Recomienda que pida permiso el director de la Prepa de Tixtla, dice la defensoría de la UAG

La Defensoría de Derechos Humanos y Universitarios de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) lamentó lo que ocurrió en la Preparatoria 29 de Tixtla, y dijo que no es un órgano sancionador, pero recomienda que el director pida permiso de tres a seis meses, mientras se investiga.
En tanto, las alumnas que mantenían tomada la escuela la abrieron, al informarles que acudirá la policía cibernética para revisarla.
Por teléfono fue consultada la ombudsman universitaria, Olivia Álvarez Montalbán, quien dijo: “Es un asunto muy reprobable, desde ayer (martes) se instaló una mesa de diálogo”.
Consideró que eso no puede pasar en ninguna escuela, en ningún lugar, “quién va a querer ser vigilado haciendo sus necesidades fisiológicas. Eso no debe pasar”.
Informó que el jueves volverán a dialogar para quedar de acuerdo con los padres de familia, quienes están pidiendo la destitución del director José Francisco Calvo Hernández.
Olivia Álvarez enfatizó: “Nosotros estamos pidiéndole al director que pida permiso de tres a seis meses, para que de manera libre se pueda hacer la investigación”.
Indicó que la Defensoría Derechos Humanos no es “un órgano sancionador. Los padres están en su libre albedrío de recurrir a otras instancia, no somos órgano sancionador, pero sí podemos recomendar que no se repitan estos actos de dicha naturaleza”.
Las alumnas informaron que reanudarán las clases este jueves, luego de que les prometieron que acudirá la policía cibernética y trabajadores del área del jurídico de la UAG, para hablar con todos los docentes.
El acuerdo con el que también llegaron fue que no abrirán la dirección de la escuela, ni el área de cómputo, mientras se realizan las investigaciones.
El pasado 23 de febrero alumnas de la preparatoria localizaron “mini cámaras” en los baños. El lunes y martes se manifestaron y tomaron la escuela, para exigir una explicación y que se sancione a los responsables. (María Avilez Rodríguez / Chilpancingo).

Presenta empresario denuncia en el MP contra intento de extorsión en redes sociales

Jacob Morales Antonio

El empresario acapulqueño, Federico Luis Weck Palazuelos, denunció que es víctima de intentos de extorsión a través de redes sociales, llamadas y mensajes, que lo acusan de tener una red de trata de personas.
En entrevista, el empresario dedicado a la comercialización de equipo de prevención de incendios dijo que presentó una denuncia en la Fiscalía General del Estado (FGE) para dar con los responsables del infundio que, en redes sociales, está afectado su imagen y la de su familia, también acosada.
Weck Palazuelos, de unos 50 años, mostró la denuncia presentada en el Ministerio Público, por el delito de extorsión, (carpeta de investigación 120300080100222010417 antes investigación previa TAB/SC/02/0290/201, oficio numero 1809), del que comenzó a ser víctima desde hace dos años, pero que desde el 30 de marzo de este año es constante en su cuenta de Facebook, su celular y en Whatsapp; indicó que, incluso cambió de número, pero continúan intimidándolo.
El empresario señaló como responsables del acoso y extorsión a Geovanni Alejandro y María Estefanía (con el sobrenombre Fanni Waston), de apellidos Ávila Cantú; a Madely Hernández, Yamilet Thompson y Tanía Hernández, y contra quien resulte responsable.
Asimismo, mostró un oficio dirigido a la Policía Cibernética de México, para solicitar que se investigue, rastree y se dé con el paradero de quienes lo están extorsionando. Durante la entrevista en el restaurante El Portón, de Galerías Acapulco, el empresario recibió mensajes y llamadas intimidatorias que no respondió, y mostró otras donde una de las presuntas implicadas le solicitaba no proceder en su contra porque era forzada a hacer los infundios.
Weck Palazuelos expresó que hizo pública la extorsión porque el daño moral a él y su familia repercute en sus actividades empresariales, además de que es falso. Recordó que las llamadas comenzaron cuando una amiga de él le dio su número de celular a un supuesto familiar, Raúl Palazuelos, quien en una llamada lo amenazó y lo acusó de trata de blancas.
Tras investigaciones propias se percató de que las intimidaciones venían de una mujer que conoció hace más de un año, María Estefanía, quien a través de perfiles falsos comenzó a difundir información falsa en la red social de Facebook. Además de que otro de los implicados, Geovanni Alejandro contrató a un hacker para la misma actividad.
El empresario responsabilizó a los señalados de lo que le pueda pasar a él y sus familiares, porque lo han amenazado de muerte y le han enviado imágenes de cadáveres a su mensajería de Whatsapp.