Bloquean la autopista familiares de los tres desaparecidos en Quechultenango

Familiares y amigos de Adolfo Aparicio Bello, Pedro Romero Sotelo y Efrén Barrios Cárdenas quienes desaparecieron el pasado viernes en Quechultenango, durante el bloqueo a los carriles norte-sur de la Autopista del Sol en Chilpancingo Foto: Jesús Eduardo Guerrero

María Avilez Rodríguez

Chilpancingo

Familiares y amigos del encargado de despacho de la Dirección de Recursos Humanos de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos del Estado de Guerrero (Codehum), Adolfo Aparicio Bello, así como de Pedro Romero Sotelo y Efrén Barrios Cárdenas, quienes desaparecieron el viernes en Quechultenango, bloquearon cuatro horas la Autopista del Sol en Chilpancingo, de las 11 de la mañana a las 3 de la tarde.
En la noche, por teléfono el hermano de Adolfo informó que ayer se localizó la camioneta en que viajaban y a que a ello ayudó el helicóptero que la familia había solicitado para hacer un recorrido por la zona.
“Ya teníamos localizados los puntos”, dijo, pero recriminó que como el domingo la FGE inició tarde los trabajos la neblina impidió que continuaran.
Por el bloqueo que realizaron dijo que la búsqueda este lunes fue diferente, incluso participaron el Ejército y la Guardia Nacional.
La camioneta en la que viajaban fue localizada y hay personas dentro, pero no saben su identidad, dijo, y precisó, “del vehículo sí, aún tenemos ese rayito de luz de encontrar con vida a nuestros familiares”.
Detalló que este martes continuarán las labores de rescate para sacar la camioneta e identificar los cuerpos que están dentro.
Mientras que en la protesta unos 100 manifestantes llevaban pancartas en el encauzamiento del bulevar del río Huacapa, a unos metros de la autopista, en las que se leía, “Gobernadora exigimos el regreso con vida de nuestros familiares”, “Necesitamos la aparición con vida de Adolfo, Efrén y Pedro”, “Tu familia te espera”.
Al lugar llegaron el director de Gobernación, Francisco Rodríguez Cisneros y el subdirector de Negociaciones de la Secretaría General de Gobierno, Rafael Julián Arcos para solicitarl a las familias que no bloquearan “porque un problema no se soluciona con otro problema”.
Los funcionarios aseguraron a los manifestantes que se retomaría la búsqueda pero que permitieran los trabajos a la Fiscalía y a las demás corporaciones para la localización de los tres hombres.
Sin embargo, los manifestantes cerraron unos minutos la vialidad a unos metros del Huacapa, posteriormente avanzaron a la Autopista del Sol, la cual bloquearon en el sentido norte-sur y también el entronque con la carretera federal a las 11:20 de la mañana.

