Sí afectó el ataque del cocodrilo al turismo en playa Quieta, aseguran restauranteros

Turistas en la playa La Principal de Zihuatanejo, ayer jueves por la tarde Foto: Brenda Escobar

Brenda Escobar

Zihuatanejo

El ataque que sufrieron por parte de un cocodrilo dos turistas extranjeros en la playa Quieta, en la zona II de Ixtapa, apenas dos días antes de que iniciara el periodo vacacional decembrino, impactó de manera “significativa” a los enramaderos de la playa Linda, pues luego de ese hecho tuvieron cancelación de reservaciones.
Este jueves, el presidente de la Asociación de Enramaderos de la Playa Linda, Armando Alvear Urrea, manifestó que el mencionado suceso, en el que uno de dos turistas perdiera la vida a consecuencia de la gravedad de sus heridas provocadas por un cocodrilo, y la difusión, poco después, de un video antiguo de un tiburón nadando muy cerca de la orilla de la playa, “sí nos afectó, porque hubo compañeros a los que les cancelaron. Ya tenían apartadas fechas para recibir a grupos de turistas y por esas cosas les cancelaron”.
Agregó que, de cualquier manera, “sí llegó gente. Hay que decir lo que es, pero no la que se esperaba. Tuvimos gente, cómo no, pero muchos de ellos nos preguntaban sobre lo que pasó y les decíamos la verdad, que sí pasó pero que todas las autoridades estaban bien pendientes de que eso no volviera a pasar. Incluso, todos los que trabajamos en la playa estábamos pendientes de los turistas para que no tuvieran ningún inconveniente”.
Dijo que, de cualquier manera, “bendito Dios, los turistas que sí llegaron y se quedaron en nuestra playa, hicieron consumo, ni más pobres ni más ricos. Hubo ingresos a pesar de todo, cuando menos para cubrir las deudas atrasadas, gracias al turismo que se nos arrimó, pero le digo que sí nos impactó en mal momento el cocodrilo ese”.
Consultado por separado, el presidente de la Federación de Cooperativas Pesqueras de Zihuatanejo, Daniel Pérez Arellano, quien forma parte de la cooperativa pesquera Isla de Ixtapa, que se ubica en la playa Linda, manifestó que “que dentro de lo que cabe, todo bien, nos ha llegado turismo local y turismo que nos visita de otros lugares”.
El área donde se ubica la cooperativa, que colinda con el estero y la bocabarra, donde hay cocodrilos desde hace más de 10 años, los socios construyeron enramadas donde ofrecen a los turistas pescados y mariscos, por lo que además de la pesca, también han incursionado en el sector gastronómico, “quienes nos visitan están consumiendo lo que nosotros pescamos, lo que ellos sacan aquí. Ellos mismos lo pescan y lo venden”.
“A mi parecer, estas vacaciones estuvieron bien, mejor que otros tiempos, a pesar de la mala información del suceso que acaba de pasar, pero fue algo fortuito, algo que desgraciadamente pasó. A veces uno está en el lugar y la hora equivocados y eso fue lo que pasó, pero dentro de lo que cabe, todo bien, estuvimos al pendiente aquí en la playa Linda de cualquier cosa que hubiera, día y noche estuvimos al pendiente”.
Dijo que, “los cocodrilos son animales que ya están impuestos a que nosotros estamos cerca de ellos. No hay que satanizarlos, porque nosotros al fin y al cabo ya estamos familiarizados con ellos. El cocodrilo utiliza el mar solamente para trasladarse cuando se le acaba el agua o la comida en un estero y se va a otro, pero no hay nada de qué espantarse y hasta yo me puedo sentar al lado de ellos y no nos atacan, porque ya nos conocen, igual al turismo”, comentó.

