El día después en Chilpancingo: calles vacías, comercios sin clientes y transporte suspendido

El Zócalo de Chilpancingo a las 11 de la mañana este domingo Foto: Zacarías Cervantes

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

Calles desoladas, comercios abiertos pero sin clientes, servicio de transporte semiparalizado, y suspendido totalmente en las rutas foráneas de los municipios de Mochitlán y Quechultenango, así como para el Valle del Ocotito, fue lo que se vio ayer en la ciudad sede de los tres poderes del estado, un día después de la violencia del sábado.
La zozobra y el temor de que resurgiera la violencia que se vivió ese día en la capital de Guerrero, con los ataques a choferes y a unidades del transporte local y las de las rutas foráneas de los municipios de Mochitlán y Quechultenango, así como a los de Tixtla y Chilapa, aun permeó ayer en los capitalinos.
La mayor parte de la mañana, las calles se vieron vacías, incluso los sitios y avenidas más transitadas los domingos se vieron desolados.
La mayoría de los establecimientos comerciales, fondas, restaurantes y mercados, sobre todo los cercanos a donde ocurrieron los ataques a los transportistas, abrieron pero permanecieron sin clientes por la mañana y la asistencia se fue normalizando después del mediodía.
La base de camionetas Urvan de la ruta Chilpancingo-Mochitlán, ubicada en la calle Raymundo Abarca Alarcón, colonia Centro, permaneció cerrada.
A unos 30 metros está la base de las que cubren la ruta a Colotlipa que también prestan el servicio a la cabecera municipal de Quechultenango, donde el sábado uno de los choferes fue atacado a tiros y quedó tendido en la banqueta de la calle 18 de Marzo, afuera de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), en su base, ayer no se vio ninguna unidad en el transcurso del día.
A una cuadra de ahí, en la calle Antonia Nava de Catalán, está la base de las combis de la ruta a Tepechicotlán también permaneció carrada, igual que las de la ruta de Petaquillas que funcionan en el estacionamiento subterráneo del mercado del barrio de San Francisco.
Igual suspendieron el servicio los antiguos autobuses, conocidos como guajoloteros, que circulan en la ruta Chilpancingo-Colotlipa y que tienen su base en la lateral de sur a norte del bulevar Vicente Guerrero, a unos 20 metros de la central de autobuses.
También cerraron las instalaciones de la base de los taxis de la ruta Chilpancingo-Acahuizotla, municipio de Chilpancingo, ubicadas a unos 200 metros del mercado Benito Juárez, cerca de la misma central.
A pesar de que se interrumpió de manera total el servicio en estas rutas no se vio a usuarios esperando, por el contrario, los sitios se vieron desolados.
Algunos de los usuarios se vieron en grupos a la salida de Chilpancingo buscando que alguien los trasladara a sus pueblos ubicados ya sea en el corredor del Valle del Ocotito o hacia el Circuito Azul que pasa por Mochitlán y Quechultenango.
Al filo del mediodía una familia ofreció pagar “lo que sea” a un particular para que los llevara a Mochitlán, pero el joven que manejaba una Nissan Estaquitas se negó, les explicó que se paró porque pensó que iban solamente a las colonias del sur de Chilpancingo, antes de Petaquillas.
En las instalaciones de las empresas Águilas Doradas y Transportes Guerrerenses de la Montaña, ubicadas a una cuadra del mercado central Baltazar R. Leyva Mancilla que dan el servicio en la ruta Chilpancingo-Chilapa, solamente salieron a prestar el servicio la mitad de sus 30 unidades cada una.
Fue una unidad de las que cubren esta ruta la que sufrió el ataque en el antiguo libramiento a Tixtla, en el punto conocido como La Villita de la colonia Guerrero, cuando apenas había recorrido unos 500 metros de su base rumbo a Chilapa. En esta unidad habrían resultado heridos tres personas: el chofer y dos mujeres pasajeras.
El servicio local de taxis y Urvan también fue suspendido totalmente en algunas zonas de la ciudad y en otras parcialmente.
Unas 15 colonias del oriente de la capital se quedaron sin transporte durante todo el día de ayer porque todas las Urvan de la ruta Centro-Mercado-Ahuiyuco, no salieron a prestar el servicio. Se trata de unidades que tienen que circular por el antiguo libramiento a Tixtla, y pasar por el lugar donde el sábado fue baleada la unidad que iba a Chilapa.
Los usuarios de esta zona tuvieron que hacer sus traslados caminando de sus colonias al centro o al mercado que se encuentran a unos 2 kilómetros, o abordar unidades de otras rutas que los dejan cerca pero tenían que esperar de 30 minutos a una hora por la saturación del servicio.
De acuerdo con un chofer de la ruta Oriente, que presta el servicio del Mercado al Palacio de Gobierno, ayer, en total, sólo salieron a circulación el 50 por ciento de las unidades, pero dijo que no fue tanto el impacto porque los domingos hay pocos usuarios, “el problema será mañana (hoy lunes) si la situación sigue así, por los trabajadores y los estudiantes que todavía siguen asistiendo a sus escuelas”.
Las calles del centro, en el transcurso de la mañana se vieron desoladas, y aun cuando la mayoría de los comercios abrieron, se vieron sin clientes. Sólo en el Mercado Central, ubicado al norte de la ciudad, la asistencia se vio normal a pesar de que el servicio de transporte fue parcial.
Los bares, cantinas, centros nocturnos y botaneros de la avenida Lázaro Cárdenas cerraron sólo la tarde y noche del sábado, pero los restaurantes que abren a temprana hora los domingos, a las 11 de la mañana de ayer ya daban servicio, pero con menos clientes de lo normal.
Se mantuvieron cerrados, no obstante, los del andador Zapata en el centro de la ciudad.
Al sur de la ciudad, en el bulevar Chilpancingo-Petaquillas, en la zona donde el sábado fueron atacados a tiros e incendiados dos taxis locales y sus conductores murieron calcinados adentro de sus unidades, hay cuatro restaurantes tradicionales donde regularmente acuden los chilpancingueños los domingos por la mañana: Mamá Quina, El Torito, El Huamúchil y el Kenia y sólo cerró el primero, porque es el más cercano al sitio donde el sábado fue atacado uno de los vehículos.
“No estamos prestando el servicio hoy, por los hechos de ayer (el sábado), y vamos a valorar la situación para decidir si abrimos mañana” (hoy lunes), respondió por teléfono la diligente recepcionista.
En El Torito y El Huamúchil se informó que sí estaban dando el servicio en el horario normal.
En la misma zona se encuentran las instalaciones de la Guardia Nacional, donde en el transcurso del día de ayer se vio la presencia de agentes de la corporación y policías estatales, en tanto que en el trayecto de Chilpancingo a Petaqueillas soldados del Ejército mexicano realizaron recorridos, no obstante al interior de la ciudad no se vieron patrullajes.
“Chilpancingo de rodillas”