En el bloqueo

La madre de Adolfo, Higinia Bello contó que su hijo desapareció el viernes y que el último contacto fue a las 7:25 de la noche en el tramo Quechultenango-Chilpancingo, “mi hijo es trabajador de los Derechos Humanos, sin embargo tenemos un negocio familiar. Hace cinco meses murió mi esposo y Adolfo es el que me está apoyando en algunos trabajos”.
Adolfo junto con Romero Sotelo y Barrios Cárdenas llegaría a Chilpancingo pero anocheció, por lo que Higinia salió a buscarlos con otro familiar porque dijo que pensó que tal vez se les había ponchado una llanta, pero no los localizaron.
Contó que buscaron en todo el camino, considerando también que tal vez habían tenido algún accidente y caído en alguna barranca, y al no tener resultados interpuso la denuncia formal ante la Fiscalía General del Estado (FGE).
El domingo acudió la Fiscalía al lugar de donde salió Adolfo con los otros dos hombres, pero como acudieron en la tarde los trabajos se suspendieron porque la neblina estaba densa y la lluvia tampoco permitió que vieran más abajo del barranco.
“Ahora las autoridades me dicen que no cierre la autopista, que un problema no se resuelve con otro, pero les dije que en las acciones que realizaron el domingo no hubo nada”, Higinia comenzó a llorar y a gritar de la desesperación.
“El tiempo corre, la vida de mi hijo está en peligro, por favor que me ayude la señora gobernadora, que me escuche y apoye, porque la Fiscalía está saliendo otra vez tarde para la búsqueda”, reclamó.
Continuó llorando, su cuerpo se desvaneció y dos mujeres la tuvieron que sostener, “son dos personas más que están en peligro, mi hijo y dos de mis trabajadores, por favor, por favor, hay que unirnos para peinar la zona, desde Petaquillas, Mochitlán y Tepechicotlán, porque hablan de que hay cuevas”.
La madre reprochó que la FGE le aseguró que acudirían perros buscadores y helicópteros para localizarlos pero no asistieron, “yo pido drones para poder mirar porque la superficie es muy accidentada”.
Higinia tiene un aserradero, Maderas de la Sierra, las instalaciones se ubican en la capital. La madre contó que su hijo le ayuda cuando tiene tiempo libre porque su esposo murió hace cinco meses. De acuerdo con las familias los dos trabajadores y Adolfo realizarían un trabajo y ese mismo día regresarían, pero no fue así.
El tiempo que estuvo el bloqueo sobrevoló un dron de la Policía Estatal, además los agentes de la Guardia Nacional constantemente tomaron fotografías a las familias.
Uno de los manifestantes informó que con el GPS rastrearon el celular de Aparicio Bello y la localización les indicaba que estaban en una cueva en dicho tramo carretero.
Al lugar llegó la presidenta de la Codehum, Cecilia Narciso Gaytán para dialogar con las familias.
También acudieron unos 50 policías estatales con equipo antimotines pero permanecieron en la calle lateral de la autopista en la espera de la orden del desalojo, algunos familiares y amigos se arrodillaron y recriminaron que se utilizaría la fuerza pública para replegarlos y que esos policías podían servir para la búsqueda.
Al saber que las autoridades iniciaron los trabajos de búsqueda los manifestantes a las 12:30 del día comenzaron a abrir y cerrar cada 15 minutos la vialidad, donde cientos de automovilistas quedaron varados.
Minutos antes de las 3 de la tarde los manifestantes se replegaron a la banqueta de dicha vialidad, en tanto una comisión de familiares de los desaparecidos fue a una reunión a la Fiscalía.
Las personas que permanecieron en la vía lateral de la Autopista lloraron por los hombres desaparecidos y una mujer se desmayó, pero no informaron si ya se habían localizado a sus familiares.
La Fiscalía también difundió un boletín para localizar a Efrén Barrios Cárdenas de 55 años, pero no de Pedro Romero Sotelo, este último es uno de los desplazado de Campo de Aviación del municipio Leonardo Bravo.
El encargado de despacho de la Dirección de Recursos Humanos de la Codehum, también fue precandidato morenista para la alcaldía del municipio de Copala en el 2021.
En un comunicado se informó que el gobierno de Guerrero amplió el operativo de búsqueda por aire y tierra con agentes de las secretarías de Seguridad Pública y de Protección Civil, así como de la Fiscalía estatal, para agilizar la localización de tres personas reportadas desaparecidas.
Se detalló que el grupo estaba integrado por agentes de la secretaría de Seguridad Pública, quienes dan acompañamiento a integrantes de las comisiones de Búsqueda de Personas y de Derechos Humanos.
“El resguardo y acompañamiento está al mando de María de Jesús Varona y junto a ellos se trasladó un grupo de la Fiscalía Especializada en Desaparición de Personas, con el titular Víctor Parra Téllez, además de personal de Protección Civil y de un grupo de la Comisión de Derechos Humanos del Estado”, se informó.
Se indicó que la instrucción al personal fue brindar apoyo, seguridad y facilidades hasta encontrar a los tres ciudadanos reportados desaparecidos, quienes fueron vistos por última vez en la comunidad de San Martín en el municipio de Quechultenango.
El municipio de Quechultenango es señalado por las autoridades como el bastión de la organización criminal Los Ardillos.

Suplican por la búsqueda de tres desaparecidos

Familiares y amigos del funcionario de la Codehum, Adolfo Aparicio Bello, así como de sus acompañantes Pedro Romero Sotelo y Efrén Barrios Cárdenas, quienes desaparecieron el viernes en Quechultenango, bloquearon cuatro horas la Autopista del Sol en Chilpancingo para exigir su presentación. En la noche se informó que ayer se localizó la camioneta en que viajaban con personas que no han sido identificadas. En la imagen parientes de las víctimas se hincan ante la amenaza de un desalojo de policías estatales Foto: Jesús Eduardo Guerrero

Bloquean la autopista familiares de los tres desaparecidos en Quechultenango

Encuentran la camioneta en la que se trasladaba el funcionario de la Codehum con sus acompañantes con personas dentro pero no se sabe su identidad, informan familiares

María Avilez Rodríguez

Chilpancingo

Familiares y amigos del encargado de despacho de la Dirección de Recursos Humanos de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos del Estado de Guerrero (Codehum), Adolfo Aparicio Bello, así como de Pedro Romero Sotelo y Efrén Barrios Cárdenas, quienes desaparecieron el viernes en Quechultenango, bloquearon cuatro horas la Autopista del Sol en Chilpancingo, de las 11 de la mañana a las 3 de la tarde.
En la noche, por teléfono el hermano de Adolfo informó que ayer se localizó la camioneta en que viajaban y a que a ello ayudó el helicóptero que la familia había solicitado para hacer un recorrido por la zona.
“Ya teníamos localizados los puntos”, dijo, pero recriminó que como el domingo la FGE inició tarde los trabajos la neblina impidió que continuaran.
Por el bloqueo que realizaron dijo que la búsqueda este lunes fue diferente, incluso participaron el Ejército y la Guardia Nacional.
La camioneta en la que viajaban fue localizada y hay personas dentro, pero no saben su identidad, dijo, y precisó, “del vehículo sí, aún tenemos ese rayito de luz de encontrar con vida a nuestros familiares”.
Detalló que este martes continuarán las labores de rescate para sacar la camioneta e identificar los cuerpos que están dentro.
Mientras que en la protesta unos 100 manifestantes llevaban pancartas en el encauzamiento del bulevar del río Huacapa, a unos metros de la autopista, en las que se leía, “Gobernadora exigimos el regreso con vida de nuestros familiares”, “Necesitamos la aparición con vida de Adolfo, Efrén y Pedro”, “Tu familia te espera”.
Al lugar llegaron el director de Gobernación, Francisco Rodríguez Cisneros y el subdirector de Negociaciones de la Secretaría General de Gobierno, Rafael Julián Arcos para solicitarl a las familias que no bloquearan “porque un problema no se soluciona con otro problema”.
Los funcionarios aseguraron a los manifestantes que se retomaría la búsqueda pero que permitieran los trabajos a la Fiscalía y a las demás corporaciones para la localización de los tres hombres.
Sin embargo, los manifestantes cerraron unos minutos la vialidad a unos metros del Huacapa, posteriormente avanzaron a la Autopista del Sol, la cual bloquearon en el sentido norte-sur y también el entronque con la carretera federal a las 11:20 de la mañana.