 

Zihuatanejo, con buena temporada, pese al caso del cocodrilo en Ixtapa

Brenda Escobar

Zihuatanejo

El empresario restaurantero de la playa La Ropa, en Zihuatanejo, Carlos Gutiérrez Farías, manifestó que en lo que va de esta temporada vacacional, “hay buen turismo” en ese balneario, pese a los hechos “atípicos” ocurridos en la playa Quieta, en Ixtapa, a dos días antes de que iniciara el actual periodo vacacional y que trascendieron a través de las redes sociales, luego de que un cocodrilo mordió a dos turistas extranjeros y uno de ellos falleció.
Este jueves, Gutiérrez Farías sostuvo que ese hecho “vino a impactar pero no sabemos en qué magnitud; sin embargo, hay buen turismo. Ixtapa-Zihuatanejo soportó la difusión negativa y creo que todos los que vivimos del turismo y nos preparamos con tiempo y hemos cuidado al turista, nos está yendo bien en nuestros negocios, con gran afluencia, tenemos lleno y esto se debe al trabajo de mucho tiempo.
“Yo espero que todos los hoteleros y restauranteros estén en porcentajes iguales, aunque todavía habrá algunos hoteles que no están llenos. Creo que a partir de este viernes debe estar lleno hasta el 6, 7 de enero y de ahí vendrá nuevamente el turismo extranjero que siempre llega y esperamos que también nos visiten”.
A pregunta, Carlos Gutiérrez consideró que “no se vino todo el turismo de Acapulco hacia acá por la misma información de los eventos atípicos que tuvimos en una playa de Ixtapa, creo que eso los detuvo un poco o los detuvo mucho, igualmente al turismo con una economía más fuerte”.
“Sin embargo creo que a partir de ayer miércoles y hasta el año nuevo, la mayoría de los prestadores de servicios turísticos vamos a estar de fiesta. Sí nos está yendo bien, está lleno, sí están abarrotados la mayoría de restaurantes en las playas de Ixtapa-Zihuatanejo, no sé la hotelería local cómo anden, pero en cuanto a restaurantes sí puedo decir que es un total éxito”.
Enseguida, señaló que la buena temporada vacacional que se vive en este lugar de playa, “creo que se ha trabajado, creo que a nivel estatal, federal y municipal y los prestadores de servicios turísticos sí han trabajado para mantener el turismo que necesitamos a pesar de cualquier otro tipo de fenómeno”, apuntó.

Playa Quieta

Es la playa que más frecuentamos para nadar en Zihuatanejo porque pese a encontrarse hasta el extremo poniente de la zona hotelera, muy cerca del embarcadero a la isla de Ixtapa, nos da confianza debido a que está resguardada por el macizo rocoso que emerge del océano, paralelo a la costa, a menos de un kilómetro de distancia, lo que ayuda a controlar la poderosa fuerza del mar abierto, derivando en olas mansas que llegan con quietud hasta la arena. De ahí el nombre que ostenta.
La playa tiene cierta exclusividad para quienes pueden llegar en auto propio debido a lo distante que se encuentra de la ciudad y al precio prohibitivo del transporte, sin embargo se encuentra en el área que más dinamismo observa desde hace varios años por el flujo de visitantes que recibe.
Cuenta con un amplio estacionamiento público gratuito muy cerca de la playa, y un andador amplio y limpio, muy fácil de caminar, incluso para los niños pequeños. Nosotros la preferimos también porque no hay en ella las consabidas enramadas de otros sitios donde sus dueños acaparan el espacio común y suelen comportarse mal educados con los paseantes a quienes presionan para que consuman, todo a precios de escándalo.
Aquí los pocos negocios establecidos no salen del área del andador y todos respetan el límite que les han impuesto para no molestar a los paseantes. Uno puede llevar su propia comida y los accesorios que requiera para su estancia en comodidad sin que alguien lo limite.
Playa Quieta tiene dos acceso públicos al mar que la población local ha defendido de la política privatizadora del gobierno, uno en cada extremo de la ensenada, pero el más próximo que es también el más antiguo, construido para llegar al anterior embarcadero municipal que conectaba con la isla, fue reducido a su mínima expresión para impedir el acceso vehicular hasta la playa y ahora es menester caminar un largo tramo cargando los accesorios de playa requeridos para una estancia feliz.
Como en este acceso público se carece de un estacionamiento vehicular, los paseantes están obligados a compartir una parte del camino al fraccionamiento residencial que se apropió del área que ocupaba el embarcadero, de manera que cuando aumenta el número de visitantes, la entrada se convierte en un caos.
En los primeros años de operaciones de la internacional cadena hotelera francesa conocida como Club Med que se construyó para tener exclusividad en la playa, se intentó cerrar el acceso para privatizarla, pero al final se impuso la resistencia de los pobladores locales quienes aceptaron la mudanza del embarcadero que conectaba a la isla de Ixtapa, a cambio de que se respetara la vía pública.
En el otro extremo de la playa se abrió el acceso como consecuencia del reconocimiento que el gobierno otorgó al llamado rey Neptuno, un pescador de nombre Oliverio, que perteneció a la familia Maciel, oriunda de este puerto, quien fue pionero del buceo y descubridor de las zonas atractivas para la práctica de ese deporte, quien recibió en concesión una parte del terreno en el lindero de la ensenada, donde tenía instalada irregularmente su escuela de buceo y el camino que daba acceso al mar, entremedio de dos hoteles privados.
Con el paso del tiempo este andador se urbanizó y recientemente se le adicionaron los servicios de baños y regaderas con lo que consiguió la certificación de playa Limpia.
Hubo un tiempo que la política de los administradores de la cadena hotelera francesa dueña del Club Med, cuidaban con exceso de celo su zona concesionada, acosando y mal tratando a los paseantes locales, pero al paso de los años, entre las medidas innovadoras para salir de una crisis de bajo turismo que la afectó, sus dueños cambiaron de actitud, y ahora esa playa es ejemplo del turismo incluyente porque el hotel permite que la población local conviva con sus clientes como una manera moderna de relacionarse en la que ya no domina la actitud colonialista, y ofrece paquetes al público local para el disfrute de sus instalaciones y servicios. Ya permite, por una cuota módica, que los lugareños ocupen sus regaderas de playa antes exclusivas de sus huéspedes, les renta su mobiliario (camastros y colchonetas) y hasta sus veleros y kajacs.

