Continúan en Nuevo Puerto Marqués la búsqueda de jóvenes desaparecidos

Ramón Gracida Gómez

En el tercer día de búsqueda en la colonia Nuevo Puerto Marqués y encabezada por integrantes del colectivo Memoria, Verdad y Justicia, y de la Brigada Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas, tampoco hubo resultados positivos, y la jornada continúa hoy en la colonia Balcones al Mar.
Vía telefónica, la representante del colectivo, Memoria, Verdad y Justicia, Socorro Gil Guzmán, precisó que la Unidad Canina de la Fiscalía General del Estado (FGE), descartó varios “pozos de sondeo” de posibles entierros clandestinos que fueron marcados durante los recorridos del martes y ayer mismo.
La madre de Jonathan Guadalupe Romero Gil, desaparecido por policías municipales el 5 de diciembre de 2018, especificó que la búsqueda en la colonia Nuevo Puerto Marqués concluyó sin resultados positivos de restos de personas desaparecidas.
El 5 de abril de 2017, Luis Ángel Tornez Manrique salió de su casa para cortarse el cabello y su familia indica que lo desaparecieron en la glorieta de Puerto Marqués, que se encuentra a cinco minutos de la colonia Nuevo Puerto Marqués, donde lo buscaron desde el lunes pasado.
El lunes, familiares y activistas subieron al cerro que se ubica detrás de la colonia por caminos difíciles de transitar por la cantidad de piedras, ramas y tierra, que los hombres y las mujeres tuvieron que caminar y escalar.
El martes la búsqueda se llevó a cabo en la parte de abajo del cerro, es decir, en la última calle pavimentada de la colonia Nuevo Puerto Marqués porque ahí se dijo que pudieran estar los restos de Luis Ángel, quien tenía 21 años cuando desapareció. En ambos días no hubo resultados positivos.
Durante los tres días, los familiares y las activistas fueron acompañados por integrantes de la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas (CEBP), la Policía Ministerial y la Unidad Canina de la FGE, la Secretaría de Marina (Semar), la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Guardia Nacional.
La búsqueda de este jueves va a ser en la colonia Balcones al Mar, en la zona poniente de la ciudad, y está destinada para buscar a José Luis Ramírez Delgado, quien desapareció el 13 de junio de 2022, al igual que para localizar a todos los desaparecidos registrados por los familiares. El último día de la jornada programada por colectivos y autoridades será este viernes.

 

Busca su familia al joven Luis Ángel Tornez Manrique a casi 7 años de su desaparición

Ramón Gracida Gómez

A casi siete años de la desaparición del joven Luis Ángel Tornez Manrique en la glorieta de Puerto Marqués, su mamá aún le llama a su celular con la esperanza de que le conteste, y sus hermanas Érika y Angie buscan sus restos en los cerros de Acapulco porque la búsqueda oficial sólo quedó en una carpeta de investigación.
El 5 de abril de 2017, Luis Ángel, de 21 años, salió de su casa a cortarse el cabello y es la única información que tiene su familia de su desaparición. Sus hermanas indican que lo desaparecieron en la glorieta de Puerto Marqués, cerca de la colonia Nuevo Puerto Marqués, donde lo buscaron ayer con otras integrantes del colectivo Verdad, Memoria y Justicia y la Brigada Nacional de Búsqueda.
Ayer se hizo la primera búsqueda destinada a Luis Ángel, pero sus hermanas Erika y Angie Tornez Manrique han participado en otras jornadas del colectivo Verdad, Memoria y Justicia, al que pertenecen desde hace dos años y que encabeza Socorro Gil Guzmán, quien contactó a Angie para que participara en la exposición fotográfica que llevan a cabo en el Zócalo de Acapulco el primer sábado de cada mes.
“Y de ahí empezamos pues que era más accesible a salir a buscar algún familiar que estando sola como familia”, declaró Angie a El Sur después de cinco horas de buscarlo, al igual que a José Luis Ramírez Delgado, en el cerro detrás de la colonia Nuevo Puerto Marqués, cerca de la planta de Pepsi.
Cuando desapareció Luis Ángel, su familia no tenía conocimiento de que existieran instituciones y colectivos de familiares que acompañan a las víctimas y que hicieran búsquedas. Sus hermanas lo buscaron en los primeros años preguntando en las calles.
La familia levantó la denuncia ante las autoridades, “pero pues prácticamente quedó sólo en una carpeta porque nosotros fuimos, fuimos a Semefo (Servicio Médico Forense), dimos vueltas”, declaró Érika.
“Te pedían un papel, otro papel, muestras de ADN dejamos; fuimos a preguntar, pero ya con el paso del tiempo, nosotros, encontraban alguna fosa, salía en las noticias, íbamos a preguntar lo que encontraran, lo que fuera ropa”.
“Pero ya conforme fue pasando el tiempo ya decían que no, que mi familiar no podía ser ése, porque ya mi familiar tenía tantos meses y que él ya no era cuerpo, que ya eran restos”, indicó Érika. “Imagínese el sentir”: tristeza, frustración.
Y ahondó: “son tantas emociones que se juntan porque como yo les digo a ellas, tú no estás segura de que mi familiar murió ese día que desapareció. Yo pues tengo la esperanza, quisiera encontrarlo vivo, pero a como está la situación, tengo que buscarlo así”.
Luis Ángel trabajaba de mozo en el hotel Embassy, que se ubica en la avenida Costera, a un costado del supermercado Soriana de la colonia Costa Azul, frente al CICI. En el mismo edificio laboraba su hermana Angie.
“Él tenía una rutina, se podía decir, él entraba a trabajar a las 3 de la tarde, salía a las 11 de la noche. Por ser el hermano menor, nosotros bajábamos a traerlo, ya ve cómo está la situación. Nosotros vivimos en un lugar que tenemos que subir pues caminando y por la hora de la noche y la preocupación de él, que no le pasara nada, bajábamos a traerlo” a la carretera Cayaco-Puerto Marqués.
Luis Ángel “en malos pasos no andaba”, afirmó su hermana Érika, porque cuando salía del trabajo le marcaba a su mamá para avisarle que ya iba en camino a su casa para que fueran por él.
Después de que desapareció, nunca hubo una llamada de extorsión para pedirles dinero, no tuvieron más información de él, pero su familia lo sigue esperando porque “eso es lo que nos mueve, la fe de encontrarlo”.
Esta búsqueda les representa “esperanza, tal vez, pero a la vez tristeza, le digo, porque no lo queremos encontrar así, mi corazón quisiera encontrarlo vivo”, dijo Érika mientras se le empezaban a llenar los ojos de lágrimas y se entrecortaba su voz.
Sus hermanas le llevan varios años diferencia a Luis Ángel, Érika era adolescente cuando nació Luis Ángel, “era como que llegó un muñequito a tu casa. Imagínese, tenernos, tratarlo; de todas, era el más cariñoso de todos. En cuestión de mi mamá, te digo, para mi mamá era todo”.
“Mi familia se rompió: a partir de que él desapareció, no, lo desaparecieron, se rompió: ver llorando a mi mamá, caer enferma por lo mismo, la tristeza, la desesperación de no saber dónde está”.
Sus hermanas están tristes por no tener a Luis Ángel, les duele, pero se tienen que hacer fuertes por su mamá porque es la que sufre más y a sus hijas les duele verla así. “A veces ella tiene la esperanza, ella aún marca su número de teléfono con la esperanza de que le conteste”.
Hasta el viernes se van a hacer búsquedas para localizar los restos de Luis Ángel.