En el bloqueo

La madre de Adolfo, Higinia Bello contó que su hijo desapareció el viernes y que el último contacto fue a las 7:25 de la noche en el tramo Quechultenango-Chilpancingo, “mi hijo es trabajador de los Derechos Humanos, sin embargo tenemos un negocio familiar. Hace cinco meses murió mi esposo y Adolfo es el que me está apoyando en algunos trabajos”.
Adolfo junto con Romero Sotelo y Barrios Cárdenas llegaría a Chilpancingo pero anocheció, por lo que Higinia salió a buscarlos con otro familiar porque dijo que pensó que tal vez se les había ponchado una llanta, pero no los localizaron.
Contó que buscaron en todo el camino, considerando también que tal vez habían tenido algún accidente y caído en alguna barranca, y al no tener resultados interpuso la denuncia formal ante la Fiscalía General del Estado (FGE).
El domingo acudió la Fiscalía al lugar de donde salió Adolfo con los otros dos hombres, pero como acudieron en la tarde los trabajos se suspendieron porque la neblina estaba densa y la lluvia tampoco permitió que vieran más abajo del barranco.
“Ahora las autoridades me dicen que no cierre la autopista, que un problema no se resuelve con otro, pero les dije que en las acciones que realizaron el domingo no hubo nada”, Higinia comenzó a llorar y a gritar de la desesperación.
“El tiempo corre, la vida de mi hijo está en peligro, por favor que me ayude la señora gobernadora, que me escuche y apoye, porque la Fiscalía está saliendo otra vez tarde para la búsqueda”, reclamó.
Continuó llorando, su cuerpo se desvaneció y dos mujeres la tuvieron que sostener, “son dos personas más que están en peligro, mi hijo y dos de mis trabajadores, por favor, por favor, hay que unirnos para peinar la zona, desde Petaquillas, Mochitlán y Tepechicotlán, porque hablan de que hay cuevas”.
La madre reprochó que la FGE le aseguró que acudirían perros buscadores y helicópteros para localizarlos pero no asistieron, “yo pido drones para poder mirar porque la superficie es muy accidentada”.
Higinia tiene un aserradero, Maderas de la Sierra, las instalaciones se ubican en la capital. La madre contó que su hijo le ayuda cuando tiene tiempo libre porque su esposo murió hace cinco meses. De acuerdo con las familias los dos trabajadores y Adolfo realizarían un trabajo y ese mismo día regresarían, pero no fue así.
El tiempo que estuvo el bloqueo sobrevoló un dron de la Policía Estatal, además los agentes de la Guardia Nacional constantemente tomaron fotografías a las familias.
Uno de los manifestantes informó que con el GPS rastrearon el celular de Aparicio Bello y la localización les indicaba que estaban en una cueva en dicho tramo carretero.
Al lugar llegó la presidenta de la Codehum, Cecilia Narciso Gaytán para dialogar con las familias.
También acudieron unos 50 policías estatales con equipo antimotines pero permanecieron en la calle lateral de la autopista en la espera de la orden del desalojo, algunos familiares y amigos se arrodillaron y recriminaron que se utilizaría la fuerza pública para replegarlos y que esos policías podían servir para la búsqueda.
Al saber que las autoridades iniciaron los trabajos de búsqueda los manifestantes a las 12:30 del día comenzaron a abrir y cerrar cada 15 minutos la vialidad, donde cientos de automovilistas quedaron varados.
Minutos antes de las 3 de la tarde los manifestantes se replegaron a la banqueta de dicha vialidad, en tanto una comisión de familiares de los desaparecidos fue a una reunión a la Fiscalía.
Las personas que permanecieron en la vía lateral de la Autopista lloraron por los hombres desaparecidos y una mujer se desmayó, pero no informaron si ya se habían localizado a sus familiares.
La Fiscalía también difundió un boletín para localizar a Efrén Barrios Cárdenas de 55 años, pero no de Pedro Romero Sotelo, este último es uno de los desplazado de Campo de Aviación del municipio Leonardo Bravo.
El encargado de despacho de la Dirección de Recursos Humanos de la Codehum, también fue precandidato morenista para la alcaldía del municipio de Copala en el 2021.
En un comunicado se informó que el gobierno de Guerrero amplió el operativo de búsqueda por aire y tierra con agentes de las secretarías de Seguridad Pública y de Protección Civil, así como de la Fiscalía estatal, para agilizar la localización de tres personas reportadas desaparecidas.
Se detalló que el grupo estaba integrado por agentes de la secretaría de Seguridad Pública, quienes dan acompañamiento a integrantes de las comisiones de Búsqueda de Personas y de Derechos Humanos.
“El resguardo y acompañamiento está al mando de María de Jesús Varona y junto a ellos se trasladó un grupo de la Fiscalía Especializada en Desaparición de Personas, con el titular Víctor Parra Téllez, además de personal de Protección Civil y de un grupo de la Comisión de Derechos Humanos del Estado”, se informó.
Se indicó que la instrucción al personal fue brindar apoyo, seguridad y facilidades hasta encontrar a los tres ciudadanos reportados desaparecidos, quienes fueron vistos por última vez en la comunidad de San Martín en el municipio de Quechultenango.
El municipio de Quechultenango es señalado por las autoridades como el bastión de la organización criminal Los Ardillos.

