En su informe, reta Norma Otilia a “poderes fácticos”: Chilpancingo “no tiene dueños”, dice

Antes de que se iniciara la lectura del informe, una joven exhibió una pancarta con la consigna: “Acapulco está destruido, y la capital y Gobierno hacen fiesta”. Cuando arribó la alcaldesa al templete, unas mujeres le arrebataron el cartón y policías municipales la desalojaron violentamente Foto: El Sur

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

En su segundo informe de labores, la presidenta municipal de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández Martínez, se quejó de la “campaña de desprestigio” que dijo, se “ciñó específicamente sobre su persona”, pero advirtió a “los poderes fácticos que mueven la cuna y que están incrustados en las entrañas del poder”, que en Chilpancingo “hay gobierno” y que Chilpancingo “no tiene dueños”.
La morenista rundió su informe de labores la tarde de ayer en el zócalo de la capital, sin la representación de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, y con protestas de trabajadores municipales que exigieron el pago del salario mínimo homologado y la póliza del seguro de vida a familiares de los trabajadores fallecidos.
El informe se vio marcado por la agresión y el desalojo por policías municipales de una estudiante universitaria que protestaba con una cartulina con la leyenda: “Acapulco está destruido y la capital y Gobierno hacen fiesta. Huracán Otis 25/oct/23”.
En la lectura de su mensaje, la polémica alcaldesa dijo que desde que asumió el cargo “emprendió una lucha honrada, prodiga de integridad” y que no es experta en intrigas, en chanchullos ni en bajezas políticas, pero que no cede a las presiones “ni a los encantos de quienes pretenden, sin éxito, distorsionar los propósitos que nos animan y que saben, además, que la labor de un gobierno es la que une, no la que divide, la que sirve a la población, no solo la que escucha, sino la que resuelve los problemas comunitarios”.
Se dijo una mujer de dialogo, de palabra, de buena fe, sin dobles caras y sin doble ánimo: “seguiré siendo respetuosa de la opinión pública, sin voceros sesgados, ni intermediarios mercatilizados, libre de manipuleos y perversiones, procurando un diálogo franco, abierto, permanente y directo”, ofreció exaltada.
A su informe asistió el presidente del Tribunal Superior de Justicia (TJS), Raymundo Casarrubias Vásquez, y representando al Congreso local el diputado de Morena Alfredo Sánchez Esquivel. También estuvo el diputado federal del mismo partido, Carlos Sánchez Barios.
Otros asistentes fueron los alcaldes de Juan R. Escudero, Diana Costilla Villanueva; de Buenavista de Cuéllar, Rubén Salgado Alemán; de Iguala, David Gama Pérez y de Malinaltepec Acasio Flores Guerrero.
Y aunque no le enviaron representantes, agradeció la solidaridad del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, y a la gobernadora Evelyn Salgado Pineda.
Hernández Martínez agregó que en Chilpancingo “no somos un pueblo ni un gobierno fatigado, que renuncie a seguir construyendo el ejercicio de sus deberes”.
Añadió: “Que no les quede duda, que no se engañe nadie, todo lo que hemos hecho se ha hecho de corazón y de buena fe, pese a la campaña de desprestigio que se ciñó sobre algunos de nosotros, y muy específicamente sobre mi persona, cuando la mezquindad de unos pretendieron zarandear y colapsar al gobierno municipal, dando una interpretación perversa y retorcida a sucesos que tuvieron como finalidad afectar, ante la incompetencia de algunos, la paz y la tranquilidad que merecen las y los chilpancingueños”.
No precisó si los “sucesos” a los que se refirió la alcaldesa fueron los ocurridos en junio y julio, cuando le dejaron mensajes junto con siete cuerpos desmembrados en la plazuela del barrio de San Mateo y posteriormente circularon dos videos en los que aparece reunida con el jefe de un grupo delictivo, hechos que aún no son aclarados por las fiscalías estatal y federal, se dijo en su momento, investigaban el caso.
Norma Otilia, añadió al respecto: “a esos poderes fácticos que mueven la cuna, que están incrustados, estoy segura, dentro de las entrañas del poder, les digo que no hay más poder que el pueblo de Guerrero y de Chilpancingo”.
Agregó que hoy “está demostrado que en Chilpancingo hay gobierno pese a los contrastes que tenemos como ciudad, y sostengo que nunca traicionaría su confianza”.
Según la alcaldesa uno de los temas que más le duele, es el de la inseguridad, pero que jamás va a evadir su responsabilidad en lo que le toca hacer “porque Chilpancingo es mi casa, es la casa de las y los chilpancinguenses y guerrerenses”.
Le dijo a las familias de Chilpancingo que no es ajena a su dolor, “por ello cada minuto de mi Gobierno no quito el dedo del renglón de construir desde mi responsabilidad puentes de paz desde la justicia social, dándole credibilidad y confianza a esta institución, sin perder el rumbo de la gobernabilidad y el cumplimiento de la ley”.
Al inicio de la lectura de su mensaje se refirió a la catástrofe que dejó el huracán Otis en Acapulco, justificó que no suspendió su informe a pesar de la tragedia porque “como gobernante, llueva o truene estamos obligados a dar la cara porque es nuestra obligación enfrentar cada reto”.
Manifestó su apoyo a la gobernadora Evelyn Salgado y a los presidentes de los municipios afectados, les dijo que no están solos y que les refrenda su solidaridad “con acciones que hemos predispuesto como cabildo, como administración y como ciudadanas y ciudadanos de Chilpancingo”.
Dijo: “Muchos se preguntarán, ¿por qué la presidenta municipal no suspendió su informe?, ¿acaso no le importa lo que está sucediendo?”. Y respondió que le importa mucho Guerrero y la capital, pero que encontró “este único instante” para convocarlos como pueblo y sumar esfuerzos por Acapulco y por Guerrero, sin miras partidistas ni filias ni fobias”.
Posteriormente informó que su administración envió a Acapulco brigadas de bomberos, Protección Civil y de Salud, y que a través de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Chilpancingo (Capach) mandó seis pipas de agua.
Anunció que a partir de este viernes instalará centros de acopio en los barrios para recolectar víveres y enviarlos a Acapulco.
Agregó que esta semana va a apoyar con cinco mil despensas a los municipios afectados, así como con mil cobijas y mil colchonetas.

