Un indígena nahua ex policía comunitario desapareció en el área del grupo rival FDP

Zacarías Cervantes

Alcozacán, Chilapa

El indígena nahua Felipe Tlalxintle Tepexco, salió muy temprano el 11 de diciembre de su casa en Xochitempa, municipio de Chilapa. Su hijo Humberto, contó que les dijo que iba al cerro entre Mexcaltepec y San Jerónimo Palantla, a recoger tierra para curar a su nieta que está enferma “de espanto”.
El hombre de 66 años de edad, ex policía comunitario, no había regresado hasta ayer y es uno de los tres indígenas que la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias de los Pueblos Fundadores (CRAC-PF) denunció como desaparecidos el lunes pasado y reclama a las autoridades su presentación.
“Caminó por el rumbo de Mexacaltepec, fue a traer tierra porque creo que por allá se espantó mi sobrina y le fue a traer un poquito para curarla de espanto. Salió a las 7 de la mañana y ya no regresó”, contó el hijo de Felipe, Humberto Tlalxintle Chautla.
Vestido de policía comunitario y con una escopeta terciada al hombro, Humberto se preparaba a las 10 de la mañana de ayer para ir en busca de su padre, junto con un numeroso grupo de policías comunitarios de la CRAC-PF, acompañados por agentes de la Guardia Nacional, militares y policías estatales.
Contó que por la tarde del mismo 11 de diciembre cuando vieron que no llegaba, su hermano se fue a buscarlo pero regresó sin él y entonces el propio Humberto partió al cerro con otros de sus compañeros comunitarios y tampoco lo encontraron, de regreso dieron aviso a las autoridades del pueblo.
“Pero hasta ahora (ayer) no sabemos nada, no sabemos dónde está, si está vivo o está muerto, no sabemos nada y lo que queremos es que aparezca.
Por la ruta de Mexcaltepec, está también la comunidad de San Jerónimo Palantla donde hay presencia de miembros del Frente de Defensa Popular (FDP), cuyos integrantes mantienen rivalidad con la CRAC-PF.
Por eso Humberto creé que lo tienen privado de su libertad en esa esa comunidad; “sólo ha tenido problemas con la gente de San Jerónimo Palantla porque ya lo habían secuestrado hace tiempo pero lo regresaron y ahora otra vez ya lo desaparecieron”.
Recordó que cuando su padre fue policía comunitario hace años le gente de San Jerónimo Palantla secuestró a 14 de la CRAC-PF, entre ellos su padre, y que los que hacen guardia ahora en la entrada de ese pueblo son los mismos que en aquella ocasión se llevaron a su papá.
Dijo que por la mañana del 11 de diciembre, su padre pasó por el cerro, cerca de donde está el módulo de la guardia que cuida el pueblo de San Jerónimo; “yo creo que lo vieron y de regreso lo agarraron. Es lo que queremos saber, que si lo tienen nos lo regresen”.
Dijo que no cree que se lo hayan llevado otras gentes por otros problemas; “él nunca ha tenido problemas de otro tipo, no toma, jamás ha andado molestando por ahí o que ande diciendo groserías, no es de esas personas”.
Otro de los tres desaparecidos es el policía comunitario Marcelino Chino Mendoza, vecino de Alcozacán y de quien la CRAC-PF sabe que policías municipales vinculados con el grupo delictivo de Los Ardillos, lo tienen en una cueva cerca de Hueycantenango, municipio de José Joaquín de Herrera.
El ex coordinador de la CRAC-PF de la desaparecida casa de justicia de Rincón de Chautla, David Sánchez Luna dijo que Marcelino, de 30 años de edad, el 7 de diciembre salió a visitar a unos familiares a Hueycantenango de donde se lo llevaron policías municipales vinculados con el grupo delictivo de Los Ardillos.
Aseguró que saben que lo tienen con vida porque el domingo por la mañana habló por teléfono con sus familiares y les dijo que le están pidiendo 200 mil pesos para que lo liberen.
“Pedimos el apoyo de los tres niveles de gobierno para que lo rescaten. Sabemos que lo tiene el grupo delictivo de Los Ardillos en una cueva cerca de Hueycantenango”.
Aseguró que ya tienen los datos la Fiscalía General del Estado donde presentaron la denuncia, pero denunció que no quieren actuar para rescatarlo.