Siguen en Quechultenango los tres tigres decomisados; la Profepa busca a dónde llevarlos

El secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales del gobierno estatal, Ángel Almazán Juárez informó que los tres tigres que fueron decomisados en Quechultenango continúan en esa localidad, y añadió que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) está buscando un lugar para llevarlos.
Consultado por teléfono, Almazán Juárez agregó que los tres tigres están bien de salud, son dos hembras y un macho y no los podrán llevar al zoológico Zoochilpan en la capital, porque no hay espacio.
“En el zoológico Zoochilpan no tenemos espacio porque tenemos varios tigres, no podemos meter a uno, por eso los tres tigres siguen en Quechultenango y la Profepa está empezando a buscar un lugar para llevarse a los tres ejemplares, se habla que a uno lo llevarán al parque ecológico de Zacango, Estado de México y los otros dos a Hidalgo, pero aún no esta confirmado”, declaró.
El funcionario estatal agregó que se encuentran en su jaula en Quechultenango, que están siendo atendidos por trabajadores de la Profepa y resguardados por personal de la Fiscalía General del Estado (FGE).
El 17 de febrero la Fiscalía difundió un comunicado en el que dice que sus agentes cumplieron este martes 15 de febrero una orden de cateo en el municipio de Quechultenango, que concedió un juez de control.
Dijo que el resultado fue la detención de un hombre, el aseguramiento de 28 kilos de “hierba seca con características propias de la mariguana”, 11 vehículos, una motocicleta y autopartes con reporte de robo, tres tigres, un arma de uso exclusivo del Ejército y fuerza aérea, cartuchos útiles y objetos tecnológicos diversos.
Por los operativos de seguridad de los tres niveles de gobierno en Quechultenango, el pasado miércoles unos 30 militares y un grupo de agentes de la Policía Ministerial, que incursionaron en Tlanicuilulco, municipio de Quechultenango, señalado por organismos de derechos humanos y organizaciones sociales como el santuario del grupo delictivo de Los Ardillos, fueron retenidos por pobladores de la cabecera municipal más de cinco horas y liberados hasta que el comandante de la 35 Zona Militar, Enrique Martínez López y el secretario de Seguridad Pública, Evelio Méndez Gómez, fueron a firmar una minuta de acuerdos. (Luis Blancas / Chilpancingo).

Dejan en Buenavista de la Salud narcomensaje presuntamente del CJNG; amenazan con ejecuciones

La  mañana de ayer fue localizado un narcomensaje en la entrada a Buenavista de la Salud, municipio de Chilpancingo, presuntamente firmado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), en el que anuncia su presencia en esta comunidad y amenaza con cometer ejecuciones.
Fuentes policiacas recibieron minutos después de las 8 de la mañana el reporte de que había un narcomensaje en la entrada de esta localidad.
En una hoja blanca con letras negras se leía: “Atención para la población este mensaje viene de arriba, atención para toda la población de este pueblo y para toda la región de pueblos vecinos, somos el Cartel Jalisco Nueva Generación, este mensaje les informamos que estamos trabajando en el municipio de Guerrero y otros alrededores del estado ya tenemos tiempo haciendo y poniendo orden en diferentes municipios”.
Después, “Les pedimos a los diferentes organizaciones del Gobierno que no se involucren en el pleito la guerra no es con ustedes, nosotros no venimos a perjudicar a la ciudadanía al contrario estamos para apoyarlos, damos la bienvenida al Cartel, aténgase a las consecuencias  a todo aquel que se sorprenda vendiendo droga en casas y narcotienditas,  aparte halcones del Valle apoyando a los putos comunitarios, y para todos los que roban ganados y para todo aquel que ofenda a nuestra gente y a la población del valle todo aquel será ejecutado”.
“Agárrense que ya llegamos y todo aquel que corrieron de sus pueblos  y llegaron aquí, en este municipio se los cargara la verga  mejor agárrense putos piojosos,  y para otros carteles ya llegamos sus pesadillas y para otros putos, que vienen hacer desmadres aquí serán ejecutados uno por uno. No den de importancia porque ya andamos aquí cerca esto es para que no se metan con nuestra sangre y familias, así que ya saben putos y den esta información  a todos el municipio por que no andamos con juegos porque los  enemigos  de mis enemigos son mis amigos y todo aquel que no cumpla con todo vendremos. ATTE. CJNG”, concluye el comunicado.
El narcomensaje fue puesto a disposición de las autoridades correspondientes para realizar las investigaciones.
En la comunidad de Buenavista de la Salud, municipio de Chilpancingo han ocurrido hechos de violencia contra la policía de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) que tiene presencia en el lugar, presuntamente del grupo criminal Los Ardillos que pretenden invadir este territorio.
El 26 de enero civiles armados, presuntos integrantes del grupo delincuencial Los Ardillos, atacaron la comandancia de la Policía Ciudadana de la UPOEG en Buenavista de la Salud, y dejaron cuatro policías muertos, entre ellos el comandante y dirigente de la CETEG, Mario Zamora. En el lugar hubo además un civil armado muerto y tres policías de la fuerza local heridos de bala. (Redacción / Chilpancingo).

