El obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, declaró ayer en esta ciudad, que en el negocio del tráfico de drogas hay muchas autoridades coludidas, que permiten desde su cultivo hasta su trasiego para llegar a su destino.
Al representante de la Iglesia católica se le preguntó su opinión sobre los negocios que están cerrando en la capital por la inseguridad y del secuestro del ex presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) e integrante del Consejo Municipal de Seguridad Pública de Chilpancingo, Carlos Cruz Islas, quien fue asesinado la mañana del viernes en el paraje Tehuixtlán, del municipio Eduardo Neri (Zumpango).
El obispo lamentó estos acontecimientos que ocurren en el estado. La mañana de ayer Rangel Mendoza asistió al inicio de la Campaña Médica Quirúrgica Pediátrica realizada en el hospital general Jorge Soberón Acevedo, la cual fue promovida por la misma Iglesia católica con los tres niveles de gobierno y clubes de servicios.
Insistió en que se debe aumentar el trabajo de inteligencia de las diferentes corporaciones que están dentro del esquema de seguridad para poder detener esta ola de asesinatos y de secuestros.
Declaró que “una verdad que le ha dolido a muchos, desgraciadamente es que no todas las instituciones son honestas ni son limpias por lo que se tiene que preguntar ¿cuál es el origen de todos estos acontecimientos de violencia? y que ellos también pongan algo de su parte”.
Asentó: “yo ya lo he hablado, he puesto el dedo en la llaga y yo sí veo que las autoridades a todos los niveles están, desgraciadamente, algunos metidos en esta cuestión del narcotráfico, y mientras no se detecten, no se señalicen y no se detengan estas personas, va a continuar el problema”.
A la pregunta de si considera que hay algún tipo de protección hacia este tipo de autoridades coludidas con la delincuencia organizada, el encargado de la diócesis Chilpancingo-Chilapa indicó que “de la amapola que se siembra en la Sierra y en la Montaña del estado, se saca la goma de opio, corre y llega hasta su destino… ¿quién la lleva? ¿quién la protege? y ¿por qué permiten que salga?… lo que quiere decir que hay muchas autoridades coludidas en este negocio”.
Se le planteó hacer una depuración de las corporaciones, a lo que respondió con la pregunta, ¿pero quién la va a realizar? si son ellos mismos. Consideró que una solución a toda esta problemática es un desarrollo social y un empoderamiento de las personas.
El 18 de febrero, el obispo Rangel declaró a reporteros que la violencia en Guerrero es resultado de una red de complicidad entre criminales y autoridades del gobierno, por eso es que no son atacados.
Consultado en la plaza cívica Primer Congreso de Anáhuac, el obispo señaló: “yo siempre lo he dicho que hay un mapa de la delincuencia, y tanto las autoridades estatales y municipales saben cuáles son los focos rojos, pero por los intereses no actúan”.
Agregó: “se juegan muchos intereses políticos y vale la pena que las autoridades sacrifiquen esos intereses en favor de toda la sociedad”.
Ante la falta de combate a la delincuencia, indicó que hay una red de complicidad entre los delincuentes y las autoridades, por eso es que no son atacados.