Las protestas

Antes de que iniciara la lectura de su informe, una joven exhibió un cartón con la consigna: “Acapulco está destruido y la capital y Gobierno hacen fiesta, Huracán Otis 25/oct/23”.
Cuando arribó la alcaldesa al templete unas mujeres le arrebataron el cartón y policías municipales la desalojaron violentamente de entre el público.
Posteriormente, sin dar su nombre, la joven informó que es estudiante de Acapulco y que ella y otras compañeras se quedaron atoradas en Chilpancingo y que no saben nada de sus familiares.
Informó que instalaron un centro de acopio en el zócalo y decidieron manifestarse pacíficamente durante el informe, pero que personas de civil la agredieron y posteriormente las policías la desalojaron: “me tiraron de la silla, me agarraron a manotazos, me jalonearon muy feo, me querían hasta esposar”, y mostró escoriaciones que le provocaron en un brazo.
Otros que protestaron fueron trabajadores de diferentes áreas del Ayuntamiento que pertenecen al Frente Democrático de Trabajadores (FDTCH), quienes exigieron el pago del salario mínimo de 207.44 pesos diarios a todos los trabajadores del Ayuntamiento.
También piden sueldo base, aguinaldo confirme a ese incremento, prima vacacional “digna”, pago de pólizas del seguro de vida a los familiares de sus compañeros que han fallecido.
Los más de 200 trabajadores marcharon a las 3 y media de la tarde de la Alameda Granados Maldonado al zócalo de la capital, y a las 4 de la tarde irrumpieron tirando las vallas metálicas con las que se acordonó la plancha del zócalo donde se realizó el informe.
Policías municipales y algunas gentes vestidas de civil intentaron impedirles su ingreso registrándose un zipizape, pero al final entraron y ocuparon los primeros asientos del público mostrando lonas y pancartas con sus demandas, además de que coreaban consignas exigiendo audiencia y solución a su pliego petitorio.
Para acallarlos, los organizadores colocaron porras con tambores, matracas y sirenas que hacían sonar.
La protesta ocasionó un retraso de más de una hora el informe pero al final fueron recibidos por la alcaldesa, quien les prometió una reunión posterior para revisar su pliego petitorio a condición de que la dejaran realizar su evento.
Al informe asistieron una mil personas que llevaron de colonias y comunidades, así como taxistas que confrontaron a los trabajadores que se manifestaron, a quienes pretendían impedirles su ingreso al zócalo.
Al estilo del viejo PRI, taxistas y grupos de porritas constantemente durante la lectura del informe, hicieron sonar matracas, tambores y sirenas, en tanto que el resto de los ciudadanos que fueron llevados blandían globos blancos, a la mayoría de los asistentes les repartieron playeras blancas con la leyenda “Cumplimos transformando”.
Al final de la intervención de la alcaldesa, le arrojaron serpentinas y confeti de distintos colores, además hubo cinco minutos de detonación de pirotecnia.