 

Deja emboscada tres policías comunitarios heridos de gravedad, denuncia el Cipog-EZ

 

Redacción

Chilpancingo

Civiles armados emboscaron a las 9 de la mañana de ayer a policías comunitarios de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias de los Pueblos Fundadores (CRAC-PF) en un camino de terracería entre las comunidades nahuas de Ahuixtla y Papaxtla, municipio de Chilapa.
El dirigente del Consejo Indígena y Popular de Guerrero-Emiliano Zapata (Cipog-EZ), Jesús Plácido Galindo, informó por teléfono que los agresores son miembros del grupo delictivo de Los Ardillos y que en el ataque dejaron tres comunitarios heridos.
Denunció que a las 2 de la tarde, el mismo grupo agresor atacó la comunidad de Zacapexco, también del municipio de Chilapa, en donde ocurrió un enfrentamiento con policías comunitarios que defendieron el pueblo.
El dirigente del Cipog-EZ responsabilizó a los gobiernos del estado y federal, porque dijo que desde hace meses están denunciando la presencia de ese grupo armado cerca de sus pueblos y no actúan para su desarme o repliegue.
En tanto, en un comunicado que envió la dirigencia del Cipog-EZ la tarde de este martes a los medios de comunicación, informó que la emboscada de las 9 de la mañana ocurrió en contra de cinco policías comunitarios de la comunidad de Tula, que perteneciente al Cipog-EZ.
Explicó que los comunitarios se dirigían de Ahuixtla hacia Papaxtla.
“Nuestros compañeros fueron atacados por ocho personas que bajaron del cerro con armas de fuego R-15 y cuernos de chivo; tres de nuestros compañeros resultaron heridos. Los atacantes vestían pantalón militar y llevaban los rostros cubiertos, además de las armas de alto calibre”, explicó la organización en su comunicado.
Informó que el 23 de septiembre “ya habíamos denunciado la presencia de personas vestidas tipo militar que sabemos pertenecen al grupo narco-paramilitar de Los Ardillos, hoy a 5 días de la denuncia, tres de nuestros compañeros se encuentran gravemente heridos”.
El Cipog-EZ responsabilizó al gobierno de Héctor Astudillo Flores, a la Fiscalía General del Estado (FGE), así como a la Guardia Nacional, Policía Estatal y municipal, “por su complicidad con los narcoparamilitares y su silencio cómplice desde siempre”.
Denunció que saben que quienes emboscaron a sus compañeros fueron Los Ardillos “a quienes hemos denunciado ya en muchas ocasiones, en los tres niveles de gobierno, pero éstos han cerrado sus oídos y se han puesto del lado de quienes nos masacran”.
Concluyó que saben que Los Ardillos se están preparando para entrar a las comunidades del Cipog-EZ, y piden a las organizaciones y organismos de derechos humanos que denuncien y difundan “la guerra narco-paramilitar que

Recorren su territorio 200 indígenas armados para prevenir incursiones de grupo criminal

El coordinador de la CRAC-PF-PC, Margarito Silva Hernández, durante un recorrido de vigilancia por el cerro de Tlakuescomatl cerca de la comunidad El Caracol, municipio de José Joaquín de Herrera, donde al menos 200 indígenas armados realizaron una operación en busca de grupos delictivos en su territorio Foto: Lenin Ocampo Torres

