Muestra la zona Diamante considerable retraso en su reconstrucción a nueve meses de Otis

Condominios dañados durante el huracán Otis en la zona Diamante de Acapulco hace nueve meses, en el área conocida como punto muerto de playa Revolcadero Foto: Carlos Carbajal

Ramón Gracida Gómez

Los estragos del huracán Otis aún no son reparados en varios condominios y hoteles de la zona Diamante, a nueve meses de su paso, edificios completos están lejos de ser reinaugurados, por lo que la reconstrucción de esta parte de Acapulco sigue rezagada en comparación a las zonas Dorada y Tradicional.
Un recorrido hecho por El Sur ayer reveló que el avance de la reconstrucción de los condominios de lujo de esta parte de Acapulco sigue casi igual que en los meses anteriores, los turistas que andaban en el mar abierto sólo veían a su alrededor pisos completos derruidos y vacíos.
Unos martillazos aislados y algunos trabajos de herrería fueron las únicas pruebas de ayer de la lenta recuperación de la zona Diamante de Acapulco, la de más alta gama del municipio, porque a simple vista se notó que no hay ningún avance notorio en la rehabilitación.
El ejemplo más claro es el emblemático hotel Princess, donde pisos completos están desmantelados, los grandes ventanales de la parte frontal, arriba del lobby, aún no son colocados, y material diverso está esparcido a lo largo del terreno.
Al mediodía de ayer, no había ningún trabajador que estuviera haciendo algún trabajo de reconstrucción desde la avenida Las Palmas, al contrario, la zona estaba solitaria a excepción de algunos taxis colectivos y los automóviles de turistas que transitaron por la avenida.
El breve paseo que va del bulevar de Las Naciones a la avenida Las Palmas permite ver la recuperación del gran campo de golf del Princess, pero que aún alberga varios troncos caídos desde el paso del meteoro del 25 de octubre.
Más adelante del Princess, el panorama es aún más desolador en cuestión de la recuperación de la infraestructura antes del huracán categoría 5, los enormes condominios de lujo están prácticamente abandonados.
Uno que otro trabajador estaba ayer llevando a cabo alguna labor de reconstrucción, pero cualquier trabajo que pudo haber hecho es minúsculo ante la inmensidad de los daños de los edificios de varios pisos.
Uno de los condominios más dañados es el Marena, que se encuentra a un costado del acceso de playa conocido como Punto Muerto, donde antes estaba el muelle que fue clausurado hace varios años.
De la construcción original, sólo parece que sobrevivió la estructura, todo lo demás está derruido, colgado o simplemente salió volando aquella madrugada del huracán y no ha sido repuesto pese a que hoy se cumplen exactamente nueves meses del paso del fenómeno hidrometeorológico.
Del otro lado de la avenida Las Palmas se encuentra el fraccionamiento Solar Villa Resort, que sigue cerrado y los departamentos que se ven desde la orilla de la vía turística están severamente dañados y las ventanas tampoco han sido repuestas por los dueños.
Debido a la reconstrucción lenta de los condominios, el acceso a la playa tiene escombros y hay una puerta de madera tirada en lo que fuera un altar, lo que da más elementos para percibir un abandono de la zona pese al movimiento de los turistas y sus carros, uno de éstos un BMW bajo la sombra de un toldo, y la atención de los prestadores de servicios turísticos.
La misma lentitud en la reconstrucción se puede observar en los condominios contiguos del Marena en dirección hacia Barra Vieja, como son Costa Bamboo, Solar Ocean, Torre Veranda y Oasis, en casi todos había unos cuantos trabajadores haciendo diversas actividades.
Este jueves se cumplen 9 meses del paso del huracán Otis y la zona Diamante queda rezagada frente a la Dorada, donde la avenida Costera tiene una constante reconstrucción pese a que varios hoteles aún no son reabiertos, e incluso de la zona Tradicional, severamente dañada por Otis y deteriorada desde hace varios años, como se publicó en las ediciones de El Sur del 17 y 18 de julio.
El 28 de junio, empresarios turísticos y representantes de la zona Diamante se reunieron con el director de Seguros de Daños y Autos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros, Carlos Jiménez Palacios, ante quien se quejaron de que a 8 meses del impacto del huracán Otis las aseguradoras no les han respondido para iniciar la reconstrucción.
En tanto los negocios en el bulevar de Las Naciones, ee la zona Diamante, están casi rehabilitados, sólo unos cuantos establecimientos siguen cerrados o tapizados en la plaza La Joya, y también persisten algunas partes en remodelación a un costado de Walmart.