El cronista oriundo de Chilpancingo, Héctor Contreras Organista, definió lo que se vivió el sábado como “el día final de un pueblo que fue glorioso”.
En su cuenta de Facebook, escribió que una situación así se vivió en Chilpancingo sólo en la época de la Revolución, “cuando llegaban los zapatistas a atacar al pueblo, a acribillarlo, a saquearlo, a violar a sus mujeres…”
Narró que el sábado vio a un pueblo “paralizado, asustado, impotente, despedazado, pisoteado y humillado; el servicio de Urvan suspendido en todas las rutas, disparos por todos lados: muerte, sangre, heridos, carros incendiados, nadie caminando por las calles. Toda la ciudadanía se ha encerrado a piedra y lodo, sin poder humano que la defienda”.
Concluyó: “De Guerrero, esta tarde histórica de violencia, sólo quedó el nombre para la mitología… y de los gobernantes, ni eso… Son historia muerta… El pueblo ha sido puesto de rodillas”.
Un hijo del taxista Javier Mendoza, una de las víctimas de los ataques del sábado, escribió: “Chilpancingo no está tranquilo, menos las familias que perdimos a nuestros seres queridos el día de ayer” (sábado).
Al medio día denunció: “Es hora que no sé de mi padre, ayer salió como todos los demás días a trabajar para sacar el pan de cada día; conducía uno de los taxis, no sabemos si su cuerpo quedó calcinado. En la Fiscalía nos dicen que en 20 días sabremos si es mi padre o no”.
Enseguida reprochó: “¿Y en esos 20 días que haré?, me falta mi pilar, me falta el sustento de mi casa. Hasta dentro de 20 días sabré si mi padre está calcinado o si está desaparecido”.
Cuestionó a la presidenta municipal Norma Otilia Hernández Martínez, porque dijo que está acompañando a las familias afectadas; “pero yo no veo que dé la cara o que esté hablando de que hace falta mi padre Javier Mendoza, quien no debió sucederle esto cuando sólo trabajaba como cualquier día”.
Finalmente, exigió: “Me hace falta mi padre, quiero una solución Norma Otilia Hernández Martínez, hazte responsable de los atentados del día de ayer. Que toda la ciudadanía sepa que hoy falta mi PADRE, que ayer ya no llegó a casa”.

