Confía el obispo Rangel en que AMLO cumpla con el desarrollo de la sierra y el caso Ayotzinapa

 

En el foro Mujeres en Diálogo por la Paz, el periodista Sergio Ocampo, el obispo Salvador Rangel y el embajador de la paz de la Organización de las Américas para la Educación y Ética, José Luis Hernández Rivera. Foto: Jesús Eduardo Guerrero

El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, manifestó su confianza para que en este periodo de Navidad se pueda generar una “tregua” entre las organizaciones del crimen organizado en la zona de la sierra de Leonardo Bravo (Chichihualco) y afirmó que después de que habló con las autoridades de Chichihualco algunos de los desplazados ya empezaron a regresar a la comunidad de Los Morros.
Consultado además con relación a la toma de protesta del presidente Andrés Manuel López Obrador, monseñor Rangel confió en que cumpla poco a poco con sus promesas como el desarrollo de la sierra, la ayuda a los estudiantes de Ayotzinapa y voltear a ver a los pobres.
El clérigo fue abordado la tarde de ayer al término del foro Diálogos por La Paz  realizado por la organización de las Américas para la Excelencia Educativa en las instalaciones de la Unidad Académica de Enfermería de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG).
En su intervención durante el foro, monseñor informó que el viernes subió a la sierra de Tlacotepec, sin embargo en las declaraciones precisó que fue a la comunidad de Vinatas, ubicada entre Tlacotepec y Filo de Caballos como parte de sus actividades pastorales para confirmar a varios vecinos de comunidades cercanas, donde la ceremonia la realizó sin problemas.
“Llegaron de muchas comunidades, lo que se me hizo curioso”, respondió el obispo al consultarle si en esa comunidades hay gente por los desplazamientos que se han dado en últimos días a causa de la inseguridad. Dijo que llegaron de poblados como Tlacotepec, Filo de Caballos y Verde Rico.
Se le consultó por el desplazamiento de 50 mujeres que llegaron caminando de Los Morros hacia la cabecera municipal de Chichihualco a causa de la violencia y una amenaza de la Policía Comunitaria de Tlacotepec de que iban a irrumpir en su comunidad.
Rangel Mendoza afirmó que ese desplazamiento de mujeres fue porque les iban a repartir recursos del programa Progresa.
Se le dijo que las mujeres habían denunciado que su desplazamiento a pie fue a causa de la violencia y las amenazas, y respondió que “no me di cuenta de ese dato, yo lo único que sé es que bajaron por Progresa y hoy subieron a Los Morros, fue la noticia que me dieron”.
A pregunta de los compromisos y acuerdos a los que se ha llegado entre grupos del crimen organizado en la zona de la sierra a un mes de terminar el año, el obispo señaló que ahorita “hay muchos oídos sordos desgraciadamente, yo no he podido dirigirme y habar con estas personas, y pues cada quién está defendiendo lo suyo y atacando lo suyo, y desgraciadamente no he podido tener en estos días ningún contacto con ellos”.
A pregunta de un reportero de la posibilidad de que para esta Navidad se pueda llegar a una tregua entre los grupos de la delincuencia organizada en la parte de la sierra del estado, monseñor Rangel afirmó que piensa que sí hay las condiciones.
Reveló que “un dato real que yo sí les puedo decir, es que yo hablé con las autoridades de Chichihualco y entonces me decían eso, que la gente (desplazada) ya empezó a subir a los Morros, y yo en lo personal pedí el apoyo de las autoridades para que fueran custodiados”.
Dijo que él tiene conocimiento de que bajó hacia Chichihualco mucha gente de la sierra para recibir los apoyos del programa Progresa, y que ayer que regresaron hacia sus comunidades, entre ésta Los Morros, iban a subir los desplazados, “ojalá que lo hayan logrado, hasta ahorita no estoy informado”.
Sobre la toma de protesta del presidente Andrés Manuel López Obrador y las expectativas hacia este nuevo gobierno, el obispo Salvador Rangel enfatizó que se tienen tantas esperanzas en este nuevo gobierno y confió que ojalá y todas sus promesas se vayan cumpliendo poco a poco con la ayuda de la ciudadanía, y citó el desarrollo de la sierra, la ayuda a los estudiantes de Ayotzinapa y voltear a ver a los pobres, “ojalá que esto realmente ayude en algo y vayan cambiando las conciencias”.

El Foro

Este sábado por la tarde en el auditorio de la Unidad Académica de Enfermería de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), se llevó a cabo el foro Mujeres en diálogos por la paz de la organización de las Américas para la Experiencia Educativa, en el que participaron el presbítero Salvador Rangel Mendoza, el periodista Sergio Ocampo Arista y el maestro normalista egresado de la Normal Rural de Ayotzinapa, Ángel Armando Francisco quien fue una de las víctimas de los hechos ocurridos en Iguala el 26 y 27 de septiembre.
En las tres exposiciones se coincidió que las mujeres no podrían tener libertad bajo un sistema neoliberal que ha estado presente en México desde hace 36 años, además de que la paz sólo se podría lograr cuando exista la Justicia.
En su participación, el obispo Rangel Mendoza expuso que las mujeres deben de empezar a tener más poder político para que puedan participar libremente en asuntos sociales e institucionales.
“La mujer se debe entender como sujeto activo, ojalá que se les quede eso como sujeto activo, hace falta deconstruir la imagen de víctimas pasivas que tradicionalmente se les ha asignado para generar un espacio en el que las mujeres sean consideradas como sabias y con experiencias relevantes para la sociedad”, enfatizó.
Evidenció que en México y el estado se requieren de cambios que redefinan el lugar de los hombres desde una necesaria construcción de nuevas masculinidades, y aprovechó para recordar que en una de sus visitas a la sierra de Guerrero se topó con algunos campesinos que le decían: “yo le ayudo a mi mujer, le lavo los platos, le cambio al chamaco, me pongo a barrer”.
“Eso es muy importante, requerimos de unas nuevas masculinidades por lo que se debe de enunciar el orden patriarcal, eso sí se ha acabado, que relega a las mujeres en cualquier nivel, incluyendo la familia”, señaló.
Puntualizó que se debe de rediseñar otro tipo de familia en el que exista la igualdad y la colaboración, para que se realicen acciones educativas y divulgativas de cómo se educa a las personas.
Por su parte el periodista Sergio Ocampo Arista subrayó la importancia de la unión entre las organizaciones de mujeres feministas que luchan diariamente por mejorar sus condiciones de vida.
Enalteció la lucha a través de los años de las mujeres indígenas migrantes que en búsqueda de una mejor vida para sus hijos salen de sus pueblos y no dejan de trabajar para buscar mejorar su realidad.
Habló de la valentía de las mujeres que han sufrido de los desplazamientos a causa de la violencia, que a pesar de los hombres armados que llegan a sus comunidades en un caso específico una mujer les dijo que no les daría el gusto de salir corriendo.
Puntualizó que para lograr una paz en la que las mujeres puedan disfrutar de su total libertad se dará en la medida de que se deje las prácticas machistas entre los hombres y se empiece a ver la igualdad y equidad.
También el maestro normalista habló de la lucha de las madres de familia de los 43 normalistas que desaparecieron, de su contante labor y amor a sus hijos para buscarlos para exigir justicia.
Además puntualizó que en estos tiempos se requiere de una educación puntual entre los niños y que los padres sean ejemplo de buena conducta, así como no se debe de normalizar la violencia, porque al hacerlo se tolera se soporta y se vive bajo este dolor.