 

El día después en Chilpancingo: calles vacías, comercios sin clientes y transporte suspendido

El Zócalo de Chilpancingo a las 11 de la mañana este domingo Foto: Zacarías Cervantes

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

Calles desoladas, comercios abiertos pero sin clientes, servicio de transporte semiparalizado, y suspendido totalmente en las rutas foráneas de los municipios de Mochitlán y Quechultenango, así como para el Valle del Ocotito, fue lo que se vio ayer en la ciudad sede de los tres poderes del estado, un día después de la violencia del sábado.
La zozobra y el temor de que resurgiera la violencia que se vivió ese día en la capital de Guerrero, con los ataques a choferes y a unidades del transporte local y las de las rutas foráneas de los municipios de Mochitlán y Quechultenango, así como a los de Tixtla y Chilapa, aun permeó ayer en los capitalinos.
La mayor parte de la mañana, las calles se vieron vacías, incluso los sitios y avenidas más transitadas los domingos se vieron desolados.
La mayoría de los establecimientos comerciales, fondas, restaurantes y mercados, sobre todo los cercanos a donde ocurrieron los ataques a los transportistas, abrieron pero permanecieron sin clientes por la mañana y la asistencia se fue normalizando después del mediodía.
La base de camionetas Urvan de la ruta Chilpancingo-Mochitlán, ubicada en la calle Raymundo Abarca Alarcón, colonia Centro, permaneció cerrada.
A unos 30 metros está la base de las que cubren la ruta a Colotlipa que también prestan el servicio a la cabecera municipal de Quechultenango, donde el sábado uno de los choferes fue atacado a tiros y quedó tendido en la banqueta de la calle 18 de Marzo, afuera de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), en su base, ayer no se vio ninguna unidad en el transcurso del día.
A una cuadra de ahí, en la calle Antonia Nava de Catalán, está la base de las combis de la ruta a Tepechicotlán también permaneció carrada, igual que las de la ruta de Petaquillas que funcionan en el estacionamiento subterráneo del mercado del barrio de San Francisco.
Igual suspendieron el servicio los antiguos autobuses, conocidos como guajoloteros, que circulan en la ruta Chilpancingo-Colotlipa y que tienen su base en la lateral de sur a norte del bulevar Vicente Guerrero, a unos 20 metros de la central de autobuses.
También cerraron las instalaciones de la base de los taxis de la ruta Chilpancingo-Acahuizotla, municipio de Chilpancingo, ubicadas a unos 200 metros del mercado Benito Juárez, cerca de la misma central.
A pesar de que se interrumpió de manera total el servicio en estas rutas no se vio a usuarios esperando, por el contrario, los sitios se vieron desolados.
Algunos de los usuarios se vieron en grupos a la salida de Chilpancingo buscando que alguien los trasladara a sus pueblos ubicados ya sea en el corredor del Valle del Ocotito o hacia el Circuito Azul que pasa por Mochitlán y Quechultenango.
Al filo del mediodía una familia ofreció pagar “lo que sea” a un particular para que los llevara a Mochitlán, pero el joven que manejaba una Nissan Estaquitas se negó, les explicó que se paró porque pensó que iban solamente a las colonias del sur de Chilpancingo, antes de Petaquillas.
En las instalaciones de las empresas Águilas Doradas y Transportes Guerrerenses de la Montaña, ubicadas a una cuadra del mercado central Baltazar R. Leyva Mancilla que dan el servicio en la ruta Chilpancingo-Chilapa, solamente salieron a prestar el servicio la mitad de sus 30 unidades cada una.