Se restablecen las actividades, dice el gobierno

Por la tarde, la Secretaría General de Gobierno del estado informó que se restableció parcialmente el servicio de transporte público en Chilpancingo, “al igual que las actividad comercial y cotidiana de la población”.
Aseguró que también se restablecía de manera paulatina el servicio en las localidades vecinas, y que se mantenían los operativos de seguridad “para fortalecer la gobernabilidad y garantizar el Estado de derecho en Guerrero”.
Se informó que personal de la Dirección General de Gobernación realizó un recorrido por la ciudad, “observando que el servicio de trasporte público local, en su modalidad Urvan y taxi, comienza a incrementar gradualmente, mientras que la ruta de Urvan Chilpancingo-Zumpango prestan el servicio de manera normal”.
Agregó que los sitios de taxis locales reiniciaron el servicio a domicilio, “sin embargo, todavía no se restablece el servicio en las rutas foráneas a Ocotito, Petaquillas, Tierra Colorada y Colotlipa”.
“También se observa que el primer cuadro de la ciudad, Alameda y principales avenidas hay afluencia de personas, mientras que en el Andador Zapata los locales en su mayoría todavía se encuentran cerrados”.
La dependencia informó que elementos de la Guardia Nacional y Policía Estatal mantienen los dispositivos de seguridad en puntos estratégicos y realizan recorridos de seguridad “para garantizar la gobernabilidad en las ocho regiones de la entidad, el estado de derecho, así como la paz y tranquilidad de la población”.

Suspenden clausura de estudios de la prepa 1 de la UAG

El director de la preparatoria 1 de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) Jorge Ángeles Manzo informó de la suspensión de la clausura de estudios hasta nuevo aviso por la violencia en Chilpancingo.
En una publicación en redes sociales el sábado informó a todos los estudiantes que egresarán de la generación 2020- 2023 del turno matutino y vespertino, que “por causas de fuerza mayor derivados de la escalada de violencia y la falta de servicio de transporte público que está padeciendo la región centro del estado, se cancela la clausura” de este lunes hasta nuevo aviso.
Agregó que “con toda responsabilidad tomamos esta difícil decisión para salvaguardar la integridad de nuestros alumnos, alumnas y sus seres queridos”.