 

Nueve, los heridos por la explosión en el Zócalo: FGE; aún no sabe qué la ocasionó

Argenis Salmerón

Nueve personas resultaron lesionadas tras la explosión en el Zócalo de Acapulco el domingo pasado y no cinco como se informó inicialmente, precisó la Fiscalía General del Estado de Guerrero (FGE) que todavía no informa las causas que la originaron.
Los lesionados, entre ellos una madre y una bebé de un año, fueron dadas de alta de los hospitales donde fueron atendidos de sus heridas, aunque una mujer de 36 años seguía internada anoche en el hospital Vicente Guerrero del IMSS.
La FGE en un boletín de prensa, difundido ayer a las 7 de la mañana, afirmó que se inició una carpeta de investigación por el delito de lesiones a quien o quienes resulten responsables.
El documento oficial no informa la causa de la explosión, pero afirmó que acudieron policías ministeriales y peritos para llevar a cabo actos de investigación, que permitan obtener fehacientemente datos de prueba para esclarecer el ilícito.
El domingo hubo una explosión durante el show de payasos en la tarde en el Zócalo de la ciudad que dejó varias personas lesionadas. Según las primeras investigaciones que se conocieron ese día desde un dron se arrojó un artefacto explosivo contra la multitud, porque así lo dijeron testigos a agentes miniteriales.
Autoridades municipales y del gobierno del estado informaron que cinco personas resultaron lesionadas y ayer la FGE indicó que fueron nueve.
Ayer en la mañana el lugar seguía acordonado con cinta amarilla de precaución. Había policías ministeriales y peritos de la Fiscalía Regional de Acapulco, todavía haciendo los peritajes en el lugar, pero no informaron sobre la causa de la explosión.
Agentes ministeriales sostuvieron que los indicios después de la explosión fueron agregados a la carpeta de investigación.
En la explanada del Zócalo no hay cámaras de seguridad del C-4, a pesar que es un lugar turístico muy concurrido de la ciudad.
Solamente hay una cámara de seguridad en el Malecón, cruzando la avenida Costera, a una distancia de unos 50 metros.
Alrededor del Zócalo están los restaurantes Mi Piachi, La Casa de los Abuelos, dos paleterías de La Michoacana, una tienda de conveniencia y locales de venta de artesanías y trajes de baño.
Los negocios abrieron de manera normal sus cortinas ayer.
Algunos comerciantes del lugar apoyaron la versión de que un dron arrojó un artefacto explosivo contra las personas que miraban el show de payasos. Dijeron que la gente después de la explosión miró hacia arriba.
Los lesionados fueron trasladados a diferentes hospitales por paramédicos de la Cruz Roja.
Cuatro mujeres y un hombre fueron trasladados a la clínica 9 del IMSS, ubicada muy cerca en la avenida Cuauhtémoc. Una de las mujeres, de 36 años, fue enviada al hospital regional Vicente Guerrero por quemaduras de segundo grado en la cara y abdomen. Los heridos que llegaron a la Clínica 9 fueron dados de alta ese mismo domingo, mientras que la mujer de 36 años sigue en el hospital Vicente Guerrero.
Una mujer, Flor, de 23 años, que resultó con quemaduras de primer grado en región lumbar, y su hija menor de edad, que inicialmente se informó que su estado de salud era reservado, fueron fueron dadas de alta ayer en la mañana del hospital general de El Quemado.
Otra persona no fue enviada a un hospital público según dijeron policías y no se pudo conocer a qué lugar fue trasladada la novena persona lesionada.
Medios nacionales difundieron ayer la versión de que la explosión fue originada por un joven que arrojó un artefacto explosivo a la multitud.