Jacob Morales Antonio
La directora del Instituto Estatal de Cancerología (Iecan), Sandra María Fajardo Hernández informó que el próximo año se concluirá el hospital de la especialidad, con una inversión de 400 millones de pesos por parte del gobierno federal.
Este jueves, el Instituto organizó una posada para niños que padecen leucemia y que son atendidos en el nosocomio con la ayuda de los integrantes del patronato y representantes empresariales como la Coparmex.
La directora aseguró que no hay carencias de medicamentos y que el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) mantiene el abasto de los medicamentos “al cien”, y en caso de alguna excepción, el medicamento se solicita y de inmediato es enviado.
Fajardo Hernández informó que actualmente hay un flujo de 100 pacientes que son atendidos en todas las áreas del hospital, y que el área de quimioterapia ambulatoria tiene capacidad de 40 sillones reposet para los pacientes, y tiene dos turnos.
Sin dar más detalles, informó que ya fue aprobado el presupuesto del proyecto ejecutivo para concluir el hospital y hay una inversión federal estimada en poco más de 400 millones de pesos, lo que va a permitir ampliar los servicios y la atención a los pacientes, que no sólo vienen de todas las regiones del estado, sino de Morelos, y Oaxaca.
La directora insistió en la importancia de las revisiones para detectar la formación de algún tumor cancerígeno y así darle un tratamiento de manera oportuna, indicó que la tasa de sobrevida es de 75 a 80 por ciento.
Agregó que en mujeres prevalece en los indicadores el cáncer de mama, en hombres el cáncer de próstata y en menores la leucemia.
Fajardo Hernández afirmó que no hay faltantes de médicos oncológicos y otros especialistas, y aceptó que fue complicado conseguir convencerlos de venir a trabajar a Guerrero, por la situación de violencia que se expone en los medios, pero ya que están en el estado tienen otra perspectiva de la situación. En el hospital hay una plantilla de médicos y trabajadores administrativos de 204 personas.
Al evento acudió la presidenta del patronato del Instituto Estatal de Cancerología, Amanda Guadalupe Galeana Moreno, quien informó que en noviembre tomaron protesta las cinco integrantes del organismo, que tienen como finalidad vigilar el uso correcto y la aplicación del dinero público y las donaciones para las atenciones que se dan el área de pediatría y para los adultos.
La quimioterapia en
medio de las risas
Kaleb es un niño de tres años, apenas y puede pronunciar algunas palabras. El 11 de mayo del 2021 ingresó al Instituto luego de que se le detectó leucemia.
El menor se le vió tranquilo, ayer por la posada le permitieron bajar del área de quimioterapias ambulatorias al festejo con el resto de los menores.
No pudo brincar ni correr. Estuvo todo el festejo sentado junto a su papá, y bajo la supervisión de un enfermero que estaba atento al cambio de las soluciones que se le ponían por medio de un catéter en la parte superior de la mano.
Su papá, Fernando Rosas Díaz, de 30 años, viajó desde Tecpan para que su hijo pudiera recibir las quimioterapias durante toda esta semana.
Para él, el proceso ha sido complicado y desgastante, pero lo ha dado todo por ver a su hijo vencer la leucemia. Para costear parte del tratamiento el hombre vendió unos predios que tenía, y sus vacas.
También contó que ha solicitado prestado dinero a familiares, amigos y conocidos, quienes le han tendido la mano, pero eso ha causado un desgaste también y ahora dice que ya no lo apoyan tanto.
El hombre contó que la detección del padecimiento fue oportuno, sin embargo, tiene recaídas y tiene que volver por las quimioterapias, que son muy agresivas con su cuerpo.
“A él se lo detectamos porque su panza como que se esponjó, lo llevamos al centro de salud, luego nos pasaron al hospital de Renacimiento y después los canalizaron aquí a Cancerología”.
Kaleb es el más pequeño de la familia, tiene otros cuatro hermanos. Desde que comenzó el tratamiento su papá no ha podido trabajar, y su mamá cuida de sus hermanos en Tecpan.
El hombre dice que esta semana gastará unos 3 mil 500 pesos en traslados, comida y hospedaje, para que su hijo pueda recibir las quimioterapias.
A la posada también acudió Cristian, un pequeño de 10 años quien viene de Chilapa a atenderse de unos tumores cancerígenos. Desde el 2019 sigue un tratamiento y su mamá, Juana Zeferino, cada que tiene consulta, aprovecha para traer y vender pan, frutas y verduras de su pueblo, para costear los gastos de traslados y algunos estudios.
Su historia se publicó el 11 de enero en estas mismas páginas. Al menor se le observó feliz, contento, porque en esta ocasión lo acompañó su hermano menor. Él mismo se ha familiarizado no sólo con el personal, sino con su tratamiento y sabe que en enero tiene su consulta de revisión.