Lenin Ocampo Torres

Ayahualtempa

Al menos 200 indígenas armados de tres poblaciones del municipio de José Joaquín de Herrera, que pertenecen a la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias de los Pueblos Fundadores–Policía Comunitaria (CRAC-PF-PC), se organizaron para recorrer los cerros de sus comunidades ante la amenaza de que incursione el grupo delictivo Los Ardillos.
“Tenemos que hacer esto, nosotros no tenemos seguridad como dice el presidente Andrés Manuel López Obrador de que hay Guardia Nacional (GN), eso es mentira, ustedes vieron en su recorrido que no hay nada y si no lo hacemos el grupo delictivo ve que bajamos la guardia y nos mata”, comentó Margarito Silva Hernández coordinador de la CRAC-PF a un grupo de reporteros que fue invitado al operativo.
Los indígenas salieron a las 7 de la mañana de Olintepec cerca de la comunidad de Ayahualtempa, para iniciar un recorrido de 12 kilómetros por las montañas y linderos de sus comunidades.
Se dividieron en 10 grupos de 20 personas que caminaron en forma de abanico para rencontrarse en un mismo punto y dar un informe de lo que vieron.
“Nosotros no tenemos miedo, tenemos estas armas (escopetas) de bajo calibre, pero sabemos que sí los vamos a enfrentar, salimos a caminar pensando en nuestros hijos y nuestra gente, ya nos hemos enfrentado con el grupo delictivo y sí les hemos respondido”, platicó uno de los policías comunitarios mientras caminaba en medio de los pinos del cerro de Tlalkuascomatl.
En esta parte de la Montaña Baja de Guerrero, desde hace siete años los pobladores tuvieron que organizarse para defender su territorio de la inseguridad y la guerra entre los grupos de la delincuencia que pelean el control de la región.
“En estos siete años nos han matado a 14 compañeros y desaparecido a mucha gente, nosotros nos asomamos fuera de nuestros pueblos y nos matan, no podemos ir a Chilapa y mucho menos Hueycantenango”, explicó el coordinador a los reporteros mientas dirigía la caminata.
Hueycantenango es la cabecera municipal de José Joaquín Herrera y está a 20 minutos de sus localidades, desde hace varios años los indígenas de Ayahualtempa, El Caracol y colonia Los Pinos no pueden salir de sus territorios por el temor de no regresar a sus casas.
“Hacemos esto para que tengan la seguridad nuestros niños donde cuidan (los chivos), donde trabajan, ya vieron que hay milpa, por eso los compañeros que siembran les damos seguridad, no queremos que el grupo delictivo ande por ahí escondiéndose, es necesario hacer esto, a nosotros nos regañan (el gobierno) porque enseñamos a defenderse a nuestros niños, pero ellos no hacen nada para terminar la violencia”, justificó Margarito Silva.
Los policías comunitarios recorrieron durante 5 horas los caminos de Olintepec, Tlalkuescomatl, Punto Trino, Amatitlán, Hornito, Guayabitas, Mazatepec y llegaron todos al punto del Membrillo.
En ese lugar caminaron todos a Topilahuates donde los comisarios pasaron lista a los policías comunitarios y los encargados de cada grupo dieron un pequeño informe donde la mayoría señaló que no encontraron nada fuera de lo común en la zona.
“Hasta ahorita no hay rastros, vamos a continuar más adelante, en caso de que hay algo o ven alguna persona desconocida inmediatamente nosotros nos reunimos para ver todo esto…”
Le exigimos al presidente que ponga la Guardia (Nacional) aquí en el crucero de Tlachimaltepec y salida los Postes Negros. Nosotros no podemos ni ir caminando a Hueycantenango, ni eso podemos hacer porque ahí están las personas (armadas), los que no más están viendo, nos tienen cercados”, exclamó el coordinador.
Ayahualtempa, El Caracol y la colonia Los Pinos quedan a una hora de distancia de Chilapa, para llegar ahí se tiene que pasar un retén del grupo rival Paz y Justicia que se encuentra en el crucero del Jaguey.
En el camino hay dos módulos de militares y policías estatales que según los pobladores “sólo funcionan cuando la gente protesta o llega algún mando”.
Los indígenas evitan salir de sus pueblos por temor a ser asesinados por los grupos de la delincuencia.
“Nuestros alimentos nosotros los trabajamos, les enseñamos a nuestros hijos a sembrar, a limpiar la milpa, a fumigar y triar, tenemos unos animalitos para rastro, hasta ahorita no podemos viajar a ningún lado, también (a los niños) les enseñamos a defenderse y eso le enoja el gobierno, pero nosotros lo seguiremos haciendo mientras sigamos viviendo en estas condiciones de olvido en que nos tienen”, finalizó diciendo el coordinador Margarito Silva mientras los 200 hombres armados regresaban a sus comunidades.