Fue una unidad de las que cubren esta ruta la que sufrió el ataque en el antiguo libramiento a Tixtla, en el punto conocido como La Villita de la colonia Guerrero, cuando apenas había recorrido unos 500 metros de su base rumbo a Chilapa. En esta unidad habrían resultado heridos tres personas: el chofer y dos mujeres pasajeras.
El servicio local de taxis y Urvan también fue suspendido totalmente en algunas zonas de la ciudad y en otras parcialmente.
Unas 15 colonias del oriente de la capital se quedaron sin transporte durante todo el día de ayer porque todas las Urvan de la ruta Centro-Mercado-Ahuiyuco, no salieron a prestar el servicio. Se trata de unidades que tienen que circular por el antiguo libramiento a Tixtla, y pasar por el lugar donde el sábado fue baleada la unidad que iba a Chilapa.
Los usuarios de esta zona tuvieron que hacer sus traslados caminando de sus colonias al centro o al mercado que se encuentran a unos 2 kilómetros, o abordar unidades de otras rutas que los dejan cerca pero tenían que esperar de 30 minutos a una hora por la saturación del servicio.
De acuerdo con un chofer de la ruta Oriente, que presta el servicio del Mercado al Palacio de Gobierno, ayer, en total, sólo salieron a circulación el 50 por ciento de las unidades, pero dijo que no fue tanto el impacto porque los domingos hay pocos usuarios, “el problema será mañana (hoy lunes) si la situación sigue así, por los trabajadores y los estudiantes que todavía siguen asistiendo a sus escuelas”.
Las calles del centro, en el transcurso de la mañana se vieron desoladas, y aun cuando la mayoría de los comercios abrieron, se vieron sin clientes. Sólo en el Mercado Central, ubicado al norte de la ciudad, la asistencia se vio normal a pesar de que el servicio de transporte fue parcial.
Los bares, cantinas, centros nocturnos y botaneros de la avenida Lázaro Cárdenas cerraron sólo la tarde y noche del sábado, pero los restaurantes que abren a temprana hora los domingos, a las 11 de la mañana de ayer ya daban servicio, pero con menos clientes de lo normal.
Se mantuvieron cerrados, no obstante, los del andador Zapata en el centro de la ciudad.
Al sur de la ciudad, en el bulevar Chilpancingo-Petaquillas, en la zona donde el sábado fueron atacados a tiros e incendiados dos taxis locales y sus conductores murieron calcinados adentro de sus unidades, hay cuatro restaurantes tradicionales donde regularmente acuden los chilpancingueños los domingos por la mañana: Mamá Quina, El Torito, El Huamúchil y el Kenia y sólo cerró el primero, porque es el más cercano al sitio donde el sábado fue atacado uno de los vehículos.
“No estamos prestando el servicio hoy, por los hechos de ayer (el sábado), y vamos a valorar la situación para decidir si abrimos mañana” (hoy lunes), respondió por teléfono la diligente recepcionista.
En El Torito y El Huamúchil se informó que sí estaban dando el servicio en el horario normal.
En la misma zona se encuentran las instalaciones de la Guardia Nacional, donde en el transcurso del día de ayer se vio la presencia de agentes de la corporación y policías estatales, en tanto que en el trayecto de Chilpancingo a Petaqueillas soldados del Ejército mexicano realizaron recorridos, no obstante al interior de la ciudad no se vieron patrullajes.
“Chilpancingo de rodillas”