 

El grupo Paz y Justicia tiene secuestrados al comandante y al comunitario: CRAC-PF

 

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

El vocero y ex coordinador de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias de los Pueblos Fundadores (CRAC-PF), David Sánchez Luna, denunció este miércoles que el comandante regional y el policía comunitario desaparecidos, están privados de su libertad por el grupo denominado Por la Paz y la Justicia que pertenece a la organización delictiva Los Ardillos.
Mediante una llamada telefónica, demandó la intervención de los tres órdenes de gobierno para que rescaten a sus dos compañeros.
Informó que la Policía Comunitaria de la CRAC-PF hizo sus propias investigaciones a raíz del video que fue subido a las redes sociales en donde aparecen el comande regional Pablo Hilario Morales y el policía comunitario, Samuel Hernández Sánchez.
Sánchez Luna aseguró que sus compañeros están privados de su libertad por Zeferino González y Audencio González de la comunidad de Coatzingo; Vicente Tapia de Zelocotitlán y Cenorino Villalva de Buenavista, municipio de Chilapa. Dijo que ellos pertenecen al grupo de Los Ardillos.
Agregó que este es el mismo grupo que atacó la comunidad de Rincón de Chautla el 27 de enero del 2019, cuando al defender al pueblo la Policía Comunitaria de la CRAC-PF abatió a dos del grupo atacante y estos dejaron abandonadas dos camionetas y algunas armas en la entrada de la comunidad.
“Exigimos a los tres órdenes de gobierno que intervengan para que liberen con vida a nuestros compañeros”, demandó Sánchez Luna.
Dijo que el grupo delictivo está utilizando al comandante regional y al policía comunitario para que los fundadores de la CRAC-PF se entreguen o cedan para que puedan entrar al territorio comunitario como ha sido su pretensión.
“Pero eso no lo vamos a perimir, exigimos que los dejen en libertad. Nosotros no somos los que andamos provocando, sino el grupo delictivo de Los Ardillos”, insistió el ex coordinador.
Volvió a rechazar lo que señaló el comandante regional Pablo Hilario Morales y el policía comunitario, Samuel Hernández Sánchez en un video que se hizo público por Facebook el martes de que la CRAC-PF es la responsable de la violencia en esos pueblos de Chilapa.
“El territorio comunitario no es como lo mencionan ellos de que lo utilizamos para secuestros y homicidios. Aquí el que comete un delito se va a reeducación. No nos mantenemos de lo que ellos dicen que cobramos por cada muerto. Desmentimos esas cosas que están mencionando”.
Insistió que el señalamiento del comandante y el policía comunitario “es porque los tienen amenazados y secuestrados” dijo e insistió en que los dejen en libertad.
“Ya indagamos de donde salió el video, y sí, los tienen ellos. Los están presionando para que digan todas esas cosas, pero todo lo que ha pasado lo ha hecho el grupo delictivo; han secuestrado, han matado, han violado y ahora nos lo están recargando al sistema comunitario”.
Explicó que la CRAC-PF no la dirige una sola persona, sino que está integrada por los representantes de 12 comunidades, “y nosotros no somos los responsables de la violencia, si nos vienen a provocar a nuestros pueblos simplemente nos defendemos”.

 

Con balazos y granadas intentaron Los Ardillos tomar la comandancia en Buenavista

La imagen de la Virgen de Guadalupe detrás de un disparo de arma larga. La figura se encuentra afuera de la comandancia de la UPOEG en Buenavista de la Salud Foto: Lenin Ocampo Torres