Atacan autodefensas de Petaquillas a funcionarios de Oaxaca; policías estatales y GN desmantelan su retén

Agentes durante el desmantelamiento de la base de la autodefensa de Petaquillas luego del ataque a una camioneta blindada Foto: Jesús Eduardo Guerrero

Luis Blancas

Chilpancingo

Integrantes de la autodefensa de Petaquillas atacaron a balazos a funcionarios de Comunicación Social de la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca, en la carretera federal Acapulco-Chilpancingo, y después policías estatales de Guerrero y efectivos de la Guardia Nacional desmantelaron el retén de la autodefensa ubicado abajo del puente en la entrada a ese poblado.
La Secretaría de Seguridad Pública estatal confirmó en un comunicado que personal de la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca fue atacado por autodenominados policías comunitarios en la carretera federal Acapulco-México; los funcionarios oaxaqueños se encuentran en Guerrero para alistar una reunión bilateral entre los secretarios, Ernesto Salcedo Rosales, de Oaxaca y David Portillo Menchaca, de Guerrero.

La agresión

Fuentes de las Secretaría de Seguridad Pública estatal informaron que a las 6:40 de la tarde recibieron el reporte de una balacera cerca del paraje La Virgencita en la carretera federal México-Acapulco entre las localidades de Petaquillas y Mazatlán.
Versiones policiacas señalaron que integrantes de la autodefensa atacaron a balazos a personal de Comunicación Social de la corporación de Oaxaca cuando iban a bordo es sus camionetas en ese paraje, los escoltas repelieron la agresión lo que originó una persecución hasta llegar al puente elevado de Petaquillas.
Ahí los policías de Oaxaca y los integrantes de la autodefensa se enfrentaron a balazos, en el hecho quedó abandonada una camioneta blindada negra con impactos de bala.
Las autoridades no precisaron si hubo muertos o heridos. Sin embargo, en el boletín oficaial de Oaxaca dice que los funcionarios atacados “se encuentran recibiendo atención médica oportuna”, lo que implica que hay heridos.
En el lugar se dijo de manera extraoficial que había al menos tres muertos y fuentes de la Fiscalía General del Estado (FGE) informaron que no hubo muertos en este hecho y tampoco precisaron si hubo heridos.
Después al menos 10 patrullas estatales llegaron al lugar para intervenir en los hechos, mientras que los miembros de la autodefensa (autodenomindos policías comunitarios) huyeron del lugar.
Los efectivos estatales y de la Guardia Nacional llegaron al puesto de control de la autodefensa que permanece desde septiembre del año pasado, ubicada debajo del puente elevado en la entrada de Petaquillas, lo desmantelarlo y el lugar quedó ocupado por las autoridades policiacas.
En el intenso operativo de las policías estatal y ministerial y de la Guardia Nacional, y Marina, que encabezó el fiscal Jorge Zuriel de los Santos Barrila, fue asegurada la zona y peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE) realizaron las diligencias de ley.
En la cuenta de Facebook de Petaquillas la autodefensa publicó una fotografía donde denuncia que policías estatales irrumpieron también en la comisaría municipal de este poblado, ubicada en el centro.
El portal del periódico Excélsior publicó que la Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero, confirmó a las 22:04 horas de este martes un ataque armado en contra del secretario de Seguridad Pública de Oaxaca, Ermesto Salcedo Rosales, presuntamente cometido por autodenominados policías comunitarios.
Según la misma publicación, Salcedo Rosales confirmó a medios de comunicación de Oaxaca que salió ileso del ataque, mientras que algunos de sus escoltas resultaron con heridas que no ponen en peligro su vida y que se encuentran recibiendo atención médica.