Deja emboscada tres policías comunitarios heridos de gravedad, denuncia el Cipog-EZ

 

Redacción

Chilpancingo

Civiles armados emboscaron a las 9 de la mañana de ayer a policías comunitarios de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias de los Pueblos Fundadores (CRAC-PF) en un camino de terracería entre las comunidades nahuas de Ahuixtla y Papaxtla, municipio de Chilapa.
El dirigente del Consejo Indígena y Popular de Guerrero-Emiliano Zapata (Cipog-EZ), Jesús Plácido Galindo, informó por teléfono que los agresores son miembros del grupo delictivo de Los Ardillos y que en el ataque dejaron tres comunitarios heridos.
Denunció que a las 2 de la tarde, el mismo grupo agresor atacó la comunidad de Zacapexco, también del municipio de Chilapa, en donde ocurrió un enfrentamiento con policías comunitarios que defendieron el pueblo.
El dirigente del Cipog-EZ responsabilizó a los gobiernos del estado y federal, porque dijo que desde hace meses están denunciando la presencia de ese grupo armado cerca de sus pueblos y no actúan para su desarme o repliegue.
En tanto, en un comunicado que envió la dirigencia del Cipog-EZ la tarde de este martes a los medios de comunicación, informó que la emboscada de las 9 de la mañana ocurrió en contra de cinco policías comunitarios de la comunidad de Tula, que perteneciente al Cipog-EZ.
Explicó que los comunitarios se dirigían de Ahuixtla hacia Papaxtla.
“Nuestros compañeros fueron atacados por ocho personas que bajaron del cerro con armas de fuego R-15 y cuernos de chivo; tres de nuestros compañeros resultaron heridos. Los atacantes vestían pantalón militar y llevaban los rostros cubiertos, además de las armas de alto calibre”, explicó la organización en su comunicado.
Informó que el 23 de septiembre “ya habíamos denunciado la presencia de personas vestidas tipo militar que sabemos pertenecen al grupo narco-paramilitar de Los Ardillos, hoy a 5 días de la denuncia, tres de nuestros compañeros se encuentran gravemente heridos”.
El Cipog-EZ responsabilizó al gobierno de Héctor Astudillo Flores, a la Fiscalía General del Estado (FGE), así como a la Guardia Nacional, Policía Estatal y municipal, “por su complicidad con los narcoparamilitares y su silencio cómplice desde siempre”.
Denunció que saben que quienes emboscaron a sus compañeros fueron Los Ardillos “a quienes hemos denunciado ya en muchas ocasiones, en los tres niveles de gobierno, pero éstos han cerrado sus oídos y se han puesto del lado de quienes nos masacran”.
Concluyó que saben que Los Ardillos se están preparando para entrar a las comunidades del Cipog-EZ, y piden a las organizaciones y organismos de derechos humanos que denuncien y difundan “la guerra narco-paramilitar que

Denuncia en la FGE el presidente de Siempre Vivos a Celso Ortega por amenazas y desaparición