Lenin Ocampo Torres

Buena Vista de la Salud

Buenavista de la Salud se convirtió en zona de guerra. La tarde de fuego hombres armados en camionetas blindadas intentaron tomar la comandancia del Sistema de Seguridad y Justicia Ciudadana (SSJC) de la UPOEG. En el ataque murieron dos jefes visibles de la organización que defendían la zona contra la delincuencia y dos jóvenes más que realizaban la guardia comunitaria.
A las 6 de la tarde del miércoles una camioneta negra con blindaje artesanal rompió una de las cadenas que impiden el acceso a la comunidad que pertenece al municipio de Chilpancingo, llegó y entró a la comandancia donde sus tripulantes accionaron sus armas y lanzaron granadas.
En la comandancia sólo había siete policías ciudadanos que realizaban la guardia para evitar que el grupo delictivo de Los Ardillos tomara el único pueblo libre de la delincuencia.
Fueron dos horas de enfrentamiento, en una comunidad que está a 30 minutos de Chilpancingo y es parte de un corredor donde transitan diariamente miles de personas que viajan al puerto de Acapulco y a las comunidades de la carretera vieja.
“Llegaron de todos lados, la camioneta negra intentó entrar a la comandancia, abrieron sus ventanas y comenzaron a disparar, traían armas de todos y hasta calibre 50, los comunitarios respondieron, se dio un enfrentamiento y ninguna autoridad llegó”, comentó este jueves uno de los testigos de la balacera.
El ataque fue “planeado, el sábado llegaron los soldados y desarmaron a la base, nosotros íbamos a bloquear ayer (miércoles) pero Mario (Zamora) recibió una llamada y le dijeron que aguantara, que el sábado lo iba a recibir el gobierno de Evelyn (Salgado Pineda)”.
Mario Zamora Maldonado era el jefe del grupo, maestro de profesión y activista en la defensa de los derechos magisteriales y estudiantiles. Ese día realizaba la guardia con Marciano García Dircio, el comandante Rena, jefe de los pueblos de la sierra de Chilpancingo que constantemente denunciaba al Ejército mexicano por las fumigaciones de la amapola que afectaban sus siembras de maíz.
“Ya sabían que ellos estaban, llegaron por todos lados, tomaron el pueblo y dispararon a las casas de los demás comunitarios para que no salieran a pelear. Pero el grupo que se quedó en la comandancia respondió, el profe Mario recibió tres dmparos y esquirlas en el cuerpo por las granadas que aventaron, pero reaccionó y se defendió”, platicó otro testigo durante un recorrido de El Sur por la zona.
Los pobladores se refugiaron en sus casas, marcaron al 911 y ocuparon las redes para presionar a las autoridades del estado para que mandaran la seguridad.
Las autoridades llegaron después de las 8 de la noche, cercaron el área y realizaron algunos rondines por la zona. Al llegar, vieron dos camionetas blindadas que quedaron en medio de la carretera, prendidas y con las puertas abiertas.
Las camionetas tenían equipos tácticos, colchonetas y cobijas. El grupo agresor bloqueo la carretera con camiones que cruzaban por el lugar, en El Ocotito atravesaron un camión y dos camionetas de empresas de abarrotes. En Acahuizotla un tráiler, a todos los vehículos les dispararon y poncharon las llantas para cortar la circulación.
“Nos cayeron disparos de todos lados, del Ocotito disparaban, del lado de Cajeles, de todos lados, fácil eran más de 50 sicarios, todos con pecheras y cascos de soldados, era una zona de guerra, la gente se resguardó y hasta el momento hay zozobra por si regresan de nuevo”, comentó un comunitario.
La comandancia de la UPOEG queda en la carretera federal Chilpancingo-Acapulco, en la entrada de Buenavista de la Salud. Su fachada quedó completamente perforada por las balas de diferentes calibres que el grupo atacante accionó.
En el piso aún hay grumos de sangre, casquillos y una granada de fragmentación que ninguna autoridad quiso levantar y prefirieron dejarla en medio de una cinta amarilla que dice: “precaución”.
“No dio tiempo de nada, agarraron a la guardia desprevenidos porque nunca supimos que venían. Constantemente hemos denunciado al nuevo gobierno cómo opera el grupo, toma la carretera y baja a la gente, en ocasiones los golpea e intimida y si saben que son cercanos a nosotros hasta los mata, es increíble que estando cerca de la capital el gobierno permita que ese grupo opera como si nada”, reveló uno de los sobrevivientes.
Buenavista es un poblado de Chilpancingo donde la gente se dedica al campo y al ganado. Durante 2 años han sido blanco de ataques de los grupos de la delincuencia que han intentado tomar el control del pequeño pueblo.
Un día después la gente sigue igual, como si no hubiera pasado nada y se hubiera acostumbrado a los constantes tiroteos y a la falta de presencia gubernamental.
“Nosotros vamos a seguir, la gente se enojó más porque mataron a dirigentes que siempre ayudaron a sus pueblos, siempre buscaron el bienestar, siempre buscaron educación y ahora pues sólo nos queda defendernos si la autoridad no responde, nos lastima porque nosotros votamos por La Torita (Evelyn Salgado), realmente esperamos que esto termine” pidió uno de los policías ciudadanos.

 

Recorren su territorio 200 indígenas armados para prevenir incursiones de grupo criminal

El coordinador de la CRAC-PF-PC, Margarito Silva Hernández, durante un recorrido de vigilancia por el cerro de Tlakuescomatl cerca de la comunidad El Caracol, municipio de José Joaquín de Herrera, donde al menos 200 indígenas armados realizaron una operación en busca de grupos delictivos en su territorio Foto: Lenin Ocampo Torres