El turismo incluyente y sus
bondades

Sin que haya habido una política oficial dirigida al objetivo anterior, la convivencia de los paseantes locales con los huéspedes extranjeros del hotel es una muestra del turismo incluyente que se da entre pares y que se refleja en el mutuo respeto que se tienen entre ellos y su relación con la naturaleza, porque esta modalidad se refleja también en el cuidado del ambiente y en las bellezas naturales del lugar. El estado que guardan los árboles de mangle, apreciados por la fresca sombra que dispensan en la playa para mayor solaz de los visitantes, así como la limpieza que se observa, son la muestra más visible de las ventajas que tiene el turismo incluyente.
El hecho social que se vive en esta playa de Zihuatanejo me parece relevante para ser tomado en cuenta como parte de la política pública del turismo moderno en el estado que reconoce y facilita la interacción de los turistas extranjeros con la población local, pues resulta sintomático que sea en esta zona del territorio municipal donde se observa el mayor dinamismo del flujo turístico, razón por la cual el gobierno debe prestar mayor atención y cuidado de la infraestructura y la conservación de los activos naturales que aportan valor a la zona.
Los atractivos turísticos que ofrece Zihuatanejo para la capa social que más gasta es la que está llegando más al poniente del club de Golf y de la Marina de Ixtapa, atraída por sus abundantes bellezas naturales de la isla Grande, el cocodrilario en el estero de la laguna del Negro, así como el paseo que rodea al cerro de la Hedionda con su variada flora y fauna, ahora con sus dos miradores en la punta del cerro del parque ecológico Aztlán, sin dejar de lado su moderna ciclopista.
Por eso sería hasta natural que el gobierno invirtiera en la mejora del primer acceso público a Playa Quieta construyendo un estacionamiento amplio y operando algún servicio de transporte que facilite el acceso hasta el mar como ya lo ha hecho en el lado poniente.
Para mí esa es la clase de inclusión que requiere ahora el turismo en el país cuyo impacto puede ser mayor del que tendrá en nuestra región la raya amarilla y el andador para personas con capacidades diferentes que el gobernador inauguró el miércoles pasado en Zihuatanejo como reconocimiento por el porcentaje más alto en la afluencia turística que alcanzó nacionalmente con un promedio de ocupación diaria del 86 por ciento.