Comunitarios atacaron a policías de Oaxaca en Petaquillas: SSP

La Secretaría de Seguridad Pública estatal confirmó que enviados de la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca fueron atacados por autodenominados policías comunitarios en la carretera federal Acapulco-México, en el poblado de Mazatlán, municipio de Chilpancingo.
La corporación difundió un comunicado aoche en el que informa que los uniformados de ese estado se encontraban en Guerrero para alistar una reunión bilateral, y agrega que “es importante precisar que se encuentran recibiendo toda la asistencia”.
Por su parte la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca (SSPO) en un comunicado informó que personal adscrito a la Coordinación de Comunicación Social de la SSPO sufrió un percance en la carretera federal Acapulco-México, en el poblado de Mazatlán en Chilpancingo, Guerrero.
Señala que el personal se trasladaba a una reunión de trabajo que realizaba el titular de la SSPO, Ernesto Salcedo Rosales con su homólogo del estado de Guerrero, David Portillo Menchaca, “con el objetivo de estrechar lazos de colaboración y coordinación para materializar estrategias de seguridad en ambas entidades federativas”.
“Cabe resaltar que dicho personal se encuentra recibiendo la atención médica oportuna” y no precisa cuántos heridos hubo en el ataque.
La autodefensa que opera en Petaquillas ha sido señalada de violar derechos humanos y la organización Siempre Vivos la acusan de estar vinculados con el grupo criminal Los Ardillos.
El grupo armado surgió el 8 de noviembre del 2016, luego del desprendimiento del Frente Unido para la Seguridad y Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG), y en ese año instalaron un retén de revisión en la colonia 10 de Junio y el fraccionamiento Virreyes, pero en septiembre del año pasado se replegaron el retén debajo del puente elevado en la entrada de Petaquillas.

 

Denuncia la UPOEGque van 10 muertos en siete ataques de Los Ardillos en el Valle del Ocotito; anuncia que responderá

 