Lenin Ocampo Torres

Ayahualtempa

Al menos 200 indígenas armados de tres poblaciones del municipio de José Joaquín de Herrera, que pertenecen a la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias de los Pueblos Fundadores–Policía Comunitaria (CRAC-PF-PC), se organizaron para recorrer los cerros de sus comunidades ante la amenaza de que incursione el grupo delictivo Los Ardillos.
“Tenemos que hacer esto, nosotros no tenemos seguridad como dice el presidente Andrés Manuel López Obrador de que hay Guardia Nacional (GN), eso es mentira, ustedes vieron en su recorrido que no hay nada y si no lo hacemos el grupo delictivo ve que bajamos la guardia y nos mata”, comentó Margarito Silva Hernández coordinador de la CRAC-PF a un grupo de reporteros que fue invitado al operativo.
Los indígenas salieron a las 7 de la mañana de Olintepec cerca de la comunidad de Ayahualtempa, para iniciar un recorrido de 12 kilómetros por las montañas y linderos de sus comunidades.
Se dividieron en 10 grupos de 20 personas que caminaron en forma de abanico para rencontrarse en un mismo punto y dar un informe de lo que vieron.
“Nosotros no tenemos miedo, tenemos estas armas (escopetas) de bajo calibre, pero sabemos que sí los vamos a enfrentar, salimos a caminar pensando en nuestros hijos y nuestra gente, ya nos hemos enfrentado con el grupo delictivo y sí les hemos respondido”, platicó uno de los policías comunitarios mientras caminaba en medio de los pinos del cerro de Tlalkuascomatl.
En esta parte de la Montaña Baja de Guerrero, desde hace siete años los pobladores tuvieron que organizarse para defender su territorio de la inseguridad y la guerra entre los grupos de la delincuencia que pelean el control de la región.
“En estos siete años nos han matado a 14 compañeros y desaparecido a mucha gente, nosotros nos asomamos fuera de nuestros pueblos y nos matan, no podemos ir a Chilapa y mucho menos Hueycantenango”, explicó el coordinador a los reporteros mientas dirigía la caminata.
Hueycantenango es la cabecera municipal de José Joaquín Herrera y está a 20 minutos de sus localidades, desde hace varios años los indígenas de Ayahualtempa, El Caracol y colonia Los Pinos no pueden salir de sus territorios por el temor de no regresar a sus casas.
“Hacemos esto para que tengan la seguridad nuestros niños donde cuidan (los chivos), donde trabajan, ya vieron que hay milpa, por eso los compañeros que siembran les damos seguridad, no queremos que el grupo delictivo ande por ahí escondiéndose, es necesario hacer esto, a nosotros nos regañan (el gobierno) porque enseñamos a defenderse a nuestros niños, pero ellos no hacen nada para terminar la violencia”, justificó Margarito Silva.
Los policías comunitarios recorrieron durante 5 horas los caminos de Olintepec, Tlalkuescomatl, Punto Trino, Amatitlán, Hornito, Guayabitas, Mazatepec y llegaron todos al punto del Membrillo.
En ese lugar caminaron todos a Topilahuates donde los comisarios pasaron lista a los policías comunitarios y los encargados de cada grupo dieron un pequeño informe donde la mayoría señaló que no encontraron nada fuera de lo común en la zona.
“Hasta ahorita no hay rastros, vamos a continuar más adelante, en caso de que hay algo o ven alguna persona desconocida inmediatamente nosotros nos reunimos para ver todo esto…”
Le exigimos al presidente que ponga la Guardia (Nacional) aquí en el crucero de Tlachimaltepec y salida los Postes Negros. Nosotros no podemos ni ir caminando a Hueycantenango, ni eso podemos hacer porque ahí están las personas (armadas), los que no más están viendo, nos tienen cercados”, exclamó el coordinador.
Ayahualtempa, El Caracol y la colonia Los Pinos quedan a una hora de distancia de Chilapa, para llegar ahí se tiene que pasar un retén del grupo rival Paz y Justicia que se encuentra en el crucero del Jaguey.
En el camino hay dos módulos de militares y policías estatales que según los pobladores “sólo funcionan cuando la gente protesta o llega algún mando”.
Los indígenas evitan salir de sus pueblos por temor a ser asesinados por los grupos de la delincuencia.
“Nuestros alimentos nosotros los trabajamos, les enseñamos a nuestros hijos a sembrar, a limpiar la milpa, a fumigar y triar, tenemos unos animalitos para rastro, hasta ahorita no podemos viajar a ningún lado, también (a los niños) les enseñamos a defenderse y eso le enoja el gobierno, pero nosotros lo seguiremos haciendo mientras sigamos viviendo en estas condiciones de olvido en que nos tienen”, finalizó diciendo el coordinador Margarito Silva mientras los 200 hombres armados regresaban a sus comunidades.

Ataca grupo criminal en Zacapaxco, Chilapa; hieren a un comunitario, denuncia Cipog-EZ