Redacción

Chilpancingo

El presidente del Colectivo Siempre Vivos de Chilapa, José Díaz Navarro, presentó ayer una denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE), “en contra de Celso Ortega Jiménez”, a quien ubica como líder de un grupo delictivo que opera en 25 municipios del estado, por amenazas en su contra y por la desaparición de José Antonio Nava Cantoriano, ocurrido hace dos meses en Chilapa.
En conferencia de prensa afuera de la FGE a las 12 del día de ayer, Díaz Navarro declaró que Nava Cantoriano hace alusión a él en un video que fue difundido mediante Facebook la semana pasada.
Dijo que mediante ese video se hacen amenazas en su contra “y algunos señalamientos que son falsos, pero otros son grandes verdades”.
Informó que el video se difundió el 14 de septiembre en las redes sociales, en el que aparece una persona que dice que fue su alumno en la escuela José de San Martín, “donde yo trabajé por muchos años”.
Díaz Navarro añadió que le preocupó porque ya le llamaron amigos, familiares, “incluso reporteros me hablaron para saber sobre ese asunto. Yo les dije que iba a dar una respuesta en su momento”.
Lamentó que “esta persona esté en una situación así porque obviamente se ve claro que es un interrogatorio forzado. Evidentemente está bajo amenaza, le están apuntando con un arma seguramente”.
Aseguró que no lo conoce y que una de las mentiras que dice es que fue compañero de su hermano Hugo, “pero Hugo no estudió en la Secundaria José de San Martín, estudió en la Secundaria Técnica de Chilapa y él “Nava Cantoriano) dice que estudió en la José de San Martín, entonces no es posible que haya sido su compañero”.
Añadió que en el video se dice que él, Díaz Navarro, sabe qué paso con sus hermanos, “y eso sí es una gran verdad, yo sí sé que fue Celso Ortega quien dio las órdenes para que los levantaran”.
Agregó que los tuvieron en Quechultenango en un lugar que se conoce como El Azul, Los Azulejos o La Cocina, “ahí los torturaron, los decapitaron y posteriormente fueron a arrojar los cuerpos a Chilapa”.
Agregó que la segunda verdad que dice Nava Cantoriano en el video es que Díaz Navarro sabe qué pasó con las aproximadamente 30 personas desaparecidas (en 2015) en Chilapa; “y efectivamente sé que esas personas fueron levantadas por los dos sicarios que iban al frente de Celso Ortega Jiménez que son Constantino Chino García y Arístides Loreto Marino quienes se las llevaron rumbo a Ayahualulco donde los tuvieron en una casa de seguridad de un fulano que apodan La Yegua, después se los llevaron al mismo lugar de Quechultenango conocido como La Cocina o Los Azulejos, propiedad de Celso Ortega, ya hay una declaración ministerial de un sicario de Celso que fue detenido, y refirió cómo asesinaron a esos muchachos, y él mismo refiere en su declaración que les hicieron lo mismo que a los 43 estudiantes de Ayotzina-pa”.
Agregó que la denuncia que presentó en contra de Celso Ortega ante la FGE, es como responsable de la desaparición de José Antonio Nava Cantoriano.
Contó que al principio los familiares de éste se negaron a tener contacto con él porque estaban apenados por los señalamientos que hizo en el video en su contra, “pero les dije que no se preocuparan que yo iba a presentar la denuncia de su desaparición, que voy a pedir a la Comisión de Atención a Víctimas que atiendan como víctimas a sus dos niños menores de edad que quedaron para que les reconozcan la calidad de víctimas.
Informó que Nava Cantoriano estaba recluido en el Centro de Rehabilitación de Alcohólicos Anónimos Aprendiendo a Vivir, ubicado en el barrio de San José, de Chilapa, de donde lo fueron a sacar hombres armados en tres camionetas hace dos meses.
Explicó que “Celso Ortega tiene influencia en esos anexos porque en Quechultenango su primo, uno que le apodan La Gallina es el que atiende el grupo que a la vez funciona como casa de seguridad” y donde también tuvieron a sus hermanos, lo que “está comprobado porque así lo mostró al GPS”.
“Todo lo que yo digo está sustentado, lo pongo a disposición de cualquier instancia local o federal, ante cualquier juez y puedo ratificar lo que yo digo en el escrito, donde hago responsable a Celso Ortega Jiménez, primero por las amenazas que hace hacia mi persona y también por la desaparición de José Antonio Nava Cantoriano”, declaró.
El presidente de Siempre Vivos añadió que en su documento también señala al comandante de la Policía Municipal de Quechultenango de apellido Tacuba y a quien apodan comandante Burrita, debido a que identificó su voz en el audio del video y que es él el que está haciendo el interrogatorio a Nava Cantoriano.
Informó que el mismo escrito que entregó ayer en la FGE sería entregado por la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) federal ante la Fiscalía General de la República (FGE), pero que encontraron la dependencia tomada por los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa y los padres de los 43 estudiantes de-saparecidos.