La Policía Ciudadana de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) anunció que se reorganiza para responder a los ataques del crimen organizado en las comunidades del Valle del Ocotito, municipio de Chilpancingo, en donde desde el 26 de noviembre a este mes van siete agresiones y por lo menos 10 de sus miembros o familiares de éstos han muerto y siete han resultado heridos.
En conferencia de prensa, miembros del Consejo Municipal de la UPOEG, integrado por comisarios, coordinadores y comandantes de los pueblos de la zona, denunciaron que el grupo delictivo que ha cometido los ataques en contra de los miembros de la organización, o de las poblaciones, es el cártel de Los Ardillos, porque quiere el paso libre para el trasiego de droga en la zona.
Aunque aclararon que la violencia también está asociada al proceso electoral para posicionar a algunos de los candidatos.
En la conferencia de prensa que se realizó en la base de la Policía Ciudadana de Buena Vista de la Salud, municipio de Chilpancingo, estuvieron el coordinador municipal de la UPOEG y comisario del Ocotito, Fernando Rosales; el coordinador estatal y comisario de Mojoneras, Juan Teodoro; la comisaria de Buena Vista, Bernarda Silva Herrera; el integrante del Consejo y ex comisario del Ocotito, Gil Ramírez Cortés, y el promotor estatal, Gonzalo Torres Valencia.
El asesor y consejero municipal de la UPOEG, Norberto González Valente, hizo un recuento de los ataques que han sufrido miembros de la agrupación y pobladores.
Dijo que la violencia en las comunidades del Valle del Ocotito se recrudeció a partir del 26 de noviembre, cuando el grupo delictivo intentó incursionar a las comunidades y quiso tomar la base de Buena Vista. Entonces, perpetró otro ataque a un filtro en Palo Blanco, donde hubo dos heridos y un muerto.
Otra emboscada ocurrió los primeros días de diciembre en San Roque, municipio de Mochitlán, en donde falleció el consejero municipal, Juvenal Bautista y un policía comunitario.
El siguiente ataque fue en El Rincón de la Vía, el 29 de enero pasado, en el que hubo cuatro muertos, uno de ellos Mario de Dios, consejero municipal y ex comisariado de esa localidad, también falleció el comandante Antonio de Dios, hermano del consejero, y dos ciudadanos. En este caso los miembros de la UPOEG fueron asesinados e incinerados los cuerpos, contó el dirigente de la agrupación.
El 5 de febrero ocurrió otro ataque a la base de Buena Vista, en donde hubo dos policías heridos. Asimismo, el 8 de febrero, ocurrió otra emboscada a miembros de la UPOEG de Buena Vista en donde resultaron heridos dos policías ciudadanos, cuando iban rumbo a su trabajo. Los atacantes les llegaron por la autopista y caminaron unos 500 metros para alcanzarlos y atacarlos.
El más reciente ataque también frente a la base de Buena Vista, ocurrió el 22 de febrero, esa vez resultó un policía ciudadano herido.
González Valente, informó que el ataque del Tejocote, municipio de Chilpancingo, ocurrido el 17 de abril, aunque no fue directamente hacia la organización, “pero nos queda claro que las agresiones son también en contra de los familiares de nuestros compañeros”.
Explicó que la mujer embarazada y su hija de 7 años que fallecieron en la emboscada del Tejocote, municipio de Chilpancingo, la semana pasada, eran la esposa y la hija de uno de los policías comunitarios que fueron atacados y heridos el 8 de febrero en Buena Vista, cerca de la autopista.
Informó que esa familia vivía en Izotepec, municipio de Heliodoro Castillo, pero que debido a la violencia en esa zona se refugiaron en Buena Vista, en donde el esposo ingresó a la Policía Ciudadana, pero a raíz de la agresión que sufrieron el 8 de febrero se fueron a radicar al Tejocote, en donde la esposa del policía fue acribillada junto con su hija.
Los miembros del Consejo Municipal “reprobaron enérgicamente” esos ataques, que no sólo han sido en contra de los miembros de la policía ciudadana de la UPOEG, si no en contra de la población.
González Valente informó que como miembros del Consejo Municipal han informado oportunamente de todas las agresiones a la coordinación estatal, e informó que la organización municipal y estatal se están reorganizando, “porque estamos viendo que han habido diversos ataques y no hemos respondido como debiera ser porque hemos cuidado y guardado las formas al querer ser respetuosos de la estructura”.
Anunció que la reorganización tiene el propósito de “tomar acciones y las medidas necesarias” para evitar un nuevo ataque y brindar seguridad a las poblaciones y garantizar la tranquilidad de todas las comunidades.
Agregó que todos los hechos violentos han sido informados “en tempo u forma” a las autoridades estatales, “tan es así que el 26 de noviembre cuando intentó incursionar el grupo delictivo, el enfrentamiento se dio entre éste y los policías estatales que llegaron para salvaguardar la seguridad de los pobladores”.
A pregunta de los reporteros, González Valente informó que el dirigente estatal de la organización, Bruno Plácido Valerio, ha declarado en varias ocasiones y que también lo han hecho ante los gobiernos estatal y federal que el grupo que ha querido incursionar en estas comunidades es el de Los Ardillos.
Dijo que la zona en donde se encuentran estas comunidades del Valle del Ocotito, es una vía principal del estado “y pensamos que su objetivo es tener el paso libre para el trasiego de droga y para sus objetivos nuestra organización les estorba porque ese es su negocio y a eso se dedican”.
El dirigente municipal añadió que la violencia también está relacionada con el proceso electoral, “mucho tiene que ver el asunto de las candidaturas, quien se queda, o quien se va y los grupos políticos utilizan a grupos armados para amedrentar y para posicionar a sus candidatos, o hacer a un lado a quienes les hace contrapeso”, dijo.
Al respecto, expresó que la UPOEG tiene que estar preparada porque la violencia va a seguir avanzando, “ya la veíamos venir, incluso lo habíamos comentado en nuestras reuniones a nivel estatal de que a medida que se fueran acercando las elecciones se iba a recrudecer la violencia y, efectivamente, es lo que está pasando”.
Explicó que a través de los grupos delictivos primero se busca desestabilizar a la población en general y luego a los grupos de personas organizadas “para poder dividir y luego meter a sus candidatos”.
Reconoció que estos grupos criminales tienen contactos en estas comunidades, “algunos son familiares, otros son simpatizantes por amistad, y algunos porque reciben dádivas de ellos”.
En el ámbito electoral, informó que en su organización han hecho propuestas a algunos candidatos, pero que no están comprometidos con nadie. Dijo que han propuesto que los candidatos acudan directamente con las autoridades municipales aglutinadas en el Consejo Municipal, “porque ya basta que sólo se beneficien los líderes y grupos”.