El cronista oriundo de Chilpancingo, Héctor Contreras Organista, definió lo que se vivió el sábado como “el día final de un pueblo que fue glorioso”.
En su cuenta de Facebook, escribió que una situación así se vivió en Chilpancingo sólo en la época de la Revolución, “cuando llegaban los zapatistas a atacar al pueblo, a acribillarlo, a saquearlo, a violar a sus mujeres…”
Narró que el sábado vio a un pueblo “paralizado, asustado, impotente, despedazado, pisoteado y humillado; el servicio de Urvan suspendido en todas las rutas, disparos por todos lados: muerte, sangre, heridos, carros incendiados, nadie caminando por las calles. Toda la ciudadanía se ha encerrado a piedra y lodo, sin poder humano que la defienda”.
Concluyó: “De Guerrero, esta tarde histórica de violencia, sólo quedó el nombre para la mitología… y de los gobernantes, ni eso… Son historia muerta… El pueblo ha sido puesto de rodillas”.
Un hijo del taxista Javier Mendoza, una de las víctimas de los ataques del sábado, escribió: “Chilpancingo no está tranquilo, menos las familias que perdimos a nuestros seres queridos el día de ayer” (sábado).
Al medio día denunció: “Es hora que no sé de mi padre, ayer salió como todos los demás días a trabajar para sacar el pan de cada día; conducía uno de los taxis, no sabemos si su cuerpo quedó calcinado. En la Fiscalía nos dicen que en 20 días sabremos si es mi padre o no”.
Enseguida reprochó: “¿Y en esos 20 días que haré?, me falta mi pilar, me falta el sustento de mi casa. Hasta dentro de 20 días sabré si mi padre está calcinado o si está desaparecido”.
Cuestionó a la presidenta municipal Norma Otilia Hernández Martínez, porque dijo que está acompañando a las familias afectadas; “pero yo no veo que dé la cara o que esté hablando de que hace falta mi padre Javier Mendoza, quien no debió sucederle esto cuando sólo trabajaba como cualquier día”.
Finalmente, exigió: “Me hace falta mi padre, quiero una solución Norma Otilia Hernández Martínez, hazte responsable de los atentados del día de ayer. Que toda la ciudadanía sepa que hoy falta mi PADRE, que ayer ya no llegó a casa”.

Se restablecen las actividades, dice el gobierno

Por la tarde, la Secretaría General de Gobierno del estado informó que se restableció parcialmente el servicio de transporte público en Chilpancingo, “al igual que las actividad comercial y cotidiana de la población”.
Aseguró que también se restablecía de manera paulatina el servicio en las localidades vecinas, y que se mantenían los operativos de seguridad “para fortalecer la gobernabilidad y garantizar el Estado de derecho en Guerrero”.
Se informó que personal de la Dirección General de Gobernación realizó un recorrido por la ciudad, “observando que el servicio de trasporte público local, en su modalidad Urvan y taxi, comienza a incrementar gradualmente, mientras que la ruta de Urvan Chilpancingo-Zumpango prestan el servicio de manera normal”.
Agregó que los sitios de taxis locales reiniciaron el servicio a domicilio, “sin embargo, todavía no se restablece el servicio en las rutas foráneas a Ocotito, Petaquillas, Tierra Colorada y Colotlipa”.
“También se observa que el primer cuadro de la ciudad, Alameda y principales avenidas hay afluencia de personas, mientras que en el Andador Zapata los locales en su mayoría todavía se encuentran cerrados”.
La dependencia informó que elementos de la Guardia Nacional y Policía Estatal mantienen los dispositivos de seguridad en puntos estratégicos y realizan recorridos de seguridad “para garantizar la gobernabilidad en las ocho regiones de la entidad, el estado de derecho, así como la paz y tranquilidad de la población”.

Suspenden clausura de estudios de la prepa 1 de la UAG

El director de la preparatoria 1 de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) Jorge Ángeles Manzo informó de la suspensión de la clausura de estudios hasta nuevo aviso por la violencia en Chilpancingo.
En una publicación en redes sociales el sábado informó a todos los estudiantes que egresarán de la generación 2020- 2023 del turno matutino y vespertino, que “por causas de fuerza mayor derivados de la escalada de violencia y la falta de servicio de transporte público que está padeciendo la región centro del estado, se cancela la clausura” de este lunes hasta nuevo aviso.
Agregó que “con toda responsabilidad tomamos esta difícil decisión para salvaguardar la integridad de nuestros alumnos, alumnas y sus seres queridos”.