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

Integrantes del grupo delictivo Los Ardillos atacaron el martes la comunidad de Zacapaxco, municipio de Chilapa, lo que originó un enfrentamiento con policías comunitarios de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias de los Pueblos Fundadores (CRAC-PF) de la Casa de Justicia de Alcozacán.
En la balacera, que según el dirigente del Consejo Indígena y Popular de Guerrero Emiliano Zapata (Cipog-EZ), Jesús Plácido Galindo, duró de las 12:20 del día a las 4 de la tarde, resultó herido el policía comunitario Severiano Diego Jiménez.
El dirigente indígena informó que fueron aproximadamente 50 civiles armados del grupo delictivo que atacaron la comunidad de Zacapexco, vecina de Rincón de Chautla.
En un comunicado de prensa enviado por la noche del mismo martes, el Cipog-EZ y la CRAC-PF denunciaron que “así nos ha pasado una y otra vez”, a pesar de que lo han denunciado muchas veces a las autoridades federales y estatales que no han atendido el problema de violencia en la zona.
En su escrito, recordaron que la violencia la denunciaron recientemente en la Ciudad de México cuando presentaron su informe Crímenes de lesa humanidad y graves violaciones a los derechos humanos en la Montaña Baja de Guerrero el pasado 16 de mayo.
“Se los dijimos a los malos gobiernos y lo sabía la prensa nacional e internacional”, reprocharon en su escrito las dos agrupaciones.
“Les dijimos que los grupos narco-paramilitares nos están matando y que a cada acción de denuncia contra estos ataques que hacemos, Los Ardillos nos responden con ataques y que lo seguirán haciendo mientras los malos gobiernos sigan siendo cómplices de los grupos delincuenciales”.
Informaron que la gente de Los Ardillos bajó de la comunidad de Zelocotitlán que está controlada por ellos hacia Zacapexco, “disparando contra la comunidad, resultando herido de bala un compañero de nuestras comunidades”.
“Cabe resaltar que el mal gobierno no nos ha escuchado, al contrario, se ha burlado de nosotros y nosotras, programa reuniones para después cancelarlas y nos quiere ofrecer migajas”.
Denunciaron que los afectivos de la Guardia Nacional, de la Marina y de la Policía Estatal llegaron hasta las 4 de la tarde, “aproximadamente 4 horas después del ataque”.
Las agrupaciones responsabilizaron al presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, al gobernador Héctor Astudillo Flores, al secretario de Seguridad Pública estatal David Portillo Machaca y al Fiscal General del Estado (FGE), Jorge Zuriel de los Santos Barrila por el ataque “y por las consecuencias que éste acarree”.
Ayer por la tarde, Plácido Galindo informó por teléfono que las autoridades de los 24 pueblos donde tiene presencia el Cipog-EZ, analizaban la posibilidad de impedir las elecciones el 6 de junio, en protesta porque los gobiernos federal y estatal no han pacificado la zona.

 

Denuncia misión del EZLN complicidad del gobierno con el grupo que atacó a la CRAC-PF

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

La Misión Civil de Observación de la Sexta Lacandona, del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), acusó en un comunicado a los tres órdenes de gobierno de ser cómplices con el grupo delictivo que la noche del domingo atacó a policías comunitarios de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias de los Pueblos Fundadores (CRAC-PF) de Chilapa, con resultado de un muerto y tres heridos.
El dirigente del Consejo Indígena y Popular de Guerrero-Emiliano Zapata (Cipog-EZ), Jesús Plácido Galindo informó la noche del domingo que a las 10 de la mañana (ayer corrigió que fue a las 10 de la noche), policías comunitarios fueron emboscados en Tres Cruces, cerca de Tlatlauquitepec, en la carretera Chilpancingo-Tlapa, y que hubo un muerto y tres heridos.
Ayer en un comunicado, la Misión Civil de Observación de la Sexta que documentó del 20 al 27 de febrero violaciones a los derechos humanos en las 24 comunidades nahuas donde tiene presencia el Cipog-EZ de Chilapa, responsabilizó a los tres órdenes de gobierno del ataque del grupo delictivo.
“Lo decimos clara y directamente, sabemos que los culpables de la muerte, los secuestros, desapariciones, torturas y toda la brutalidad que viven las 24 comunidades que integran al Cipog-EZ, son del grupo criminal los Ardillos, que se han extendido en el corredor Tlapa-Chilapa. También decimos que eso lo sabe el gobierno, desde el federal, estatal y municipal, pero su respuesta ha sido la misma: el desprecio y la muerte”.
Denunció que mientras “los asesinos” siguen sin castigo y asediando a los miembros del Cipog-EZ, la Guardia Nacional, la Policía Estatal y municipal, “son simples espectadores y cómplices de las agresiones que Los Ardillos realizan contra nuestros hermanos y hermanas en la región de La Montaña”.
Denunció que la noche del domingo los policías comunitarios de la CRAC-PF fueron emboscados por aproximadamente 10 personas con armas AK-47 y AR-15.
En el ataque quedaron heridos Adán Linares Silverio, Pablo Hilario Morales y Alberto Zoyateco Pérez, mientras que el comandante regional, originario de Rincón de Chautla, Jordán Terjiño Luna murió.
Añadió que también quedaron destruidas a balazos las dos camionetas del Cipog-EZ en las que se desplazaban.

Tortura, encarcelamientos, órdenes de aprehensión, falsas denuncias, desaparición y desplazamientos forzados…

“Vale la pena recordar que del 20 al 27 de febrero, como Misión Civil de Observación, documentamos en las comunidades que integran al Cipog-EZ, graves violaciones a los derechos humanos, entre estas: tortura, encarcelamientos, órdenes de aprehensión, falsas denuncias, desaparición y desplazamientos forzados, asesinatos con una gran saña y brutalidad, aunado a la falta de acceso a los derechos más básicos como salud, educación, trabajo, acceso a la justicia, seguridad, identidad y al libre tránsito”.
Aseguró que el gobierno estuvo enterado de este trabajo e incluso ofreció apoyo a la Misión Civil de Observación, “y nos preguntaban si necesitábamos algo, incluso propusieron unirse a la Misión. Pero a poco más de una semana nuevamente nuestros hermanos son emboscados”.
La Misión Civil de Observación llamó a organismos de derechos humanos organizaciones y colectivos nacionales e internacionales a ser solidarios con la lucha de los pueblos nahuas de Chilapa”, “a estar atentos y denunciar la guerra que viven nuestros hermanos y hermanas del Cipog-EZ, organización perteneciente al Congreso Nacional Indígena (CNI)”.
Informó que como Misión Civil de Observación continua con el monitoreo “y estaremos denunciando la guerra de exterminio de la que el Estado es cómplice”.