazado para que no asumiera el cargo.
Ante esta situación dijo que el alcalde se acercó a un grupo de la Policía Federal para exponer el problema que enfrentaba, aunque reconoció que nunca se hizo una denuncia formal.
García Guevara explicó que desde que el alcalde entró en funciones no había recibido amenazas, e incluso recordó que el pasado 18 de marzo visitó Copalillo y habló con el edil de la situación.
“El 18 de marzo yo estuve con él en Copalillo, donde me estaba comentando que ya no tenía ninguna presión de llamadas (…) ese día me comentaba que estaba tranquilo trabajando y que ya no había tenido presión alguna de lo que le sucedía anteriormente, eso me tranquilizó”, dijo.
De la denuncia de Ramírez Chino el lunes por la noche a El Sur, de que había pedido al gobernador Héctor Astudillo y al secretario de Seguridad, Pedro Al-mazán, el refuerzo de la seguridad en su municipio, petición que no fue atendida, respondió:
“Él como alcalde se ha reunido con el gobernador, le ha pedido apoyo de seguridad porque los elementos que tiene son pocos, no tienen la capacidad de poder cubrir la mayor parte del municipio”, explicó.
Llamó a l gobiernos estatal y federal a que, en caso de que se confirme que lo del lunes fue un atentado, se investigue y brinden el apoyo necesario en materia de seguridad para no poner en riesgo al edil ni a la población.